PUEBLO NEGRO Y BIBLIA

Replanteamiento Histórico

Heitor FRISOTTI

RELaT 154

Resumen

Antes de hablar de lo que la Biblia puede significar para el pueblo negro es necesario recordar lo que ella significó en su historia: fue una herida, pues fue usada para legitimar la opresión del señor, del capataz, del macho, del juez: del poder blanco. Pero ella fue también un plato repleto, del cual fue posible extraer fuerza, lucha, resistencia y saborear el amor de Dios por los últimos, hombres y mujeres negras. Es, pues, reconocida como una fuente que mata la sed: una fuente todavia amarga o bajo secuestro o incluso negada a veces. Una fuente que debe convivir con las otras fuentes que Dios donó.

Introducción

A la hora de hablar del encuentro entre el pueblo negro y la Biblia, es necesario trabajar algunas cuestiones preliminares.1 Reconozco que, por ciertos testimonios históricos, debería llamarse más de desencuentro, pues innumerables veces tuvo las características de conflito. No me atrevo, sin embargo, a juzgar y dar una definición estricta. En lo que aconteció: la realidad es mucho más compleja de lo que imaginamos y su comprensión más difícil de lo que pensamos. Prefiero analizar algunos elementos y, a partir de los mismos y con la ayuda de algunos símbolos, tejer algunas afirmaciones.

Me gustaría llamar la atención, sin embargo, sobre la necesidad de profundizar y discutir esas afirmaciones en las comunidades, en los grupos bíblicos y en los grupos de conciencia negra, pues constituyen claves político-hermenéuticas. Reflexionarlas puede situarnos correctamente en el conflicto racial - que se manifiesta como blanqueamiento, prejuicio y discriminación, inclusive religiosa, de la población afro-brasileña - y ubicarnos también en el conflicto de las interpretaciones: leer la realidad sin vigas en los ojos (Lc 6,42) y tomar partido para cambiarla. Es necesario un camino de solidaridad y de conversión . Sin miedo de ser atrevido, diría que, en relación al pueblo negro, ser solidario implica dar un salto no sólo socio-político, sino también cultural, racial y religioso, so pena de traicionar el mensaje bíblico y el pueblo negro.

Para el pueblo negro en Brasil, la Biblia es:

una herida, un plato repleto y una fuente

Una herida

La Biblia es una herida porque no fue neutra. En el período colonial, fue llamada como testigo de que Dios estaba del lado del Rey, del señor de esclavos, del rico, del obispo, del blanco, del hombre. Una herida, y una herida mortal que procuró matar la libertad, la dignidad, la fe y la identidad del pueblo negro. A los ojos del hombre y de la mujer negra, la Biblia fue el hierro en brasa, la mordaza, los grilletes que los mantenían presos en el `dulce infierno', como era llamado el ingenio de azúcar. Por eso...

* La Biblia tiene rostro de patrón, pues fue usada para legitimar la expoliación y la esclavitud. Los cristianos que llegaban a estas tierras comparecían, Biblia en mano, como pueblo elegido, dueño de la tierra, dada por Dios, y con el derecho de expulsar los pueblos que aqui vivían. ¿ Cómo no encontrar un paralelo entre el Requerimiento y Dt 7,17-26?2 ¿ Cómo no traducir para si, después de una buena cosecha de ingenio, el texto de Js 24,13: "Les di tierras que ustedes no habían cultivado, ciudades que no habían edificado y en que viven ahora; les di viñas y olivares que no habían plantado y de las que comen ahora"?

Así, para Antonio Vieira (1608-1697), el tráfico de esclavos es el cumplimiento de las Escrituras Sagradas (Salmos 71,4 e 77,32), pues "los portugueses conquistaron la Etiopía occidental, y están cumpliéndose hoy más y mejor que en ninguna otra parte del mundo en ésta de América, adonde traidos los dichos Etíopes en tan innumerable número, todos con las rodillas en tierra y con las manos levantadas al Cielo, creen, confiesan y adoran en el Rosario de Nuestra Señora todos los misterios de la encarnación, muerte y resurrección del Creador y Redentor del mundo, como verdadero Hijo de Dios y de la Virgen María" (Sermão XIV).3

Vieira considera la transmigración de África a Brasil parecida con aquella que llevó el pueblo de Israel a Babilonia para que, probado por el fuego, se salvase; habrá una segunda transmigración, de esta tierra para el cielo, verdadera liberación, como la que salvó Israel de Babilonia: "vuestra hermandad de Nuestra Señora del Rosario - dice Vieira - os promete a todos una carta de libertad: con la cual no sólo gocéis de la libertad eterna en la segunda transmigración de la otra vida; sino también os libréis en ésta del mayor cautiverio de la primera" (Sermão XXVII).

