GEOGRAFÍA DE LA TIERRA SANTA
 
Juan Manuel Martín Moreno, sj.
 

  I.-    Generalidades

II.-   La Costa

III.- La Montaña

IV.-  El valle del Jordán

 

I.- GENERALIDADES

 

Nombre del país

* El nombre en el AT era “país de Canaán”

* En el NT se habla de “provincia de Judá” o de “país de Israel” (Mt 2,20)

* Tras la destrucción de Jerusalén, los romanos llamaron al país “Palestina”, y el nombre permaneció

en la historia

* Cuando los judíos fundan su estado en 1947 deciden llamarlo Israel.

 Los palestinos lo siguen llamando Palestina

* De un modo neutral lo llamamos Tierra Santa

 

 

Los territorios bañados por el Mar Mediterráneo han sido la sede del nacimiento de grandes culturas. Para la historia de Israel y de la Biblia nos interesa ahora sobre todo el mediterráneo oriental a la derecha del mapa.

 

Detallamos en este mapa del Mediterráneo oriental los accidentes más importantes: El Mar Rojo y el Golfo pérsico. La Mesopotamia bañada por los ríos Éufrates y Tigris que desembocan en el golfo pérsico. En Egipto el valle del Nilo que proviene de las cordilleras de África oriental y desemboca en el Mediterráneo formando un gran delta. Señalamos también la península arábiga entre el Mar Rojo y el golfo pérsico, y la pequeña península del Sinaí entre Egipto, Arabia y Palestina.

 

 

En este mapa simbólico, vemos el mundo antiguo representado como una flor con tres pétalos. En el centro de puede ver a Jerusalén situada como centro geográfico del mundo antiguo. Cada uno de los pétalos representan a uno de los tres grandes continentes del mundo de antes de Cristóbal de Colón: Europa a la izquierda, Asia a la derecha, y África abajo.

El mapa simbólico pone de relieve el puesto central que ocupa el pequeño territorio de Israel en el punto de encuentro de dos mares interiores, el Mediterráneo que comunica con el Océano Atlántico, y el Mar Rojo que comunica con el Océano índico. El canal de Suez se construyó en esta zona precisamente para comunicar ambos océanos.

Gracias a este lugar central la religión cristiana nacida en este entorno geográfico pudo fácilmente convertirse en una religión universal.

 

 

CRECIENTE FÉRTIL

Señalamos en el mapa una Media luna para indicar la extensión de lo que se ha dado en llamar Creciente fértil. En uno de sus cuernos está la Mesopotamia entre los ríos Éufrates y Tigris. En el otro está el valle del Nilo en Egipto. La parte central la forman Siria y Palestina más montañosas y con pequeños valles fluviales, como los del Jordán o el Orontes.

Vemos cómo estos fértiles valles están rodeados por tremendos desiertos, como son el desierto de Nubia y de Libia, el desierto de Arabia, el desierto de Siria, el gran desierto salado. Los grandes valles fluviales de los dos cuernos de la Media Luna han propiciado la existencia de grandes imperios que cubrían toda la extensión del valle respectivo.

En cambio los valles fluviales pequeños de la parte central de la Media Luna han dado lugar a pequeños estados autónomos, que normalmente han estado controlados por el gran vecino del Norte o por el gran vecino del Sur.

 

El accidente geográfico más significativo es la gran fosa tectónica que va desde Turquía hasta los grandes lagos del África central. Se puede seguir esta falla hacia el sur desde la Beqa’a libanesa, siguiendo por el valle del Jordán, la Arabá, el Mar Muerto, y luego por Abisinia y un doble sistema de valles tectónicos que es especialmente visible en los alargados lagos de África oriental. Tanto el Nilo como el Jordán, a pesar de sus grandes diferencias, tienen algo en común; ambos fueron causados por el mismo fenómeno geológico.

En Siria, como hemos dicho, esta falla no se limita sólo a la parte del valle que está situada por debajo del nivel del mar, sino que está ya presente al norte del Jordán en la Beqa’a libanesa, y al sur del Mar Muerto se extiende hasta el golfo de Áqaba, por un total de 530 kilómetros.

En esta hondonada encontramos el punto más bajo de la superficie terrestre. El mar Caspio está sólo a 25 metros bajo el nivel del mar; Turfán en Asía central está a unos 100 metros por debajo del nivel del mar. En cambio aquí en Israel tenemos una falla demás de 250 kilómetros de largo, y entre 3 y 175 de ancho, que alcanza los 400 metros bajo el nivel del mar en la costa del Mar Muerto, a lo cual habría que añadir los 400 metros de profundidad que tiene el Mar Muerto en su parte norte.

En este territorio encontramos el río Jordán con 154 kilómetros de longitud, dos grandes lagos, de 27 y 70 kilómetros de largo respectivamente, y grandes superficies de tierra cultivable. En toda la tierra no existe una zanja tan colosal como ésta.

Podemos distinguir en ella seis regiones distintas: El valle de la Beqa’a entre el Líbano y el Antilíbano, el curso alto del Jordán, el lago de Genesaret , el curso bajo del Jordán, el Mar Muerto y la Arabá.

