CAPÍTULO IV

LOS PAPAS DEL SIGLO XII

 

·Eugenio III (1145-53).

·Adriano IV (1154-59).

·Alejandro III (1159-81).

1.- Eugenio III (1145-1153).

Estamos en la época de Bernardo de Claraval, podemos decir que con este papa, el influjo político de S. Bernardo llega su culmen. El pontificado de Eugenio III tiene dos grandes objetivos:

·Lucha contra los romanos.

·Lucha contra los musulmanes (2ª Cruzada).

Por la lucha contra los romanos ha hecho que la mayor parte del pontificado del papa haya vivido fuera de Roma. En cuanto a la Cruzada podemos decir que el culpable de la misma no fue el mismo papa sino S. Bernardo.

El 15 de Febrero de 1145 muere Lucio II, el mismo día se reúnen los cardenales para elegir al nuevo papa. La elección fue sobre el abad del monasterio Cisterciense de Tre Fontane. El nuevo electo era originario de Pisa, toma el nombre de Eugenio III. Su coronación en S. Pedro fue impedida por los romanos, ya que el papa no había reconocido la nueva constitución republicana que los romanos habían preparado. La coronación se hizo en la antigua abadía de Farfa, donde el papa se había refugiado. En diciembre de 1145 la autoridad papa sobre Roma fue restaurada, después de un acuerdo con los romanos, aunque duró poco el acuerdo, ya que los romanos querían de nuevo destruir Tívoli, algo a lo que el papa se oponía.

En la primavera del 1147 el papa va a Francia a vivir. Allí encontró a Bernardo de Claravalle, que fue su apoyo. Al comienzo Bernardo no está de acuerdo con el nuevo papa, él expresa en una carta a los cardenales la reprobación por tal elección, aunque exhorta a los cardenales a dar el apoyo y la ayuda posible al nuevo papa. Esperaba de Eugenio la Reforma de la Iglesia y en particular la reforma de la curia. (Ep 237-238 VIII Pg. 113-119).

Bernardo en su obra De Consideratione, dedicada a Eugenio III, le dice que espera una reforma de la Iglesia. Comenzó la obra en 1149, y lo terminó poco antes de morir. Este libro ha estado definido como un espejo del papa y de los príncipes eclesiásticos. Bernando ataca los abusos que están presentes en la curia, la secularización, la avidez de dinero, también la exageración de la centralización romana, y lamenta la numerosas excepciones en los monasterios que así se sustraían a la jurisdicción de los obispos. Bernardo quiere restablecer el carácter espiritual del papado. El papa debe ser el sucesor de S. Pedro y no de Constantino.

A pesar de esto el pontificado de Eugenio no supuso grandes cambios, al contrario quizás la centralización fue mayor, y se concedió con mayor frecuencia las exenciones.

Después del problema con la ciudad de Roma la segunda gran preocupación del papa era ayudar a los estados cruzados del Medio Oriente. El 23 de Diciembre de 1144 cae Edesa, con lo cual se amenazaba la estabilidad del resto de los estados cruzados, especialmente a los del principado de Antioquía. La noticia de la caída de Edesa provocó gran consternación en Occidente, y da a Eugenio III la posibilidad de organizar una nueva Cruzada. El papa albergaba también la esperanza de poder volver a reunirse con la Iglesia cismática de Oriente.

La apelación de esta segunda Cruzada es del 1 de Diciembre de 1145 ( JL 8796). La bula es dirigida al rey de Francia Luis VII y a toda la nación francesa, que ya había contribuido notablemente en la 1ª Cruzada. Luis VII, personalmente estaba dispuesto a la Cruzada por causa de su deseo de expiar el pecado del incendio de la Iglesia de Vitri donde habían muerte muchas personas. Pero lo nobles no están de acuerdo, sobre todo el abad Sugero, consejero del rey. El papa repite la bula de la Cruzada el 1 de Marzo de 1146 (JL 8876), y encargó de predicar a S. Bernardo, con el resultado fue espectacular, en la Pascua del 1146 el número de los apuntado para participar era tan grande que el número de cruces no era suficiente, y Bernardo rompe parte de su hábito para poner las cruces.

El encargo del papa a Bernardo era sólo para Francia, pero este sin consultar con el papa marchó al imperio, a Alemania. En Spira el 24 de Diciembre de 1146 consiguió convencer con su predicación al rey Corrado III, que de por sí no quería participar en la cruzada. Esta decisión de Corrado III, fue una sorpresa para el propio papa, que esperaba su ayuda contra los romanos y los normandos, pero al hacer el voto de cruzado no puede ir a Roma en ayuda del papa.

Por deseo de los príncipes del Norte de Alemania (Sajonia), Bernardo hace apelación para una cruzada contra los paganos eslavos del Norte del imperio. Bernardo hizo de intermediario ante el papa para poder extender la bula de la Cruzada, también como una Cruzada contra los eslavos del Norte (Ep 457 432-33). En esta carta Bernardo expresa que el papa ha extendido la indulgencia a los cruzados del Norte contra los eslavos. A los que se les llama a convertirse al cristianismo o serán exterminados.(Increíble y vergonzoso en un santo). Esto fue un error enorme ante una Iglesia que anuncia el Evangelio y debe hacerlo de forma pacífica.

La Cruzada contra los musulmanes fue un fracaso total, en menos de doce meses el ejercito cruzado se disuelve y sólo unos pocos miles de hombre de 150.000 pudieron escapar del desastre. Las consecuencias fueron incalculables en Occidente. El prestigio de S. Bernardo fue lesionado y provocó incidentes contra el papa y Bernardo, que atribuía el fracaso a los pecados de los cristianos.

Eugenio en Enero de 1140 permanece en Francia hasta Mayo de 1148, teniendo dos Sínodos uno en París y otro más importante en Marzo de 1148 en Rems, donde Bernardo trató en vano de que condenaran a uno de los primero teólogos de la escolástica, Gilberto de Poiters. El papa estaba dispuesto a acceder pero los cardenales no estaban de acuerdo e invitaron al papa a reflexionar, y le dijeron que su elección había sido hecha por los propios cardenales. La noticia del fracaso de la Cruzada hace que el papa abandone Francia y vuelva a Italia.

Eugenio III también condenó a Arnaldo de Brescia, discípulo del maestro Abelardo, que era canónigo regular, y había comenzado a predicar contra la mundanidad y la riqueza de la Iglesia, siendo apoyado por los romanos. Se hace promotor del movimiento comunal que existía en Roma, pidiendo la autonomía del papado. Era el ideólogo del movimiento. A pesar del apoyo del rey Rugero, el papa no alcanzó a obtener la sumisión de Roma, pero al menos puede entrar en la ciudad. Eugenio se dirige al rey alemán Corrado y lo invita a Roma para coronarlo emperador.