Incluso cuando Vieira usa los textos bíblicos más críticos de la injusticia social (y más usados por la teología de la liberación), como el de Exodo 14, el de Lázaro (Lc 16,19-31) y el Magnificat (Lc 1,46-56), eso es para llamar los patrones a no excederse en los castigos y observar las normas morales de comportamiento sin abandonarse a la pereza y a la lujuria. Los esclavos serán premiados, porque dan ejemplo con su trabajo y sus sufrimientos, y los señores, si no se comportaren como `buenos patrones' pueden ser tragados, en el último día, por las aguas del Mar Rojo. Nada, sin embargo, que diga respecto a un cambio de condición en esta tierra.4

Para ganar ese premio eterno y la salvación del alma, los esclavos deben obedecer a sus señores. Vieira se basa en los escritos de Pablo y Pedro y comenta Ef 6,5-7: "Cuando sirvan a sus patrones, no les sirvan como quien sirve a hombres, sino como quien sirve a Dios, porque entonces no sirven como esclavos, sino como libres, y tampoco obedezcan como esclavos sino como hijos" y pide, citando 1 Pd 2,18, que los esclavos sirvan "no sólo a los que son buenos y comprensivos, sino también a los que son malos e injustos. (...) Porque en ese estado en que Dios les colocó, es su vocación semejante a la de su Hijo, el cual padeció por nosotros, dejándoles el ejemplo a imitar"(Sermão XXVII).

Jorge Benci, en 1700, comenta en cuatro sermones dirigidos a los patrones, el texto del Eclesiástico 33,25: "Para el burro el forraje, el palo, la carga; para el siervo el pan, la educación, el trabajo".5 Benci usa muchos textos bíblicos para obligar a los patrones a tratar bien a sus esclavos, aunque sean `rudos y bozales' (p. 86), y los compara, juntamente con los párrocos, a Jesús Cristo maestro (p.107) y Buen Pastor (p.93). Cristo, señor y maestro, lavó los pies a los discípulos para darles ejemplo (p.107); de la misma manera también los patrones de esclavos, pues el ejemplo de los que no son patrones es "incentivo solamente y estímulo para la imitación; y en los que son patrones, no sólo es estímulo, no sólo es incentivo, que mueve, sino que es como precepto, que obliga a que lo imiten" (p.108). Norma moral para el esclavo, ahora, es imitar el patrón, imagen de Dios!

Al concluir el último de los cuatros sermones, Benci recuerda a los patrones: "antiguamente los Cristianos de la primitiva Iglesia, una vez que recibían el bautismo, daban la libertad a sus siervos, pareciéndoles que con la libertad de la ley de Cristo no estaba bien el cautiverio" (p. 223). Seria razón suficiente para exigir lo mismo de los patrones. Por desgracia, el autor no llega a tanto y se limita a pedir que los traten como a prójimos y como a miserables.

Manoel Ribeiro Rocha escribe, en 1758, el Etíope resgatado.6 Al dividir los capítulos, también sigue como pauta el texto del Eclesiástico para tratar del sustento (Parte IV) y de la corrección necesaria (Parte V). También el texto de Rocha no se dirige a los negros, sino a los patrones y comerciantes confundidos con la posibilidad de encontrarse en estado de condenación por causa de los africanos haber sido ilegitimamente esclavizados.

Los textos bíblicos que Rocha usa refuerzan la necesidad del buen trato y del sustento necesario, sustento que incluye la instrucción en las cosas de la fe. Todo eso tiene su base en el mandamiento del amor al prójimo de la 1 Jn 4,20 (cf. parte IV, nº 14). Sin embargo, a la hora de decidir cuántos años deben servir los esclavos a sus patrones no prevalece ni el mandamiento de Jesús, ni la libertad que el bautismo implica (II, 1), sino las razones económicas, pues una `rápida' libertad puede perjudicar "la subsistencia [de la Colonia], y la continuidad del comercio, además útil y necesario al Reino" (II, 3).7

* La Biblia tiene rostro de capataz, pues fue usada para legitimar la condición de sufrimiento del negro y `maldecir' su raza. El texto más usado fue el de Génesis 9,18-27, donde se identificaban los africanos con los malditos hijos de Cam. "Los hijos de Jafet (y Sem) tienen derecho `teológico' para aprovecharse del trabajo de los hijos de Cam, pues asi colaboran en la redención de aquellos que están marcados por dos pecados `originales': el de ser hijos de Adán (pecado original del común de los hombres), y el de ser hijos de Cam (pecado específico de los africanos y de los negros en general)".8

Vieira hablará también de los negros como hijos de Coré e hijos del Calvario, pues "Coré, en la lengua hebrea, quiere decir Calvario" (Sermão XIV, p. 294). Los hijos de Coré no perecieron como su padre, castigado ejemplarmente por Dios por su rebelión y, completando la analogia, asi como Dios salvó a los hijos de Coré, cuando la tierra se abrió para tragarlos, salvó a los negros. Y concluye: "Oh si la gente negra arrancada de las breñas de Etiopía, y llevada a Brasil, conociera bien cuánto debe a Dios, y a su Santísima Madre por éste que puede parecer destierro, cautiverio y desgracia, y no es sino milagro, y gran milagro!" (ibid., p.301).

Por ser hijos de Coré y del Calvario, los esclavos deben imitar los sufrimientos de Cristo. Y eso fue ya anunciado por Davi en el Salmo 83,1, uno de los tres salmos que, para Vieira, fueron "compuestos para los ingenios".9 Dirigiéndose a los esclavos, Vieira afirma: "declara David en el título del último [salmo] quiénes sean los obreros de estos trabajosos talleres, y dice que son los hijos de Coré: Pro torcularibus filiis Core. (...) No hay trabajo, ni género de vida en el mundo más parecido a la cruz y pasión de Cristo, que el suyo en uno de esos ingenios" (ibid., p.305). En esa identificación con el Cristo crucificado, que por desgracia no es con el justo víctima de la blasfemia y de los ídolos, ni con el resucitado que muestra la verdad sobre los poderes de este mundo, sino sólo con el `destinado a sufrir' por el bien, inclusive de los patrones, está la felicidad del esclavo: "Bien-aventurados ustedes si subiéren conocer la suerte de su estado". Y eso es un "gran milagro de la providencia y misericordia divina".

