LA CONSTITUCIÓN DEI VERBUM EN LOS UMBRALES DE LA IGLESIA DEL SIGLO XXI

Hermano Jerónimo BÓRMIDA
 O.F.M. Capuchinos

 

 

1.- LAS "FUENTES" DE LA REVELACIÓN

Para comprender las grandes asambleas, concilios, sínodos, capítulos, valen tanto las anécdotas, los acontecimientos periféricos, y hasta las intrigas, como las declaraciones y conclusiones más o menos dogmáticas..... Dicho de modo: cada declaración del magisterio tiene su Sitz in lebem. Imprescindible recoger las historias, las intervenciones de los Padres, las crisis, los acuerdos, las modificaciones sucesivas, el texto final... No creo que sea la ocasión para repasar esta historia y me remito a una literatura abundante en la época.

Dado que la Dei Verbum implicaba el conjunto del organismo de la fe resultó uno de los documentos de elaboración más difícil y sufrida, tanto que solamente fue aprobado en la última sesión.

La marcha global del Concilio está marcada por aquel memorable rechazo frontal de un buen número de los Padres al esquema presentado por la comisión preparatoria, cuyo título, "de las fuentes de la revelación", era un dato tranquilamente aceptado por unos, inaceptable para otros.

El sacrosanto, ecuménico y universal Concilio de Trento.... siguiendo los ejemplos de los Padres obligaba a los fieles recibir con igual afecto de piedad e igual reverencia tanto todos los libros, así del Antiguo como del Nuevo Testamento, como también las tradiciones, como oralmente por Cristo o por el Espíritu Santo dictadas y por continua sucesión conservadas en la Iglesia Católica1. El Concilio Ecuménico inmediatamente precedente, el Vaticano Iº, al retomar y confirmar la doctrina tridentina titula el tema: De las fuentes de la revelación2.

Este modo de encarar la teología de la revelación era pacíficamente adquirido por prácticamente todos los manuales de teología y no creo que ocasionase problemas en las conciencias de la mayoría de los Padres. El impacto de la llamada "teología positiva", especialmente la patrística y la exégesis, que tanto influyó en la formulación de todos los documentos, desempeñó en este asunto un papel de primera importancia.

Sería largo describir las discusiones habidas, pero el hecho es que para muchos no solamente no era pacífico sino que era absurdo hablar de "fuentes" de la revelación. La única fuente es la voluntad autocomunicadora de Dios es el Padre que pronuncia su Palabra a los hombres, misterio escondido desde siempre en su seno intratrinitario y revelado hoy a nosotros en la historia3.

Solo la intervención directa y personal de Juan XXIII nombrando otra comisión con el objetivo de redactar otro esquema permitió sortear el escollo que parecía insalvable4.... el hecho es que el nuevo esquema significó no solamente una nueva impostación de la teología de la revelación, sino también un redimiensionamiento y reubicación del eje-iglesia en el cual se ponía concientemente el concilio5

No voy a detenerme en un análisis de todos los aspectos de la Constitución destacaré algunos que creo permanecen como desafíos para el siglo XXI, tal como me dijeron era el objetivo de esta conversación teológica.

2.- LA IGLESIA DISCÍPULA

El nuevo esquema partió de la única fuente, del manantial de donde brota, inagotable, la vida de Dios ofrecida a los hombre: la Palabra de Dios. En el documento final el término "palabra" asume una amplitud infinita, quebrando los barrotes de una revelación puramente conceptual, encerrada en las fronteras de la "verdad", del "logos", del conocimiento racional6. La Dei Verbum canoniza una fórmula: El plan de la revelación se realiza con hechos y palabras7. La revelación tiene como objetivo la autocomunicación de la vida de Dios, de los bienes divinos que superan, eso sí totalmente la comprensión de la inteligencia humana8. Dios ha querido hablar a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía.9

Para quien se formó en otros paradigmas le es aún hoy difícil integrar las categorías de historicidad, cambio, servicio, y de repente aún más superar las barreras de la "verdad - razón" para entrar en el ámbito de la "verdad - vida". Para la pastoral de la iglesia éste ha sido un cambio sustancial. En lugar de la vocación a la dominación de todo lo creado, temporal y espiritual, se vuelve a integrar, sin duda alguna, ambos aspectos, pero en vocación de servicio. La Iglesia no es dueña sino servidora de la palabra.

Frente a ella la Iglesia se puso en actitud de escucha religiosa, de discipulado10. Con esta actitud la iglesia renuncia a ocupar el puesto central11, dejándolo a Cristo, luz de los pueblos, del cual la iglesia, como María y como todo creyente es discípula.

El tema del discipulado marcará profundamente la doctrina y la praxis posconciliar.

María es reconocida como modelo extraordinario de la Iglesia en el orden de la fe (Cfr. Mc. 3, 31-34). Ella es la creyente en quien resplandece la fe como don, apertura respuesta y fidelidad. Es la perfecta discípula que se abre a la Palabra y se deja penetrar por su dinamismo: cuando no la comprende y queda sorprendida, no la rechaza o relega; la medita y la guarda (Cfr. Lc. 2, 51)12.

Confirmando la fe de nuestro pueblo queremos proclamar que la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia, es la primera redimida y la primera creyente. María, mujer de fe, ha sido plenamente evangelizada, es la más perfecta discípula y evangelizadora (cf. Jn 2,1 - 12). Es el modelo de todos los discípulos y evangelizadores por su testimonio de oración, de escucha de la Palabra de Dios y de pronta y fiel disponibilidad al servicio del Reino hasta la cruz. Su figura maternal fue decisiva para que los hombres y mujeres de América Latina se reconocieran en su dignidad de hijos de Dios. María es el sello distintivo de la cultura de nuestro continente13.

Los sacerdotes del Nuevo Testamento, son hermanos entre los hermanos14, dado que como ministros de la palabra de Dios leen y escuchan diariamente la palabra divina que deben enseñar a otros; y si al mismo tiempo procuran recibirla en sí mismos, teniendo que ser discípulos del Señor cada vez más perfectos15. En el mensaje final los Padres confiesan con humildad discipular:

Por esto, sin turbar vuestros pasos, sin ofuscar vuestras miradas, queremos la luz de nuestra lámpara misteriosa: la fe. El que nos la confió es el Maestro soberano del pensamiento, del cual nosotros somos los humildes discípulos; el único que dijo y puedo decir: "Yo soy la luz del mundo, yo soy el Camino y la Verdad y la Vida"16.

Las consecuencias todavía tiene que hacerse sentir. Hubo temas que se introdujeron con gran vigor en la doctrina, en la pastoral, en la praxis cotidiana. Señalo dos: el rol de laico, el discipulado mutuo.

Todos los seglares, por designación divina, son hermanos de Jesucristo, de modo que también tienen por hermanos a los pastores de la Iglesia. A este respecto dice hermosamente San Agustín: "Si me aterra el hecho de lo que soy para vosotros, eso mismo me consuela, porque estoy con vosotros. Para vosotros soy el obispo, con vosotros soy el cristiano. Aquél es el nombre del cargo; éste de la gracia; aquél el del peligro; éste, el de la salvación"17.

