SAN BUENAVENTURA, Obispo y Doctor

07-15

SANTORAL


1. DOMINICOS 2003

Itinerario hacia la mente de Dios
Hoy hacemos memoria de un célebre personaje, y santo, llamado Buenaventura.

Fue fraile franciscano, vivió en los años 1227-1274. A él se debe parte de la organización de la Orden Franciscana. Nacido en la Toscana, Italia, dedicó su juventud al estudio asiduo, y a los 22 años ya se encontraba en el cuadro de profesores de la universidad de París, coincidiendo en sus afanes y trabajos con santo Tomás de Aquino.

Su figura intelectual y espiritual movió a los franciscanos a elegirle como sucesor de san Francisco, y posteriormente fue elevado a Cardenal de la Iglesia.

Su vida y su pensamiento hablan continuamente de lo que amaba: Dios. Sus discursos, sermones, libros y oraciones son otros tantos pasos que daba espiritualmente hacia Él. Con razón le declararon doctor de la Iglesia. Su libro más célebre es el que tituló: Itinerario de la mente hacia Dios. A san Buenaventura todas las cosas de la naturaleza y del cielo, y todos los signos de vida sensible y espiritual, le hablaban del Señor y Creador, y lo animaban a buscarlo con amor.

Recordemos unas palabras que escribió a ciertos discípulos que pasaban por un momento de crisis, porque no lograban descubrir a Dios:

¡Qué cosa más extraña! ¿No podéis descubrir el principio de todas las cosas? Ese principio es Dio y se halla muy cerca de vosotros. Su nombre está escritos con letras de fuego en la bóveda del firmamento, y con letras de oro en el fondo de vuestras conciencias. Llamadle, escuchadle, vedle...

ORACIÓN

Señor, que nuestros sentidos perciban las huellas del Creador, que nuestro corazón tenga hambre de bien, de Dios, y que nuestra inteligencia descubra que esas huellas y el hambre de verdad llaman a Dios, origen, meta y fortaleza de nuestra existencia. Amén.


2. DOMINICOS 2004

¡Que buen fraile franciscano fue san Buenaventura! A él debe mucho en su organización la Orden de San Francisco y su familia religiosa.

Nativo de la Toscana, Italia, vino al mundo en 1218. En su juventud, se dedicó al estudio asiduo, y muy pronto, a sus 22 años, ya figuraba entre los profesores que ejercían su profesión en París. En la universidad parisina coincidió con santo Tomás de Aquino y ambos realizaron varios trabajos juntos, por ejemplo, a favor de la vida religiosa en la Iglesia. Su fama de sabio y prudente era grande, tanto que los religiosos lo eligieron como Superior Mayor para que dirigiera sus pasos, tras san Francisco.

Posteriormente fue nombrado Cardenal de la Iglesia. Su vida y su pensamiento reflejan lo que él amaba de verdad: vivir en/con Dios. Sus discursos, sermones y libros son pasos que él daba para acceder a Él con rectitud y santidad. Lo dice bien su libro Itinerario de la mente hacia Dios.