HUMILDAD
"Uno de los sentimientos de la humildad es no
observar los defectos de los otros, no juzgarlos, pensar sólo en las faltas
que cometemos y tenernos por dignos de las eternas penas. (S. Atanasio, Quaest.
90, sent. 13, Tric. T. 2, p.
174.)""La humildad debe de ir acompañada con la constancia y
fortaleza, y en la misma condescendencia que debemos observar con los hombres,
es necesario conservar una santa libertad de hijos de Dios, que no permita
asustarnos con las amenazas de los grandes de la tierra, ni ceder a la
voluntad de los malos, ni condescender por cobardía a las cosas injustas que
tal vez nos pueden pedir los príncipes, no lisonjeando los vicios de los
otros, por una flaqueza que llegue a herir nuestra conciencia. (S. Hilario, in Psalm. 14, sent. 25, Tric. T. 2, p. 263
y 264.)"
"La gloria de los cristianos es la humildad del
corazón, la pobreza espiritual, la obediencia, la penitencia, la penitencia
acompañada con lágrimas, la mansedumbre y la paz. (S. Afren., de Amor Paup., sent. 6, Tric. T. 3, p.
78.)"
"Cuando sentís que las presentes gracias que
Dios os hace os causan algún movimiento de soberbia, traed a la memoria
vuestros pecados, y se os pasará esta hinchazón del corazón. (S. Basilio,
Homl. de humil., sent. 20, Tric.
T. 3, p. 194.)"
"El consejo que se recibe de un amigo es una
cosa sagrada, es una señal de unión de voluntades, es fruto de la amistad y
señal de humildad; como al contrario, es un orgullo insoportable prevenir que
no se necesita consejo, o imaginarse que está en nuestra cabeza la resolución
de todas las cosas que debemos hacer. (S. Basilio, Isai. Prof., c. 2, senl. 31,Tric.T.3,p. 196.)"
"Cuando Dios hubo criado todas las especies de
bestias, todavía no descansó; su descanso se verificó cuando había hecho
al hombre a su imagen y semejanza; mas oye en donde dice en otra parte que
gusla de descansar: en aquel, dice que es humilde y pacífico, y que atiende
con temor y respeto a sus palabras. Sed, pues, humildes y pacíficos para que
Dios descanse en vuestro corazón. (S. Ambrosio, lib. 6, c. 8, n.
48, sent. 6, Tric. T. 4, p. 313 y
314.)"
"Considerad
bien el consejo de Dios. No quiso escoger para la publicación del Evangelio a
los sabios, a los ricos, ni a los nobles, sino a los simples pescadores y publícanos,
para que no se creyese que los fieles habían sido persuadidos con la ciencia,
ganados con las riquezas, o atraídos del poder y autoridad: y para manifestar
a toda la tierra, que tan grandes progresos no se debían a los razonamientos
de la elocuencia, sino a la fuerza de la verdad. (S. Ambrosio, lib. 5, c.
6, sent. 84, Tric. T. 4, p. 330.)"
"Los pecadores humildes entran con más
facilidad por la estrecha puerta que lleva a la vida -la que tantos buscan y
pocos hallan-, que los justos que son soberbios. (S. Paulino, Ep. 29, ad Sever., sent. 9, Tric. T. 5, p.
331.)"
"Todas las oraciones, ayunos, obras de
misericordia, la castidad, y por último, las virtudes todas, perecerán algún
día y se destruirán si no van fundadas sobre la humildad; porque así como
la soberbia es la fuente de todos los vicios, la humildad es el manantial de
todas las virtudes. (S. Juan Crisóst., Homil.
15, sent. 43, Tric. T. 6, p. 30^.)"
"Hace Jesucristo de las Bienaventuranzas, como
una cadena divina, y la primera, es como un escalón para subir a ta segunda;
porque la humildad del corazón va sin repugnancia u llorar sus pecados. El
que llora sus pecados, será como por un electo necesario, benigno, justo y
misericordioso. El que esté lleno de benignidad, justicia y misericordia,
tendrá puro el corazón. El que tenga puro el corazón, será sin duda pacífico;
y el que posea todas estas virtudes, no temerá los peligros, ni se turbará
con cuantas calamidades carguen sobre él. (S. Juan Crisóst., ibid., senl.
44, Tric. ibid., ibid.)"