El carisma de la infalibilidad es propio de la universalidad de los fieles que tiene la unción del Santo y no puede fallar en su creencia,... cuando "desde el Obispo hasta los últimos fieles seglares" manifiestan el asentimiento universal en las cosas de fe y de costumbres... Con ese sentido de la fe .... recibe no ya la palabra de los hombres, sino la verdadera palabra de Dios, se adhiere indefectiblemente a la fe dada de una vez para siempre a los santos.18.

Cristo, el gran Profeta, cumple su misión profética no sólo a través de la jerarquía..... sino también por medio de los laicos, a quienes por ello, constituye en testigos y les ilumina con el sentido de la fe y la gracia de la palabra19. Esta perspectiva nos convierte en evangelizados y evangelizadores de Cristo en este continente20.

Me parece que hay mucho camino por andar en este discipulado universal y por lo tanto mutuo de todos y cada uno de los bautizados. El oidor de la Palabra es un co-discípulo en el mundo global de la humanidad, es no solo portador de la palabra, sino un evangelizado por los pobres y los alejados, viviendo en la fe recibe la buena nueva también de la historia "profana"....

LA IGLESIA, SERVIDORA DE LA PALABRA

Es impresionante la inserción consecuente del tema de la iglesia servidora, que toma conciencia explícita de no ser dueña de la revelación divina, y consecuentemente tampoco de todos los demás compañeros oidores de la Palabra. Solo a título de curiosidad, la palabra servicio aparece en el Concilio, Medellín, Puebla y Santo Domingo 332 veces, servir 75 veces. y servidor en 24 ocasiones.

Este Magisterio, evidentemente, no está sobre la palabra de Dios, sino que la sirve, enseñando solamente lo que le ha sido confiado, por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo la oye con piedad, la guarda con exactitud y la expone con fidelidad, y de este único depósito de la fe saca todo lo que propone como verdad revelada por Dios que se ha de creer21.

La Iglesia se convierte cada día a la Palabra de verdad; acepta humildemente caminar por los caminos de la historia y se hace servidora del Evangelio22. La Iglesia no está motivada por ambición terrena alguna, sino que quiere ser humilde servidora de lodos los hombres, libre de ataduras temporales, de connivencias y de prestigio ambiguo; que "libre de espíritu respecto a los vínculos de la riqueza", sea más transparente y fuerte su misión de servicio; que esté presente en la vida y las tareas temporales, reflejando la luz de Cristo, presente en la construcción del mundo23. La Iglesia servidora y pobre que ejerce su función misionera en orden a la liberación integral del hombre24. Esta Iglesia servidora prolonga a través de los tiempos al Cristo-Siervo de Yahvé25.

Pocos son capaces de sentir hoy el impacto que produjo este texto

Mas como Cristo efectuó la redención en la pobreza y en la persecución, así la Iglesia es la llamada a seguir ese mismo camino para comunicar a los hombres los frutos de la salvación. Cristo Jesús, "existiendo en la forma de Dios, se anonadó a sí mismo, tomando la forma de siervo" (Fil. 2,69), y por nosotros, "se hizo pobre, siendo rico" (2 Cor. 8,9); así la Iglesia, aunque el cumplimiento de su misión exige recursos humanos, no está constituida para buscar la gloria de este mundo, sino para predicar la humildad y la abnegación incluso con su ejemplo. Cristo fue enviado por el Padre a "evangelizar a los pobres y levantar a los oprimidos" (Lc. 4,18),... la Iglesia, recibiendo en su propio seno a los pecadores, santa al mismo tiempo que necesitada de purificación constante, busca sin cesar la penitencia y la renovación26.

Recordemos la Unam Sanctam de Bonifacio VIII27 y la Quanta Cura de Pío IX para entender la nueva perspectiva del servicio.

Estas falsas y perversas opiniones son tanto más de detestar cuanto principalmente apuntan a impedir y eliminar aquella saludable influencia que la Iglesia Católica, por institución y mandamiento de su divino Fundador, debe libremente ejercer hasta la consumación de los siglos (Mt. 28, 20), no menos sobre cada hombre que sobre las naciones, los pueblos y sus príncipes supremos, y a destruir aquella mutua unión y concordia de designios entre el sacerdocio y el imperio, que fue siempre fausta y saludable lo mismo a la religión que al Estado. Porque bien sabéis, Venerables Hermanos, que ha no pocos en nuestro tiempo, que aplicando a la sociedad civil el impío y absurdo principio del llamado naturalismo, se atreven a enseñar que la óptima organización del estado y progreso civil exigen absolutamente que la sociedad humana se constituya y gobierne sin tener para nada en cuenta la religión, como si ésta no existiera, o, por lo menos, sin hacer distinción alguna entre la verdadera y las falsas religiones28.

Creo que la Iglesia uruguaya - clero, religiosos y laicos - tenemos mucho que enseñar a otras iglesias hermanas que aún siguen pensando la evangelización desde esquemas de poder y no de servicio. Creo que somos especialista en el tema de los medios pobres en un proyecto de evangelización que no dependa de los poderosos y ricos de este mundo como para poder anunciarles también a ellos, con la parresía paulina, la buena nueva de la bienaventuranza... La praxis eclesial uruguaya durante la última dictadura merecería ser mejor analizada, dado que es innegable que de ella la iglesia ha saludo notoriamente fortalecida.

3.- LA ANALOGÍA DEL VERBO ENCARNADO

Aquí encontramos el gozne que permitió abrir el magisterio y la teología a los nuevos umbrales de la modernidad.

La verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación.... Por tanto, Jesucristo - ver al cual es ver al Padre - , con su total presencia y manifestación personal,; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación29. Porque las palabras de Dios expresadas con lenguas humanas se han hecho semejantes al habla humana, como en otro tiempo el Verbo del Padre Eterno, tomada la carne de la debilidad humana, se hizo semejante a los hombres30.

La revelación no será ya fundamentalmente una serie de verdad teórica a conservar en un depósito, sino una vida a comunicar y en la cual crecer: Es decir, la Iglesia, en el decurso de los siglos, tiende constantemente a la plenitud de la verdad divina, hasta que en ella se cumplan las palabras de Dios31.

Este dinamismo vital quedará profundamente marcado en la eclesiología conciliar: Cristo, por cierto, ama a la Iglesia como a su propia Esposa, como el varón que amando a su mujer ama su propio... por eso... colma de bienes divinos a la Iglesia, que es su cuerpo y su plenitud (cf. Ef. 1,22 - 23), para que ella anhele y consiga toda la plenitud de Dios32. La Iglesia católica ... en virtud de su catolicidad cada una de las partes presenta sus dones a las otras partes y a toda la Iglesia, de suerte que el todo y cada uno de sus elementos se aumentan con todos lo que mutuamente se comunican y tienden a la plenitud en la unidad33,. mediante la incorporación a Cristo, para que crezcan hasta la plenitud por la caridad hacia El34. por quien todo fue hecho... punto de convergencia hacia el cual tienden los deseos de la historia y de la civilización, centro de la humanidad, gozo del corazón humano y plenitud total de sus aspiraciones.35.