En septiembre del 1151 los príncipes alemanes consienten esta expedición. Pero la esperanza del papa se ve truncada por que el 15 de febrero de 1152 Corrado muere en Bamberga. Comienza un capítulo nuevo para el papado con Federico I Barbaroja.

Sin tener los treinta años es elegido emperador. Era el príncipe de Suevia. Hay muchas biografías de él[1]. Federico venía de la Casa Sveva (Hohenstaufen, era el castillo del sur de Alemania. Había otro castillo que está en el origen de la familia, Waiblingen. En general Waiblingen se ha perdido en la historiografía, pero tiene su importancia porque los dos grandes partidos, uno Proimperial y otro Propapal, toman su nombre de los castillos, los proimperiales se llamaran Gibelinos, de Waibliingen, mientras que el partido propapal, se refiere a los contrarios llamados Welfos, del castillo de Welfen).

Federico I (1152-1190) después de la coronación en Aquisgran por parte del Arzobispo de Colonia, envió una carta al papa en la que comunicaba su elección. Eugenio responde sólo dos meses después mostrando su aprobación. Pero le da a entender que el candidato debe de tener el favor apostólico. Llega a Federico una embajada de Roma ofreciéndole la corona imperial en nombre de los ciudadanos romanos, no de la mano del papa. Federico no puede rebelarse contra el papa. Pero esto acelera su decisión de intervenir cuanto antes personalmente en el problema. Una delegación alemana se acercó a Roma, con el papa, para tratar de la coronación imperial.

Las conversaciones llevan a un tratado en Marzo de 1153 en Costanza, fue aprobado y jurado por Federico en Costanza. Se le conoce como tratado de Costanza de 1153 (MGH Const. 1, 202). Diverso al tratado de Worms, que se componía de dos documentos diferentes, el tratado de Costanza, es un acuerdo bilateral, con cuatro compromisos:

Federico:

·       No concluir una paz con romanos o normandos sin el consentimiento papal.

·       Someter a los romanos al papa y a la Iglesia romana.

·       No conceder ningún territorio romano al rey de los griegos.

·       En caso de ataque del rey griego atacarle con sus fuerzas.

Papa:

·       Coronarlo emperador en su primera llegada a Roma.

·       Promesa de proceder contra los enemigos del imperio con penas eclesiásticas, hasta la excomunión.

·       Declara nulo el matrimonio de Federico con Adela de Vohbury que no le había dado hijos. Tres años después de une con la joven condesa Beatriz de Borgoña.

En la interpretación del tratado de Costanza las opiniones de los estudiosos son diferentes. Algunos aseguran que ha obtenido el papa grandes ventajas, otros ven en él el primer gran acontecimiento de Federico. La interpretación depende del significado dado a un concepto clave que es el término Honor. En el latín medieval significa también derecho, posesión. La interpretación depende del valor dado al término latino. Lo que si podemos decir que el tratado era necesario para los dos, por lo que no podemos hablar de victoria por parte de uno sobre el otro.

Este era un punto de partida importante para la relación entre Federico y el pontífice. Después de Costanza, el papa muere el 8 de Julio de 1153 en Tívoli. El 20 de Agosto de 1153 muere Bernardo de Claravalle, esto significa la muerte de una época. El sucesor de Eugenio III, Anastasio IV, muere en Diciembre de 1154.

2.- Adriano IV (1154-1159).

El nuevo papa era el cardenal-obispo de Albano, Nicola Breakspear, el único inglés papa. Era de familia humilde, vivió en Francia donde estuvo de pobre estudiante. Después llegó a canónigo regular. Eugenio III lo nombró cardenal y le confió una delegación en los países de Nórdicos. Fue muy fructuosa su labor en Noruega, recibiendo incluso la Iglesia Noruega la autonomía de la diócesis de Nidaros-Trondheim fue elevada a archidiócesis, separada de la provincia de Lund, a la que pertenecía. A Trondheim pertenecía diez diócesis sufragáneas entre las cuales había una sede en Islandia y otra en Groenlandia.

Era una persona enérgica igual que el rey Federico. Como primera medida el papa procede contra los rebeldes romanos. En Roma gobernaba siempre el senado que protegía Arnaldo de Brescia. Adriano no había podido tomar el Laterano, fijando su residencia en la ciudad Leonina, en el Vaticano. Pero cuando un cardenal fue asaltado en la calle por los secuaces de Arnaldo, Adriano tomó esta ocasión para infligir el Interdecto sobre la ciudad eterna. Es la primera vez que esta pena, Interdecto, venía usada contra la ciudad del mismo papa. Esta pena comportaba la suspensión de todos los ritos litúrgicos. Fue muy sentido por los romanos ya que estaban muy próximas las fiestas de Pascua y todos temían las fuerte pérdidas económicas de las peregrinaciones. Roma vivía de las peregrinaciones. El Senado por esto debe aceptar las condiciones del papa, para suspender la pena. Las condiciones eran echar a Arnaldo y los suyos. Entonces el papa sale del Vaticano hacia el Laterano.

Después de la elección el papa mandó tres cardenales a Federico para renovar el tratado de Costanza de 1153. Federico no pone dificultades. Federico estaba en Italia, era su primera expedición de 16 que hará. En Abril 1155 Federico recibe en Pavía la corona tradicional longobarda como rey de Italia. Pasando por Bolonia tomó contacto con los representantes de la escuela de derecho de Bolonia y concede a los escolares y profesores de Bolonia una Constitución (Autentica Habitat) para los estudiosos de derecho de Bolonia, que es la base de toda la futura legislación escolástica imperial. Esta Constitución ponía a los estudiantes y profesores bajo la protección específica del emperador. En otras los estudiantes estaban puestos bajo la jurisdicción de los maestros o del obispo. Fue promulgada en 1158 durante la dieta de Roncalla. Este contacto de Federerico con la Universidad de Bolonia nos muestra el primer interés del emperador de usar el derecho romano para definir las prerrogativas del rey en Italia y en general para redefinir la política imperial después de la reforma gregoriana.

Mientras tanto el papa esta preocupado y manda otra vez tres cardenales para que Federico prestase al papa un juramento de fidelidad como habían hecho sus predecesores antes de entrar en Roma. En esta época Arnaldo fue capturado llevado al papa y asesinado, quemando el cadáver, y sus cenizas lanzadas al Tiber. El canónigo Gerhoh di Reichersberg expresa su desencanto por este fin de Arnaldo, no critica sus opiniones, sino de su forma de morir. Los sacerdotes no pueden participar en los asesinatos, y el responsable de esta muerte era el papa.

