Nicolaítas
San Juan Evangelista atribuye a estos herejes una doctrina, a la que llama "profundidades de Satanás" (Apoc. 2, 24), la cual, con el especioso pretexto de que conviene maltratar a la carne, fomentaba la inmoralidad y quitaba todo carácter de impureza a la fornicación. Según San Ireneo y San Clemente de Alejandría, el maestro y la cabeza de los nicolaítas fue Nicolás, uno de los siete diáconos ordenados por los apóstoles; perdidamente enamorado de una mujer, pero convencido y reprendido por los apóstoles, Nicolás acabó sus días dedicado a una vida ascética de expiación.
Nicolaítas
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secta liderada –se cree- por Nicolás de Antioquía,
uno de los siete diáconos designados por los Apóstoles en Jerusalén (ver Hch.
6,5) conforme lo testimonia Tertuliano, entre otros, identificación que los
estudiosos han puesto en duda últimamente. Conocidos por sus costumbres
licenciosas -las que no consideraron impuras-, provocó, por parte de sus
contemporáneos, identificaran el término ‘nicolaíta’ con toda perversión moral y
religiosa. Sus doctrinas relativas a la resurrección de la carne y al bautismo
reconocían una fuerte influencia del gnosticismo. Esta comunidad es citada y
condenada por el apóstol San Juan en el libro del Apocalipsis 2:6,15 y 24.
Finalmente, los nicolaítas fueron absorbidos por las diversas corrientes
gnósticas que surgieron durante el siglo II.