La iglesia conforma un pueblo que durante su peregrinación por la tierra, aunque permanezca sujeto al pecado, crece en Cristo y es conducido suavemente por Dios, según sus inescrutables designios, hasta que arribe gozoso a la total plenitud de la gloria eterna en la Jerusalén celestial36, fiel a la verdad recibida de los Apóstoles y de los Padres y conforme a la fe, que siempre ha profesado la Iglesia católica, tendiendo constantemente hacia la plenitud con que el Señor desea que se perfeccione su Cuerpo en el decurso de los tiempos37.

En Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo38, que nos llega de modo privilegiado en la tradición y la Sagrada Escritura que son como un espejo en que la Iglesia peregrina en la tierra contempla a Dios, de quien todo lo recibe, hasta que le sea concedido el verbo cara a cara, tal como es 39, esperando que . el Espíritu Consolador, la guíe hacia toda la verdad40 y la introduzca en la verdad completa 41.

Recuerdo que en aquellos días de clausura del Concilio uno de los profesores del Pontificio Instituto Bíblico aclaró que no quería mover el piso a nadie, sino que su intención era hacer tomar conciencia de que el piso se estaba moviendo. El cosmos, la historia, las ideas.... no son estáticas, se mueven a velocidades de vértigo. La roca de granito es hueva y móvil... sólo que nuestros sentidos no lo captan. Un texto de Teilhard expresa lo que quiero decir de modo óptimo:

En el mundo estrecho y parcelado y estático donde vivían nuestros padres, Cristo ciertamente era amado y vívido por los fieles, tanto como en la actualidad, como aquel de quien todas las cosas dependen y en quien el universo "encuentra su consistencia". Pero frente a la razón, esta exigencia cristológica no era fácilmente justificable, al menos si se ensayaba tomarla en su sentido orgánico y pleno. De manera que el pensamiento cristiano no buscó incorporar esta primacía de Cristo a ningún sistema cósmico especial y esta cualidad de Cristo era expresada mas bien en términos de dominación jurídica, o bien se contentaba de ver triunfar la soberanía de Cristo en la zona de no experimental o extracósmica de lo "sobrenatural". La teología no parecería preguntarse acerca de si cualquier forma posible de universo era compatible con una economía de encarnación. En un universo unificado, de estructura cónica, Cristo encuentra un lugar preparado con toda lógica: el de la cima, de donde irradiar hacia todos los siglos y todos los seres. Y gracias a los lazos genéticos que corren entre todos los grados del tiempo y del espacio, entre elementos del mundo convergente, la influencia crítica, lejos de confinarse en las misteriosas zonas de la "gracia", se difunde y penetra en la masa entera de la naturaleza en movimiento. En un mundo tal, Cristo no podría salvar et Espíritu sin llevar con este y salvar, (como lo sentían los Padres griegos la totalidad de la materia. Et Cristianismo, por definición y por esencia, es la religión de la encarnación. Dios, uniéndose al mundo que ha creado para unificarlo, y de alguna manera para incorporarlo a Él. En este gesto se expresa para el adorador de Cristo la historia universal.42

Muchos creyentes se encuentran aún mareados por la velocidad que parece haber tomado tiene la vieja carreta eclesial en el camino de la historia. Posiblemente cueste todavía mucho esfuerzo por integrar una serie de criteriologías diferentes. Las garantías de fidelidad y de verdad parece que tienen que recorrer siempre las más amplias gamas de lo viejo. Lo viejo vale por ser viejo y lo nuevo es sistemáticamente sospechado y tiene que ser probado. Aún seguimos usando fraseología estática, como por ejemplo: ya pasó el tiempo de la experiencia en la liturgia, estamos ante la aprobación definitiva del derecho, de las constituciones y reglas de las órdenes religiosas.... casi una contradicción en los términos en una iglesia peregrina, caminante, en camino y búsqueda histórica de la plenitud de vida y de verdad.

4.- LA SYNKATÁBASIS DE DIOS

En la Sagrada Escritura, pues, se manifiesta, salva siempre la verdad y la santidad de Dios, la admirable "condescendencia" de la sabiduría eterna, "para que conozcamos la inefable benignidad de Dios, y de cuánta adaptación de palabra ha uso teniendo providencia y cuidado de nuestra naturaleza". Porque las palabras de Dios expresadas con lenguas humanas se han hecho semejantes al habla humana, como en otro tiempo el Verbo del Padre Eterno, tomada la carne de la debilidad humana, se hizo semejante a los hombres.43

Este principio abrió puertas y ventanas a la exégesis católica. No es el momento de repasar la historia de las grandes encíclicas bíblicas. La Dei Verbum de hecho reitera casi literalmente la doctrina de Pío XII en la Divino Afflante Spiritu. Para entender el misterio de Dios hay que entender el misterio del hagiógrafo44, y al misterio de la historia del pueblo del hagiógrafo45, porque así como el Padre realizó la concepción de Jesús usando las propias facultades y medio de una mujer llamada María, así en la redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que El quería46.

Aceptar esta admirabilísima adaptación de Dios no siempre es fácil. Recordemos los anatemas sangrientos de un Dios vengativo, 47 tan difíciles de referir al Dios y Padre de Jesucristo. No es fácil decir que Dios es verdadero responsable intelectual de la incredulidad casi cínica de los sabios 48 que apenas confiaban en los goces de la vida presente, dado que no creían en la futura.

Los cristianos se han visto obligados a discernir, a entender. Una salida siempre fácil es la de distinguir en ese complejo mundo de palabras producidas en un arco de milenios, las cosas que vienen de Dios y las que pertenecen sólo a los hombres. El dualismo fue una teoría al alcance de la mano. Todo parece aclararse cuando dividimos el mundo en buenos y malos, en blanco y negro, en lo que es de Dios y lo que es contrario. Por esa capacidad de dar respuestas claras a preguntas oscuras uno de los caminos de respuesta más transitados y uno de los errores más comunes en la interpretación bíblica fue el del dualismo. 49

Solamente aquel que integró el cosmos entero en la unidad de Dios, logrará armonizar el cosmos bíblico. Sólo quien reconoció a Cristo, Palabra eterna hecha palabra histórica tiene la llave hermenéutica apropiada para entender el misterio de la inspiración de la Escritura.

La primera salida ante las dificultades, tantas y de tal magnitud, que presenta la Biblia, inclusive para el simple creyente, fue el de establecer un neto muro de separación entre los dos Testamentos. La importancia y vastedad de esta postura exegética se evidencia por los frecuentes declaraciones de Concilios y Papas que han tenido que salir al paso consagrando la unidad de la palabra de Dios, la acción englobante de la acción del Espíritu.

