Caída y recaída
"No vuelvas tu vista atrás, ni te detengas en toda región. Saliste de Sodoma, no te vuelvas a esta Ciudad; dejaste los vicios, no vuelvas a ellos. Ni mires atrás, sálvate en el monte: mas no es lo suficiente para salvarse no mirar atrás, si no se pone al mismo tiempo cuidado con no detenerse en toda la región; pues sería cosa inútil empezar el camino de la virtud, y detenerse en la tierra de Sodoma sin apresurarse hacia el monte en que está nuestra salud, que es Jesucristo. (Orígenes, Homl. 13, in Jerem., sent. 8, Tric. T. 1, p. 248.)"
"El que se ha confesado
de algún pecado, no debe
volver a cometerle,
porque la confesión de
la culpa es como una profesión y propósito de no volver a caer. Es preciso,
pues, que sea esta confesión, como dice el
Profeta, de todo corazón, y no en parte, no
guardando en nuestra conciencia alguno de los
pecados que conocemos haber cometido. (S. Hilario, in Psalm. 137,
sent. 16, Tric. T. 2, p. 260 y 261.)"
"Avergüenzate, alma
pecadora, pero no desesperes por haber pecado. Has pecado, trabaja por
levantarte. Un atleta, después de haberle
derribado muchas veces, no por eso deja de
llevar el premio en el combate. Obra con valor,
y di siempre: ahora empiezo a volver a mi Dios. (S. Efrén, sent. 19,
Tric. T. 3, p. 80.)"
"Por
ser el corazón del hombre muy inconstante, no cuesta menos mantenerse en la
inocencia, que lo que antes había costado adquirirla: porque tal vez sucede
que con la ocasión de la misma gracia nace en nosotros la soberbia, vicio que
nos aparta de Dios después de habernos convertido; de suerte que volvemos a
caer al mismo tiempo que nos levantamos; de este modo el pecado, según el Apóstol,
viene a ser un manantial más abundante del pecado, y nos causa la muerte valiéndose de una cosa que es buena.
(S. Gregorio Nacina., Orat. 7, sent. 15, Trick.
T.3,p.354)"
"Hasta las caídas de los Santos son útiles a
los demás. El pecado de San Pedro no me ha perjudicado, porque me ha servido
mucho su corrección y enmienda. De él aprendí a evitar las conversaciones
de los malos Después de la caída de este grande Apóstol, ninguno tiene
derecho para presumir de sus propias fuerzas (S. Ambrosio, lib 10,c. 22, sent 92, Tric. T. 4, p. 331 y
332.)"
"La serpiente me engañó y comí Culpa es digna de perdón, aquella a que se sigue la confesión del delito. Por esto no desesperó la mujer; antes bien, contesó su pecado y recibió sentencia medicinal Bueno es que nos condenen a la pena que merece la culpa para que experimentemos el azote contra los hombres. (S. Ambrosio, lib. de Parad., c. 14, sent. 4, adíe. Tric T 4, p 393.)"
"Uno de
los electos de la ira
de Dios es que un pueblo malo e incrédulo
escuche con más gusto a los falsos Profetas que
a los verdaderos. (S.
Jerón., lib. 4,
c. 14, sent 75, Tric. T. 5, p. 251.)"
"Todavía estaban las
carnes en sus bocas cuando cayó sobre ellos la ira
de Dios. Una cosa
semejante sucede todavía en la Iglesia,
respecto de aquellos que se alimentan
con la carne y sangre de Jesucristo; porque si
después de esto caen
en el vicio, les
amenaza el juicio de Dios con un terrible
castigo. (S. Jerón., m
Psalm 79, sent. IOS,
Trie. T. 5, p. 257.)"
"Mucho mejor
es no tener heridas, ni
necesitar de médico
La curación no es la bienaventuranza
de los que sanan, sino
consuelo del dolor. Guárdese, pues, de volver a
pecar el que se
curó. (S Jerón.,
m Michcae., c 7, sent. 9, adíe.
Tric. T. 5, p. 354.)"
"Continuamente
estamos expuestos a las ocasiones de pecar-
aun las cosas permitidas
nos llevan insensiblemente
a los excesos de las culpas por el mal uso que
hacemos Con el pretexto de conservar la
salud, no buscamos otra
cosa que el placer: lo que es suficiente para la naturaleza,
no lo es para la concupiscencia: este es el
principio
del deseo insaciable
de las riquezas, y de las ansias por sobresalir
y exceder a los otros; este deseo es el efecto,
pero la causa es la soberbia.
Son tentaciones que van eslabonadas unas con
otras. No hay mejor
medio
para vencerlas que la continencia.
(S. León,
papa, Serm. 50,
sent 42, Tric. T. 8, p. 392.)"
"Estar siempre en
compañía de una mujer y no pecar con ella, es más que resucitar
a un muerto. (S. Bem., Serm. 65, in
Cant. n. 4, sent.
86, Tric. T. 10, p. 327.)"
"El que permanece en el peligro, no siente
mucho haber caído en él. (S. Bern., Serm. 1, sent.
101, Tric. T. 10, p. 328.)"