Preguntas y respuestas sobre el Sacramento de la Penitencia
1. ¿Qué es el sacramento de la Penitencia?
El sacramento de la Penitencia, o Reconciliación,
o Confesión, es el sacramento instituido por Nuestro Señor Jesucristo para
borrar los pecados cometidos después del Bautismo. Es, por consiguiente, el
sacramento de nuestra curación espiritual, llamado también sacramento de la
conversión, porque realiza sacramentalmente nuestro retorno a los brazos del
padre después de que nos hemos alejado con el pecado.
2. ¿Es posible obtener el perdón de los
pecados mortales sin la confesión?
Después del Bautismo no es posible obtener el
perdón de los pecados mortales sin la Confesión, aunque es posible anticipar
el perdón con la contrición perfecta acompañada del propósito de confesarse.
3. ¿Y si después uno de hecho no se
confiesa?
Quien se comporta de esta manera comete una
falta grave. Pues todos los pecados mortales cometidos después del bautismo
deben ser acusados en la Confesión.
4. ¿Qué se requiere para hacer una buena
confesión?
Para hacer una buena confesión se necesita:
hacer un cuidadoso examen de conciencia, tener dolos de los pecados cometidos y
e3l firme propósito de no cometerlos más (contrición o atrición), decir los
otros pecados al sacerdote (confesión), y cumplir la penitencia ( satisfacción).
5. ¿Qué es el examen de conciencia?
El examen de conciencia es la diligente búsqueda
de los pecados cometidos después de la última Confesión bien hecha.
6. ¿En el examen de conciencia es necesario
buscar también el número de los pecados?
De los pecados graves o mortales se necesita
buscar también el número, porque cada pecado mortal debe ser acusado en la
confesión.
7. ¿Qué es el dolor de los pecados?
El dolor de los pecados es el sincero pesar y
la repulsa de los pecados cometidos.
8. ¿De cuántos tipos es el dolor?
El dolor es de dos tipos: dolor perfecto (o
contrición) y dolor imperfecto (o atrición).
9. ¿Cuándo se tiene dolor perfecto o
contrición?
Se tiene el dolor perfecto o contrición cuando
se arrepiente de los propios pecados porque se ha ofendido ha Dios,
infinitamente bueno y digno de ser amado: cuando el dolor nace del amor
desinteresado a Dios, es decir, de la caridad.
10. ¿Cuándo se tiene el dolor imperfecto o
atrición?
Se tiene el dolor imperfecto o atrición cuando
el arrepentimiento, en cuanto inspirado por la fe, tiene motivaciones menos
nobles: por ejemplo, cuando nace de la consideración del desorden causado por
el pecado, o por el temor de la condenación eterna (Infierno) y de las tras
penas que el pecador puede recibir.
11. ¿El dolor de los pecados obtiene de
inmediato el perdón?
El dolor perfecto unido al propósito de
confesarse obtiene inmediatamente el perdón; el dolor imperfecto lo obtiene,
por el contrario, sólo en la confesión sacramental.
12. ¿Es necesario arrepentirse de todos los
pecados cometidos?
Para la validez de la confesión es suficiente
arrepentirse de todos los pecados mortales, mas para el progreso espiritual es
necesario arrepentirse también de los pecados veniales.
13. ¿Un verdadero arrepentimiento requiere
también el propósito de abandonar el pecado?
El arrepentimiento ciertamente mira hacia el
pasado, pero implica necesariamente un empeño hacia el futuro con la firme
voluntad de no cometer jamás el pecado.
14. ¿Se puede tener un verdadero
arrepentimiento si uno prevé que antes o después recaerá en el pecado?
La previsión del pecado futuro no impiden que
se tenga el propósito sincero de no cometerlo más, porque el propósito
depende sólo del conocimiento que nosotros tenemos de nuestra debilidad.
15. ¿Qué es la confesión?
La confesión es la manifestación humilde y
sincera de los propios pecados sal sacerdote confesor.
16. ¿Qué pecados es obligatorio confesar?
Estamos obligados a confesar todos y cada uno
de los pecados graves, o mortales, cometidos después de la última confesión
bien hecha.