* La Biblia tiene rostro de hombre y macho, pues fue usada para someter a las mujeres. Son conocidos, y la lectura que las mujeres hacen hoy de la Biblia resalta, el patriarcalismo y androcentrismo de muchos textos bíblicos. "Más vale la maldad del hombre que la bondad de la mujer", afirma Eclo 42,14, resumiendo asi innumerables pasos, desde el relato de la creación `subordinada' de la mujer y de la entrada del pecado en el mundo, em Gn 3, hasta las afirmaciones de Paulo: "la cabeza de la mujer es el varón... por lo tanto siendo asi la mujer debe llevar sobre su cabeza el signo de su dependencia" (1 Cor 11,3.10); "que se callen las mujeres... estén sumisas, como dice también la Ley" (1 Cor 14, 34); o "no permito que la mujer enseñe o domine al varón... porque primero fue formado Adán, despues Eva" (1 Tm 2,12-13).10

La lectura machista colonial reforzó estos pasos y atribuyó a la mujer, principalmente a la negra, la fragilidad de la carne, la sensualidad, la tentación y el pecado, así como atribuyó a Dios características exclusivamente masculinas, señoriales y guerreras, y al varón el protagonismo de la evangelización. Vieira incluye los soldados portugueses entre los evangelizadores principales en la Colonia: "en las otras tierras unos son ministros del Evangelio y otros no;en las conquistas de Portugal todos son ministros del Evangelio. (...) No sólo son apóstoles los misioneros, sino también los soldados y capitanes (...) porque muchas veces es necesario que los soldados con sus armas abran y franqueen la puerta, para que por esa puerta abierta y franqueada se comunique la sangre de la Redención y el agua del Bautismo"; pero no llama mujeres para esa tarea, pues "quiso enseñar Dios a todos aquellos a quienes pertenecen, que las mujeres no deben salir de casa, incluso bajo pretexto de piedad y de religión".11

Eso para no inducir a los hombres en tentación, pues del pecado original "fue causa una mujer, y qué mujer? No ajena, sino propia, y no creada en pecado, sino inocente y formada por las manos del mismo Dios". Y comenta sobre el fruto prohibido: "que comiese Eva, no me admira; era mujer"!12 La certeza de la inferioridad de la mujer, en Vieira, es también bíblica: "pues aunque hace tantos siglos que murió aquella Eva, vive sin embargo en toda mujer la sentencia con que Dios la condenó en todo el mismo sexo".13

La mujer en la Colonia es hija de Eva y porta-voz de Satanás: "Que ninguna mujer vaya a las iglesias de falda tan alta que aparezcan los tobillos de los pies (...) nueva moda que con escándalo de toda la modestia y honestidad ha introducido el demonio" reza la carta pastoral de Dom Antonio de Toledo en 1773.14 La mujer negra y esclava induce al pecado mucho más, y los patrones tienen que tomar cuidado, pues:

Negra bonita es veneno, mata todo viviente,

embriaga la criatura, tira la vergüenza de la gente...

Mulata es dulce de coco, no se come sin canela,

compañero de buen gusto, no puede pasar sin ella.15

Por eso, Benci implora a los patrones vestir a sus esclavos y esclavas como Dios hizo con Adán y Eva después del pecado (Gn 3,21). Pero eso es también razón para que las esclavas - y sólo las esclavas, no las señoras - no se adornen con "aquellas holandas, aquellas telas e primaveras, aquella redecilla (sic) y oro, con que se visten", pues eso es vanidad y fruto del pecado y `las descubre' después que Dios las vistió.16 La Biblia, entonces, sirvió para castrar la igualdad, sexualidad y participación social de las mujeres y, en particular, de las negras.

Así fueron silenciados y encubiertos tanto datos bíblicos como las afirmaciones de igualdad en el bautismo (Gl 3,28) y en los ministerios eclesiales - mujeres apóstolas, colaboradoras y diaconisas (Febe, Prisca e Junías em Rm 16,1-16) - como también el comportamiento no-machista de Jesús que supera la Ley y devuelve: la vivencia plena de la sexualidad a las mujeres, como la que perdía sangre (Lc 8,43-48) y la `pecadora' (Lc 7,36-50); y la participación social y religiosa, como en el caso de las discípulas y primeras testigos de la resurrección (Lc 8,1-3; 10,38-42, 24,1-11). Realidad simbolizada en la mujer encorvada, `presa por la Ley', y liberada en dia de sábado (Lc 13,10-17).

