¿Cuando el trabajo es para el hombre?

 

¿Cuáles son los aspectos positivos del trabajo?

El trabajo tiene múltiples y complementarias dimensiones:

- Dimensión humana: el trabajo es una de las formas más altas de:

· crecimiento humano;

· expresión y afirmación de sí y de las propias cualidades;

· ejercicio de las responsabilidades sociales;

· actualización y mejoramiento personal y comunitario;

· apertura y solidaridad con el mundo.

- Dimensión familiar: constituye un medio esencial que hace posible la fundación de una familia, cuyos medios de subsistencia se adquieren justo mediante el trabajo.

- Dimensión social: mejora la sociedad, favoreciendo mejores condiciones económicas y sociales, a ventaja sobretodo de los necesitados .

- Dimensión cósmica: es fuente de enriquecimiento y de transformación de la creación. Mediante el trabajo el hombre gobierna con Dios el mundo, junto a El es su señor , y hace cosas buenas para sí y para los demás, valorizando los recursos naturales.

 



¿Cuál es la relación entre la persona humana y el trabajo?

La persona humana trabajando:

- se perfecciona en su humanidad .
Expresa el libre y fecundo don de sí .

- Ejercita sus facultades físicas, intelectuales y espirituales:

· creando obras de arte y de pensamiento ;

· descubriendo cosas nuevas ;

· produciendo bienes y servicios .

- Se hace útil a los demás .

- Trae los medios de sostén para la propia vida, para la de sus familiares y para la comunidad humana .

- Transforma la naturaleza, respetándola.

 


 

¿En qué modo el trabajo es para la persona?

- El trabajo es un derecho y no un privilegio: el acceso al trabajo debe ser abierto a todos sin injusta discriminación. Toda persona tiene derecho a un honesto y seguro trabajo, aún no siendo la única ni tampoco la principal razón de la vida.

- El trabajo es también un deber para cada persona: “El que no trabaja, que tampoco coma” (2 Ts 3, 10). 

- Todo trabajo, si es honesto, es digno de estima.

- La persona es el sujeto y el destinatario del trabajo: el trabajo es actus personae, es para el ser humano, y no el ser humano para el trabajo. La persona es la medida de la dignidad del trabajo: el trabajo procede de la persona y está también esencialmente ordenado y finalizada a ella.

- La persona en el trabajo:

· considera al otro como 'otro sí mismo', y no como un contrario o un esclavo. El trabajar es y debe ser con los otros y para los otros, y no contra los otros. También los frutos del trabajo ofrecen ocasiones de intercambio, de relaciones y de encuentro.

 



¿Cuáles son las condiciones para un buen trabajo?

- He aquí las principales condiciones para un buen trabajo:

· respeto y promoción de la dignidad de la persona ;

· libertad de crear y participar en públicas asociaciones para promover y defender los propios valores y derechos ;

· acceso y participación adecuada al progreso económico, a la gestión y a las ganancias del propio trabajo ;

· pago de los impuestos (establecidos por las legítimas autoridades) a los organismos de seguridad social

· equitativa distribución, que tenga en cuenta también la edad, el sexo, capacidades personales;

· plena ocupación ;

· limitación de las horas de trabajo: horarios humanos de trabajo;

· una maggiore conciliazione tra i tempi del lavoro e quelli dedicati alle relazioni umane e familiari;

· legítimo reposo ;

· permanente formación humana y técnica ;

· respeto de la jerarquía de valores, que pone en primer lugar la persona que trabaja ;

· idóneo estado higiénico-sanitario de los locales de trabajo ;

· respeto del ambiente natural.

- Cada uno, según las propias posibilidades y competencias, debe esforzarse por crear y/o incrementar, para sí y para los demás, tales condiciones positivas que favorezcan un buen trabajo.

 



¿Cuáles son, en el trabajo, los aspectos negativos a evitar o eliminar?

- Estos son los principales:

· la mortificación de la dignidad de la persona ;

· la explotación de sí, de los otros, de la naturaleza ;

· la desocupación, que ofende la dignidad de la persona y amenaza el equilibrio de la vida y la posibilidad de crear y de hacer crecer la propia familia ;

· el injustificado recurso al doble trabajo y/o al trabajo extraordinario, sobretodo cuando se trata de obtener el 'superfluo': quienes tienen doble trabajo hacen disminuir los puestos de trabajo para los demás, y quitan la posibilidad de energías y de tiempo que podrían dedicar al desarrollo de las otras dimensiones personales (sobretodo religioso-espirituales), a la propia familia, a las iniciativas de voluntariado ;

· el ausentismo, la falta de empeño;

· el degrado ambiental;

· la pérdida de tiempo, de recursos, las fugas de capitales, los fraudes ;

· los sistemas financieros abusivos o incluso usureros, las relaciones comerciales inicuas; /li>

· el excesivo acaparamiento y concentración de los bienes de producción, de distribución y de consumo ;

· el uso deshonesto de los medios de comunicación ;

· el despido injustificado ;

· Es necesario también reconocer que, a pesar del empeño de cada individuo y de todos, será imposible eliminar totalmente todos estos aspectos negativos. El cristiano sabe que su total y definitiva erradicación se realizará cuando, al fin del mundo, Dios “hará los cielos nuevos y la tierra nueva” (2Pe 3, 3 13

 



¿Qué cosa se entiende por bien común, al cual es ordenado también el trabajo?