17. ¿Cuáles son los pecados mortales más
frecuentes?
Las faltas objetivamente mortales más
frecuentes son (siguiendo el orden de los mandamientos): practicar de cualquier
modo la magia; blasfemar; perder la Misa los domingos o en las fiestas de
preceptos sin un grave motivo; tratar mal de manera grave a los propios padres o
superiores; matar o herir gravemente a una persona inocente; procurar
directamente el aborto; buscar el placer sexual es solitario o con otras
personas que no sean el propio cónyuge; para los cónyuges, impedir la concepción
en el acto conyugal; robar una suma revelante, incluso sustrayéndose en el
trabajo; murmurar gravemente del prójimo o calumniarlo; cultivar
voluntariamente pensamientos o deseos impuros; faltar gravemente el propio
deber; no acercarse a la Sagrada Comunión en estado de pecado mortal; callar
voluntariamente un pecado grave en la confesión.
18. ¿Si uno olvida un pecado mortal obtiene
igualmente el perdón en la confesión?
Si uno olvida un pecado mortal obtiene
igualmente el perdón, pero en la confesión siguiente debe confesar el pecado
olvidado.
19. ¿Si uno calla voluntariamente un pecado
mortal obtiene el perdón de los otros pecados?
Si uno, por vergüenza o por otros motivos,
calla un pecado mortal, no sólo no obtiene ningún perdón, sino que comete un
nuevo pecado de sacrilegio, el de profanación de una cosa sagrada.
20. ¿Hay obligación de confesar los
pecados veniales?
La co9nfesión de los pecados veniales no es necesaria, pero es muy útil
para el progreso de la vida cristiana.
21. ¿El confesor debe dar siempre la
absolución?
El confesor debe dar siempre la absolución si
el penitente está bien dispuesto, es decir, si está sinceramente arrepentido
de todos sus pecados mortales. Si por el contrario, el penitente no está bien
dispuesto, no teniendo el dolor o el propósito de enmienda, entonces el
confesor no puede y no debe dar la absolución.
22. ¿Qué debe hacer el penitente después
de la absolución?
El penitente después de la absolución debe
cumplir la penitencia que le ha sido impuesta y reparar los daños que sus
pecados hubiesen eventualmente causado al prójimo /por ejemplo, debe restituir
lo robado).
23. ¿Cuáles son los efectos del sacramento
de la Penitencia?
Son la reconciliación con Dios y con la
Iglesia, la recuperación de la gracia santificante, el aumento de las fuerzas
espirituales para caminar hacia la perfección, la paz y la serenidad de la
conciencia con una vivísima consolación del espíritu.
24. ¿Cómo se puede superar la dificultad
que se siente para confesarse?
El que tiene dificultades para confesarse debe
considerar que el sacramento de la Penitencia es un don maravillosos que el Señor
nos ha dado. En el "tribunal" de la Penitencia el culpable jamás es
condenado, sino sólo absuelto. Pues quien se confiesa no se encuentra con un
simple hombre, sino con Jesús, el cual, presente en su ministro, como hizo un
tiempo con el leproso del Evangelio (Mc 1, 40ss.) también hoy nos toca u nos
cura; y, como hizo con la niña que yacía muerta nos toma de la mano repitiendo
aquellas palabras: "¡Talita kumi, niña, a ti te digo, levántate!"
(Mc 5, 41).
25. ¿La confesión nos ayuda también en el
camino de la virtud?
La confesión es un medio extraordinariamente eficaz para progresar en el camino de la perfección. En efecto, además de darnos la gracia "medicinal" propia del sacramento, nos hace ejercitar las virtudes fundamentales de nuestra vida cristiana. La humildad ante todo, que es la base de todo el edificio espiritual, después la fe en Jesús Salvador y en sus méritos infinitos, la esperanza del perdón y de la vida eterna, el amor hacia Dios y hacia el prójimo, la apertura de nuestro corazón a la reconciliación con quien nos ha ofendido. En fin, la sinceridad, la separación del pecado y el deseo sincero de progresar espiritualmente.