* La Biblia tiene cara de juez inquisidor, pues fue usada para demonizar la religión del negro. Toda referencia bíblica a los ídolos, a los sacrificios, a los espíritus, a los muertos, a la rebeldía y a la desnudez, convertíase en argumento que estigmatizaba y exorcizaba la fe y las manifestaciones religiosas no católicas.17

Vieira, pero cualquier otro sacerdote y señor decía lo mismo a los negros esclavos, afirma: "Díganme: sus padres que nacieron en las tinieblas de la gentilidad, y en la cual viven y acaban la vida sin la luz de la fe, ni conocimiento de Dios, ¿ adónde van después de la muerte? Todos, como ya ustedes creen y confiesan, van al Infierno, y allí están ardiendo y arderán por toda la eternidad. (...) Por lo contrario, los hijos de Coré, pereciendo él, se salvaron, porque reconocieron, veneraron y obedecieron a Dios: y ésta es la singular felicidad de su estado, verdaderamente milagroso" (Sermão XIV, p.301).

Todavía hoy es común encontrar personas, agentes de pastoral y laicos que, Biblia en mano, decretan que el Candomblé es culto del demonio. Asi el encuentro de Saúl con la necromante (1 Sm 28,3-25) es usado para condenar la evocación de espíritus y de muertos; el texto de Dt 32,16-18 es recordado para mantener la distinción entre Dios y los dioses o demonios a los cuales se ofrecen sacrificios; contra la magia y la adivinación evócase 2 Cr 33,6 e Dt 18,9-12. Y todo eso se aplica a los terreiros que, por eso, son condenables.

La Biblia se usa también para defender el cristianismo y la propia iglesia. Varias frases son proclamadas para mostrar la superioridad de la fe cristiana y la salvación: "Hay un sólo Dios y un sólo mediador entre Dios y los hombres: Jesús Cristo" (1 Tm 2,5), "el camino, la verdad y la vida" (Jo 14,6). "Al nombre de Jesús, toda rodilla se doble (...) y toda lengua confiese: Jesús es el Señor" (Fl 2,10-11), "pues no hay, debajo del cielo, otro nombre dado a los hombres por el cual podamos ser salvados" (At 4,12). La lectura fundamentalista y pentecostal ha reforzado esa demonización y exclusión de todo lo que no fuera cristiano: "sólo Jesús salva".

* La Biblia tiene rostro de blanco, pues se usó para legitimar la superioridad racial del blanco y el blanqueamiento cuando ya los grilletes no podían sujetar los negros libertos. No se trata sólo de textos que mantienen la blancura como sinónimo de bien (Sl 50,9) y de gloria (Ap 4,4; 7,9), sino del hecho que son historias (presentadas como) de blancos, con héroes blancos, en un mundo de blancos (Mediterráneo y Europa), y con lenguaje de blanco.18

Todavia más, es un texto escrito: sólo podrá leerlo quien sea alfabetizado. Es un texto sagrado: sólo podrá proclamarlo quien está próximo a Dios. Es un texto que exige conocimiento: sólo lo podrá leer quien sea iniciado en las Escrituras. Y eso, hasta hace poco, y todavía hoy en la mayoria de los casos, queda reservado a blancos y hombres. Sin hablar del hecho que la Biblia no quedaba, sino raramente, en las casas de pobres. En ambientes católicos, traducciones en portugués pocas, prohibiciones muchas. El pueblo sólo tenía acceso a la Biblia por la mediación de un sacerdote blanco.

Finalmente, y no menos importante, es el hecho de que muchas de las lecturas, estudios e interpretaciones bíblicas de los últimos siglos obedecían a visiones e intereses europeos o norte-americanos. Eran lecturas importadas, cuyo referencial principal no eran las preocupaciones del pueblo negro y pobre de América Latina, sino las normas de conducta, las disputas académicas, los problemas eclesiásticos, la lucha contra el ateísmo. Nada que interesase al negro. En el mejor de los casos, la Biblia era un libro cerrado. Y cuando estaba abierto, era para castigar y reprimir.

No se puede leer la Biblia y no abrir esta herida. Sería un grave error, para nosotros, ir a la Biblia de `cuerpo abierto', indefensos, pues ella continúa hiriendo todavía hoy. El primer paso hermenéutico y político es ubicarnos en ese dolor, hacer memoria, tomar partido, arriesgar la piel como el buen samaritano (Lc 10,25-37)

Un plato repleto

Y, a pesar de eso, para el pueblo negro, la Biblia es también un plato repleto. No sólo por la relectura bíblica que acontece entre los pobres o en las CEBs, a partir de los últimos treinta años, o en los grupos de Agentes de Pastoral Negros, sino también por varias lecturas populares hechas en la historia de Brasil. En una sociedad donde la escritura es privilegio de pocos, al lado de la historia de los santos y del rosario ( la Biblia de los pobres), los pobres guardaron también varios textos bíblicos repetidos en las iglesias, memoria de la Alianza de Dios con los pobres, y los reinterpretaron según sus necesidades y su sueño de sociedad.

Así Antonio Conselheiro copiaba partes de la Biblia (en latín) que lo animaban espiritualmente y eran objeto de sus sermones, muchos de ellos sobre el amor de Dios y de Jesús, el hombre de dolores. Textos cargados de tensión escatológica, de lucha entre el bien y el mal, de premio para los que eran fieles al Cordero.19 Y en Canudos, con Conselheiro, había muchos negros.