§ Se entiende la unión de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos, como a cada uno de sus miembros, de alcanzar el propio y total perfeccionamiento. Esto comporta tres aspectos esenciales:

· el respeto de la persona, de sus derechos fundamentales e inalienables, como por ejemplo: la posibilidad de obrar según el recto dictado de su conciencia, la salvaguarda de la vida privada, la justa libertad también en el campo religioso;

· el bienestar social y el desarrollo de los bienes espirituales y materiales de cada persona, de la familia y de la sociedad;

· la paz, es decir, la estabilidad y la seguridad de un orden justo.

§ Al mismo tiempo hay que tener presente que el bienestar económico de un pueblo no se mide exclusivamente sobre la cantidad de los bienes producidos; es necesario tener en cuenta:

· el modo en el cual esos bienes son producidos;

· el grado de equidad en la distribución de lo adquirido;

· el logro del desarrollo integral de cada persona.

 



¿Cómo se comporta el cristiano en el trabajo?

Trabajando, el cristiano, además de realizar y completar los citados aspectos positivos, válidos para toda persona:

§ Realiza la propia identidad de ser humano creado a imagen de Dios. El trabajo pertenece a la condición original del hombre, constituido por Dios guardián de la creación, y precede al pecado original: no es por tanto ni castigo ni maldición .

§ Colabora con el designio providencial de Dios creador y redentor: Dios llama al hombre a “cultivar y cuidar” (Gen 2, 15) los bienes creados por El. El hombre no es el dueño, sino el administrador, el fiduciario, llamado a reflejar en el propio trabajo, la impronta de Aquel de quien él es imagen.

§ Imita a Jesucristo, el artesano de Nazareth, que dedicó al trabajo manual la mayor parte de los años de su vida en la tierra .

§ Coopera con El en su obra redentora: siguiendo las enseñanzas de Cristo y de la iglesia, y trabajando con empeño y sufrimiento, el cristiano se presenta como discípulo de Cristo llevando la Cruz de cada día .

§ Reconoce que el trabajo, en su fatiga y sufrimiento, es signo y fruto del pecado original: desde entonces el suelo se hace avaro, ingrato, hostil (cfr. Gen 4,12), comporta el sudor de la frente del hombre (cfr. Gen 3, 17.19).

§ Se empeña con los otros para eliminar, o al menos disminuir, los aspectos negativos del trabajo .

§ Participa del arte y sabiduría divinas, y hace más bella la creación, el cosmos ya ordenado por Dios Padre .

§ Ayuda a los más débiles y necesitados .

§ Se santifica y santifica a los demás .

§ Reconoce que el trabajo es esencial, pero que Dios, y no el trabajo, es la fuente de la vida y el fin del hombre .

§ Da gloria a Dios .

§ Encuentra una ocasión de contemplación y de oración Ora et labora (‘Prega e lavora’). 

§ Sirve a la comunidad familiar y social según los designios de Dios.

§ Construye el Reino de Dios .

 



¿Qué exige la solidaridad en el trabajo?

La solidaridad exige:

§ el compromiso de cada uno a colaborar con los demás en la realización y mejoramiento de las condiciones del trabajo y de la sociedad .

§ La equitativa repartición de los bienes y de los frutos del trabajo;

§ el empeño por un orden social más justo, en el cual las tensiones y los conflictos se resuelvan negociando y con el diálogo .

§ La colaboración entre todos: entre ricos y pobres, entre empresarios y dependientes, entre naciones y entre pueblos, rechazando el odio y la lucha de clases de los unos contra los otros .

§ La posibilidad de libres asociaciones (por ejemplo sindicales, empresariales…), evitando excesivas reivindicaciones corporativas .

§ El compromiso a favor de los más pobres

§ La valoración de los aspectos positivos de la globalización, a fin de alcanzar un humanismo del trabajo a nivel planetario .

§ La virtud de la solidaridad, la cual realiza la repartición de los bienes espirituales aún más que los bienes materiales .

 


 

¿Cuáles tipos de primado deben respetarse en el campo de trabajo?

Se debe respetar el primado:

§ del hombre sobre el trabajo y sobre las cosas .