Se podía esperar un encuentro pacífico entre Federico y Adriano IV. Este encuentro tiene lugar en Sutri, pero hubo problemas. Federico se negó a prestar al papa el servicio de mariscal, no quiere conducir por las bridas el caballo del papa y menos sujetar la silla mientras desciende. Ante esto el papa se niega a dar al rey el abrazo de paz. Después de largas conversaciones y sólo cuando fue asegurado que Lotario III había sujetado la silla a Inocencio II en 1131, los viejos documentos (la donación de Constantino), demostraron que era un antiguo uso, Federico está dispuesto a prestar al papa este servicio, pero precisando que esto no significaba un servicio del vasallo a su feudatario, como de hecho aquella imagen colocada en el Laterano por Inocencio II. De aquí podemos ver que en Medievo se da mucha importancia a los ritos. Un rito no es un signo cualquiera, cada rito tiene un significado preciso en cada detalle, nada espontaneo.

Cuando una delegación del senado romano llega ante Federico pidiendo los antiguos derechos de la ciudad y  5.000 libras de oro para su coronación en el Campidoglio, la respuesta de Federico fue negativa.

Se prevé una insurrección por esto rápidamente Federico ocupa el Vaticano por sus tropas y el domingo 18 de Junio de 1155 tiene lugar la coronación imperial, en la basílica de S. Pedro. Los romanos trataron de asaltar la ciudad leonina, pero fueron rechazados. La falta de medios de subsistencia y el peligro de una epidemia, como ocurría frecuentemente en Roma durante el verano, hace que el emperador abandone la ciudad. El papa se siente desilusionado porque Federico no había mantenido la promesa del tratado de Costanza de someter a los romanos al papa. Ni Federico había llevado a cabo una expedición contra los normando, otro punto del tratado de Costanza.

El papa desilusionado entra en lucha contra los normandos, contra el hijo de Rugero, Guillermo I de Sicilia. Pero Guillermo fue asediado en Benevento y trato de pactar con el papa. Se hace el Concordato de Benevento, de Junio de 1156. En este el papa debe ceder todos los puentes al rey normando. Lo reconoce como rey de Sicilia y confiere el reino de Sicilia, el ducado de Pulge y el principado de Capua y sus anejos (Nápoles, Amalfi...), todo en posesión hereditaria.

Adriano IV debe reconocer la unificación y la existencia de un gran estado normando. Comienza una política de Alianza con los normandos del papado. Este Concordato de Benevento tiene como consecuencia un empeoramiento de la relación con Federico, que podemos ver en los documentos de Federico, donde no nombra más al papa y lo nombra como Obispo de la Roma Imperial. Omite también el papel del papa en la coronación imperial, la cual aparece como una gracia divina y no como una gracia del papa:

Cuando retornamos de Italia después de haber recibido de la bondad de la gracia divina la corona y la dignidad sobre el orbe y sobre la Urbe.

No menciona al papa. Cuatro decenios más tarde el papa Inocencio III, en un famoso discurso al consistorio, sostenía que los alemanes querían deponer al papa por ser hijo de un sacerdote, algo de lo que no tenemos ninguna prueba.

El conflicto entre Federico y el Papa Adriano IV tiene su máxima expresión en Octubre de 1157 en la llamada dieta de Basançon en el reino de Borgoña. El objetivo de esta dieta era después de la conclusión del matrimonio del emperador con Beatriz de Borgoña, consolidar su fuerza en la Borgoña. Pero esta dieta fue famosa por culpa de un incidente diplomático.

El papa Adriano IV había conferido a Essil, arzobispo de Lund, entonces perteneciente al reino de Dinamarca (hoy en el sur de Suecia). Había conferido a Essil el primado de Suecia, un privilegio reivindicado por el Arzobispo de Hamburgo. En la vuelta de un viaje a Roma Essil fue hecho prisionero de los borgoñones en su territorio. Dos legados papales debían buscar en la dieta de Basançon que Federico de actuar para la liberación del arzobispo, ya que el Papa pensaba que Federico sabía algo de esta cuestión. Uno de los dos legados era el Cardenal Orlando Bandinelli, futuro Alejandro III. En el escrito papal que llevaban los legados, se recordaba que la dignidad imperial había sido conferida a Federico por el Papa. Se expresaba también la disponibilidad del papa para conceder mayores beneficios al emperador, si este demuestra disponibilidad a la petición papal. Delante de los príncipes reunidos en asamblea, el escrito es traducido al alemán por Rainaldo de Dassel, que era preboste de varias colegiatas en Alemania y canciller de Federico, que poco después será arzobispo de Colonia. Rainaldo traduce la expresión ambigua que aparece en la carta papal .beneficia confere., con la expresión .Conferir los feudos., no en el sentido inocuo .hacer el bien a alguno.. Esto recordaba la imagen del Laterano que ponía la soberanía feudal del papa sobre el emperador. La designación del imperio como feudo del papa provocó en la dieta una sorpresa increíble, que aumentó cuando el Cardenal Orlando osó defender este concepto exclamando ¿De quien ha recibido el emperador la dignidad sino del papa?.

El conde palatino Otón quiso enfrentarse con la espada en mano contra Orlando y sólo la intervención especial del propio emperador impidió esto. Federico acompaña a los legados y les pide que abandonen el imperio lo más rápidamente posible. Cuando las maletas fueron requisadas se encontró un documento del que resultaba que los dos cardenales debían llevar a cabo una reforma de la Iglesia alemana con plenos poderes, bajo pena de infligir el Interdecto. Federico no está dispuesto a recibir una visita en la Iglesia alemana sin su permiso.

El emperador era totalmente contrario a la tendencia centralizadora de la curia, sobre todo después de Gregorio VII. Como reacción a este documento Federico tomó una medida radical, el viaje a Roma sólo se puede llevar a cabo con permiso escrito del obispo competente o del superior religioso. Al mismo tiempo el emperador informó en un manifiesto al público alemán de los hechos ocurridos en Basançon. En el escrito se precisó como si él considerara su dignidad imperial en contraste con la curia romana. Federico decía que él había recibido el imperio de Dios, por medio de la elección de los príncipes. Reclamó la doctrina gelasiana de las dos espadas, el emperador recibe la espada temporal directamente de Dios y no del papa.