"No hay absolutamente virtud, si la humildad no
la acompaña. El que hubiere sentado este fundamento, podrá levantar a la
altura que quiera el edificio de la piedad. (S.
Juan Crisóst., Homl. 35, in Genes., sent. 103,Tric.T.6,p.3ró.)"
"¿En quién pondré yo mis ojos, sino en aquel
que es humilde? En toda la Escritura se ve. que la humildad sirve de alas a la
oración: porque Dios está muy cerca de los corazones contritos y humillados.
(S. Juan Crisóstomo, in Psalm. 9, senl. 126, Tric. T.
6, p. 323.)"
"El fundamento de la filosofía cristiana, es la
humildad. Levantad cuanto queráis un edificio espiritual, todo compuesto de
limosnas, oraciones, ayunos y de todas las demás virtudes, si no habéis
primero sentado el fundamento de la humildad, todo será inútil, y el
edificio edificado sobre arena movediza, presto se arruinará. No hay obra
buena que no necesite el apoyo de esta virtud: ninguna sin ella puede
subsistir. Alabadme cuanto queráis la continencia, la virginidad, el
desprecio de las riquezas y las demás virtudes: sin la humildad todo esto es
impuro, profano y abominable en la presencia de Dios. (S. Juan Crisóst., sent.
211, Tric. T. 6, p. 342.)"
"Dios no ama tanto a los hombres porque guardan
la castidad, practican el ayuno, desprecian las riquezas y gustan de hacer
limosna, como por la mansedumbre, humildad y arreglo de costumbres. (S. Juan Crisóst., sent. 219, Tric. T. 6, p.
344.)"
"Si nos faltara la humildad, aun cuando practicáramos
todas las virtudes, seríamos semejantes al que hubiera edificado una casa
sobre arena movediza. Cuando yo digo humildad, no hablo de la que sólo
consiste en las palabras y la lengua, sino de la que está en el espíritu, en
el corazón, en la conciencia, cuya sinceridad sólo Dios puede conocer. (S. Juan Crisóst., sent. 221, Tric. T. 6, p.
344.)"
"Un hombre afable, no solamente es manso y
humilde para sí mismo, sino también agradable y útil para los otros; pero
el hombre colérico, es malo para sí y pernicioso para los demás: porque no
hay cosa más desagradable, penosa y molesta para todo el mundo, que una
persona fácil a la ira; por el contrario, nada agrada tanto como un hombre
que jamás se enoja. (San Juan Crisóst., Homl. 6, c. 2,
sent. 264, Tric. T. 6, p. 355.)"
"No hay cosa que pueda compararse con la virtud
de la humildad, ésta es la madre, la raíz, el ama que da el pecho, el apoyo
y lazo de todos los bienes. Sin ella no seríamos más que unos hombres
impuros, abominables y malvados. (S. Juan
Crisóst., Homl. 30, c. 14, sent. 274, Tric. T. 6, p. 357.)"
"Dice S. Pablo, que debemos portamos con toda
humildad; fue decirnos, que no nos hemos de contentar con manifestarla en las
palabras y acciones, sino también en nuestros sentidos, ademanes y aun hasta
en el tono de la voz: no hemos de ser humildes con unos y arrogantes con
otros, sino humildes con todos, con los amigos y con los enemigos, con los
grandes y con los pequeños: la verdadera humildad es lo que nos inclina a
abatimos en las mayores acciones- (S. Juan Crisóst., Homl. 9, c. 6, ad
Ephes., sent. 339, Tric.
T. 6, p. 374.)"
"Hay mucha diferencia entre la bajeza y la
humildad, porque la bajeza nos inclina muchas veces a condescendencias y
lisonjas indignas. (S. Juan Crisóst., Homl. 5,
ad Philip., sent. 351, Tric. T. 6, p. 377.)"
"Ninguno consigue la salud sin la humildad; pues
si alguno ayunare, si orare, si diese a los pobres su hacienda: estas cosas y
otras semejantes no son útiles sin la humildad; por el contrario, cuando esta
virtud las sazona, todas se llenan de gracia. (S. Juan Crisóst., Homl. 32, sent. 5, adic. Tric. T.
6, p. 452.)"