§ Del espíritu sobre la materia .

§ De la ética sobre la técnica: no todo lo que es técnicamente posible es también aceptable moralmente.

§ Del trabajo sobre el capital, el cual es siempre un instrumento o la causa instrumental del trabajo. Al mismo tiempo existe entre el trabajo y el capital una cierta complementariedad: ni el capital puede estar sin el trabajo, ni el trabajo sin el capital .

§ Del destino universal de los bienes sobre la misma legítima libertad tanto de iniciativa económica, como de la propiedad privada.

 



¿En qué se fundamenta y que implica el destino universal de los bienes?

El destino universal de los bienes:

§ Se fundamenta sobre el hecho que Dios, creando, ha dado la tierra, con todos sus bienes, a todo el género humano .

§ Implica:

· la equitativa distribución de los bienes dentro de cada país y entre los países ;

· la corresponsabilidad de todos hacia la creación y hacia las generaciones pasadas, presentes y futuras ;

· el hecho que la autoridad estatal se ponga al servicio de cada uno y de todos.

 



¿Cuáles características tiene el derecho de la persona a la propiedad privada?

§ Existe un derecho a la propiedad privada, adquirida o recibida en modo justo. El mismo se ejerce mediante el poseso de los bienes materiales, de los medios de producción, de los bienes de consumo, del libre acceso al conocimiento y aplicaciones de la ciencia y de la técnica.

§ Tal derecho tiene las siguientes características:

· es válido para todos;

· debe ser garantizado y regulado con leyes civiles adecuadas, para evitar eventuales abusos (por ejemplo: el latifundio) ;

· está al servicio del crecimiento integral de la persona.
El derecho a la propiedad privada se realiza en modo justo, practicando las virtudes de:

· templanza, para moderar el apegamiento a los bienes de este mundo;

· justicia, para respetar los derechos del prójimo y darle lo que es debido ;

· solidaridad, para compartir generosamente con quien tiene menos que nosotros.

§ Tal derecho no es absoluto: debe medirse con la solicitud por las necesidades ajenas, la calidad de la vida del prójimo y con el respeto de la integridad de la creación.

§ Está subordinado al derecho de uso común y al destino universal de los bienes. “El hombre, usando los bienes creados, debe considerar las cosas externas que legítimamente posee, no sólo como propias, sino también como comunes, de modo que puedan servir no sólo a él, sino también a los demás” (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 69).

 



¿Cuáles son los aspectos positivos del derecho a la propiedad privada?

La propiedad privada posee una licitud natural, en cuanto puede favorecer los siguientes aspectos positivos:

· medio necesario para la autonomía personal y familiar ;

· expresión y prolongación de la libertad humana ;

· contributo a la seguridad personal existencial ;

· medio de satisfacción de las necesidades de la vida, para sí y para los propios familiares ;

· legítimo fruto del propio ahorro ;

· ocasión para el personal contributo a la sociedad y a la economía ;

· incentivo para una mayor laboriosidad ;

· medio para crear nuevos puestos de trabajo.

 



¿Cuáles son los criterios para establecer el justo salario?

“El trabajo va remunerado en modo tal que garantice los medios suficientes para permitir al individuo y a su familia una vida digna en el plano material, social, cultural y espiritual, que corresponda al tipo de actividad y grado de rendimiento económico de cada uno, así como a las condiciones de la empresa y del bien común” (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 67).



¿Cuándo es legítimo recurrir a la huelga?

Estas son algunas condiciones para que el recurso a la huelga sea legítimo:

· medio extremo, extraordinario, o al menos necesario en vista de una ventaja proporcionada ;

· debe actuarse después que todas las otras modalidades para superar el conflicto se hayan revelado ineficaces;

· debe ejercerse en modo pacífico, evitando cualquier violencia;

· respeto de la libertad ajena: rechazo de la paralización y boicot de la produción ;

· respeto de los derechos fundamentales de la comunidad (sobre todo de los más débiles e indefensos) ;

· asegurar los servicios fundamentales de la sociedad ;

· que se persigan objetivos conexos a las condiciones de trabajo y respetuosos del bien común.

El Primicerio
De la Basílica de San Ambrosio y San Carlos
Monsignor Raffaello Martinelli

http://www.sancarlo.pcn.net/argomenti_spagnolo/MAR_0018.jpg

NB: Para profundizar el argumento, se pueden leer también los siguientes documentos pontificios:

·         Leon XIII, Rerum novarum, 1892; 

·         Juan Pablo II, Laborem exercens, 1981;

·         Catecismo de la Iglesia Catolica (CCC), nn. 531-533; 2184-2188; 2427-2435;

Pontificio consejo de la justicia y de la paz, Compendio de la doctrina social de la Iglesia, 2004, pp.144-177.