El papa se encuentra inesperadamente en una situación muy difícil. En un primer momento su esperanza se fundó sobre la solidaridad de los obispos alemanes hacia la Santa Sede. Pero los obispos se acercaron hacia el emperador, algo que supuso para el papa una grave desilusión. Así Adriano para evitar una completa ruptura cree oportuno demostrar ser conciliador, para lo cual envió de nuevo dos legados al emperador con un carta del papa. En Augusta, Julio de 1158, se le entrega la carta del papa, donde explica que la palabra usada por él, Beneficium, significaba sencillamente, buena acción, y no feudo.[2]

Carta de Adriano IV a Federico (1157)[3]:

                               Muy glorioso hijo debe haber delante de los ojos de tu mente como el otro año tu madre la Iglesia romana te saludo con alegría. Como te he tratado con afecto de corazón como te he conferido la plenitud de la dignidad y del honor y como con placer al momento de conferir la señal de la corona imperial,(...)no ha combinado nada que pudiera se mínimamente interpretado como impedimento a la voluntad regia, pero si tu excelencia recibiese mayor beneficio de nuestra mano, si esto fuese posible, con razón estaría muy contento cuantas ventajas y cuanta ayuda para la Iglesia de Dios y para mi podremos obtener.

 

La segunda carta de Adriano IV a Federico de 1158:

                               Con ocasión de una palabra Beneficium tu ánimo ha estado muy turbado, algo que no pueden estar en un hombre como tu, ni en cualquier otro menor. Si bien este Beneficium, ha tomado alguno por otro significado, y no por el común, todavía entonces era para interpretar en el significado que nos habíamos dado y que se refiere a su origen. Este nombre, de hecho, esta constituido por Bonum y facto, para nos significa, no feudo, sino buena acción, con este significado la palabra se encuentra en el Cuerpo de toda la Sagrada Escritura, nos somos gobernador no de un feudo, sino por la bendición de Dios y por su buena acción, tu majestad entiende perfectamente, que lo que nosotros hemos puesto sobre tu cabeza, es la señal de la dignidad imperial, y todos deben entenderlo como una buena acción. Si alguno entiende mal el sentido de aquella expresión por la que te hemos conferido la enseña de la corona imperial, lo ha hecho no por ser un verdadero motivo, mas por propia voluntad e invención, porque tales personas no aman la paz del reino y de la Iglesia. Con este vocablo habíamos conferido, no entendemos otra cosa que aquello que hemos dicho más arriba, hemos puesto sobre.

 

A pesar de esta carta podemos pensar que aún queda alguna duda sobre lo quiso decir el papa en su primera carta. Sobre todo por la expresión del cardenal Orlando.

Después de esta segunda carta Federico acepta lo dicho por el papa. Estos hechos de Basançon demuestran que ninguno de los dos pensaban en una separación pacífica entre la Iglesia y el Estado. Algo que se verificará a partir del siglo XVIII hacia delante. Ni aún hoy se puede hacer una clara distinción de las dos esferas, porque la Iglesia tiene también una responsabilidad pública.

En el Medievo los soberanos se sentían responsables del bien de la Iglesia en sus territorios. El emperador desde Carlomagno eran en particular defensores y protectores de la Iglesia de Roma. Los emperadores otonianos y sálicos habían pagado para buenas elecciones pontificias. La reforma gregoriana quería actuar contra ciertos abusos, sobre todo contra la simonía, y dar a la Iglesia un espacio más grande de libertad. El Concordato de Worms era un compromiso aceptado después de un siglo y medio de luchas entre imperio y papado. Bastaba un emperador fuerte como Federico, o un papa fuerte como Adriano IV para encender la polémica. Esto también vale para el rey de Francia y el de Inglaterra. Sería erróneo considerar esta lucha entre Reinum y Sacerdocium, como lucha entre Estado e Iglesia como la edad moderna, como sucedió en los países comunistas hasta la caída del muro de Berlín. Aquellos príncipes eran tan cristianos como los sacerdotes. Si había sed de poder por parte del emperador, también la había por parte del papa. No era lucha por el poder, sino en el fondo era cuál era el punto justo para la convivencia en la cristiandad. ¿Cuál era el papel de los laicos con respecto al clero?.

Un efecto de la reforma gregoriana era el contener el influjo de los laicos sobre la Iglesia. Casi todos los historiadores católicos hasta este último siglo están de parte del los papas en estos enfrentamientos. Pero hoy después del Vaticano II podemos valorar esta lucha bajo el prisma del decreto del apostolado de los laicos, y entonces la óptica y las conclusiones son diversas.

Para Federico es característico que durante su gobierno y por su iniciativa se desarrolla una nueva iniciativa imperial, también agresiva, que ya venía de la dinastía Sveva. Es significativo que en 1157 aparece por primera vez en un documento de la cancillería imperial la expresión .Sacrum Imperium.. En el curso del siglo XIII, la denominación oficial del imperio será .Sacrum Imperium Romanum.. Esta acentuación de la sacralidad del imperio era directa contra la pretensión del papado de ser última instancia de todas las cuestiones incluso las políticas. El imperio en cuanto sacro derivaba directamente de una disposición divina como el papado, dependía inmediatamente sólo de Dios y no del papado. Contemporáneamente Federico reclamó la elección hecha por los príncipes, esto significa que los príncipes vienen reconocidos como miembros corresponsables del imperio. Desde el momento de la elección el emperador es portador de la dignidad imperial, no sólo después de la coronación papal, sino inmediatamente después de la elección, y esto para todo el imperio, y no sólo para el Reunió Teutonicum, como deseaban los papas.

El hecho de que el emperador alemán es rey de los romanos, según esta ideología, no viene de una transferencia de la dignidad imperial a los alemanes o del papa o de los romanos, sino que es el resultado de la conquista de Roma por parte de los Francos alemanes. Es el resultado de la bravura militar franca, y por esto es emperador de los romanos (esto es el pensamiento de la dinastía Sveva).

El imperio Svevo se comprende como el rey del imperio franco contra la ambición del rey francés, hasta el siglo XII, de ser el verdadero heredero de Carlomagno. Hay un antagonismo entre Franco-franceses y Franco-alemanes, ya que ambos se refieren a Carlomagno. Esta es la ideología imperial desarrollada, con la ayuda de los juristas de Bolonia, de Federico Barbaroja y su sucesor, mientras que los papas luchan contra esta ideología.

La lucha entre la concepción papal e imperial es inevitable. El conflicto fundamental después de la segunda carta del papa, aún no se ha resulto. La 2ª expedición de Federico a Italia en 1158 tenía como fin imponer su nueva política a la zona centro septentrional de la península. En Noviembre de 1158 se hizo en Roncaglia, una dieta en la cual el emperador pide su absoluta competencia en materia de regalía. En esta dieta se suprime la administración autónoma de los lombardos y restaurada la potencia imperial. El proceso de centralización estaba también en la ideología de Federico. Adriano IV teme por la situación de Roma. No consigue ningún resultados en las conversaciones con el emperador, por lo que Adriano se dispone a excomulgar al emperador, pero el 1 de Septiembre de 1159 muere el papa.

