SAN TEODORO

Los cauces abiertos por San Germán de Constantinopla y San Juan Damasceno se amplían con el paso del tiempo. Los monjes, defensores de las imágenes, de la ortodoxia, del espíritu de penitencia y de la vida mística ante un clero enfeudado en el poder civil, desarrollan en la literatura mariana de esta época un papel considerable. El más importante es San Teodoro, nacido en Constantinopla en el año 759, monje y abad del Saccudion sobre el Olimpo, después del Stadium, en la misma Constantinopla, en donde reunió hasta mil monjes. Murió en el exilio, en el año 826, después de un luchar heroico contra los emperadores iconoclastas.

San Teodoro es principalmente el autor de una bella homilía sobre el nacimiento de María, atribuída durante mucho tiempo al Damasceno.

 

MARÍA Y El MUNDO NUEVO PREPARADO PARA RECIBIR AL NUEVO ADÁN

Antes de formar Dios al primer hombre, Dios le había construido el maravilloso palacio de la creación. Al ser colocado en el Paraíso, el hombre se hizo expulsar por su desobediencia y fue con todos sus descendientes víctima de la corrupción. Pero el que es rico en misericordia tuvo piedad de la obra de sus manos, y decidió crear un nuevo cielo, una nueva tierra y un nuevo mar para servir de residencia al Incomprensible, deseando reformar al género humano. ¿Cuál es este mundo nuevo, esta creación nueva?

La bienaventurada Virgen es el cielo que muestra el sol de la justicia, la tierra que produce la espiga de, vida, el mar que da la perla espiritual... ¡Qué maravilloso es este mundo! ¡Qué maravillosa es esta creación con su hermoso jardín de virtudes, con las flores olorosas de la virginidad ... ! ¿Qué hay más puro? ¿Qué hay más irreprensible que la Virgen? Dios, luz soberana, ha encontrado en Ella tantas virtudes, que se ha unido a ella sustancialmente, por la venida del Espíritu Santo. María es una tierra en la que no se ha introducido la espina del pecado. Al contrario, ha producido el retoño por el que el pecado ha sido arrancado de raíz. Es una tierra que no ha sido maldita como la primera, fecunda en espinas y cardos, sino que es una tierra sobre la que ha descendido la bendición del Señor, y su fruto es bendito, como dice el oráculo de Dios.

 

CONTEMPLACIÓN DE MARÍA EN LA GLORIA

 

Ahora, en posesión de la bienaventurada inmortalidad, alza María hacia Dios, para la salvación del mundo, esas manos suyas que han llevado a Dios... Blanca y pura paloma, elevada en su vuelo hasta las alturas del cielo, no cesa de proteger nuestra baja tierra. Ella nos ha abandonada corporalmente, pero en espíritu está con nosotros; Ella, que ha entrado en los cielos, hace huir a los demonios, y se ha convertido en nuestra mediadora ante Dios. En otro tiempo, la muerte, introducida en el mundo por Eva, dominaba con su fuerte imperio; hoy, al atacar a la bienaventurada hija de una madre culpable, la muerte ha sido expulsada...

Madre, Vos habéis permanecido virgen, porque disteis a luz a Dios. Y es esto lo que hace a vuestra dormición, a vuestra muerte viviente,tan diferente de la nuestra: sólo, y es justo, Vos tenéis la incorrupción del cuerpo además de la del alma.