 

Repetimos la  diapositiva que muestra las cuatro franjas longitudinales que van de norte a sur. La primera franja en rojo al Oeste es la llanura costera. La segunda franja en verde es la cordillera que actúa como espina dorsal del país. La tercera franja en azul es la depresión del Jordán. La cuarta franja amarilla al este del Jordán es la meseta o altiplanicie transjordana.

Vamos ahora a fijarnos en la tercera franja, la de la depresión del Jordán.

 

 

En este mapa podemos apreciar las distancias kilométricas. La Tierra santa es un país muy pequeño. La parte más ancha entre el Mediterráneo y el valle del Jordán es de 120 kilómetros. La parte más larga desde las fuentes del Jordán hasta el sur del Mar muerto es de 225 kilómetros.

Pero hay que observar que la anchura del país disminuye mucho en el Norte, donde la distancia entre el Mediterráneo y el Jordán es de apenas 40 kilómetros.

Nos podemos fijar también en el régimen de lluvias. Las nubes vienen en el invierno cargadas de humedad desde el Mediterráneo. Al tener que subir a la cima de la montaña se enfrían y precipitan. Por eso la vertiente oeste que da al Mediterráneo es una vertiente muy bien regada durante el invierno.

En cambio cuando las nubes pasan la cima de la montaña ya han perdido toda el agua que llevaban y en la parte oriental de la montaña se produce lo que se llama una “sombra de lluvias”, por lo que apenas llueve nunca, dando lugar a un desierto conocido como desierto de Judá en torno al curso inferior del Jordán y el Mar muerto.

También al sur del país hay un desierto aún más grande, llamado el desierto del Neguev, que se continúa con el desierto arábigo y el desierto del Sinaí.

 

La opción divina de esta tierra como el lugar donde revelarse a los hombres estuvo muy bien pensada. ¿Cuáles pudieron haber sido las razones para elegirla? Es difícil entrar en el consejo divino. ¿Quién pudo haber aconsejado al Espíritu de YHWH, qué consejero pudo haberle asesorado? ¿A quién iba a consultar para que le ilustrase para acertar con el mejor método? (Is 40:13-14).

Pero nos vamos a atrever a entrar en este consejo divino. Podríamos mencionar algunas razones de la aptitud de esta tierra como lugar de revelación. La geografía es una de las infraestructuras que condicionan la superestructura de la historia. Nuestra cultura particular es hija de condiciones materiales, clima, relaciones laborales. La historia está moldeada por la geografía

La Centralidad: Cruce de océanos, de continentes, de carreteras. Dios escogió como lugar de su revelación un punto muy céntrico

El Agua. Región fértil rodeada de desiertos. La distribución de agua alternante entre sequías inundaciones. La escasez del agua y la dependencia de las lluvias. El tema de la sed como expresivo de la sed de Dios en el hombre, que es tierra reseca agostada sin agua. La dependencia de Dios que otorga o retira el agua.

La Luz: Dicen que Jerusalén es el punto terrestre que recibe mayor cantidad de luz durante el año, medida en la unidad del lumen. Si tenemos en cuenta la calidad reflectante de la piedra blanca de Jerusalén, la ciudad se convierte en un punto de luz cegadora y deslumbrante

La Escritura: No es casualidad que la tierra de la revelación sea la misma tierra donde se acababa de inventar la escritura alfabética.

La Pobreza: Es curioso que Israel sea una tierra pequeña y pobre, de desarrollos culturales muy modestos, comparada con sus grandes vecinos. En la elección de esta tierra hay ya una constante de los criterios de Dios en la religión bíblica.

 

 

II.- LA COSTA

 

El carácter rectilíneo de la costa la priva de cualquier bahía o ensenada natural donde los barcos puedan refugiarse. Los puertos son pequeños y artificiales y acaban siendo destruidos por el mar.  Esta falta de hospitalidad de la costa palestina tuvo dos importantes consecuencias.

Primera: Nunca hubo invasores que desembarcaran un ejército al sur del monte Carmelo hasta que el territorio hubiese sido previamente conquistado por tierra. Incluso los invasores que llegaron de Europa (filisteos, Alejandro, Pompeyo, los cruzados, Napoleón, los británicos) se abrieron camino por tierra desde Egipto o desde Asia Menor, o desembarcaron mucho más al norte en Akko o en Tiro.

Segunda: Esta costa nunca ha producido un pueblo de navegantes. El mar es el dominio de Leviatán y de sus monstruos. “La serpiente huidiza, la serpiente enroscada, el dragón del mar (Is 27,1). En el Apocalipsis el vidente nos cuenta: “Estaba de pie en la playa. Vi a una bestia que salía del mar (Ap 3,11). En la nueva creación ya no habrá mar (Ap. 21,11).