3.- Alejandro III (1159-1181).

Después de la muerte de Adriano IV se verificó una repetición de los hecho del 1130. Un cisma por causa de una doble elección. El cisma fue causado por una separación en el colegio cardenalicio. Un partido imperial y un partido siciliano o pronormando. Los imperiales quieren abandonar la política de luchas contra el imperio, mientras los segundos buscaron el apoyo de los normandos contra Federico.

El 5 de Septiembre tiene lugar en S. Pedro la reunión para la elección del nuevo papa. Los electores se ponen de acuerdo para proceder a una elección unánime, si esto no se diera, se buscaría un candidato que tuviera el consentimiento de todos, esta era la condición de principio. Como candidatos estaban el Cardenal Octaviano, noble romano y el cardenal canciller Orlando Bandinelli.

Adriano IV había recomendado la elección de Orlando. El tercer día Orlando obtiene los 2/3 de los votos de los cardenales (16), mientras 7 estaban con Octaviano. Su partido sin tener en cuenta los acuerdos iniciales lo invisten con el manto púrpura, símbolo de la dignidad papal. Orlando se llamó Alejandro III. Octaviano y su partido protestan, teniendo lugar una escena terrible, delante del altar de S. Pedro, el manto fue roto durante la lucha entre los dos partidos, pero encontraron otro manto. El cardenal Octaviano fue revestido y elevado en el trono pontificio y entonado el Te Deum, se abre las puertas de la Basílica y el nuevo papa de la minoría fue homenajeado por el pueblo y clero y se llamó Victorio IV. Orlando se retira. El 20 de septiembre de 1159 fue consagrado papa.

Octaviano no se siente seguro en Roma y es consagrado en la abadía imperial de Farfa. Comienza el cisma Alejandrino hasta 1177. Como no existía ninguna institución que pudiera elegir en tal caso de elección doble, se esperaba de nuevo la elección de la Iglesia Universal para decir por el legítimo papa.

La experiencia de la doble elección en 1130 y 1159 que han conducido en el III Concilio Lateranense de 1179 ha decidir la regla de los 2/3 para declarar una elección válida. Detrás de la elección del colegio cardenalicio estaban motivos políticos. Los electores de Victorio IV dividían la política italiana de Federico Barbaroja, querían la paz con el emperador. Mientras los electores de Alejandro III quieren continuar la línea de Adriano IV, aunque pagando el precio de la lucha. El emperador desde el principio esta a favor de la elección de Victorio IV, pero no sólo, por eso pide la ayuda del rey de Francia y de Inglaterra. Por esto pide un Concilio el 16 de Enero de 1160 en Pavía. Fueron invitados los obispos de los otros estados cristianos. Tanto Victorio IV como Alejandro III fueron invitados a intervenir como cardenales y no como papa, con un salvoconducto. Victorio IV declaró rápidamente su disponibilidad para asistir, Alejandro III lo rechazó, diciendo que era una arrogancia del emperador convocar un concilio. Los obispos franceses e ingleses también rechazan su asistencia, con lo que el concilio es sólo representado por los obispos del imperio, guiados y manipulados por Reinaldo de Dassel, promovido por el emperador un año antes a la se de Colonia. Victorio IV es reconocido papa legítimo, y esto es aprobado por el emperador. El 12 de Febrero de 1160 el papa fue acompañado a la catedral de Pavía donde fue recibido por Federico, que le presto el servicio de Mariscal. Alejandro III fue declarado cismático, junto con todos aquellos que lo apoyaban.

Federico quiere encontrar una solución al problema suscitado por el hecho de ser el emperador y no por ser el rey de los alemanes. El sínodo de Pavía fue un error porque los tiempos han cambiado, el universalismo medieval, que se apoyaba en parte sobre la responsabilidad del emperador, estaba terminando; aquello que era posible un siglo antes, con el emperador Enrique III en Sutri y Roma (1046), cuando él ha depuesto al papa y ha hecho elegir a Clemente II, esto no era posible en 1160, el emperador no puede decidir sobre la legitimidad del papa. Esto demuestra también como lentamente, no sólo el universalismo se termina, sino también surgen la segregación de las naciones (aún no podemos hablar de nacionalismos).

El 24 de Marzo de 1160 (Jueves Santo) Alejandro III responde al Sínodo de Pavía excomulgando a Federico y al Papa Victorio. Los súbditos del emperador fueron liberados del juramento de fidelidad. Para el papa fue una desilusión que esto prácticamente no tuviera ningún efecto. De otra parte la decisión de Pavía estaba alejada de tener una gran acogida. De suma importancia para esto era la posición que toma Francia e Inglaterra ante la situación.

A favor de Alejandro III estaba la mayoría del episcopado francés e inglés. Importante también la toma de posesión de los Cistercienses, que se declararon decididamente por Alejandro, mientras Cluny tomó posición por Victorio IV. En Octubre de 1160 se tiene un gran Sínodo en Toulouse, donde estuvieron obispos ingleses, franceses, españoles, en presencia del rey Inglés Enrique II y el francés Luis VII. Este Sínodo reconoce la legitimidad de Alejandro, y esto hace cambiar la posición de Hungría que se poner también a su favor. El reino Normando de la Italia Meridional, las ciudades Lombardas, Venecia, también por Alejandro. La obediencia a Victorio IV era pequeña, se limitó al imperio y a los territorios situados en el ámbito de soberanidad imperial: Dinamarca, Bohemia y Polonia. En Alemania no todos los obispos eran partidarios de Victorio, por ejemplo el arzobispo Eberardo de Salisburgo, era partidario de Alejandro III.

Federico tenían en mente dos acciones principales, estabilización del poder imperial en Italia y disuadir al rey de Inglaterra y de Francia de adherirse a Victorio. Alejandro había dejado Italia y se había marchado hacia Francia como hizo una vez Inocencio II, y Eugenio III. La disputa del débil rey francés Luis VII y el potente rey inglés Enrique II, que dominaba como vasallo del rey de Francia toda la parte Occidental de Francia, ofrecían a Federico la posibilidad de ganar a uno de los dos soberanos para el papa Victorio.

