SER Y QUEHACER DE LA CATEQUESIS

por Javier González Ramírez, Pbro.

(Tomado del libro del mismo nombre, CELAM, Colección Autores n. 25, 1999 págs. 91-126.)


En sintonía con la finalidad de la catequesis que hemos descrito, es decir, con el perfil de la persona madura en la fe y con los rasgos esenciales de la comunidad cristiana madura, nosotros consideramos que las tareas fundamentales del ministerio catequético son:

Esta propuesta de formulación toma en cuenta dos aspectos importantes: al catequizando como persona (primera tarea) y la totalidad de las dimensiones de la fe (las otras cinco tareas). La catequesis, de esta manera, tiene el cometido de ayudar a los catequizandos a crecer como personas y como creyentes, en todos los aspectos y dimensiones de la existencia humana.

A continuación explicaremos brevemente el sentido y el alcance de cada una de estas tareas de la catequesis.

  1. Promover a la persona en su plenitud humana

Hemos afirmado en la páginas anteriores que la persona madura es aquella que time una personalidad equilibrada y armónica y que uno de los rasgos de la comunidad madura es la "calidad humana". Consecuentemente, la catequesis tiene la tarea de promover en cada catequizando su crecimiento humano integral hasta llegar a la plenitud de su dimensión humana.

A través de este cometido, la acción evangelizadora ayuda a cada hombre y a cada mujer a valorar su dignidad humana, a tomar conciencia de sus capacidades y habilidades, a despertar y desarrollar sus valores más humanos, y a situarse de una manera positiva, crítica y responsable ante sí mismo, ante los demás, ante la realidad socio-cultural y ante Dios. La catequesis, en definitiva, ayuda a "crecer en humanidad", es decir, a "ser más persona".

Orientaciones sobre esta tarea

  1. Conocer el mensaje cristiano

En el ámbito de la fe cristiana, la catequesis tiene la tarea de ayudar a las personas a conocer y profundizar el mensaje evangélico. El Directorio General para la Catequesis expresa este cometido catequético con las siguientes palabras:

"La catequesis debe conducir... a la "comprensión paulatina de toda la verdad del designio divino", introduciendo a los discípulos de Jesucristo en el conocimiento de la Tradición y de la Escritura". (n. 85).

A través de esta tarea, la catequesis ayuda a los catequizandos a conocer las verdades nucleares del mensaje evangélico; a formular una síntesis de la fe; a crear un marco doctrinal coherente, al cual puedan ellos referir su existencia humana; y, lo más importante, a dar razones de su fe y esperanza.

Orientaciones sobre esta tarea

 

 

3. Educar a la celebración de la fe y a la oración

Juan Pablo II señala atinadamente que "la catequesis se intelectualiza si no cobra vida en la práctica sacramental" (CT 23). Por eso, en íntima conexión con la formación doctrinal está la formación en la experiencia cristiana, a través de la celebración y de la oración.

La fe es verdadera cuando se conoce, se expresa en la celebración y se manifiesta en el testimonio de vida. De ahí que la catequesis, además de iniciar al conocimiento vivo y significativo del misterio de Cristo, tenga también la tarea de ayudar a los catequizandos a celebrar y contemplar dicho misterio. El antiguo Directorio Catequístico expresaba así este cometido catequético:

"La catequesis debe ayudar a una participación activa, consciente y genuina en la liturgia de la Iglesia. Debe también educar a los fieles para la meditación de la Palabra de Dios y para orar en privado"(DGC 25).

A través de esta tarea, la catequesis proporciona una comprensión y vivencia más profunda de la liturgia y de los sacramentos, educa a una participación plena, consciente y activa en las celebraciones litúrgicas, y educa a una actitud orante y contemplativa.

Orientaciones sobre esta tarea

 

 

 

4. Educar a los valores, actitudes y comportamientos evangélicos

La moral cristiana, como la liturgia, es una dimensión y expresión de la fe. De ahí que la catequesis tenga también como tarea fundamental el educar a los catequizandos a un comportamiento humano responsable, inspirado en los valores evangélicos.

Esta educación moral consiste básicamente en asumir el estilo de vida de Cristo. Dicho con otras palabras: se trata de vivir "hoy y aquí" las actitudes evangélicas que se desprenden de la práctica liberadora de Jesús, de sus opciones fundamentales, de sus enseñanzas y ejemplo de vida. El Directorio General para la Catequesis expresa esta tarea en los siguientes términos:

"La catequesis debe... inculcar en los discípulos las actitudes propias del Maestro. Los discípulos emprenden, así, un camino de transformación interior en el que, participando del misterio pascual del Señor, 'pasan del hombre viejo al hombre nuevo en Cristo" (n. 85).

A través de esta tarea, la acción catequizadora ofrece unos principios del actuar evangélico, proporciona un marco referencial moral, capacita para el discernimiento ético, educa a la asimilación de valores y a la puesta en práctica de las actitudes y comportamientos específicamente cristianos.