Si alguno dijere que uno es el Dios de la Antigua Ley y otro el de los Evangelios, sea anatema50 Creo firmemente que la santa Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo es un sólo Dios omnipotente y que .. también el Dios y Señor Omnipotente es el único autor del Nuevo y del Antiguo Testamento, de la Ley, de los profetas y de los apóstoles...51

En tiempos de San Francisco los movimientos laicos centraban su espiritualidad en la lectura de la Sagrada Escritura. 52 Cuando los laicos tuvieron acceso directo a la palabra de Dios, por la lectura o la audición de la Biblia 53 también entró en crisis la cuestión de la unidad de los dos Testamentos. Quien proponía la división en la Biblia era sospechoso también, y con cierta lógica, de herejía maniquea. La Iglesia comenzó a exigir a los ex-integrantes de los movimientos pauperísticos laicales convertidos una confesión de fe, uno de cuyos artículos se refería a este punto bíblico.

De corazón creemos y con la boca confesamos que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo, el solo Dios de que hablamos es el Creador, hacedor y dispensador de todas las cosas, espirituales y corporales, visibles e invisibles. Creemos que el autor único y mismo del Nuevo y del antiguo Testamento es Dios, el cual permaneciendo como se ha dicho en la Trinidad, los creó todo de la nada54.

El siglo XVI marca el fin de un largo proceso de discernimiento. El Concilio de Trento, exigido por las tormentas de reforma y contrareforma, culmina en una serie de pronunciamientos definitivos en varios aspectos de la fe. Uno de ellos el del alcance y significado de la acción de Dios en la Sagrada Escritura.

El sacrosanto, ecuménico y universal Concilio de Trento, legítimamente reunido en el Espíritu Santo... siguiendo los ejemplos de los Padres ortodoxos, con igual afecto de piedad e igual reverencia recibe y venera todos los libros, así del Antiguo como del Nuevo Testamento, como quiera que Dios es autor de ambos, y también las tradiciones...55

Por más definitorios y claros que hubieran sido los pronunciamientos tridentinos, la cuestión bíblica estaba muy lejos de haber sido resuelta. Los textos dogmáticos presentan siempre límites que no pueden ser franqueados sin apartarse de la fe, pero en contadas ocasiones ofrecen soluciones a los problemas presentados, difícilmente presentan alternativas a las respuestas condenadas. Otros dualismos ofrecieron a la exégesis soluciones fáciles y claras a problemas complicados y oscuros y siguieron amenazando la correcta comprensión de la fe y de la Escritura.

Suponemos que partimos de la aceptación de las afirmaciones de Trento. Decimos que Dios es responsable del todo y de cada parte de la Biblia. Aceptamos con igual veneración y respeto ambos Testamentos. Pero no está todo dicho ni aclarado. Hay que seguir explicando y entendiendo. Es más que evidente que Dios usó a los hombres para escribir. Por una parte a éstos se les puede haber escapado algún error, y por otra, en cuanto dependientes de su propia cultura y época, utilizan un ropaje humano que no tiene por qué tener a Dios por autor. Aparecen nuevos polos opuestos: error - verdad, contenido divino - ropaje humano.

Sin negar a Trento se introduce otra serie de dualismos. Dios no es responsable del error, que ciertamente abunda en la Biblia. La falsedad se atribuye al hombre autor. Dios es responsable en definitiva y únicamente del contenido conceptual del mensaje, mientras que el escritor humano se responsabilizaría solamente de estilo, género literario, conocimiento histórico, geográfico, científico.

Esta propuesta provocó reacciones firmes del magisterio, que salió en defensa de la unidad. Defensa en negativo que no proponía otras vías de salida ni daba respuesta a las reales encrucijadas que le presentaba al hombre creyente la exégesis contemporánea.

La exégesis quiere entender lo que Dios quiere decir a través de escritos que no sólo son oscuros sino cada vez más difícilmente conjugables con los datos de la ciencia. León XIII no hace ninguna concesión: para él la inspiración consiste en que Dios mismos ha dictado los escritos, íntegramente y cada una de sus partes. No se pude alegar siquiera que Dios utilizó a los hombres como instrumentos para escribir: el escritor es un simple amanuense, un grabador que simplemente transcribe o registra lo que escuchó de la boca del mismo Dios. Estos pusieron por escrito sola y únicamente los que Dios mismo quería que escribiesen56.

El camino parece no tener salida. Las dificultades en la exégesis subsisten, están ahí, acuciantes. La única salida aparentemente clara sigue siendo la de dividir, la de distinguir.

Aceptemos que no es lícito afirmar que hay dos autores, dos principios, uno de las realidades corporales, otro de las espirituales; uno del Antiguo, otro del Nuevo Testamento; uno que se responsabiliza sólo de la verdad y el otro de lo erróneo. Pretendiendo no caer en la condena eclesiástica algunos formulan otras distinciones: en la Biblia podemos enumerar una serie de contenidos estrictamente religiosos y otra, por así decir, de contenidos profanos. Dejando de lado cosas poco conciliables con la santidad y sabiduría de Dios, la inspiración aseguraría la autoría divina para las cosas divinas.

Tampoco esto es aceptable. El "Santo oficio", condena a quienes sostienen que "la inspiración de los libros del Antiguo Testamento consiste en que los escritores israelitas enseñaron las doctrinas religiosas bajo un peculiar aspecto poco conocido o ignorado por los gentiles". No es aceptable decir que la "inspiración divina no se extiende a toda la escritura, de modo que preserve de todo error a toda y cada una de sus partes. El exegeta tiene que saber que está ante libros que no son puramente humanos.57

El exegeta católico no tiene derecho a hacer cortes ni horizontales ni transversales en la Escritura. Para ser fieles a la doctrina de la inspiración no puede establecer distinción entre un elemento primario o religioso y otro secundario o profano; entre materias teológicas y materias filosóficas o históricas; entre historia absoluta e historia relativa; entre materia de autoría directa y citas de otros autores. 58 Si el camino esta cerrado para cualquier hipótesis dualista, entonces hay que abrir algún sendero por la línea de la integración.

Llegamos a Pío XII, apenas 23 años después de la categórica negación de Benedicto XV a todos los postulados de la exégesis moderna, que como avalancha parecían arrastrar con todo lo que quedaba en pie de verdadero y sagrado en los libros santos. Nos cuesta comprender que pasó. De un momento a otro todo se admite. De denunciar los delirios de opiniones de la Spiritus Paraclitus, se pasa en la Divino Afflante Spiritu, a la aceptación normal de opiniones consideradas sensatas, casi de sentido común, las cuales no pueden ser ignoradas en una correcta lectura de La Palabra.

Pío XII no sólo admite, también exige que el exégeta asuma con empeño las conclusiones de la ciencia moderna, sin descuidar luz alguna. Hay que descubrir la arqueología de la palabra de Dios, que tiene padres y abuelos humanos. La Palabra de Dios, fuente de vida, tiene fuentes humanas.