Cuando no era posible tener acceso a la Biblia, entonces el pueblo la escribía o, mejor, contaba la historia de Jesús que pasó por la tierra junto con San Pedro, caminando por regiones agrestes. En ellas, se representa Jesús como pobre, compañero y maestro. Varias de esas historias hablan de hospedaje negado por los ricos y ofrecido por los pobres; de dinero y avidez; de hambre y sed, viudas y huérfanos. Ante estas situaciones, Jesús consuela, es el padre que conforta, da entendimiento, es misericordioso; también hace justicia, castiga a los ricos y vence el mal.20

O el pueblo cantaba su dolor como el romero de Pirapora, valentón, que se arrodilla delante del Hombre de dolores:

De sueño y de polvo es el destino de uno

solamente...

Mi padre era peón, mi madre soledad,

mis hermanos se perdieron por la vida, en busca de

aventuras,

descasé, jugué, invertí, desistí

si existe la suerte, no sé, nunca la vi.

Me dijeron, sin embargo, que viniese aqui

para pedir de romería y oración, paz en los

desalientos,

como no sé rezar, sólo quería mostrar

mi mirar, mi mirar, mi mirar.

... o con Ala Blanca, Claridad de luna del sertón, Los devotos del divino: "en el estandarte está escrito que él volverá de nuevo, que el rey será bendito, que él nacerá del pueblo". Textos que merecerian incluírse en la Biblia como libro de los salmos del pueblo brasileño.

Ya con una mirada más amplia y latinoamericana, no podemos silenciar la riqueza de las reinterpretaciones del protestantismo negro del Caribe y de América del Norte, con sus espirituales negros, salmos releidos a partir de la esclavitud y de la lucha de los excluídos. En ellos, Cristo es negro, como afirma James Cone. Por desgracia, no tenemos esa riqueza en Brasil. El catolicismo retenía la Biblia en manos de pocos. La misma lectura pentecostal, a pesar de haber aproximado las Sagradas Escrituras y el pueblo pobre y negro, no creó muchos cánticos originales.

Recientemente, las CEBs han despertado toda una lectura bíblica popular y comunitaria. La preocupación por la vida y la lucha contra las injusticias, crearon una sintonía fina entre la experiencia del pueblo y los sectores oprimidos de la historia de Israel. La Biblia volvió a ser el espejo de la vida, iluminándose y libertándose reciprocamente, en un encuentro mutuo, agradecido unas veces, desafiador otras.

En ese caldo de Palabra Viva, muchos cristianos negros y negras se han reencontrado con el texto sagrado y con el Dios que ama a los últimos. Pero fue entre grupos de conciencia negra y, en particular entre los Agentes de Pastoral Negros, que la lectura bíblica ha hecho redescubrir el rostro negro y materno de Dios. Las preguntas dirigidas a la Biblia no son tanto sobre la esclavitud o buscando negros en los textos bíblicos, sino sobre la discriminación, la exclusión, la pérdida de identidad, el dolor del justo siervo sufridor, la opción por los últimos y discriminados.21

No será posible a los estudiosos hablar con (y a) el pueblo negro sin situarse en esa abundancia de lecturas, de fe, de historias, encontradas, reinterpretadas e `incluídas' en las Sagradas Escrituras.

Una fuente

Para muchos negros, la Biblia es una fuente. Una fuente con muchas características.

* Es una fuente (todavía) amarga. La historia no cambió. La Biblia todavía se usa para discriminar a quien no la conoce y no la sigue. Aún está llena de etnocentrismo disfrazado de elección y salvación. Todavía excluye a las mujeres y no revela el rostro femenino de Dios. Todavía rebaja y demoniza las religiones afro-brasileñas; aún confunde ídolos con orixás. Aún es víctima de un uso fundamentalista que la aleja de la fraternidad y del ecumenismo. Y, principalmente, todavía es filtrada (y siempre lo será) por la práctica de los cristianos. Y esa práctica no cambió mucho en relación al negro, al racismo, al machismo, al no-cristiano.

* Por eso, es una fuente (todavía) negada. No nos debe extrañar ese ateísmo necesario. Como recuerda Juan Luis Segundo, existe una negación de Dios que es una verdadera profesión de fe en el Dios de la vida: es aquella que recusa imágenes idolátricas de Dios , imágenes que legitiman prácticas de muerte. Negar la imagen de Dios, cuando este Dios legitima poderes autoritarios y violentos, no es ateismo: es fe en el Dios de la vida.22 Toda vez que la Biblia será usada para servir ídolos y no el Dios de la vida, toda vez que ella sea usada para inferiorizar, discriminar, negativizar, excluir, ella será negada.

Cuando no sucede que los círculos bíblicos son elevados a la única, verdadera y mejor lectura posible para entender la realidad. Todavía recuerdo un encuentro sobre culturas y religiones, en que trabajamos la historia, las discriminaciones y el dolor de negros, indios y mujeres, cuando algunos agentes de pastoral se quejaron de no haber comenzado los trabajos por la Biblia...

·       Es una fuente (todavía) secuestrada. Por desgracia, todavía hay quien procure apartarla de las manos del pueblo. Una de las injusticias más graves del Noreste de Brasil es el agua - no sólo la tierra - cercada. Lo que impide el acceso a la fuente. Eso sucede con la Biblia también. No será, hoy, secuestrando el libro, sino convirtiéndolo en mudo. Pues si se necesita conocer la historia del pueblo de Israel, y también griego y hebreo, hacer cursos, escuchar profesores, comprar libros, tener tiempo para leer, etc. Muchos negros y pobres todavía están excluídos de eso.