Orientaciones sobre esta tarea

• Ofrecer un marco moral como referencia permanente del obrar humano. La acción catequística está llamada a presentar un marco teórico y unos presupuestos básicos de la moral que sirvan a los fieles como puntos de referencia para sus actitudes y comportamientos. Entre otros, este marco moral implica los siguientes elementos: la persona y su dimensión ética (antropología moral); la moral cristiana entendida como práctica de la fe, siguiendo a Cristo en el servicio al Reino (cristología moral); la responsabilidad humana, expresada en la opción fundamental, las actitudes y los actos; los valores y las normas (aspecto objetivo de la moralidad); la conciencia moral y el discernimiento ético (aspecto subjetivo de la moralidad); el pecado, la conversión y la reconciliación.

5. Educar a la vida comunitaria y a la corresponsabilidad eclesial

La fe se profesa, se celebra, se expresa y se vive en comunidad. Por eso, otra de las tareas fundamentales del ministerio catequético es la educación para la vida comunitaria, la corresponsabilidad y el compromiso eclesial. A través de este cometido, la acción catequizadora ayudará a las personas a crecer en identidad, vivencia, compromiso y espíritu eclesial.

 

 

 

Orientaciones sobre esta tarea

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6. Educar al compromiso social liberador

La fe cristiana tiene una dimensión y proyección social, ya que incide directamente en las realidades temporales En otras palabras, la fe tiene que ver con el pan, la vivienda, el trabajo, la educación, los derechos humanos, la paz, la justicia, la democracia, la ecología, etc. Por eso, otra tarea importante de la catequesis es, precisamente, la promoción y liberación integral de la persona humana y la transformación, a la luz del Evangelio, de las realidades temporales, sobre todo de las estructuras injustas en que está basada la actual sociedad. A través de este cometido, la acción catequizadora ayudará a las personas a formar cristianamente su conciencia social y a estar capacitados para tener una presencia evangélica (crítica, liberadora y transformadora) en la vida pública, De esta manera, la formación social que ofrece la catequesis ha de llevar a la promoción humana y a la transformación de la sociedad en sus distintas áreas y campos (familiar, social, cultural, económico y político).

Este compromiso social-liberador es un compromiso netamente "cristiano". Se funda en la vida y las palabras de Jesucristo que vino a traer la Buena Nueva a los pobres y a liberar a los oprimidos. Es, por lo tanto, un compromiso de vivir como hermanos, de promover integralmente a las personas y a las comunidades, de servir a los más necesitados, de luchar por la justicia y la paz, de denunciar proféticamente y transformar evangélicamente las estructuras y situaciones sociales deshumanizantes, de fomentar una actitud crítica que estimule la búsqueda del bien común, de ser responsables y solidarios en la construcción de una sociedad que sintonice con los valores del Evangelio y, en definitiva, de trabajar por los demás y por la sociedad para que surja aquí y ahora el Reino de Dios.

Orientaciones sobre esta tarea

Lectura creyente de la realidad. Conocer la realidad es importante, pero no hay que quedarnos ahí. Por eso, la acción catequística tiene también el cometido de ayudar a los fieles a leer, juzgar e interpretar los acontecimientos y situaciones sociales con los ojos de la fe. El Directorio General para la Catequesis se refiere así a esta tarea: "Es importante, por eso, que la catequesis sepa iniciar a los catecúmenos y a los catequizandos en una lectura teológica de los problemas modernos" (n. 16). Se trata, en última instancia, de formar "creyentes intérpretes" o "creyentes hermeneutas" que sepan leer la realidad desde el Evangelio y que logren hacer la síntesis fe-vida (fe-cultura). Hay que tener en cuenta que la lectura cristiana de la realidad: es una experiencia contemplativa que ayuda a los creyentes a descubrir en la vida y en la historia la presencia activa de Dios y su designio salvífico; es una lectura crítica de la realidad que cuestiona y juzga las diversas situaciones sociales, señalando lo que tienen de evangélico (presencia de los valores del Reino) y de anti-evangélico (los intereses del antireino); y, por último, es también una práctica profética que impulsa a cumplir con valentía el deber de denunciar los aspectos deshumanizantes del orden social.

COMENTARIOS CONCLUSIVOS SOBRE LA FINALIDAD Y LAS TAREAS DE LA CATEQUESIS

Como conclusión de este segundo capítulo, brevemente ofrecemos algunas consideraciones sobre la finalidad y las tareas fundamentales de la catequesis:

 

ABREVIATURAS

 

AG – Ad gentes

CA – Centesimus annus

CAL – La catequesis en América Latina DECAT-CELAM, 1999.

CT – Catechesi tradendae

CEC - Catecismo de la Iglesia Católica

ChL – Christifideles laici

DCG – Directorio Catequístico General, 1971

DGC – Directorio General para la Catequesis, 1997

GS – Gaudium et spes.

IA – Ecclesia in America

EN - Evangelii nuntiandi

MPD – Mensaje al Pueblo de Dios, Sínodo sobre la Catequesis, 1977

PDV – Pastores dabo vobis

RM – Redemptoris missio

SC – Sacrosanctum concilium

SRS – Sollicitudo rei socialis