El baluarte principal antiimperial en Italia era la ciudad de Milán. Después de un asedio de un año, en Marzo de 1162, la ciudad se rinde a Federico, de forma incondicional. El juicio de Federico a la ciudad fue durísimo, ordenó la completa destrucción de todas las fortificaciones de la ciudad, y toda la población debe abandonar la ciudad. Rinaldo de Dassel que era el alma de toda la política imperial en Italia comenzó a reorganizar la política imperial en la Italia centro septentrional, comienza a restaurar los derecho imperiales. Federico en 1162 se encuentra al cúlmen de su poder. Rinaldo de Dassel va a obtener de Federico un botín de Milán muy importante, son las reliquias de los Tres Reyes Magos, que el trasladará a la ciudad de Colonia (23 de Julio 1164), donde era el Arzobispo. Los tres reyes magos pasan a ser los patrones del imperio, covirtiéndose en un gran lugar de peregrinación.

Federico pensó que este el momento oportuno para tratar con el rey francés, que estaba en disputas con el inglés. Se acuerda un encuentro personal entre Federico, Luis VII y los dos papas, en el puente de St. Jean-de-Losne, el 29 de Agosto de 1162. El encuentro era en el mismo puente que no era terreno de nadie, algo muy común en la Edad Media. Luis VII duda del encuentro y pide al emperador una prorroga de tres semanas, con la excusa de intentar convencer en este tiempo a Alejandro III. No tuvo lugar el encuentro y Federico pierde su paciencia, y en el Sínodo de St. Jean-de-Losne (8 de Septiembre 1162), Alejandro III fue nuevamente condenado. El emperador ha vuelto a fracasar en su intento de reconocer por toda la Iglesia la legitimidad del papa Victorio. Estos hechos habían reforzado la posición de Alejandro III. Inesperadamente el 20 de Abril de 1164 muere el papa Victorio IV en Luca. Este era el momento ideal para el acuerdo entre Federico y Alejandro.

Dos días después de la muerte del papa Rinaldo Dassel hace elegir un nuevo antipapa en la persona de Guido de Crema (1164-68), que se llamó Pascual III. Estos acontecimientos no eran conocidos por el emperador, pero ante la confianza que este tenía en Rinaldo de Dassel, reconoció al nuevo papa. Así el cisma continuó otros 13 años. La dificultad que tiene Enrique II con el Arzobispo de Caterbury, Tomás Becket, hace pensar al emperador la posibilidad de un acercamiento al rey inglés, ya que Alejandro III apoyaba al Arzobispo. Se tuvieron conversaciones entre Rinaldo de Dassel y el rey en Francia.

Rinaldo es responsable en la dieta de Würzburg de un juramento, donde el emperador y todos los príncipes eclesiásticos y seculares del imperio, debe prestar un juramento personal en el cual no reconocerán jamás como papa legítimo a Alejandro, ni ningún otro elegido por su partido, y que siempre sostendrán al papa Pascual III. Esto fue un grave error, porque hasta ahora Federico había mostrado gran indulgencia hacia los sostenedores de Alejandro en el imperio, pero después de 1165 procede con fuerza contra los alejandrinos y contra los cistercienses.

Para reforzar la unión contra el antipapa Federico propone la canonización de Carlomagno. El 29 de Diciembre de 1165 es canonizado en Aquisgran. El culto a Carlomagno se ha mantenido en Alemania hasta nuestros días. Alejandro vuelve a Roma y organizó en Roma las fuerzas antiimperiales. Federico decide volver a Italia, después de una gran derrota a los romanos, Federico ocupa la ciudad Leonina y Pascual III es coronado papa en S. Pedro y este coronó a la mujer de Federico, Beatriz de Borgogna como emperatriz (1 de Agosto de 1167).

En el calor sofocante de Agosto y después de un temporal, se desarrolla una epidemia de malaria entre el ejercito imperial que deja todas las fuerzas mermadas, muriendo el mismo Rinaldo de Dassel. Esto es considerado por sus adversarios como un castigo de Dios en favor de Alejandro. Federico debe volver a Alemania. En este tiempo en Lombardía hay una peligrosa sublevación, fomándose una Liga, la primera Liga Lombarda (1167), a la que se une el papa Alejandro. Esta liga esta formada por 22 ciudades, incluso Milán, teniendo como objetivo principal la abolición del dominio alemán en Lombardía, y la restauración de la libertad comunal.El emperador no puede sofocar la rebelión por la ayuda de Alejandro y sus aliados a la Liga. Los Lombardos fundaron en 1168 una nueva fortaleza, a la que le pusieron el nombre de Alejandría, en honor de Alejandro III. Italia es perdida para siempre para el emperador. La batalla de Legnano el 29 de Mayo de 1176 es la victoria definitiva de la Liga Lombarda sobre Federico Barbaroja.

4.- El caso Becket.

El rey inglés Enrique II (1154-1189) de la dinastía Anjou-Plantagenet, señor de un gran reino, que comprendía el Oeste de Francia, desde Normandía hasta los Pirineos e Inglaterra. Por esto se le llama a este reino Angevin Empire. De la parte francesa el rey inglés era vasallo del rey Luis VII de Francia, pero era una situación insostenible porque el vasallo era más fuerte que el propio feudatario.

Enrique II tenía un fuerte personalidad, con una gran cualidad administrativa pero tenía un temperamento fuerte. Desde el principio quiere restaurar todos los derechos de la Corona y en esta obra encontró un colaborador en el Archidiácono de Canterbury, Tomás Becket. Por esto lo tomó como canciller. Después de la muerte de Teovaldo, arzobispo de Canterbury (1161), Enrique obtiene la elección de Tomás como Arzobispo. Pero Tomás que primero había sido un hombre mundano y frívolo, cuando toma el arzobispado cambia completamente. Pronto Becket se encuentra en un serio conflicto con Enrique, porque durante la dieta de Clarendon (Enero 1164), el rey quiere imponer a la Iglesia 16 constituciones que concernían a la relación entre el poder regio y el espiritual.

El rey veía en las constituciones un retorno a las antiguas consetudine de sus predecesores, en especial de su abuelo Enrique I. la mayor parte de las constituciones eran cuestiones judiciales entre clérigos y laicos. En especial Enrique quería eliminar el tribunal especial para el clero. El clero no podía aparecer delante de un tribunal laico y prohibir todo apelo o viaje a Roma sin su consentimiento.

Becket en un primer momento consintió esto, pero después retiró su apoyo, y debió huir a Francia desde donde excomulgo a los consejeros más cercanos al rey. El Papa Alejandro III por razones políticas le negó pleno apoyo, para evitar el apoyo de Enrique hacia el antipapa.

Durante el exilio del arzobispo, Enrique no sólo buscó la deposición de Becket por parte del papa, sino que amenazó a los monasterio Cistercienses en Inglaterra, porque Becket se había refugiado en un monasterio cisterciense (Pontigny). El conflicto aumenta cuando Enrique, en Julio de 1170, decide que Rugero de York, corone a su hijo primogénito Enrique como su sucesor, saltándose la tradición de la coronación de los reyes ingleses por parte del Arzobispo de Carterbury.