·       Es una fuente entre otras. A veces, ni la principal. Para los pobres y muchos negros, queda al lado de las historias de los santos y sus milagros (que también son memoria de la alianza del Dios de la vida en las familias de los pobres), o de las historias cantadas y danzadas en los terreiros. Porque la `Biblia' del terreiro, la historia antigua y la historia brasileña del pueblo negro, la historia de la presencia de Dios en la vida de este pueblo no es leida, sino cantada y danzada. También ésa no es la única historia, pero es una historia que salva: crea identidad negra, reconstituye la familia, construye dignidad, devuelve salud, organiza, enseña y da vida.

La Biblia se torna incluso tercera, no ya segunda palabra de Dios, después de la primera palabra que es la vida.23 Por eso, agentes de pastoral negros pueden anunciar una imagen de Dios que está y no está en la Biblia, el Dios vivo y verdadero, y quieren trabajar:

"- El rostro negro de Dios que es vida, próximo, Padre y Madre, el mismo y el Otro;

·       • - la revelación de Dios a través de la naturaleza y de los Orixás;

·       • - la presencia de los antepasados;

·       • - la tradición, los símbolos y los ritos a ella relacionados;

·       • - la comunidad amplia y verdaderamente fraterna;

·       • - la presencia y el papel de la mujer en la vivencia de fe;

·       • - la recuperación de una historia verdaderamente ecuménica del pueblo negro."24

Vale la pena recordar que no va a ser posible hacer ecumenismo con las religiones afro-brasileñas e indígenas a partir de la Bíblia. No puede ser usada como fuente común. Puede iluminar nuestra aproximación, diálogo y solidaridad, pero no puede ser puesta como el Libro, y Palabra, la Verdad, la Historia del pueblo de Dios. Sólo será aceptada (y lo es) cuando sea una palabra dialogal, que escucha la otra, se reconoce en ella y la acoge. Nunca cuando sea una palabra que los otros no tengan, que se imponga, autoritaria y exclusiva.

* Con todo, es una fuente viva, pues continúa animando el caminar de muchos cristianos negros. Continúa liberando personas y revelando una palabra de Dios que toma partido, que es crucificado junto con los excluídos de la sociedad, que anuncia que la lucha, el dolor, la muerte no son en vano cuando construyen comunidad, fraternidad, igualdad. Es una fuente que sacia la sed, renueva las fuerzas y despierta sentido. Un agua que no puede perderse.

No nos será posible, para nosotros cristianos y cristianas, encontrar la Buena Noticia de un Dios que anuncia la vida y libera sin beber de esa agua todavía amarga, negada, secuestrada y, a pesar de todo, viva. Y sin saber que esa agua no va a resolver todo, sino sólo surtir el efecto para el cual fue enviada. Es una agua entre otras y limitada. Sólo con la humildad de quien respeta la fuente por lo que ella es, los tiempos en que ella brota, el hecho de ella desaparecer entre los dedos (y todo aquel que quiera prender la Biblia o la fe del pueblo va a pasar por eso), podremos percibir la presencia libre de Dios que `habita en las tiendas' y es mucho mayor del de los sacramentos, inclusive su palabra escrita. Asi la fuente no se agotará, ni será envenenada, ni el agua se desperdiciará.

Hace años, en Santa Maria...

Aquel jueves del 8º Intereclesial, día 10 de septiembre de 1992, en Santa Maria, Rio Grande del Sur, después de la presentación de los obispos y pastores y la exclusión y discriminación de los "pais y mães-de-santo"( sacerdotes y sacerdotisas de Candomblé) y de los caciques, el regional de las CEBs de Bahía y Sergipe era el encargado de la celebración penitencial. Poco antes de la proclamación del Evangelio, una joven negra trajo danzando la Biblia, que reposaba en una calabaza con tierra de Puerto Seguro, donde llegaron los colonizadores portugueses en 1500. Un símbolo y... !tan significativo!. Vuelvo a evocar ese símbolo porque, en aquel momento que seguia al dolor, representó todo lo que los pueblos negros e indígenas vivieron en relación a la Biblia y fue descrito sumariamente en estas páginas.

Es la Biblia que toma posesión de la tierra y la conquista. Fue la primera imagen que llamó la atención. Una palabra pesada, que sofoca otras palabras y que expulsa de la tierra. Ella cubría todo. No dejaba ver si había otra vida en aquella tierra. No dejaba ver nada. Sólo existía Biblia.

Poco a poco, otra imagen apareció. La de dos realidades religiosas yuxtapuestas: la Biblia, palabra de Dios para el blanco, y la Tierra, palabra de Dios para el índio y el negro. A los ojos del colonizador, más una superstición, más una impureza, más un sincretismo. A los ojos de los excluídos, el rescate de la historia, de la identidad y de la cultura. Y la sabiduría de quien no arroja el niño junto con el agua sucia. Por fin, a pesar de los cristianos, ese Dios ama los pueblos indígenas y negros y habla de rescate, dignidad, lucha y liberación.

Finalmente, más una certeza: sólo renaciendo en esa Tierra, la Biblia y los pueblos serán liberados de sus dominaciones. Tiene que echar raíces aquí. No cabe más exclusión de otras palabras, de pueblos, de mujeres, de alianzas. Hay que crear nueva Tradición. Tiene que tener la savia de aquí. Tiene que ser regada con esta agua. Y morir, como semilla, para dar la vida, renacer y dar fruto (Jn 12,24). Resucitar. Estamos dispuestos a dejar morir la Biblia en este terreno?