De una doctrina oficial donde se desconfiaba de toda atribución de la palabra de Dios escrita a otro autor que no fuera única y exclusivamente Dios se pasa a otra postura donde parece que hay que ubicar el texto no sólo en relación con sus padres, sino también con sus hermanos. La Iglesia reconoce que el texto divino tiene hermanos humanos que hay que conocer. Y, por añadidura, no basta decir que fueron en realidad los hombres los que escribieron sino que es necesario saber qué género literario utilizaron. 59

¿Que pasó en tan poco tiempo? Pío XII encuentra el único camino posible de solución. No toma como punto de partida la verdad, la santidad, la perfección divinas. Parte de un principio que tendría que parecer obvio al lector cristiano de la Biblia. Si es cierto que la revelación bíblica solo puede ser entendida con el mismo Espíritu en el cual fue escrita, esto quiere decir que el único hermeneuta es el Espíritu de Jesús.

La Divino Afflante formula el gran principio de toda exégesis Bíblica que fundamenta toda la doctrina del Vaticano II, porque es el principio fundante de toda vida cristiana. El principio de la analogía con el Verbo Encarnado: A la manera como el Verbo substancial de Dios se hizo en todo semejante a los hombres, menos en el pecado (Heb. 4,15), así las palabras de Dios, expresadas por lenguas humanas, se han hecho en todo semejantes al humano lenguaje, menos en el error.

Si afirmamos que escuchador de la Palabra tiene que investigar cada circunstancia y condición histórica del hagiógrafo, cada contexto cultural...60, de este presupuesto se abren perspectivas sin fin... pensemos solo en uno de los grandes temas posconciliares, el de la inculturación, pilar del magisterio latinoamericano.

Este vale para la liturgia que supondrá la participación activa de los fieles, interna y externa, conforme a su edad, condición, género de vida y grado de cultura religiosa61, para que la Iglesia pueda entrar en comunión con las diversas formas de cultura; comunión que enriquece al mismo tiempo a la propia Iglesia y las diferentes culturas62, porque la Iglesia, para poder ofrecer a todos el misterio de la salvación y la vida traída por Dios, debe insertarse en todos estos grupos con el mismo afecto con que Cristo se unió por su encarnación a determinadas condiciones sociales y culturales de los hombres con quienes convivió63, tiene que formar a sus pastores en las especiales condiciones sociales, económicas y culturales de su pueblo64..

Esfuércense los Institutos religiosos, que trabajan en la implantación de la Iglesia, en exponer y comunicar, según el carácter y la idiosincrasia de cada pueblo, las riquezas místicas de que están totalmente llenos, y que distinguen la tradición religiosa de la Iglesia. Consideren atentamente el modo de aplicar a la vida religiosa cristiana las tradiciones ascéticas y contemplativas, cuyas semillas había Dios esparcido con frecuencia en las antiguas culturas antes de la proclamación del Evangelio65.

Con este modo de proceder se excluir  toda clase de sincretismo y de falso particularismo, se acomodarán la vida cristiana a la índole y al carácter de cualquier cultura, y serán asumidas en la unidad católica las tradiciones particulares, con las cualidades propias de cada raza, ilustradas con la luz del Evangelio. Por fin, las Iglesias particulares jóvenes, adornadas con sus tradiciones, tendrán su lugar en la comunión eclesiástica, permaneciendo íntegro el primado de la Cátedra de Pedro, que preside a la asamblea universal de la caridad66.

Fiel al camino del Vaticano IIº, la iglesia latinoamericana asume el desafío de con nueva lucidez y decisión Evangelizar en lo hondo, en la raíz, en la cultura del pueblo, y se vuelve a María para que el Evangelio se haga más carne, más corazón de América Latina.67, porque el Evangelio debe penetrar en su corazón, en sus experiencias y modelos de vida, en su cultura y ambientes, para hacer una nueva humanidad con hombres nuevos y encaminar a todos hacia una nueva manera de ser, de juzgar, de vivir y de convivir68. Esta actitud supone una profunda actitud de amor a los pueblos, de modo que por la connatural capacidad de comprensión afectiva que da el amor69, ayude a hacer crecer los "gérmenes del Verbo" presentes en las culturas70. Como lo ha hecho Dios en su economía divina también la Iglesia tiene que esmerarse en adaptarse, realizando el esfuerzo de un trasvasamiento del mensaje evangélico al lenguaje antropológico y a los símbolos de la cultura en la que se inserta71, porque en virtud de su misión específica, se siente enviada, no para destruir sino para ayudar a las culturas a consolidarse en su propio ser e identidad, convocando a los hombres de todas las razas y pueblos a reunirse, por la fe, bajo Cristo, en el mismo y único Pueblo de Dios72.

No sigo con citas, pero uno tiene la impresión de que aún nos encontramos en los umbrales de las realizaciones: el rostro mestizo de María de Guadalupe que se yergue al inicio de la Evangelización73, está exigiendo una efectiva actualización de este noble propósito:.

A los pueblos indígenas, habitantes originarios de estas tierras, poseedores de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra cultura actual, y a los descendientes de millares de familias venidas de varias regiones del África manifestamos nuestra estima y el deseo de servirles como ministros del Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo74.

Y también me parece que quedó fosilizada la economía de la admirable adaptación en campo de la liturgia:

Hemos de promover una liturgia que en total fidelidad al espíritu que el Concilio Vaticano II quiso recuperar en toda su pureza busque, dentro de las normas dadas por la Iglesia, la adopción de las formas, signos y acciones propias de las culturas de América Latina y el Caribe75.

5.- LUGAR DE LA ESCRITURA

La misma Iglesia había alejado a los laicos de la lectura directa de la Sangrada Escritura. Como perlas valen los textos siguientes. En el siglo XVIII el magisterio solemne declara y condena como falsas, capciosas, malsonantes, ofensivas a los piadosos oídos, escandalosas, perniciosas, temerarias, injuriosas a la Iglesia y a su práctica, contumeliosas no sólo contra la Iglesia, sino también contra las Potestades seculares, sediciosas, impías, blasfemas, sospechosas de herejía y que saben a herejía misma, que además favorecen a los herejes y a las herejías y también al cisma, erróneas, próximas a la herejía, muchas veces condenadas, y, por fin heréticas, que manifiestamente renuevan varias herejías, las siguiente opiniones de Pascasio Quesnel:

Útil y necesario es en todo tiempo, en todo lugar y a todo género de personas estudiar y conocer el espíritu, la piedad y los misterios de la Sagrada Escritura.

La lectura de la Sagrada Escritura es para todos.

La oscuridad santa de la palabra de Dios no es para los laicos razón de dispensarse de su lectura.

El día del Señor debe ser santificado por los cristianos con piadosas lecturas y, sobre todo, de las Sagradas Escrituras. Es cosa dañosa querer retraer a los cristianos de esta lectura.