Los israelitas fueron un pueblo ensimismado, vuelto hacia dentro, encerrado entre el desierto y el mar. Sólo algunos profetas desafían al pueblo a mirar más allá de la costa, más allá de sus límites naturales, para considerar las islas, las tierras bañadas por el mar, como objetivo para una evangelización y una misión.

 

El mar es en esta zona una muralla y no una autopista. La palabra para oeste en hebreo es mar, indicando que el mar es un punto cardinal, un horizonte. No hay huella de ninguna palabra hebrea que signifique puerto. Cuando la Biblia describe las tribus que estaban cerca del mar dice que Dan “permanecía en navíos” (Jc 5,17) y abandonó la costa para ir mar adentro.

En cambio, en  el norte de Israel se encuentra el pueblo cananeo, los fenicios, que fueron grandes navegantes. Allí la costa es diferente de la palestina, y ofrece abundancia de buenos puertos. También Grecia tiene una línea de costa muy adaptada para los puertos. Por eso tanto Grecia como Fenicia fueron pueblos de navegantes. En Grecia cada kilómetro de una línea de costa accidentada es una invitación a viajar. El mar entra dentro de tierra para atraer al navegante. Con un rosario de islas como escalones intermedios le invita a adentrarse en busca de nuevos continentes. Pero la costa para los israelitas no era sino una línea rígida y recta, sin senos acogedores para atraer a los hombres de fuera, ni para tentar a los de dentro a salir.

 

 

A lo largo de esta costa corría la famosa Via Maris, -en rojo en la diapositiva- la carretera más famosa de todo el Oriente fértil. Unía Egipto con Mesopotamia pasando junto a la costa palestina. Este término aparece en la Biblia sólo en el libro de Isaías (9,1). Los romanos nunca llamaron a esta carretera por este nombre. Es sólo en la Edad Media, por influjo de la Vulgata, cuando se adapta este nombre de Via Maris, a partir de la traducción latina de Isaías. Ya documentos muy antiguos nos hablan de esta ruta.

Viniendo desde el sur, desde Egipto, la carretera entraba en Palestina cruzando el río Gaza, junto a la antigua ciudad de Gaza y continuaba hacia el norte hasta llega a Asdod evitando la costa que estaba llena de dunas. Al norte de Asdod la carretera se bifurcaba para juntarse de nuevo en Afeq. De ahí seguía hacia el Norte y tenía que atravesar el Carmelo por alguno de los diversos pasos de montaña. El más utilizado es el que llegaba a la llanura de Esdrelón junto a la ciudad de Meguido y desde ahí seguía hacia Damasco.

La otra gran carretera era la Via real que atravesaba la Transjordania de norte a sur y comunicaba Damasco con Arabia.

 

 

Vista de la bahía de Haifa desde el puerto de Akko-Tolemaida. Al fondo se ve el promontorio del Carmelo donde se asienta la moderna ciudad y el puerto de Haifa. Hoy día Haifa es la tercera ciudad de Israel y la más industriosa de todas. Allí se concentra la industria petroquímica y su puerto es hoy más importante de todo Israel.

En toda la época antigua el puesto estaba situado en el norte de la bahía, en la antigua ciudad de Akko, que pasó a llamarse Tolemaida en la época griega y san Juan de Acre en la época medieval. Hoy día los judíos le han devuelto el antiguo nombre de Akko.

 

 

Vemos aquí las ruinas de lo que fue la gran ciudad de Cesarea del Mar y su puerto, uno de los más importantes del Mediterráneo.

Cesarea fue fundada por el rey Herodes mirando hacia Roma, de donde le venía su poder. Construyó allí un enorme puerto artificial, que fue una gran obra de ingeniería para la época. Toda la ciudad era de mármol blanco y estaba dotada con el gran templo a Augusto, el palacio de Herodes, un teatro, anfiteatro, hipódromo, dos acueductos.

La ciudad siguió creciendo en la época bizantina cristiana, y fue sede de un importante obispado y centro cultural.

El puerto se acabó hundiendo en su mayor parte. Pueden verse en color más claro las zonas hundidas actualmente.

Tras la conquista árabe la ciudad declinó. Por un corto tiempo fue reconstruida por los cruzados, pero tras la derrota de éstos, fue finalmente destruida por los musulmanes y durante siglos ha yacido enterrada en las arenas, hasta que en el siglo XX los arqueólogos empezaron a desenterrar sus ruinas más importantes.

En Cesarea tuvo lugar la conversión de Cornelio que abrió a los gentiles las puertas del bautismo, y estuvo preso dos años san Pablo antes de ser enviado a Roma

 

 

Maqueta del puerto de Cesarea

Se distingue el faro gigantesco a la entrada del puerto, cuyo haz de luz podía verse desde mar adentro. Puede verse también el templo que Herodes construyó en honor de Augusto.

 

 

El teatro de Cesarea es del siglo II, pero está levantado en el mismo lugar donde estuvo el teatro herodiano. Está próximo al palacio de Herodes y al hipódromo que se extiende a lo largo de la playa. Tiene capacidad para 4.000 personas. Las gradas están mirando hacia el mar.

