IGLESIAS ORTODOXAS PATRIARCALES

PATRIARCADO DE JERUSALEN

            Dada a la particular asociación con la vida de Jesús y de su primera comunidad de discípulos, Jerusalén tuvo siempre una gran importancia para la cristiandad. Al ganar la Fe cristiana  la aceptación de gran parte de la población del Imperio Romano, el prestigio de Jerusalén creció de igual manera. El Emperador Constantino, quién fue gran impulsor de la fe cristiana dentro del Imperio, construyó magnificas basílicas sobre algunos de los Santos Lugares en el siglo IV.

            El monacato llegó a la región de Palestina al poco tiempo que las primeras Comunidades monásticas fueron fundadas en Egipto, alcanzando un gran florecimiento en este territorio, especialmente en el área desértica situada entre Jerusalén y el Mar Muerto.

            En el año 451, el Concilio de Calcedonia decidió elevar a la Iglesia de Jerusalén al rango de Patriarcado; de este modo, tres provincias eclesiásticas con alrededor de sesenta diócesis que fueron previamente separadas del Patriarcado de Antioquia, pasaron a depender de la Jurisdicción de Jerusalén.

            Bajo el dominio bizantino, Jerusalén, se convirtió en el destino obligado de innumerables peregrinaciones en su calidad de “Iglesia Madre”, lo que le valió un gran desarrollo y prosperidad.

            Las invasiones de los persas del año 614, y de los árabes en el 637, pusieron punto final a aquella dorada época de prosperidad. Muchos templos cristianos y monasterios fueron destruidos, y gran parte de la población originalmente cristiana, fue paulatinamente convirtiéndose al Islam.

            En el año 1099, los cruzados tomaron Jerusalén y establecieron un Reino Latino que duraría alrededor de un siglo; durante este período la Sede de Roma creó un Patriarcado Latino de Jerusalén, el cual perdura hasta nuestros días.

Patriarca Latino de Jerusalén

Mons. Sabbah

            Este Patriarcado latino, sin embargo, no logró reemplazar al Patriarcado Greco-ortodoxo de Jerusalén, y una línea de Patriarcas griegos continuaron existiendo en el exilio, residiendo generalmente en Constantinopla. Los Patriarcas griegos comenzaron a vivir nuevamente en Jerusalén o en sus inmediaciones luego de la caída del Reino Latino de los cruzados.

            La ciudad de Jerusalén cayó en 1187 bajo el yugo turco, pero al poco tiempo fue conquistada por las tropas de los Mamelucos egipcios, sin embargo, el Imperio Otomano recobró el control de la ciudad en el año 1516. Durante los 400 años de dominio otomano hubo muchas disputas entre los distintos grupos de cristianos por la posesión de los Santos Lugares. A mediados del siglo XIX, los turcos confirmaron el control griego sobre la mayor parte de ellos, este arreglo se conservó sin modificaciones durante la ocupación británica (la cual comenzó en 1917), y bajo las subsiguientes administraciones de Jordania e Israel.

            El Patriarcado es gobernado por un Santo Sínodo presidido por el Patriarca; los miembros del Sínodo no pueden ser mas de 18, y todos ellos son clérigos nombrados por el Patriarca; a esto debemos sumarle un Concilio Mixto, en el cual participan laicos en la toma de decisiones sobre algunos asuntos del Patriarcado.

            El hecho de que la Jerarquía del Patriarcado sea griega, mientras que la gran mayoría de sus fieles sean árabes ha sido una fuente continua de enfrentamientos en los últimos años.

            Desde el año 1534, todos los Patriarcas de Jerusalén han sido étnicamente griegos. Actualmente el Patriarca y los obispos provienen de la Hermandad del Santo Sepulcro, la cual es una comunidad monástica ubicada en Jerusalén fundada en el siglo XVI. En la actualidad este célebre monasterio cuenta con 90 monjes de origen griego, y tan solo cuatro de origen árabe.