Es ilusión querer persuadirse que el conocimiento de los misterios de la religión no debe comunicarse a las mujeres por la lectura de los Libros Sagrados. El abuso de las Escrituras se ha originado y las herejías han nacido no de la simplicidad de las mujeres, sino de la ciencia soberbia de los hombres.

Arrebatar de las manos de los cristianos el Nuevo Testamento o tenérselo cerrado, quitándoles el modo de entenderlo, es cerrarles la boca de Cristo.

Prohibir a los cristianos la lectura de la Sagrada Escritura, particularmente del Evangelio, es prohibir el uso de la luz, a los hijos de la luz y hacer que sufran una especie de excomunión.

Arrebatar al pueblo sencillo este consuelo de unir su voz a la voz de toda la Iglesia, es uso contrario a la práctica apostólica y a la intención de Dios.

Es manera llena de sabiduría, de luz y caridad dar a las almas tiempo de llevar con humildad y sentir el estado de pecado, de pedir el espíritu de penitencia y contrición y empezar por lo menos a satisfacer a la justicia de Dios antes de ser reconciliados76

Esta "herejía" resucitada puede remontarse al siglo XIII, donde encontramos un texto de "Inocencio, obispo, siervo de los siervos de Dios a todos los fieles de Cristo, que viven en la ciudad y diócesis de Metz". El obispo de esa ciudad le había comunicado al papa que

"tanto en la diócesis como en la ciudad de Metz, un no pequeño número de laicos y de mujeres, fascinados por el deseo de las Escrituras, se hicieron traducir en lengua gálica los Evangelios, las Epístolas de Pablo, el Salterio, Job, y muchos otros libros. Los mentados laicos y mujeres utilizan esas traducciones en sus reuniones secretas. Allí las estudian y luego se predican unos a otros, lo que hacen con gusto, y ellos piensan que hasta con buen tino".

Ante esta situación el papa determina que

"los misterios arcanos de la fe no deben ser expuestos a todos, sin discriminación porque no pueden ser entendidos por todo el mundo indiscriminadamente. Sólo quienes poseen un intelecto fiel están capacitados para comprenderlos. Dice el Apóstol: "Como a niños en Cristo les puedo dar leche, pero no comida, porque el alimento sólido es para los mayores". Y en otro pasaje leemos: "Hablaré de sabiduría con los perfectos, pero ustedes no necesitan conocer nada más que a Jesucristo, y a este crucificado". La profundidad de la Sagrada Escritura es de tal naturaleza que no solamente los simples e indoctos, sino tampoco los prudentes y doctos llegan a penetrarla. Es por eso que la misma Escritura dice que muchos desfallecieron al intentar un examen más atento. Fue determinado correctamente en la Antigua Ley que la Bestia que tocase el monte debía ser lapidada. Del mismo modo decimos que ningún simple a indocto presuma allegarse a la sublimidad de la Sagrada Escritura, menos aún predicarla a los demás. Así está escrito: "No presumas por encima de tus fuerzas". Y dice el Apóstol: "No quieras saber más de lo que conviene saber, al contrario, sé sobrio en tu búsqueda".

La Dei Verbum está en las antípodas. Sostiene que la Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, ....siempre las ha considerado y considera, juntamente con la Sagrada Tradición, como la regla suprema de su fe77. Esa sacralización del libro78 hizo que éste se viera reservado a aquellos que tenían el poder sagrado del sacramento del orden o un título académico habilitante para el acceso a los arcanos del misterio de la revelación.

Pero para el Concilio, si es cierto que los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nuestro Salvador79, y es necesario, por consiguiente, que toda la predicación eclesiástica, como la misma religión cristiana, se nutra de la Sagrada Escritura, y se rija por ella80, será pues conveniente que los cristianos tengan amplio acceso a la Sagrada Escritura81.

Es necesario, pues, que todos los clérigos, sobre todo los sacerdotes de Cristo y los demás que como los diáconos y catequistas se dedican legítimamente al ministerio de la palabra, se sumerjan en las Escrituras con asidua lectura y con estudio diligente82.... pero también este principio se impone a todos y a cada uno de los cristianos:

De igual forma el Santo Concilio exhorta con vehemencia a todos los cristianos en particular a los religiosos, a que aprendan "el sublime conocimiento de Jesucristo", con la lectura frecuente de las divinas Escrituras. "Porque el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo". Lléguense, pues, gustosamente, al mismo sagrado texto, ya por la Sagrada Liturgia, llena del lenguaje de Dios, ya por la lectura espiritual, ya por instituciones aptas para ello, y por otros medios, que con la aprobación o el cuidado de los Pastores de la Iglesia se difunden ahora laudablemente por todas partes. peor no olviden que debe acompañar la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque "a El hablamos cuando oramos, y a El oímos cuando leemos las palabras divinas83.

Estoy en el punto conclusivo. La Biblia en manos del pueblo, un hecho novedosos que aún tiene que producir todas sus consecuencias. Creo que para todos resonó el grito de orden:

A fin de que la mesa de la palabra de Dios se prepare con más abundancia para los fieles ábranse con mayor amplitud los tesoros de la Biblia84.....

Mucho se ha caminado, mucho se tiene que caminar:

La Nueva Evangelización debe acentuar una catequesis kerygmática y misionera. Se requieren. para la vitalidad de la comunidad eclesial, más catequistas y agentes pastorales, dotados de un sólido conocimiento de la Biblia que los capacite para leerla, a la luz de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia, y para iluminar desde la Palabra de Dios su propia realidad personal, comunitaria y social85.

La Teología de la Liberación, más de allá de nombres, corrientes y modas no pretendió ni pretende otra cosa: se una nueva hermenéutica a partir de esta nueva realidad, de un pueblo de Dios, entre nosotros mayoritariamente pobre y todavía creyente, que ha comenzado a tener la Biblia entre las manos... porque la misma Iglesia así lo quiso confiada en aquel con adaptación admirable obra todo en todos86.

NOTAS

1 PAULO III, 1534-1549 CONCILIO DE TRENTO, 1545-1563 XIX ecuménico (contra los innovadores del siglo XVI) SESIÓN IV (8 de abril de 1546) Aceptación de los Libros Sagrados y las tradiciones de los Apóstoles). DZ 783

2 CONCILIO VATICANO, 1869-1870 XX ecuménico (sobre la fe y la Iglesia) SESIÓN III (24 de abril de 1870) Constitución dogmática sobre la te católica Cap. 2. De la revelación. DZ 1787

3 No es necesario hacer citas al respecto, solo digamos que esta perspectiva del misterio paulino es la contracara del entorno racionalista del Vaticano Iº.

4 Para muchos, inclusive en el ámbito protestante este hecho fue un redescubrir el rol del magisterio como servicio de comunión a la vez que instancia más allá de la partes de la "iglesia que preside en la caridad". Sería más que interesante releer artículos de la época.