 

 

Jaffa o Joppe es uno de los puertos más antiguos del Mediterráneo. Ya en el segundo milenio se menciona en las campañas del faraón Tutmosis III. En hebreo Yafo significa “la bella”. Es el puerto más cercano a Jerusalén. A él llegaron los cedros preciosos para la construcción del templo en la época de Salomón. De allí zarpó Jonás el profeta huyendo del mandato divino que le ordenaba ir a Nínive.

Antes de la llegada de los sionistas era una de las ciudades árabes más grandes de Palestina. En las arenas al norte de la ciudad, los inmigrantes sionistas fundaron la ciudad de Tel Aviv que era al principio un suburbio de Jaffa. Ahora, después de cien años, Jaffa se ha convertido en un suburbio de Tel Aviv que ha crecido exponencialmente.

En la guerra de 1948 casi toda la población árabe de la ciudad tuvo que huir y hoy hay solamente una minoría de población palestina.

El puerto es un puerto pequeño de pescadores. Junto a él se pueden ver ruinas de antiguos puertos que arrastró el mar.

 

 

Vista del promontorio de la vieja ciudad de Jaffa. La torre de la iglesia indica el lugar tradicional donde san Pedro tuvo la visión de una sábana que descendía de lo alto conteniendo animales que eran impuros para los judíos, y recibió la orden de sacrificarlos y comerlos.

El significado simbólico del sueño se le desveló cuando al despertar del sueño llamaron a la puerta de su casa unos soldados romanos enviados por el centurión Cornelio de Cesarea. Querían que Pedro los acompañase para enseñar el camino de salvación a Cornelio.

La primera reacción de Pedro hubiese sido negarse, porque no podía entrar en casa de unos paganos que eran impuros. Pero al recordar el sueño en que Dios le dijo que no llamase impuro a lo que dios había purificado, se animó y se fue con ellos hasta Cesarea.

Allí en casa de Cornelio tuvo lugar el Pentecostés de los paganos que abrió las puertas de la Iglesia a todos los pueblos.

 

III.- LA MONTAÑA

 

La montaña es la espina dorsal del país. Se extiende de norte a sur.

Al norte encontramos la montaña galilea, que se divide en dos zonas. La alta Galilea más al norte, y la baja Galilea más al sur. La alta Galilea está llena de bosques y es más lluviosa y alguno de sus montes sobrepasa los 1.000 metros. La baja Galilea, en cambio, está formada por colinas de 300 a 500 ms. Es en la Baja Galilea donde se encuentran Nazaret y Caná.

La montaña galilea está separada de los montes de Samaría al sur por un gran valle que corta desde el mar hasta el Jordán. Es el valle de Esdrelón o Yizreel, una de las zonas más fértiles del país.

Al sur de Esdrelón  comienza al montaña de Samaría, que tiene dos cuernos en su parte superior, uno es la fila del Carmelo que se proyecta hacia el mar, y la otra al oriente los montes de Gelboé, donde Saúl perdió su trono y su vida.

Más al sur aún, a partir de Jerusalén, comienza la montaña de Judá con lugares tan característicos como Belén la ciudad donde nació el rey David y su descendiente Jesucristo, y la ciudad de Hebrón donde están sepultados los patriarcas, Abrahán e Isaac con sus mujeres.

 

La Alta Galilea llega hasta la frontera con el Líbano. Es un territorio dce gran belleza. El monte Merom sobrepasa los 1.000 metros. Es una región de abundantes lluvias. No fue visitada por Jesús que limitó su ministerio a las colinas de la Baja Galilea. No hay ninguna referencia a esta zona en el Nuevo Testamento.

 

 

La ciudad de Séforis no se menciona nunca en el NT, pero tiene una gran importancia en la historia de Flavio Josefo. Está situada a solo 5 kms. de Nazaret y en la época de la infancia de Jesús era la capital del reino de Herodes Antipas que la embelleció con palacios, teatros y edificios públicos.

Aunque Jesús fue un campesino de un pueblito pequeño, su infancia transcurrió en las proximidades de una importante ciudad a donde iría muchas veces, quizás a trabajar en las obras públicas que se estaban haciendo en aquella época. Esto le dio a Jesús algún conocimiento no solo de la vida campesina, sino también de la vida urbana.

 

Nazaret es hoy día la ciudad árabe más grande dentro del estado de Israel. Su crecimiento tuvo lugar a partir de la guerra de 1948, porque se refugiaron allí muchos árabes expulsados por los israelíes que habían destruido sus pueblos.

En época de Jesús era un pueblito muy pobre, que no contaría más de 20 o 30 familias que vivían en cuevas. En el centro de la diapositiva puede verse la basílica de la Anunciación que se alza sobre las ruinas de iglesias anteriores que fueron destruidas a lo largo de la historia.

Antes de edificar la iglesia moderna los arqueólogos excavaron intensamente la zona, para fijar los distintos niveles históricos y llegar al nivel primitivo de la época de Jesús. Todas esas iglesias se han ido construyendo en el mismo lugar sobre una cueva donde la tradición fija la vivienda de María, y el lugar donde fue visitada por el ángel.

