AVE REGINA CAELORUM

Esta salutación puede ser de San Bernardo:

Salve, Reina de los cielos; salve, Señora de los ángeles; salve, raíz; salve, puerta por donde la luz ha aparecido en el mundo; salve, Virgen gloriosa, que sobrepasáis a todas las otras en belleza; yo os saludo, ¡oh enteramente bella! Y rezad a Cristo por nosotros.