GAUDE DEI GENITRIX

 

Recordemos, como ya se ha dicho a propósito de una pieza griega, que el saludo de Gabriel es un deseo de alegría. En latín, la idea de alegría no está incluida en el Ave. Por eso todo un brotar de Gaudes nace, sin duda, bajo las influencias orientales, y, conmemoran en un comienzo la Anunciación, y más tarde tratan de los otros motivos de alegría en la vida de la Virgen, que culminarán en los siete gozos franciscanos y los cinco misteriosos gozosos del Rosario. En esta antífona anterior a la mitad del siglo XI, la diferencia entre los misterios está apenas esbozada.

¡Alégrate, Madre de Dios, Virgen inmaculada;

Alégrate porque has recibido del ángel la alegría;

Alégrate porque has engendrado de la eterna luz

la claridad;

Alégrate, Madre,

Alégrate, Santa Madre de Dios y Virgen!

Tú sola eres Madre, aunque sin esposo.

Toda criatura se alegra en ti, Madre de la luz.

Sé para nosotros, te lo rogamos, un abogado perpetuo.