Además el rey había confiscado todos los bienes de la Iglesia de Canterbury. Después de una conciliación superficial, llevada a cabo por los legados pontificios, por medio de la cual se permite el retornar a Becket a Inglaterra (Diciembre de 1170), el Arzobispo retoma su línea dura de enfrentamiento, exigiendo la restitución de todos los bienes confiscados a la Iglesia. Ya antes de volver a Inglaterra había excomulgado y suspendido al arzobispo de York, al de Londres y Salysbury, que habían estado en la coronación. Esto estaba basado en un permiso del papa.

En este momento el rey se encontraba en Normandía, donde el arzobispo de York presenta su venganza contra Becket, lanzando un discurso ante el rey donde le dice que en su reino no habrá paz mientras siga con vida Tomás Becket. El rey se encoleriza y exclama:

.¡Como miserables bellacos o mantenidos y elevados en mi reino que no mantuvieron la fe a su Señor cuando toleraron que él fuera burlado de manera indigna por un vulgar clérigo!..

 

Ante esta frase del rey cuatro caballeros de su séquito atravesaron el canal con el objetivo de vengarlo.

El arzobispo al final del sermón de Navidad habría pronunciado la excomunión contra cuatro determinadas personas que habían dañado la propiedad de la archidiócesis y contra todos aquellos que habían sembrado la discordia entre él y el rey. Esto reforzó a los 4 caballeros en su intención de matar al arzobispo. El 29 de Diciembre entraron en el palacio del arzobispo exigiendo la revocación de las medidas de excomunión y que abandonase el país. Cuando el obispo se acercó a la catedral para las vísperas, los caballeros lo siguieron y lo mataron sobre las escaleras del altar (29 de Diciembre de 1170). Después saquearon el palacio arzobispal. Esto supuso un gran golpe para todo el Occidente cristiano. Enrique II se sorprendió y se distanció del homicidio, este se llevo a cabo sin saberlo él, pero con su culpa. De hecho el arzobispo asesinado era más peligros que vivo para el rey. El papa en el consistorio del Jueves Santo de 1171, que era el día donde se comunicaban las excomuniones, el papa excomulgó sólo a los asesinos y aquellos que lo protegieran. El rey se muestra contento y recibe a dos cardenales delegados del papa.

El 21 de Mayo de 1172 Enrique prestó juramento de no haber estimulado ni querido el asesinato aunque reconoce que lo causó con sus palabras y está dispuesto a satisfacer lo que le impusieran los delegados papales. Un punto que le pusieron es la renuncia a leyes introducidas bajo su gobierno contra la Iglesia, en particular la prohibición de apelación a la Santa Sede, aunque la política del rey ante la Iglesia se mantuvo en las mismas condiciones. Hemos de tener en cuenta que los asesinos de Becket se mantuvieron en sus puestos en la corte del rey. La lucha de Becket contra la política de Enrique al final no tuvo un castigo adecuado. El papa debía haber mantenido una postura más fuerte, y debería haber apoyado mejor a su obispo. Se dice por parte de los historiadores que el rey amenazó a Alejandro III con no dar el óbolo de S. Pedro, si el papa atacaba al rey, y la corte pontificia estaba con problemas económicos, el papa tuvo que acceder.

Enrique en un momento de angustia decide efectuar una peregrinación ante la tumba de Becket, que había sido canonizado en Febrero de 1173. El 12 de Julio de 1174 ante la tumba Enrique vestido de peregrino se pone a llevar a cabo una humilde práctica de penitencia, se hace flagelar por los monjes presentes, parecía la escena de Canosa entre Enrique IV y Gregorio VII. Promete restituir todos los derechos y privilegios a la Iglesia de Canterbury llegándose a la paz. La peregrinación a la tumba se hace muy frecuentemente hasta el 1538, en el cual Enrique VIII destruye todas las reliquias que existen de Tomás Becket.

5.- Paz de Venecia y III Concilio Lateranenense.

Después de morir Pascual III (1168), el partido imperial nombra a Calixto III, es el tercer papa imperial durante el cisma alejandrino (Victorio IV, Pascual III, Calixto III). Los dos partidos estaban cansados de la guerra y buscaban seriamente una paz entre los dos. Los abades Cistercienses, tradicionalmente de parte de Alejandro, los que actuaban de intermediarios en las conversaciones de los dos bandos. En las conversaciones de 1176 y 1177 Federico se mostró como un hábil diplomático que renunció a separar los dos grandes enemigos, la curia romana y la ciudad Lombarda. En Octubre de 1176 una embajada imperial se dirige hacia Anagni para entrevistarse con el papa, la embajada estaba formada por el arzobispo de Colonia, Magdebugo, Maguncia y Worms. Después de dos semanas se llega a un acuerdo sobre los principales puntos de la diferencia. Este acuerdo, llamado tratado de Anagni [4], que es una primera etapa hacia la paz, el emperador reconoce a Alejandro III como legítimo papa, y se compromete a restituir todas las regalías y posesiones de la Iglesia romana dentro de los límites existentes en el tiempo de Inocencio II. También se compromete a renunciar a los bienes de la condesa Matilde. Federico renunció prácticamente a la soberanidad sobre Roma y sobre el estado pontificio, debe también concluir la paz con el rey de Sicilia y con el Lombardo.

En recompensa el papa acordaba absolver de la excomunión, reconocer al emperador, a su mujer Beatriz, y a su hijo Enrique como heredero del trono. Las consagraciones cismática y los obispados concedidos durante el cisma, de parte del emperador, fueron reconocidos válidas por el papa.

El tratado era una victoria del Papa, pero no era una derrota para Federico, porque las medidas eclesiásticas tomadas por Federico, especialmente el conferir las sedes obispales fueron convalidas. Esto fue un gran golpe para los enemigos, los Lombardos se sintieron traicionados por el papa.

Con los Lombardos y Normando fueron estipulados armisticios a los 6 y 15 años después.

La última fase de las conversaciones fue la paz de Venecia de 1177[5]. El 24 de Julio de 1177 delante de una comisión cardenalicia tiene lugar la readmisión de Federico en la Iglesia, él promete solemnemente obediencia a Alejandro III y a sus sucesores. Al día siguiente Federico con su séquito fue acompañado a S. Marcos donde tuvo lugar la escena por la cual el papa sentado sobre el trono recibe al emperador, que quitándose la púrpura, se postró y le besó los pies, ante lo cual el papa lo levantó, lo bendijo y le dio el abrazo de la paz. El 1 de Agosto se ratifica el tratado y el 14 de Agosto se lleva a cabo un sínodo en Venecia, que sancionó solemnemente la paz y amenazo de excomulgar a todos aquellos que se mantuvieran en el cisma.