Notas:

• 1 . El texto está situado en Brasil y, más particularmente, en Bahía. Fue presentado en el Seminario Biblia y culturas afro-americanas, organizado por el Programa de Formación del CEBI (Centro de Estudios Bíblicos) y el Grupo de teología y negritud Atabaque, en San Pablo, SP, de 3 a 7 de septiembre de 1993. En esta edición, presenta sólo ligeras adaptaciones.

• 2 . Así proclamábase, a partir de 1513, tal derecho a los pueblos indígenas: "De todas estas gentes Dios, nuestro Señor dió cargo a uno que llamado Sanct Pedro, para que de todos los hombres del mundo fuese príncipe, Señor y Superior a quien todos obedesciesen e fuese cabeza de todo el linaje humano donde quier que los hombres viviesen y estuviesen, y en cualquier ley secta o creencia: e dióle todo el mundo por su reyno e señorío e jurisdicción (...) y juzgar e gobernar a todas las gentes, christianos, e moros, e judíos, e gentiles, e de cualquiera otra secta o creencia que fuessen. (...) Uno de los Pontífices pasados que en lugar deste subcedió en aquella silla e dignidad que he dicho, como príncipe e señor del mundo hizo donación destas Islas e Tierra-firme del mar Océano a los dichos Rey e Reyna e a sus subcesores en estos reynos". Apud José María Vigil, Agenda Latinoamericana '92, Managua (Nicaragua), Ediciones Nicarao, 1991, pp.16-17. Cf. también Paulo SUESS, A Conquista espiritual da América espanhola, Petrópolis, Vozes, 1992, p.673.

• 3 . Antônio Soares AMORA (cur.), Padre Antônio Vieira. Sermões, 2ª ed., vol. IV, São Paulo, Cultrix, 1981, t. XI, p.299. Los sermones XIV, XX y XXVII fueron predicados por el P. Vieira a los esclavos negros de la Hermandad del Rosario de un ingenio de la Bahia, en 1633.

• 4 . Cf. Sermão XX, t. XII, p.109-115.

• 5 . Jorge BENCI, Economia Cristã dos Senhores no Governo dos Escravos, São Paulo, Grijalbo, 1977.

• 6 . Manoel Ribeiro ROCHA, Etíope resgatado, empenhado, sustentado, corrigido, instruído e libertado, Petrópolis, Vozes, 1992. En el apéndice, hay un índice de las citas bíblicas usadas por ROCHA. Creemos que muchas de ellas fuesen de uso común en la teología colonial.

• 7 . ROCHA sugiere que veinte años son una fecha `justa', pues si se perdiere toda rentabilidad, acabaría el comercio (II, 32-36). Diferente era el caso de los romanos, en que los esclavos quedaban libres después de cinco años, pues tratábase "de blancos, y muy aventajados los sus servicios" (II, 16).

• 8 . Eduardo HOORNAERT, A leitura da Bíblia em relação à escravidão negra no Brasil-colônia (um inventário), p.21.

• 9 . Los tres salmos son el Sl 8, el Sl 80 y el Sl 83. Los tres son individuados por el título Pro torcularibus. "Este nombre torcularia, universalmente tomado, significa todos aquellos lugares e instrumentos en que se esprime y tira el zumo de los frutos, como en Europa el vino y el aceite, que allá se llamam "lagares"; en Brasil y para la caña, por ser más sofisticados, se llaman de ingenios (Sermão XIV, p.304). Los salmos, para Vieira, fueron dedicados a esos trabajadores para que uniesen el trabajo con la oración.

• 10 . Afirma Elza TAMEZ: "Por su experiencia de opresión, las mujeres añaden nuevas sospechas ideológicas no solamente a la cultura a partir de la cual se lee el texto, sino dentro del mismo texto que es producto de una cultura patriarcal. Aún más, sus `sospechas ideológicas' se aplican también a las herramientas bíblicas tales como diccionarios, comentarios, concordancias supuestamente objetivas por su cientificidad pero que pueden, sin duda, caer en propuestas masculinizantes" apud Regina Maria de Oliveira BORGES, Uma necessidade urgente: reler a Bíblia com olhos de mulher. In: Margarida L. Ribeiro BRANDÃO, Teologia na ótica da mulher, Rio de Janeiro, PUC, 1990, p.128s. Por analogía, podríamos afirmar lo mismo respecto al negro.

• 11 . Sermões V,237.240 e IX,428 apud Luis PALACÍN, Vieira e a visão trágica do barroco, p.36-37 e 55.

• 12 . Sermões. Apud Emanuel ARAÚJO, O teatro dos vícios. Transgressão e transigência na sociedade urbana colonial, Rio de Janeiro, José Olympio ed., 1993, p.193.

• 13 . Ibid., p.193 (* Subrayados mios). Un siglo despues, en 1798, el obispo Azeredo Coutinho, hacía eco al ilustre predicador: "las mujeres, aunque no se destinan para hacer la guerra, ni para ocupar el ministerio de las cosas sagradas, no tienen , sin embargo, ocupaciones menos importantes para el público. Ellas tienen una casa que gobernar, marido que hacer feliz e hijos que educar en la virtud" (Estatutos do Recolhimento de N. Sra. da Glória do lugar de Boa Vista de Pernambuco, p.2. Apud Mary del PRIORE, Ao Sul do corpo. Condição feminina, maternidades e mentalidades no Brasil Colônia, Rio de Janeiro, José Olympio ed., 1993, p.112).

