¿HACE CUANTO...
NO LEES LA PALABRA DE DIOS?
Esta fue una pregunta que un día me hicieron en un grupo de jóvenes no me quedo más que responder que de vez en cuando para semana santa o navidad, en realidad no sabía por que esas personas insistían tanto en que leyéramos la Biblia, yo sabía que era, de que se trataba, incluso hasta veía programas de televisión sobre los fascinantes misterios de la Biblia, pero entre otras cosas me daba pereza ponerme a leerla, pensaba que era un libro muy aburrido y largo, y no entendía como un libro tan antiguo me serviría de algo en mi vida; sabía que en los evangelios donde viene la vida Jesús eran importantes pero aún así pensaba que leer la Biblia era cosa de viejitos o de protestantes y me conformaba con poner atención a las lecturas bíblicas de la misa dominical, o si no ver las repetitivas películas que anualmente pasan para el tiempo de semana santa.

Después de escuchar tantas  buenas razones para leer la Biblia, en el grupo de jóvenes, en el las formaciones etc, y después de haber tenido un encuentro más cercano con Jesús decidí a que iba a empezar a leer más su palabra pues como iba yo hablar de Cristo si ni siquiera lo conocía bien.

Por ahí escuché que es mejor empezar por los evangelios y así lo hice, dure como 3 meses leyendo el evangelio de Mateo, de poquito en poquito todas las noches (o de vez en cuando pues a veces lo olvidaba) y sucedió algo grandioso pues con el tiempo ya no lo hacía como una obligación sino que empezó a gustarme, y al final ahora se me ha vuelto un habito diario y he descubierto que la Biblia aunque es un libro tan antiguo es muy actual, también reflexione en algo que oí por ahí que como Dios nos escucha a través de la oración, el se comunica con nosotros por medio de su palabra, también lo hace de otras formas pero si lo buscamos a el en su palabra probablemente el nos dirá un mensaje que nos transforma, fortalece, edifica, nos da vida, o también nos corrige o regaña, esto siempre y cuando recibamos y reflexionemos en nuestra vida lo que leemos.

Después de leer los evangelios es bueno seguir con los Hechos de los apóstoles (considerado ya como el quinto evangelio) y luego leer las cartas enviadas por los apóstoles a las primeras iglesias, luego podremos leer y comprender mejor el antiguo testamento donde se nos presenta el inicio de la historia humana y luego la historia del pueblo de Israel, pueblo elegido por Dios, y su historia hasta la venida de Jesucristo quien nos dio la buena noticia del reino de Dios para toda la humanidad.

Es bueno leer de vez en cuando los salmos que son como canciones (muchas canciones cristianas se basan en salmos) para alabar a Dios o para orarle. También importantes son los llamados libros de sabiduría, como Proverbios, Sabiduría, Eclesiástico etc, un amigo dice que es bueno leer un salmo antes de acostarnos a manera de oración al Señor, y luego leer en la mañana algo de sabiduría como el libro de Proverbios.

Algo que debes tener presente al leer la palabra de Dios, es contar con una persona o guía que te ayude pues muchas veces no entendemos bien lo que dice la Biblia, esta persona o guía (me refiero a manuales, libros, etc) debe de explicarte las cosas según lo que enseña la Iglesia, pues algunas cosas en la Biblia se prestan para malas interpretaciones y nada mejor para aclarar las dudas que lo que enseña la Iglesia la cual a lo largo del tiempo ha interpretado las escrituras con la iluminación del Espíritu Santo.

Debemos también contextualizar y preguntarnos a quién, para que, cuando, y donde, fueron dirigidos los textos que leemos en la Biblia, comprender que la Biblia es una pequeña biblioteca de libros escritos a lo largo de un gran periodo de tiempo, en una cultura a veces muy diferente a la nuestra, y que como todo libro la Biblia tiene muchos géneros literarios, que con la ayuda de personas conocedoras de la palabra podemos discernir.

Tampoco es recomendable hacer lo que muchos hacen de tomar la Biblia  y abrirla y leerla al azar lo primero que aparece pues Dios no se comprometió de hablarnos de esta forma, imagínate alguien deprimido  que busca consuelo en la Biblia y la abre al azar y lee :...y Judas vendió al maestro, desde luego este pasaje poco le ayudara.

Existen muchos grupos de estudio, programas de radio, libros, cursos, etc para conocer mejor lo que Jesús nos quiere decir, te recomiendo usar una Biblia de estudio la cual traen comentarios que te ayudan a entenderla mejor, para mi la mejor edición es “La Biblia de Latinoamérica” pues el texto bíblico viene directamente traducido de los idiomas originales y en un español sencillo, los comentarios son muy instructivos edificantes y actuales, además están dirigidos a nuestras comunidades cristianas en América Latina, sin embargo hay muchas buenas ediciones, lo único que debes fijarte es que sea una Biblia católica pues las biblias protestantes no traen los llamados libros “deuterocanonicos” que traen de más en el antiguo testamento las biblias católicas.

¡Ahora pide a Dios que te ayude a perseverar en la lectura de su palabra, para conocerlo más a Él, día a día, y recuerda que la palabra de Dios es poderosa, transforma y fortalece a quienes la leen!  Jesús mismo dijo que escudríñaramos las escrituras pues ella hablan de Él.

No es necesario leer muchos capítulos seguidos, a veces con un solo verso podemos reflexionar mucho lo que nos quiere decir el Señor, hay que sacarle el jugo a cada palabra, recuerda que nos estas leyendo un libro común y corriente sino un libro que más que eso: es la Palabra de Dios.

Recuerda lo que dice JUAN 1 1-4
En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios.
Ella estaba ante Dios en el principio.
Por Ella se hizo todo, y nada llegó a ser sin Ella.
Lo que fue hecho.

¡Anímate a leerla!

José Ricardo Bolaños