El icono

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDELos iconos no pueden compararse con otras obras de arte en el sentido habitual de esta palabra. Los iconos no son cuadros. Los cuadros, con sus rasgos y colorido, hablan de los hombres y de los acontecimientos de la realidad concreta. A partir del Renacimiento, la vida y la naturaleza se expresan en cuadros con imágenes en tres dimensiones, imágenes que narran el mundo de los hombres, de los animales, de la naturaleza y de las cosas. E, incluso, si el tema se toma de la mitología, se traduce en la lengua de las imágenes terrestres.

La perspectiva invertida

La comprensión de los iconos puede resultar difícil visto el especial modo de representarCLIC PARA VERLO MÁS GRANDE el espacio, las personas y los objetos que en este espacio se encuentran. Miramos los cuadros con ojos de europeo, y las cosas representadas en ellos nos parecen iguales a lo que vemos a nuestro alrededor. Esta “verosimilitud” de la pintura europea se alcanza gracias al uso de la perspectiva lineal. La ciencia de la perspectiva nació en el siglo XIII y ha desempeñado un papel importantísimo en el destino de la historia europea.

 

El tiempo sobre los iconos

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDE Para comprender los iconos es necesario saber cómo percibía y comprendía el tiempo la gente en el Medievo. Las diferencias de comprensión del tiempo en la Europa Occidental y en Bizancio se formaron en la época del Renacimiento, cuando Europa, a diferencia de Bizancio, inició el camino hacia una nueva concepción del mundo. En el año 1204, tras la conquista temporal de Constantinopla por parte de los cruzados, la separación de Bizancio de Europa se hizo aún más profunda e irreconciliable.

La luz en los iconos

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDEAl hablar de los iconos, es necesario hacerlo de “una gracia que lleva a la luz de Cristo”. En la iconografía ha encontrado su expresión una ciencia ortodoxa, el hesicasmo: Dios es desconocido en su esencia. Pero este Dios se manifiesta con su gracia a través de una energía divina que Él infunde en el mundo. Dios emana luz en el mundo.

Cómo se pintaban los iconos

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDELa iconografía en la antigua Rus era una cosa sagrada. Por una parte, seguir el canon empobrecía el proceso creativo, en cuanto que la iconografía de una imagen ya estaba creada. Por otra, sin embargo, este hecho obligaba al pintor a poner todo su arte en enfocar la esencia de un paradigma ya pintado. Las tradiciones no tenían que ver sólo con la iconografía, sino también con la elección del material sobre el que se pintaban los iconos, con el material del fondo (imprimación), con el modo de preparación de la superficie de la pintura, con la tecnología de preparación de los colores y con la secuencia de la escritura.

El descubrimiento de los iconos en el siglo XX

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDELa vida de un icono no superaba los 100 años. Pasado este tiempo, la imagen se volvía oscura, ya que el aceite de linaza cambiaba de color y, además, el icono se tiznaba con el humo de las velas. En ese momento, procedían a renovarlo (sobre el diseño que apenas se veía ponían uno nuevo). En el siglo XX, cuando el proceso de restauración ha alcanzado una cierta perfección, por debajo de la antigua laca han comenzado a aparecer, por sorpresa, colores tersos y vivos.

El iconostasio

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDEEl iconostasio es una pared más o menos sin interrupciones que va desde la parte septentrional a la meridional del templo y en la cual, en un orden delimitado, se colocan los iconos. Esta pared separa el santuario de la parte central del templo ortodoxo. En el iconostasio hay tres puertas. La puerta central, con dos hojas, recibe el nombre de puerta santa, y está prohibido que entre por ella nadie que no sea clérigo. A la derecha se encuentra la puerta meridional, llamada también puerta diaconal, y a la izquierda la puerta septentrional.

El icono del Salvador

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDELos iconos de Cristo ocupan el lugar principal tanto en el templo ortodoxo como en la casa de todo creyente. La imagen canónica de Dios bajo la forma humana fue confirmada en el siglo IX: “...de aspecto bello... con las cejas próximas, los ojos bellísimos, la nariz larga, los cabellos claros, inclinado, humilde, con un bellísimo color de cuerpo, con dedos finos, manso, silencioso, paciente...”. Los cristianos primitivos imaginaban a Cristo bajo la forma de ángel, de pez, de buen pastor que lleva al cordero sobre sus hombros.

Iconos de la Madre de Dios

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDECon excepción del Salvador, no hay en la iconografía cristiana otro objeto representado con tanta frecuencia y con tanto amor como la faz de la Santa Virgen. En todas las épocas, los pintores han buscado dar al rostro de la Virgen toda la belleza, la ternura, la dignidad y la grandeza que podían imaginar.

La Santísima Trinidad

CLIC PARA VERLO MÁS GRANDEPor todos es conocido el icono de la Santísima Trinidad de Andrei Rubliev, una de las más grandes y misteriosas expresiones de la pintura mundial. Tal como lo conocemos hoy fue como se presentó ante los ojos de los restauradores, en 1919, esta grandísima obra del arte universal.