            Los clérigos casados provienen en su totalidad de la población árabe local, esto explica la razón del por qué la liturgia bizantina es celebrada en griego en el interior de los monasterios, y en árabe en las parroquias.

            Las viejas tensiones resultantes de esta situación se hicieron presentes nuevamente en Mayo de 1992, cuando un grupo de ortodoxos de origen árabe fundaron el “Comité de Iniciativa Ortodoxo Árabe” cuya meta es una mayor arabización del Patriarcado, como la única forma de preservar una auténtica presencia ortodoxa en la región. También desde aquel tiempo fue puesto en duda la enajenación de algunas propiedades eclesiásticas, y de otros manejos financieros del Patriarcado, demandando una mayor transparencia pública de las cuentas de la Iglesia. Los miembros de dicho Comité también reclamó que la Jerarquía griega muestre un poco más de preocupación por el bienestar de la Comunidad árabe-ortodoxa, simbolizada por el hecho de que el número de escuelas bajó de las siete existentes en 1967, a tan solo tres existentes en la actualidad.

            En Septiembre de 1994, este grupo advirtió que la situación se está agravando, lo cual podría provocar una mayor confrontación. Las actividades del Comité, sin embargo, fueron fuertemente resistidas por el ya fallecido Patriarca Diosdoros I, y su Santo Sínodo; quienes defendieron la libertad de acción de la Jerarquía, además de enfatizar el carácter históricamente griego del Patriarcado de Jerusalén.

            Esta Jurisdicción en el año 1989, tomó una posición opositora frente al movimiento ecuménico (tal cual como lo hizo el Patriarcado Georgiano, y como lo reclama un significativo sector del Sínodo del Patriarcado de Moscú), retirando a sus delegados de todos los diálogos teológicos bilaterales en las cuales la Iglesia Ortodoxa se halla involucrada. El Patriarca Diosdoro I (+2000) declaró que muchas Confesiones Cristianas usan estos diálogos como un modo de hacer proselitismo, y dado a que la Iglesia Ortodoxa ya posee la Plenitud de la Fe, no necesita cuestionarla en tales discusiones teológicas.

            Es de destacar que el Patriarcado de Jerusalén continúa formando parte del “Concilio Mundial de Iglesias”, y del “Concilio de Iglesias de Medio Oriente” y el propio Patriarca Diosdoros firmó voluntariamente declaraciones conjuntas con otros líderes de Iglesias locales, especialmente en consideración a la situación de los cristianos en Tierra Santa. Estas iniciativas ecuménicas prepararon el camino para la redacción de un Memorando común titulado: “Significación de Jerusalén para los cristianos” el cual fue firmado el 23 de Noviembre de 1994 por los Patriarcas y cabezas de todas las Iglesias  tradicionales presentes en Jerusalén, incluyendo a los mismísimos Hermanos Franciscanos Custodios del Santo Sepulcro. Desde entonces, los líderes de las Iglesias que firmaron dicho documento, se reúnen aproximadamente cada dos meses en la sede del Patriarcado Griego, bajo la presidencia del Patriarca.

El Patriarca Diosdoros (+2000) reunido con los líderes religiosos que firmaron el mencionado documento en Jerusalén

            A principios del año 2000, se reunió en Jerusalén el Sínodo Pan-Ortodoxo más grande en Tierra Santa (el primero en aproximadamente 60 años), dónde se congregaron todas las cabezas de las Iglesias Ortodoxas Autónomas y Autocéfalas dejando de lado sus diferencias para celebrar los dos milenios del nacimiento de Cristo.

Líderes de las Iglesias Ortodoxas

posando para una foto en Jerusalén

LOCALIZACIÓN: Israel, Jordania, y áreas bajo el control de la Autoridad Palestina.

CABEZA: Patriarca IRENEOS I.

TÍTULO: Patriarca Ortodoxo Griego de Jerusalén.

RESIDENCIA: Jerusalén, Israel.

FIELES: 130.000 aprox.