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EVANGELIO
DOMINGO V DE CUARESMA
6 de Abril de 2003
![]() Jesús
no era un héroe de piedra, sino un hombre completo, con todas las
fronteras inherentes a la naturaleza humana. Por eso teme a la muerte, y
se presenta tal como era a aquellos griegos que traían de El una imagen superhumana.
Jesús era Dios, pero no un superhombre.
Este evangelio puede sustituirse por el correspondiente del ciclo A Lectura
del santo Evangelio según San Juan 12,20-33. En
aquel tiempo entre los que habían venido a celebrar la Fiesta
había algunos gentiles; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida
de Galilea, le rogaban: -Señor,
quisiéramos ver a Jesús. Felipe
fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús
les contestó: -Ha
llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del Hombre. Os
aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda
infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo, se
pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para
la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga y donde esté yo, allí
también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará. Ahora
mi alma está agitada y, ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero
si por esto he venido, para esta hora. Padre, glorifica tu nombre. Entonces
vino una voz del cielo: -Lo
he glorificado y volveré a glorificarlo. La
gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros
decían que le había hablado un ángel. Jesús
tomó la palabra y dijo: -Esta
voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el
mundo; ahora el Príncipe de este mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo
sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. Esto
lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
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COMENTARIO
Dice
el Señor
que si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda infecundo, pero si
muere da mucho fruto. Eso pasa con todas las semillas. Y eso mismo pasa
con nosotros los hombres. Si de verdad damos la vida por un ideal
producimos frutos. Buenos si el ideal es bueno, y malos si no lo es. En la
vida de la Iglesia hay abundancia de hombres y mujeres que han dado, y
siguen dado su vida por Cristo, y por todos los hombres que necesitan
ayuda. Sin estas personas santas y mártires la Iglesia no se habría
extendido por los cinco continentes.
Hoy hacen falta almas entregadas en serio para evangelizar a un
mundo paganizado, que se ha olvidado de Dios. Y si de verdad nos sentimos
cristianos, debemos estar dispuestos a lo que Dios nos pida.
Hay que dejar a Dios que nos siembre en el campo que sea necesario
para hacer posible la presencia del Reino de Dios entre nosotros. No
debemos buscar más que la Gloria de Dios y el bien de las almas. Dios da
siempre el ciento por uno.
Saludos de tu amigo Juan
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