"Cuando mi alma se turba, no tiene otro remedio
que la humildad para no presumir de sus fuerzas: se confunde y abate esperando
que la levante Dios: nada bueno se atribuye a sí mismo el que quiera recibir
de Dios lo que necesita. (S. Agust.,
Psalm. 39, sent. 57, Tric. T. 7, p. 459.)"
"Siempre seremos grandes en la presencia de
Dios, si permanecemos pequeños y humillados delante de sus ojos. (S. Agust., Salm. 62, sent. 96, Tric. T. 7, p.
463.)"
"Para darnos un ejemplo de humildad y paciencia,
y para borrar con su sangre la obligación de nuestros pecados, quiso Jesucristo
padecer la muerte, y al mismo tiempo nos enseñó a no temer la temporal, sino
la eterna, de la cual nos libró el Señor, con lo que El sufrió temporalmente.
(S. Agust., Salm. 67, sent.
108, Tric. T. 7, p. 464.)"
"Vuestra prudencia sea siempre sin orgullo, y
vuestra humildad esté siempre acompañada de prudencia. (S. Agust., Salm. i 12, scnl. 153, Tric. T. 7, p.
468.)"
"No dice el Señor: Aprended de mí a fabricar
el mundo, o a resucitar los muertos, sino que soy manso y humilde de corazón...
¿Tan grande cosa es, oh Señor, el ser humilde y pequeño, que si vos que sois
tan grande no lo hubierais practicado, no se pudiera aprender? (S. Agust., de Sanct. Virg., c. 35, sent. 29, adic.
Tric. T. 7, p. 487.)"
San AGUSTÍN 01
"Sed humildes y fundados en la humildad,
humillaos, haceos pequeños, muy pequeños, los menores y los últimos de todos:
no os miréis con preferencia a nadie, ni penséis que sois superiores a
ninguno, sea el que fuere: mirad a lodos los demás como que os exceden en
mucho, y pensad que sois los más viles y despreciables; poneos debajo de los
pies de todos, aun cuando verdaderamente fueseis los mayores y los más dignos
de la honra; tened un corazón manso y humilde y colochos en la clase más baja,
porque cuanto más humildes hubiereis sido y más pequeños a vuestros propios
ojos, tanto más elevados os veréis en la gloria. (S.
Anselmo, Exhort. ad contempt. lemporalium, sent. 8, Tric. T. 9, p. 340.)"
"Sed a vuestros ojos viles y despreciables;
contentaos con que os menosprecien: sed para vosotros un objeto fastidioso y
despreciado. El que en un principio se abate, es grande en la presencia de Dios,
y el que seriamente se tiene por despreciable, ya ha hallado el verdadero
secreto de agradar a los ojos del Supremo Monarca: sed pequeños en vuestra
consideración para ser grandes a los ojos de aquel Juez incorruptible, que es
el único que decide del verdadero mérito sin poder engañarse. Cuando los
hombres hagan menos caso de vosotros, tanto más os estimará Aquél que da el
verdadero precio a las cosas. (S.
Anselmo, Exhort. ad comtemptum. tempor., sent. 10, Tric. T. 9, p. 341.)"
"No es cosa grande ser humilde entre los
desprecios, pero es rara virtud una humildad entre las honras. (S. Bernardo,
Homl. 4, sup. Miss., sent. 10, Tric. T. 10, p. 322.)"
"Que no se desvanezca el que está colocado en
alto, es difícil. (S. Bern., Trac. de Offic. Ep.,
c. 17, sent. 40, Tric. T. 10, p. 324.)"
"Para conservar la humildad, suele ordenar la
piedad divina, que el que más aprovecha piense que adelanta menos. (S. Bem., Serm. 75, sent. 157, Tric. T. 10, p.
331.)"
"Gloriosa es la humildad, pues la misma soberbia
se cubre de ella con su capa para verse honrada. (S. Bcrn., Trac. de Grad. hum., n. 6, sent. 160. Tric.
T. I O, p. 331.)"
"La humillación es el camino para la humildad,
asi como la paciencia lo es para la paz, y la lectura para la ciencia. Si deseas
la virtud de la humildad, no huyas del camino de la humillación: porque si no
puedes ser humillado, no podrás ser ensalzado a la humildad. (S. Bern., Episl. 87, ad Oger. Canon. Rcg., sent. 18.
adic. Tric. T. 10, p. 351.)"