LA ORACIÓN

 

¡Que lindo es orar! Poder hablar con el Señor, que nos escucha y consuela, la oración es una parte fundamental en la vida de todo cristiano sin embargo queda la pregunta: ¿oras todos los días, aunque sea un ratito? ¿verdad que a veces no? Es común que a los jóvenes se nos olvide orar, quizás por que no sacamos tiempo, o porque no sabemos como hacerlo.

Tal vez pensamos que Dios es alguien distante que no tiene tiempo para nosotros, o que nos va a recriminar nuestros pecados y quien sabe que cosas más, pero la verdad es todo lo contrario, debemos de considerarlo como un padre, como un amigo que siempre nos escucha, perdona y nos ayuda, alguien a quien podemos pedirle y que siempre nos da lo que realmente necesitamos.

Orar es en otras palabras hablar con Dios, es como conversar con una amigo, ¡el mejor amigo que se puede tener! Un amigo poderoso al cual confiadamente le podemos pedir por nosotros o por lo que necesitamos, o simplemente darle gracias por todo lo que Él nos regala a diario y que a veces no merecemos, es muy agradable dar gracias, decirle al señor gracias por mi vida, por mis padres, por mis estudios, por mis amigos, porque tengo una casa, porque tengo salud, etc. Igualmente es muy bello interceder ante Dios por las necesidades de los demás, pensar que no solamente existimos nosotros y nuestros problemas, sino ser consciente de que hay otros que en este preciso momento están pasando por dificultades mayores a las nuestras, tantos que sufren y otros que ni siquiera conocen a Dios, a veces cuando reflexionamos en esto hasta llegamos a ver nuestros problemas de otra manera. Dios siempre te oye, incluso hasta confiadamente puedes confiarle tus secretos, después de todo a quien mejor que a Él, que todo lo sabe.

Respecto a eso la Biblia nos dice, que Jesús mismo nos enseñó a orar con el Padre Nuestro, (Mateo 6,9) una oración que si tomamos el tiempo para analizarla palabra por palabra nos daremos cuenta de que es la mejor y más completa oración que sea ha dicho.

También en Mateo 6,5 nos enseñó Jesús: “tú cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y reza a tu padre que comparte tus secretos y tu Padre, que ve los secretos, te premiará.”

Existen muchas formas de hacer oración, muchas personas les gusta orar contemplando un paisaje de la naturaleza, y meditar en lo ven, escuchan, y sienten, esto es algo muy relajante y es bueno cuando estamos cansados o estresados, además en esta forma de oración le podemos dar gracias a Dios por todas la maravillas que Él ha creado.

Otros prefieren hacer una visita a Jesús sacramentado, dejarle  hay todos sus problemas y luego meditar en la gloría de Dios, contemplarlo, respirar profundo y pensar solo en Él.

Otra forma de orar que muchos prefieren, es tomar una lectura ya sea de la Biblia o de cualquier otros libro de reflexiones y meditar en el mensaje que hay se nos dice, vale la pana releer y pensar en el mensaje y luego ponerlo en practica en nuestra vida.

Hay oraciones de sanacion interior, para personas que quizás tienen traumas o complejos desde que eran niños, o tal vez tienen viejas heridas que aún no sanan en el corazón.

También  están las oraciones de intercesión donde varias personas oran por las necesidades de otros.

Pero ya sea  cualquiera la forma en que lo hagas es importante tener predisposición para orar, a veces es difícil pues estamos cansados, tristes o estresados, sin embargo es importante hacerlo todos los días por lo menos una vez no importa que tan larga o corta sea tu oración pues el tiempo para orar depende de cada quien, si no te sientes bien para hacerlo pídele a Dios que te dé de su paz, si piensas que no sabes orar ¡inténtalo! Háblale a Dios con tus propias palabras de corazón y el te escuchará, no importa si es una oración humilde  y sencilla pues a Dios lo que le importa es tu sinceridad, que fácil sería tomar un libro con preciosas oraciones y leerlas a la carrera sin pensar en lo que decimos.

Recuerda que el poder del cristiano es la oración.