1) Teología Escatológica en el Libro de Daniel:

"(...) una nueva creación de la humanidad y de la naturaleza; las cuales como consecuencia de la caída y del pecado que las penetró están en poder de las fuerzas del mal y serían destruidas de no intervenir Dios con su milagro de restauración (...). [Esta escatología estaba caracterizada por la idea de dos eras o eones: 'esta era' y la 'era futura'; separadas por una brusca transición una de la otra. (...) En el judaísmo tardío se las distinguía como el efecto de un principio cósmico y trascendente del mal, cuyo nombre era Satán, Diablo, Beliar o Mastema. En este eón predominaba el 'Reino de Satán' (...) donde prevalecía la desgracia y los males de todo tipo, los cuales culminarían en los horrores de la 'era mesiánica'. (...) [En la 'era futura' Dios derrotaría a Satán, encadenaría y destruiría a sus ángeles y sus demonios, exterminaría a todos los pecadores, y pondría fin al pecado (...) [Después establecería su Reino cuyo mandato asumiría. Israel recibiría toda clases de recompensas, de felicidad y gloria en una tierra de una nueva creación. El diablo, sus ángeles y sus imperios serían arrogados a la Gehenna para sufrir el castigo eterno."(23 ).-

     Teniendo como fuente el libro de Daniel, la escatología "(...) tomó, en manos de los asideos, un nuevo matiz. Se transformo en apocalíptica. Sus raíces se hunden en hombres que pertenecían al estamento de los sabios, ya fueran de procedencia sacerdotal, o que provinieran de los círculos laicos:

   El sentido de la Historia en Daniel, se encuentra expresado en el cap.7, donde 4 bestias representan cuatro imperios paganos sucesivos (Babilónico, Medo, Persa y el Griego-Helenístico) que son destruidos por Dios. En su lugar es "uno como hijo de hombre", el que recibe del Señor:

"A él se le dio el imperio,
honor y reino,
y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron.
Su imperio es un imperio eterno,
que nunca pasará,
y su reino no será destruido jamás". (25).-