|
|||||
EVANGELIO
DOMINGO VII DEL TIEMPO ORDINARIO 23 de Febrero de 2003
![]()
En
este texto Jesús pone al mismo nivel el perdón de los pecados y la
curación de la enfermedad. Todo intento de separar la acción apostólica
y de reducirla únicamente al ámbito mal llamado «espiritual» es una
traición a esta plenitud de la salvación mesiánica, tal como la
practica Jesús constantemente.
Lectura
del santo Evangelio según San Marcos 2,1-12. Cuando
a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaún, se supo que estaba en casa. Acudieron
tantos, que no quedaba sitio ni a la puerta. El les proponía la Palabra. Llegaron
cuatro llevando un paralítico, y como no podían
meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde
estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo
Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: -Hijo,
tus pecados quedan perdonados. Unos
letrados, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por
qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de
Dios? Jesús
se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: -¿Por
qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico «tus
pecados quedan perdonados» o decirle «levántate, coge la camilla y echa
a andar»? Pues,
para que veáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados... entonces le dijo al paralítico: -Contigo
hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa. Se
levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios diciendo: -Nunca
hemos visto una cosa igual.
|
|
||||
|
COMENTARIO
Siempre
me ha impresionado este pasaje evangélico, por el gran interés que ponen
los amigos del paralítico para llevarlo a los pies de Jesús. Hacen lo
imposible con tal de no perder la oportunidad de que el amigo se curara.
¡Que gran acto de amor! Y Jesús valoró mucho esta acción. De tal
manera que lo primero que hizo fue sanar el alma del enfermo. ¿Por qué?
Porque lo que más valioso en el hombre es la salud interior. Sólo Dios
puede perdonar, y Cristo es Dios. Los que no creen no lo entienden. Pero
el Señor, para demostrarles que es verdad lo que está diciendo le dice:
“Ahora coge tu camilla y vete a tu casa”. La gente se quedó admirada.
Pero Dios es así.
Tenemos que sentir nosotros la necesidad de llevar a nuestros
amigos a Jesús para que les perdone sus pecados. Y para ello hay que
hacer lo que haga falta. Es urgente que recuperemos todos
la gracia de Dios, si realmente queremos vivir en paz.
Saludos de tu amigo Juan
|
||||