 

La cueva original de la casa de María ha sido muy desfigurada por tantas construcciones y destrucciones, pero junto a ella hay otra cueva muy próxima, la que podríamos llamar de la vecina de la Virgen. Esa cueva ha podido ser recuperada sin apenas daños, y nos ayuda a hacernos una idea de cuán primitiva era la vida de aquellos habitantes de Nazaret.

En la diapositiva puede verse el interior de esta cueva de la vecina de la Virgen.

 

Gruta donde estaba la casa de María. Junto a esta gruta hubo ya un primitivo lugar de culto de los primeros cristianos. Sobre él edificaron los bizantinos una basílica en el siglo V, y sobre las ruinas de la basílica edificaron los cruzados otra basílica mucho más grande en el siglo XII, que fue nuevamente destruida por los musulmanes. Es sobre este mismo lugar, conservado ahora en la cripta donde se alza la moderna iglesia de la Anunciación.

 

 

Al sur de los montes de Galilea hay una gran llanura transversal que la separa de los montes de Samaría. Vemos aquí una perspectiva de dicha llanura tomada desde el Carmelo. Los judíos la llamaron Valle de Esdrelón o Yizreel, o más brevemente “El valle” por antonomasia.

 

Tabor en hebreo significa ombligo. El monte se presenta muy proporcionado en mitad de la llanura en el centro geométrico de los territorios por donde predicó Jesús. Es el punto en que se encuentran los territorios de Isacar, Zabulón y Neftalí. Desde lo alto se ve una vista maravillosa de todo el valle de Esdrelón y en días luminosos se alcanza a ver el monte Hermón. En la cima hay una iglesia franciscana que conmemora el misterio de la Transfiguración de Jesús.

 

Esta montaña fue el núcleo principal donde se formó la confederación de las tribus. En la época de los jueces todos los focos de poder estaban en la montaña de Samaría, la más poblada, que fue el núcleo de la israelidad de Israel. Judá al sur estaba menos poblada, y los dos sectores de la montaña estaban separados por una serie de fortalezas cananeas que los israelitas no consiguieron conquistar en un principio.

Con el rey David se produjo la unificación de las tribus, y desde entonces la tribu de Judá a la que pertenecía empezó a jugar un papel preponderante. Como veremos David conquistó Jerusalén a los jebuseos e hizo de ella la capital de su reino. Pero pronto hubo un cisma y se formaron dos reinos rivales, uno en la montaña de Samaría y otro en la montaña de Judá.

En la época del Nuevo Testamento la montaña de Samaría estaba poblada por los samaritanos que eran considerados herejes por los judíos ortodoxos.

Existía entre ellos una rivalidad grande que se refleja en los textos evangélicos. En Sicar, cerca del monte Garizim, des donde se produjo en encuentro entre Jesús y la samaritana relatado en el capítulo 4 de Juan.

En los Hechos de los apóstoles nos cuentan la evangelización de Samaría y de cómo se crearon allí diversas comunidades cristianas.

 

Junto al monte Garizim estaba la ciudad de Siquem, muy importante en el AT. En el NT se hace referencia a un lugar vecino llamado Sicar donde estaba el pozo de Jacob. Ahí tuvo lugar el encuentro entre Jesús y la samaritana. Los samaritanos no daban culto en Jerusalén, sino en un templo construido en la cima del Garizim, que fue destruido por los Macabeos. Hasta hoy día la secta Samaritana sigue dando culto a Dios al aire libre en la cima del Garizim en donde sacrifican el cordero pascual.

 

Una de las ciudades más importantes de la montaña de Judá es Belén, cuna del rey David y de Jesucristo. Está a solo 9 kilómetros al sur de Jerusalén. En la diapositiva podemos ver la entrada a la basílica de la Natividad, donde los cristianos conmemoran el nacimiento de Jesús.

La entrada se hace por una puerta diminuta donde hay que agachase mucho para poder entrar.

 

En la cripta de la basílica se encuentra el lugar tradicional donde la Virgen María dio a luz a Jesús. Una estrella de plata marca el lugar. Cientos de miles de peregrinos visitan este lugar y besan la estrella. Desde la basílica se transmite la Misa del Gallo por televisión a todo el mundo.

 

 

IV.- EL VALLE DEL JORDÁN

 

Recordamos que el valle del Jordán forma parte de una gran falla tectónica que va desde los montes del Tauro en Turquía hasta los grandes lagos del África central. Nosotros aquí vamos a estudiar solo el tramo que transcurre a través de la Tierra Santa, que corresponde al valle del Jordan con los distintos lagos que se forman a su paso.

 

 

En el valle del Jordán distinguimos los siguientes tramos de norte a sur. Hay cuatro fuentes principales que alimentan al río. Tres de ellas están en las faldas del monte Hermón. Las cuatro fuentes se juntan en pequeño lago, el lago del Julé, en el centro de un gran valle muy fértil.

