Moral Fundamental

Lic. Fr. José Luis Cereijo

Introducción

Comencemos juntos el camino del conocimiento de la moral cristiana. Usted se encontrará este curso con varias materias dedicadas a la moral. Esto requiere una explicación inicial que nos ayudar? introducirnos en el tema.

La teología moral forma parte de todo el saber de la ciencia teórica. Así, en la teología nos encontramos con materias de índole mística. Es decir, que nos llevan a comprender el misterio que estudiamos. Tratamos de entender el misterio de Aquel que viene a nuestro encuentro. La pregunta es, por ejemplo, ¿qué es Dios?, ¿qué es la Iglesia?, ¿qué nos dice Dios en la Escritura? Estos tratados los llamamos generalmente: teología dogmática y teología bíblica.

Pero también tenemos otras materias de índole práctica: así, nos encontramos con la teología espiritual o con la teología moral, entre otras (aquí podríamos incluir también el derecho canónico). La pregunta es ¿qué implica la relación con Dios en mi vida?, ¿qué debo hacer para vivir según Dios? Son dos aspectos del único saber sobre Dios

Ahora bien, la teología moral, al abarcar todos los ámbitos del hacer humano tiene tantas especialidades como queramos indagar.

En primer lugar tenemos la moral fundamental, que es la materia que estamos cursando en este momento. En ella tratamos de poner los fundamentos de la moral. Es decir, en qué nos basamos, cuáles son los apoyos que sostienen todo el resto. Cuando no tenemos unos fundamentos serios y sólidos terminamos en un dogmatismo, o en un fanatismo, o en un fundamentalismo. También se incluye en los cursos de moral fundamental la así llamada moral general. Esta última estudia algunos conceptos bíblicos de la moral, como ser la conciencia, la ley, el pecado, etc.

Después de haber puesto los fundamentos, se pasa al estudio particular de los diversos ámbitos de la vida. Así, nos encontramos con los ámbitos más amplios: la moral personal y la moral social.

En la moral personal estudiaremos la relación con uno mismo y con los demás. Aquí tenemos la moral de la verdad, la moral sexual, la moral familiar, la bioética[1], la moral de la religión, la moral de la amistad, etc.

En la moral social nos encontramos con los tratados de la moral política, la moral del trabajo, la moral empresarial, la moral económica, la moral profesional, etc.

Al ser tan amplios y tan complejos los problemas éticos que nos tocan vivir y estudiar es importante poner buenos fundamentos que nos permitan después poder discernir con criterios evangélicos cada una de las diversas tareas. Este será el objetivo que queremos lograr con este estudio.

Dividiremos nuestro curso en dos apartados que corresponden el primero a la moral fundamental y el segundo a la moral general. Les propongo entonces el siguiente esquema:

I. La fundamentación de la moral cristiana

1. ¿Qué es la moral cristiana?

2. La libertad y la responsabilidad. La opción fundamental

3. Raíces bíblicas de la moral cristiana

a. La moral en el Antiguo Testamento

b. La moral en el Nuevo Testamento

II. Conceptos bíblicos de la moral cristiana

4. La conciencia moral cristiana

a. La conciencia moral y la conciencia psicológica

b. GS 16

c. El discernimiento moral

5. Los valores morales y la norma moral

6. El pecado: fracaso de la libertad humana

III. Conclusión: la gracia es más fuerte que el pecado


[1] Hasta ahora hablamos de moral, y al encontramos con la palabra bioética, que hace referencia a la ética, es buena una aclaración terminológica. Hay autores que diferencian entre ética, moral y deontología. Las dos primeras palabras provienen una del griego y otra del latín y ambas significan fundamentalmente costumbre, modo de ser. Básicamente es Aristóteles el que la empieza a utilizar ética en el sentido que hoy le damos. Cuando Cicerón traduce al latín la Ética a Nicómaco de Aristóteles utiliza la palabra mos/moris para traducir el griego ética, de ahí que tanto ética como moral tienen el mismo significado fundamental. Deontología viene del griego y significa necesidad, ley, principio. Tanto en el lenguaje ordinario como en el filosófico no hay un criterio unánimemente aceptado por los autores, en cuanto a distinguir los conceptos de ética y moral... Entre aquellos que diferencian a la ética de la moral están los que sostienen que la ética sería la disciplina filosófica que se ocupa de la fundamentación racional del comportamiento moral del hombre, mientras que moral sería todo lo que se refiere a los valores en tanto asumidos y vividos por la gente, o sea, a la dimensión subjetiva, o a la moralidad vivida de hecho, por los individuos o grupos determinados... Otros han preferido distinguir los términos, diciendo que la ética se ocuparía del conjunto de principios inalterables (por ej. la defensa de la vida, la búsqueda de aliviar el sufrimiento, el respeto por la persona humana, la confidencialidad, etc.) mientras que la moral sería la dimensión subjetiva de quienes asumen estos principios. Por otra parte, para estos últimos autores el concepto deontología sería el que corresponde a una “liturgia adaptable a las circunstancias cambiantes, más parecido a reglamentos modificables que a principios (cf. Galdona, J., Introducción a la ética (profesional), UCUDAL: Montevideo 1992, 21). Otros autores reservan la palabra ética para la filosofía y moral para la teología.  Nosotros, por razones metodológicas y prácticas, usaremos estos dos términos en forma indistinta.