Calixto III se somete al papa y este lo perdonó y nombró gobernador de Benevento. Con el tratado de Venecia el papa quiere convocar un concilio general.

El 5 de Marzo de 1179 se abre el concilio que es el III Concilio Lateranense. De este concilio tenemos por primera vez la lista de los obispos participantes, con 291 nombres[6]. El grueso de los participantes estaba constituido por los obispos italianos, estaban representadas todas las provincias eclesiásticas de Inglaterra, Escocia, Irlanda, Francia y Alemania, de España 19 obispos y de los estados cruzados 8.

El concilio tiene tres sesiones en Marzo del 1179, aunque no sabemos nada de los trabajos realizados, si tenemos lo cánones[7]. Entre los más importantes está el primero donde se toma la decisión de la necesidad de obtener las 2/3 parte de la votación para poder elegir un papa, esto se completará con Pío XII, que para excluir la elección de uno mismo, viene pedido que sean 2/3 más uno para la validez.

La elección de un papa era sólo posible por los cardenales. Para elegir un obispo la edad mínima debe de ser de 30 años. El trabajo de armas y materiales bélicos es castigada con la excomunión. Los cátaros, difundidos en Francia meridional, son excomulgados, y sus bienes confiscados. Aquellos que por consejo del obispo toma las armas contra los sarracenos es puesto bajo la protección de la Iglesia y se le considera un cruzado. Alejandro III muere el 30 de Agosto de 1181, era uno de los más grandes papas del medievo, es el primer papa de la burguesía europea. Era un papa que pensaba más en llegar a acuerdos que en sancionar, por esto se pudo llegar a romper el cisma, sin grandes perdidas. El proceso de centralización en la iglesia latina continuó en su época.

6.- papas entre alejandro III e inocencio III

Son cinco papas que se caracterizan por ser ancianos y con pontificados breves.

6.1.- Lucio III (1181-1185):

Monje cisterciense que pertenecía al colegio de cardenales desde el tiempo de Inocencio II. Su pontificado es memorable por su encuentro con Federico en Verona en Octubre de 1184. Su objetivo era el regular los bienes de la condesa Matilde. El emperador hace numerosas concesiones al papa en cuestiones de luchas contra las herejías, sobre todo contra los cátaros y los valdenses. Federico le promete apoyar la lucha, decretando el bando del papa en su imperio. El resultado es la bula Ad abolendam en noviembre de 1184[8]. Federico quiso participar en la cruzada por la conquista de Jerusalén. Pero las cosas entre el papa y el rey no fueron bien, como ejemplo tenemos el intento de coronación imperial del hijo de Federico, Enrique. En el fondo Federico concedió más cosas al papa que viceversa.

6.2.- Urbano III (1185-87):

Por causa de los romanos vivió en Verona. Era más inflexible que Lucio III. Como milanés no había olvidado el sufrimiento de su familia durante la destrucción de Milán en 1162por Federico. Era un enemigo nato del emperador. Con ocasión de una doble elección en la diócesis de Tréveris, el papa se decide por el candidato de la minoría, y le confirió personalmente la consagración, algo que estaba en contra del tratado de Worms. Federico ante esto ocupa el territorio pontificio, y el papa que estaba en Verona fue aislado del mundo cristiano. Por esto intenta tratar con el emperador pero muere el 20 de Octubre de 1187 en Verona.

6.3.- Gregorio VIII (1187-1187):

Después de la mala experiencia anterior los cardenales pensaron tener una política mas pacifica con el emperador, por esto eligen a un canónigo regular de Benevento. Su gran tema fue la cruzada que quiere organizar después que ha caído en Occidente la noticia de la derrota del ejercito cristiano por Saladino, y la caída de Jerusalén, el 2 de Octubre de 1187. Pero después de 57 días de pontificado Gregorio muere en Pisa el 17 de Diciembre de 1187.

6.4.- Clemente III (1187-1191):

Experto hombre de curia, que busco una unión con el emperador. El emperador dejo los territorios pontificios, pero se reservó los derechos imperiales. El objetivo principal del papa es la cruzada, y por esto trabajó con los reyes de Francia, Inglaterra y los del imperio, y además apoyó la reconquista en España. La curia es el centro operativo de todo el movimiento cruzado en Occidente.

En la dieta de Maguncia en Marzo de 1188, llamada dieta de Jesucristo, Federico se decide a asumir la dirección del ejercito cruzado alemán, así comienza la 3ª Cruzada 1189-1192. En esta el emperador encontró la muerte por ahogo, o por infarto cuando se bañaba después de comer en un río de la actual Turquía (10-Junio-1190). Antes de poder coronar al hijo de Federico, Enrique VI, el papa muere en Marzo de 1191.

6.5.- Celestino III (1191-1198).

Era el Cardenal más viejo del colegio cardenalicio y tenía 85 años. El problema más importante de su pontificado era la preocupación ante el aumento del poder del hijo de Federico Barbarroja Enrique VI. El Papa debió coronarle emperador en 1191 contra su propia convicción, pero tenía miedo por la política siciliana de este emperador, casado con Constanza de Sicilia, hija del Rey Rugerio II de Sicilia. Así comienza la gran controversia entre papado e imperio svevo sobre la unión de Sicilia con el imperio.

En Navidades de 1194, en la Catedral de Palermo, Enrique VI podrá colocarse la corona del Reino de los Normandos. Al día siguiente su esposa elige al deseado heredero llamado Federico Rugerio que se transformará más adelante en el emperador Federico II. Es difícil decir que desarrollo habrían tomado las relaciones entre el Papa y el emperador si no se hubiese presentado para ambos la muerte. El 28 de setiembre de 1197, de manera imprevista, con solo 32 años murió el emperador en Mesina por un ataque de malaria cuando estaba preparando la Cruzada. Su cuerpo descansa en la Catedral de Palermo junto al de Rugerio II.

El 8 de enero de 1198 Celestino III, con más de 90 años le seguía en la tumba. Su sucesor, de otro calibre será Inocencio III.



[1] Cardini F, Il Barbarossa, vita, triunfi e ilusioni de Federico I Imperatore, Milano 1985. Es la última trae una buena bibliografía

[2] Heinemeyer, W., Archiv. Für Diplomatik 15 (1969) 155 ss

[3] En latín en la fotocopia

[4] MGH Const. 1, n 249

[5] MGH Const. 1, n 259-273

[6] Mansi XXII, 213-217, 239-40, 458-468; R. Foreville 387-390.

[7] COD 211-225

[8][8] JL 15109