Desde este pequeño lago el río sigue un breve curso muy rápido con cascadas hasta desembocar en el lago de Genesaret en su orilla norte. De ahí sale de nuevo para recorrer el tramo más largo de unos cien kilómetros para terminar su curso en el Mar muerto, que es un lago sin salida, donde se acumulan las aguas.

 

 

Pasamos a continuación a ver el entorno del lago de Genesaret, que recibe diversos nombres. Los judíos lo llaman en hebreo Kinneret reflejando la forma que tiene de arpa (Kinor). Mateo y Marcos lo llaman el Mar de Genesaret. Lucas, más modesto se refiere a él como el lago de Genesaret. El nombre le viene de un pueblito a sus orillas muy próximo a Magdala.

Juan lo llama “Mar de Tiberíades” aludiendo a la ciudad de Tiberíades recién construida por Herodes Antipas como nueva capital de su reino.

También se conoce como Mar de Galilea.

En la diapositiva actual podemos ver el entorno del lago, y valorar las distancias con respecto a otros lugares conocidos del NT como Nazaret, Tabor, Naím y Caná.

 

Una de las fuentes más copiosas del Jordán es la del río Banias,que nace al pie del monte Hermón, debajo de una inmensa roca que puede apreciarse en la diapositiva. Delante de la roca construyó Herodes un gran templo en honor de Augusto, y a la derecha en la hornacina,

 había un templo al dios Pan, y posteriormente se formó toda una zona sagrada llena de templos a las antiguas divinidades paganas. Junto al río Banias el rey Filipo, uno de los hijos de Herodes, se construyó una capital dedicada al César, que recibió el nombre de Cesarea de Filipo.

Los evangelios nos cuentan la visita que Jesús y sus apóstoles hicieron a esta ciudad, donde Jesús prometió a Pedro que sería la roca de la Iglesia y que las puertas del abismo no podrían destruirla. Observemos la gigantesca roca en la diapositiva, y la gran gruta que era conocida como puerta del abismo, pues se pensaba que el agujero interior no tenía fondo.

Desde aquí comenzó el último viaje de Jesús a Jerusalén

 

Una de las muchas cascadas que hay en el río Banias y en  el primer tramo del Jordán. En esta cascada está inspirado el salmo 42, que habla de un israelita que vive en país extranjero de muchas cascadas, rodeado de paganos, y que añora vivir en Jerusalén cerca del templo del Señor, y recuerda con nostalgia las veces en que participaba allí en el culto.

 

Los israelíes han desecado la mayor parte del lago Julé para crear una fértil llanura. En la diapositiva podemos apreciar ella pequeña laguna restante.

 

Pasamos a continuación a ver el entorno del lago de Genesaret, que recibe diversos nombres. Los judíos lo llaman en hebreo Kinneret reflejando la forma que tiene de arpa (Kinor). Mateo y Marcos lo llaman el Mar de Genesaret. Lucas, más modesto se refiere a él como el lago de Genesaret. El nombre le viene de un pueblito a sus orillas muy próximo a Magdala.

Juan lo llama “Mar de Tiberíades” aludiendo a la ciudad de Tiberíades recién construida por Herodes Antipas como nueva capital de su reino.

También se conoce como Mar de Galilea.

En la diapositiva actual podemos ver el entorno del lago, y valorar las distancias con respecto a otros lugares conocidos del NT como Nazaret, Tabor, Naím y Caná.

 

En la diapositiva del lago podemos apreciar las distancias kilométricas. El lago mide 21 kms. de norte a sur, y 12. kms en su parte más ancha de este a oeste.

El Jordán entra por el nordeste y sale por el suroeste. Se encuentra a 210 metros bajo el nivel del mar. Sus aguas son más profundas en la parte norte, donde puede alcanzar los 40 metros de profundidad.

Las aguas del lago son dulces, aunque con una cierta salinidad (unos 35 mgs. por litro). La intensa evaporación en verano y la existencia de algunos manantiales minerales, como las famosas siete fuentes de Tabgha, contribuyen la salinidad relativa del lago, que no llega a impedir que el agua sea potable. Modernamente han conseguido desviar los manantiales salinos de modo que no contaminen el lago. Esta aguas llevadas por un canal son devueltas al Jordán en su curso bajo.

Las orillas son fértiles en sus zonas más anchas, y en las aguas bullen cantidad de peces, por lo que siempre ha habido pescadores en el entorno hasta el día de hoy.

En la época de Jesús la población judía se concentraba en la orilla norte del lago: Magdala, Genesaret, Corozaín, Cafarnaúm. Esta orilla fue la batida por Jesús en su ministerio. Jesús nunca entró en la ciudad de Tiberíades, la capital de Antipas. Toda la orilla oriental pertenecía a la Decápolis y estaba habitada por paganos. En el norte, al este del Jordán estaba la ciudad de Betsaida, cuna de Pedro, Andrés y Felipe, que era una ciudad mixta con población griega y judía y pertenecía al territorio del rey Filipo.