5 DV n°9 Así, pues, la Sagrada Tradición y la Sagrada Escritura están íntimamente unidas y compenetradas. Porque surgiendo ambas de la misma divina fuente,

6 No es necesario recordar el habitat racionalista del Vaticano I...... estando la razón humana enteramente sujeta a la Verdad increada; cuando Dios revela, estamos obligados a prestarle por la fe plena obediencia de entendimiento y de voluntad.... por la fe , creemos ser verdadero lo que por Él ha sido revelado, no por la intrínseca verdad de las cosas, percibida por la luz natural de la razón, sino por la autoridad del mismo Dios que revela, el cual no puede ni engañarse ni engañarnos CONCILIO VATICANO, 1869-1870 XX ecuménico (sobre la fe y la Iglesia) SESIÓN III (24 de abril de 1870) Constitución dogmática sobre la te católica Cap. 3. De la fe. DZ 1789. Sin embargo, para que el obsequio de nuestra fe fuera conforme a la razón. DZ 1790

7 DV n°2

8 DV n°6

9 DV nº 2

10 DV n°1 cProemio n°1 El Santo Concilio, escuchando religiosamente la palabra de Dios y proclamándola confiadamente

11 La Lumen Gentium ocupó concientemente el rol de documento-tema estructurante de todos los demás temas y documentos, en un intento para discernir y seleccionar entre los 70 temas propuestos a discusión y por ordenar los que quedasen en un eje estructurante.

12 DP.iglesia 296 Cf LG. n°58 Así también la Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la Cruz,.

13 SD.Cristo 15

14 PO n°9

15 PO n°13

16 MENSAJES n°2

17 LG. n°32

18 LG. n°12

19 LG. n°35

20 DP.hombre 334

21 DV n°10

22 DP.evang 349 Es un tema que marcará posteriormente el magisterio latinoamericano: DP.iglesia 271 Dentro del Pueblo de Dios, todos - jerarquía, laicos, religiosos - son servidores del Evangelio. Cada uno según su papel y carisma propios. La Iglesia, como servidora del Evangelio, sirve a la vez a Dios y a los hombres. Pero para conducir a éstos hacia el Reino de su Señor, el único de quien ella, junto con la virgen María, se proclama esclava y a quien subordina todo su servicio humano. Cf SD.promoción 182 La Iglesia, como depositaria y servidora del mensaje de Jesús, ha visto siempre al hombre como sujeto que dignifica el trabajo, realizándose a sí mismo y perfeccionando la obra de Dios, para hacer de ella una alabanza al Creador y un servicio a sus hermanos.

23 Medellín Pobreza de la Iglesia 18; Cf Medellín Educación 9

24 DP.ministerios 697

25 DP.opciones 1303

26 LG. n°8

27 Por las palabras del Evangelio somos instruidos de que, en ésta y en su potestad, hay dos espadas: la espiritual y la corporal. . . Una y otra espada, pues, está en la potestad de la Iglesia, la espiritual y la material. Mas ésta ha de esgrimirse en favor de la Iglesia; aquélla por la iglesia misma. Una por mano del sacerdote, otra por mano del rey y de los soldados, si bien a indicación y consentimiento del sacerdote. Pero es menester que la espada esté bajo la espada y que la autoridad temporal se someta a la espiritual. . . Que la potestad espiritual aventaje en dignidad y nobleza a cualquier potestad terrena, hemos de confesarlo con tanta más claridad, cuanto aventaja lo espiritual a lo temporal. . . Porque, según atestigua la Verdad, la potestad espiritual tiene que instituir a la temporal, y juzgarla si no fuero buena. . . Luego si la potestad terrena se desvía, será juzgada por la potestad espiritual; si se desvía la espiritual menor, por su superior; mas si la suprema, por Dios solo, no por el hombre, podrá ser juzgada. BONIFACIO VIII, 1294-1303 De la unidad y potestad de la Iglesia (De la Bula Unam sanctam, de 18 de noviembre de 1302) DZ 469

28 Pío IX, 1846-1878 Del naturalismo, comunismo y socialismo (De la Encíclica Quanta cura, de 8 de diciembre de 1864) DZ 1689

29 DV n°4

30 DV n°13. Claro que el Concilio, como toda realidad humana, no nace por generación espontánea. Ya mencionaba la montaña de información proveniente de las diversas ramas de la teología positiva. Pío XII en la Divino Afflante Spiritu formula el gran principio de toda exégesis Bíblica que fundamenta toda la doctrina del Vaticano II, porque es el principio fundante de toda vida cristiana: la analogía con el Verbo Encarnado: A la manera como el Verbo substancial de Dios se hizo en todo semejante a los hombres, menos en el pecado (Heb. 4,15), así las palabras de Dios, expresadas por lenguas humanas, se han hecho en todo semejantes al humano lenguaje, menos en el error. Pío XII, Divino Afflante Spiritu, 1943, Dz. 2294. Aquí tocamos

31 DV n°8

32 LG. n°7

33 LG. n°13

34 LG. n°17

35 GS n°45

36 UR n°3

37 UR [Conclusión] n°24

38 DV n°7

39 DV n°7

40 DV Nº4

41 DV Nº 18

42 TEHILLARD DE CHARDIN, L'Avenir de I’homme

43 DV nº13

44 DV n°12 la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios... que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo .... para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.

45 DV n°12 Mas como la Sagrada Escritura hay que leerla e interpretarla con el mismo Espíritu con que se escribió para sacar el sentido exacto de los textos sagrados, hay que atender no menos diligentemente al contenido y a la unidad de toda la Sagrada Escritura.

46 DV n°11

47 Ya citamos un texto sobre el anatema, podríamos multiplicarlos: Jos. 6, 17-21 La ciudad será consagrada como anatema a Yahveh, con todo lo que hay en ella; únicamente Rajab, la prostituta, quedará con vida, así como todos los que están con ella en su casa, por haber ocultado a los emisarios que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema, no vayáis a quedaros, llevados por la codicia, con algo que es anatema, porque expondríais al anatema todo el campamento de Israel y le acarrearíais la desgracia. Toda la plata y todo el oro, todos los objetos de bronce y de hierro, están consagrados a Yahveh: ingresarán en su tesoro. El pueblo clamó y se tocaron las trompetas. Al escuchar el pueblo la voz de la trompeta, prorrumpió en gran clamor y el muro se vino abajo. La gente escaló la ciudad, cada uno frente a sí, y se apoderaron de ella. Consagraron al anatema todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ovejas y asnos, a filo de espada.

48 Todos los sapienciales son "excesivamente" humanos para un espiritualidad refinada. Ya leímos a Qoh. 9. 1-10: Vive la vida con la mujer que amas, todos el espacio de tu vana existencia que se te ha dado bajo el sol, ya que tal es tu parte en la vida y en los afanes con que te afanas bajo el sol. Cualquier cosa que esté a tu alcance hacer, hazla, según tus fuerzas, porque no existirá obra, ni razones, ni ciencia, ni sabiduría en el Seol a donde te encaminas. Podríamos multiplicar las citas.