• 14 . Apud Mary del PRIORE, A mulher na história do Brasil, São Paulo, Contexto, 1988, p.17.

• 15 . Apud José Alípio GOULART, Da palmatória ao patíbulo, Rio de Janeiro, Conquista - INL, 1971, p.48. Cf. también Sonia Maria GIACOMINI, Mulher e escrava, Petrópolis, Vozes, 1988, p.65-72. Mary del PRIORE ofrece varios textos sobre esa caracterización de las mujeres negras en la historia de Brasil, como la del confesor Manuel de Arceniaga, en el siglo XVIII, que condena: "la desnudez de los pechos... y las disculpas que aparentan cubrirlos com gasas y paños transparentes, porque no los ocultan ni cubren, antes bien con estes engaños artificiosos, provocan, atraen y llamam más la atención" reforzando así que sólo la mujer es fuente de pecado y que ese es el pecado más grave ( A mulher na história do Brasil, p.16). 16 . Economia Cristã dos Senhores no Governo dos Escravos, nº 40, p.71. Toda la argumentación está en los números 31-45.

• 17 . Cf. José Severino CROATTO, A destruição dos símbolos dos dominados. In: RIBLA, nº 11, 1992, Petrópolis, p.32-42.

• 18 . La investigación bíblica reciente ha rescatado la pluralidad cultural y la presencia de negros en los textos bíblicos. No dejan, con todo, de ser temas y presencias marginales o marginalizados.

• 19 . Cf. Alexandre OTTEN, "Só Deus é grande", Loyola, 1990, p.219-222.

• 20 . Vea algunos cuentos en: Bernardino LEERS, Religiosidade rural, Petrópolis, Vozes, 1967, p.57-59; Hubert LEPARGNEUR, Imagens de Cristo no catolicismo popular brasileiro. In: AA.VV., Quem é Jesus Cristo no Brasil, São Paulo, ASTE, 1974, p.83-84; Walfrido MOHN, Religião popular e vida religiosa inserida, Petrópolis, Vozes, 1986, p.56-58; frei Roberto E. de OLIVEIRA, Peixe pequeno, os grandes comem. Sabedoria do povo, São Paulo, Paulinas, 1987, p.63-87.

• 21 . Cf. Ouvi o clamor deste povo. Campanha da Fraternidade 1988, Texto-base, Brasília, CNBB, nº 86-121.

• 22 . Cf. O homem de hoje diante de Jesus de Nazaré, vol II/1, História e atualidade, São Paulo, Paulinas, 1985, p.18.

• 23 . Apoyándose en la distinción de Carlos MESTERS (y de San Agustín), Pablo RICHARD asume como principio hermenéutico el "reconocimiento de la historia, del cosmo, de la vida y de la cultura de los pueblos indígenas, como el primer libro de Dios. La Biblia es el segundo libro de Dios, dado para ayudarnos a leer el primero". Y, como segundo principio, el "reconocimiento de los indígenas como sujetos de la interpretación bíblica" (1492: A violência de Deus e o futuro do cristianismo. In: A voz das vítimas, Concilium 232, Petrópolis, 1990/6, p.66, subrayados del autor). Lo que se reivindica para los pueblos indígenas, puede ser extendido a todos los pueblos que no dividen la herencia de las culturas y de la historia mediterráneas, identificadas muchas veces con `la cristiana'.

• 24 . Síntese dos trabalhos de grupo sobre o tema 'Ecumenismo' do Curso de Formação para Representantes Regionais, Quilombo Central, janeiro 1989, nº 12 (mimeografiado).

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Bibliografía de referencia

• Antônio Soares AMORA, (cur.), Padre Antônio Vieira. Sermões, 2ª ed., vol. IV, São Paulo, Cultrix, 1981

• Jorge BENCI, Economia Cristã dos Senhores no Governo dos Escravos, Estudo preliminar de Pedro de A. Figueira e Claudinei Mendes, São Paulo, Grijalbo, 1977

• Eduardo HOORNAERT, A leitura da Bíblia em relação à escravidão negra no Brasil-colônia (um inventário). In: Estudos Bíblicos 17, Petrópolis, 1988, p.11-29

• Alexandre OTTEN, "Só Deus é grande". A mensagem religiosa de Antônio Conselheiro, São Paulo, Loyola, 1990

• Luis PALACÍN, Vieira e a visão trágica do barroco, São Paulo, HUCITEC - INL, 1986

• Manoel Ribeiro ROCHA, Etíope resgatado, empenhado, sustentado, corrigido, instruído e libertado. Discurso sobre a libertação dos escravos no Brasil de 1758, Paulo Suess (ed.), Petrópolis, Vozes, 1992

• Ouvi o clamor deste povo. Campanha da Fraternidade 1988, Brasília, CNBB, 1988

• O negro e a Bíblia: um clamor de justiça, Estudos Bíblicos 17, Petrópolis, 1988

• Escravidão e escravos na Bíblia, Estudos Bíblicos 18, Petrópolis, 1988

 

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Traducción de Justino Martínez Pérez