 

Un año de gran sequía apareció en los lodos que quedaron al bajar las aguas del lago una barca de los tiempos de Cristo, que nos da una idea de cómo eran las barcas de los pescadores del lago en aquella época.

Entre los pescados más apreciados está el llamado pez nodriza, o pez de San Pedro, que puede ser degustado en los restaurantes para peregrinos alrededor de las orillas del lago actualmente.

 

De entre las ciudades de la orilla norte, la que más aparece en el evangelio es la ciudad de Cafarnaúm, desenterrada por los arqueólogos el siglo pasado en los años veinte.

La ciudad de Cafarnaúm estaba situada entre la orilla del lago y la gran carretera llamada Via Maris. Para los que venían desde Damasco era la primera ciudad del reino de antipas en Galilea, y había allí un puesto de aduanas donbde tenían que pagar los tributos las caravanas que pasaban. Hbía también una guranición romana con un centurión.

 

Plano de las ruinas de Cafarnaúm. Abajo, la orilla del lago, arriba la carretera.

La calle principal, o cardo, iba desde la carretera hasta el lago, de norte a sur.

A la izquierda del cardo vemos tres manzanas. La de más arriba era la manzana donde aparecieron las ruinas de la sinagoga, a continuación una manzana de vecinos, y abajo la manzana habitada por la familia de Pedro.

 

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Foto aérea de las ruinas de Cafarnaúm antes de las excavaciones de los años 60. A la derecha la manzana con las ruinas de la sinagoga, a continuación la manzana de vivienda del vecino de san Pedro, y en la esquina superior izquierda las ruinas de otra manzana de vivienda atribuida a la familia de Pedro.

En la campaña arqueológica de 1920 se descubrieron dos edificios públicos, uno la sinagoga blanca que vemos en la foto, y otro las ruinas de una basílica bizantina octogonal. Se supuso entonces que se trataba de la sinagoga de la que nos hablan los evangelios, y que la basílica estaría construida en el lugar de la casa de san Pedro.

Pero solo en una segunda campaña arqueológica en los años sesenta se excavo debajo de las ruinas de la sinagoga y debajo de las ruinas de la basílica para encontrar debajo de la sinagoga blanca otra sinagoga negra más antigua, y debajo de la basílica bizantina, una manzana de casas habitada a principios del siglo I.

 

Vemos la sinagoga blanca. En un principio se pensó que era la sinagoga visitada por Jesús. Pero luego se vio claro que era posterior. Pero debajo de ella se encontraron las ruinas de otra sinagoga anterior de color negro, que es sin duda de la época de Jesucristo. En esta sinagoga Jesús curó al un endemoniado en el capítulo 1 de Marcos, y pronunció el discurso del Pan de vida, en el capítulo 6 de Juan.

 

Reconstrucción de la sinagoga blanca de Cafarnaúm. Las sinagogas no era solo lugares de oración, sino que servían también de escuelas, hospederías, y centros comunales para la población judía.

En primer plano ruinas de la manzana intermedia entre la sinagoga y la casa de Pedro. Al fondo una iglesia moderna construida en los años 80 sobre pilares. Debajo de los pilares se observan las ruinad de la basílica bizantina, y más profundo las ruinas de la casa de Pedro sobre la que los bizantinos construyeron la basílica.

 

Pueden observarse los cimientos de la basílica bizantina octogonal, tal como fueron expuestos en los años veinte. Hay tres octógonos circunscritos. Debajo le octógono central se descubrió en los años sesenta las ruinas de una habitación que forma parte de un conjunto de viviendas en la manzana.

Se trataba de viviendas que daban todas a un patio interior. Vivía allí una gran familia formada por abuelos, hijos, nietos. La habitación más amplia del conjunto muestra señales de haber sido utilizada como lugar de culto desde el siglo I.

 

Vemos el nivel arqueológico correspondiente al siglo I. Había aquí un conjunto residencial en torno a un patio interior. Todo el conjunto de casas tenía una única salida a la calle principal a la izquierda. La habitación marcada en negro es la que muestra signos de culto muy antiguo. Ya antes de la época bizantina sus paredes estaban tarrajeadas y pintadas y tenía suelo de material. Luego se hizo un arco con dos columnas para poder poner un techo firme.

En el siglo V se construyó encima de los restos de las habitaciones anteriores la basílica octogonal que perduró hasta la llegada de los musulmanes.

 

 

El Jordán abandona el lago de Galilea para seguir 100 kms. de su curso. En la diapositiva podemos ver una vista del río en este su último tramo.

 

El tramo final del Jordán forma grandes meandros como los que podemos apreciar en la presente diapositiva. Todo este tramo trascurre ya bajo el nivel del mar y es una zona muy cálida.

 

En la proximidad del Mar Muerto el Jordán atraviesa el desierto de Judea. En ese desierto vemos un gran oasis, el de la ciudad bíblica de Jericó. Unas fuentes de agua potable permiten en mitad del desierto una vegetación tropical. En Jericó está localizada en el evangelio la curación del ciego Bar Timeo y la conversión de Zaqueo el publicano.

 

Finalmente el Jordán muere en el Mar muerto, en lo más profundo de la depresión del Jordán. La superficie del Mar Muerto está a 400 metros bajo el nivel del mar. La longitud máxima es de 75 kilómetros, y la máxima anchura de 16. En el norte tiene una profundidad de 400 metros, y en el sur apenas 2 o 3. En algunos puntos ya ha emergido la tierra hasta el punto de que hoy día ya no es sólo un lago sino dos, divididos por un istmo. Un gran lago al norte de Masada y otro pequeño al sur.

La salinidad del agua alcanza el 26%, con sedimentos de azufre y fosfatos. El origen de los productos químicos disueltos en sus aguas se debe a los arroyos que descienden llevando un agua muy salina, y a manantiales sulfurosos, algunos de ellos en el fondo del mar.

Se pueden ver bolas de brea flotando en el agua, lo que llevó a los griegos a bautizar este lago como Asphaltitis, el mar del asfalto. La gran concentración de sólidos en el agua se debe a la intensa evaporación y al hecho de que el Mar Muerto es un cul de sac donde las aguas entran sin otra salida que la evaporación vertical. De ese modo los productos sólidos se han ido acumulando en sus aguas durante millones de años. El color de las aguas es de un azul profundo, y el agua está siempre en calma. Es bien conocido el hecho de que los cuerpos floten en el agua y sea imposible hundirse en ella.

En todas las lenguas se le llama Mar Muerto, debido al hecho de que no hay vida en sus aguas ni en sus orillas, salvo formas de vida muy primitivas. Sin embargo en hebreo no se le llama Mar Muerto, sino Mar de la sal. Los israelíes insisten en que para ellos no está muerto, sino que encierra grandes riquezas minerales y materias primas para cosméticos y medicinas.

 

Vista del Mar muerto desde la orilla israelí. Al fondo la orilla correspondiente al moderno estado de Jordania.

 

Vemos cómo los cuerpos flotan en el agua y es imposible hundirse dada la gran salinidad del agua.

 

Estos agregados de sal a veces forman verdaderas columnas de sal que han podido dar lugar a la leyenda de la mujer de Lot convertida en estatua de Sal junto a Sodoma. Las ciudades de Sodoma y Gomorra estaban situadas cerca de la orilla sur del Mar muerto.

 

En las cercanías de la orilla del Mar muerto en su parte noroccidental están las cuevas donde aparecieron en 1947 unos manuscritos antiquísimos que iban a revolucionar nuestro conocimiento de la época que precede inmediatamente al Nuevo Testamento.

Una vez establecida la autenticidad del primer lote de siete manuscritos, hubo una búsqueda febril de otras cuevas en las cercanías en busca de otros manuscritos semejantes. Hasta un total de 11 cuevas dieron fruto en las cercanías del lugar llamado Qumrán.

Inmediatamente se procedió a la excavación de las ruinas próximas a las cuevas, que desde un principio se atribuyeron a un monasterio esenio donde se habían escrito los manuscritos por obra de los escribas de la comunidad.

Posteriormente se hallaron también otro tipo de manuscritos en otros valles que desembocan en el Mar muerto.

Todavía quedan muchos puntos oscuros por resolver acerca de la relación de los manuscritos escondidos y las ruinas vecinas. Pero lo que sí es cierto es que los manuscritos nos describen una secta judía contemporánea de Cristo, muy parecida a la que Flavio Josefo nos describe en sus informaciones sobre los esenios.

Tendremos en adelante oportunidad de extendernos sobre los esenios cuando abordemos el tema de las sectas judías en tiempo de Jesús.

 

Una de las cuevas en las que aparecieron los manuscritos de Qumrán. Es la cueva 4 en la que apareció la parte más considerable de fragmentos, aunque muchos son muy pequeños. Es la cueva más próxima a las ruinas del “monasterio”.

 

Tenemos aquí la imagen de uno de los manuscritos de Qumrán: 1QHA9. Como indica la sigla, fue hallado en la cueva 1 (1Q) y se conoce con el nombre de “Comentario al profeta Habaquq (HA). La fotografía nos muestra la 9ª columna del manuscrito (9).

 

Otro de los lugares famosos entorno al Mar Muerto son las ruinas de Masada, un macizo rocoso  monolítico en las proximidades de la orilla occidental del Mar Muerto.

Aquí mandó construir el rey Herodes el Grande una fortaleza con dos palacios para poder refugiarse en ella en caso de peligro.

Cuando la insurrección judía algunos de los zelotes desalojaron a la guarnición romana y se hicieron fuertes en lo alto de la roca, resistiendo durante tres años el sitio de las legiones romanas. Al final los romanos consiguieron subir mediante una rampa gigantesca, y toda la población se suicidó antes de caer en las manos de los legionarios.

En la diapositiva se ve la fortaleza de Masada desde el norte. En primer plano se puede ver las ruinas del palacio de Herodes en tres niveles. A la derecha, en la parte occidental, se ven restos de la rampa construida por los romanos para poder subir hasta las murallas.