49 La especulación dualística en el siglo XII conforma como la el telón de fondo filosófico de las exigencias religiosas y morales de la herejía. El dualismo ofrece al hombre un camino claro para la acción. Es claro lo que es bueno y lo que es malo, lo lúcido y lo oscuro, por lo cual ha sido un esquema útil para los movimientos heréticos del siglo XII. Hombres movidos por un impulso religioso y ético hacia la reflexión en torno a la esencia del mundo, veían en la cosmología católica algo infinitamente más difícil de comprender que la maniquea. GRUNDMANN, H, Movimenti religiosi nel Medioevo. Ricerche sui nessi storici tra l'eresia, gli Ordini mendicanti e il movimento femminile. pág. 42-43

50 Concilio de Toledo, año 400, Dz. 28 / Dsch 198

51 San León IX, papa, año 1053, de la carta Congratulamur vehementer a San Pedro, obispo de Antioquía.

52 Para ubicar el tema baste referirnos a la obra de GRUNDMANN, H, Movimenti Religiosi nel Medioevo, Ricerche sui nessi storici tra l'eresia, gli Ordini mendicanti e il movimento femminile, Bologna, 1974 y MANSELLI, R., Religion populaire au moyen age, problèmes de méthode et d'histoire, Paris, 1975

53 Para ubicar en su justa perspectiva la verdadera revolución religiosa de estos movimientos laicos, debe tenerse muy presente que la mayoría no sabía latín, y que por añadidura era analfabeto. De la "lectio" divina monacal, hecha en privado por "clérigos", se pasa a la "auditio", hecha en comunidad por "laicos". Cfr. SUÁREZ, P., La "lectio divina" en el origen de los Hermanos Menores y de los Siervos de santa María, Cuadernos Franciscanos, Cefepal, Chile, 1981, Nº 53; MATTIOLI, A., Idiota, ausencia de Cultura u opción por la privacidad, Cuadernos Franciscanos, Cefepal, Chile, 1988, Nº 82, original italiano en: Il Santo, Serie II, Fasc. 1-2

54 INOCENCIO III, Confesión de fe a Durando de Huesca y compañeros Valdenses, 1208, Dz. 421. Esta confesión de fe aparece en el Bullarium Romanum conjuntamente con el "propositum vitae" del grupo. También los concilios unionitas incluyen esta cláusula escriturística en la profesión de fe exigida a los orientales. Cfr. Concilio de Lión II, 1274, profesión de Fe propuesta a Miguel Paleólogo, 1274, Dz. 464; Concilio de Florencia, Decreto para los Jacobitas, 1441; Dz. 706.

55 Concilio de Trento, sesión IX, Dz. 793.

56 León XIII, Providentissimus Deus, 1893, Dz. 1951. Todos los libros que la iglesia recibe como sagrados y canónicos han sido escritos íntegramente y en todas sus partes por dictado del Espíritu Santo, y tan lejos está que la divina inspiración pueda contender error alguno, sino que los excluye y rechaza tan necesariamente como necesario es que Dios, Verdad Suprema, no sea autor de error alguno. Es inútil alegar que el Espíritu Santo tomó a los hombres como instrumentos para escribir, como si, no ciertamente al autor primero, pero sí a los autores inspirados se les hubiera podido deslizar alguna falsedad. Fue él mismo quien por sobrenatural virtud de tal modo les asistió mientras escribían que rectamente habían de querer consignar y aptamente con infalible verdad expresar, todo aquello y sólo aquello que El mismo le mandara.

57 Errores condenados por el Decreto del Santo Oficio de 1907

58 Benedicto XV, Spiritus Paraclitus, 1920. No disienten menos de la doctrina de la Iglesia quienes piensan que las partes históricas de las Escrituras no se fundan en la verdad absoluta de los hechos, sino en lo que llaman la verdad "relativa", y en la opinión concorde del vulgo... Otros detractores... acuden con demasiada facilidad a la citas que llaman implícitas, a las narraciones sólo aparentemente históricas, o quienes pretenden encontrar en los Sagrados Libros ciertos géneros literarios, con los que no puede componerse la íntegra y perfecta verdad de la palabra divina.

59 Pío XII, Divino Afflante Spiritu, 1943, Dz. 2294. El intérprete, con todo empeño y sin descuidar luz alguna que hayan aportado las investigaciones modernas, esfuércese por averiguar cuál fue el carácter y condición de vida del escritor sagrado, en qué edad floreció, qué fuentes utilizó, ya escritas u orales, y que formas de decir empleó. Porque así podrá conocer más plenamente quién haya sido el hagiógrafo y qué haya querido decir y significar al escribir. Porque a nadie se le oculta que la norma suprema de la interpretación es aquella por la que se averigua y define qué es lo que el escritor intentó decir. Por otra parte, cuál sea el sentido literal no está muchas veces tan claro en las palabras y escritos de los antiguos orientales como en los escritores de la época. Y efectivamente, qué quisieron dar a entender con sus palabras, no se determina solamente por las leyes de la gramática y de la filología, no sólo por el contexto del discurso. Es de todo punto de vista necesario que el intérprete se traslade, como si dijéramos, mentalmente, a aquellos remotos siglos de oriente, a fin de que, debidamente ayudado por los recursos de la historia, de la arqueología y de otras disciplinas, discierna y claramente vea qué géneros literarios, como dicen, quisieron usar y de hecho usaron los escritores de aquella vetusta edad. Ninguna de aquellas maneras de hablar de que entre los antiguos y señaladamente entre los orientales, se valía el lenguaje humano para expresar el pensamiento, es ajena a los sagrados libros, con la condición, sin embargo, que el género de decir empleado no repugne de modo alguno a la santidad de la verdad de Dios.

60 DV n°12

61 SC n°19

62 GS n°58

63 AG n°10

64 AG n°16

65 AG n°18

66 AG n°21

67 DP.iglesia 303

68 DP.evang 350

69 DP.cultura 397

70 DP.cultura 401

71 DP.cultura 404

72 DP.cultura 425

73 DP.Rel.Popular 446

74 SD.presentación 38

75 SD.iglesia 53

76 CLEMENTE XI, 1700-1721 Errores de Pascasio Quesnel (Condenados en la Constitución dogmática Unigenitus. de 8 de septiembre de 1713) DZ 1429-1741

77 DV n°21

78 Piénsese que también se alejó al laico y hasta al religioso no sacerdote de la "banalización" de todos los misterios de la fe. También el acceso a la eucaristía tuvo que esperar al siglo XX con Pío X para abrirse de nuevo al uso habitual del pueblo simple, e inclusive de los niños. Algo análogo hay que entender de la actitud de la iglesia ante la Escritura.

79 DV n°18

80 DV n°21

81 DV n°22

82 DV n°24

83 DV n°25

84 SC n°51

85 SD.iglesia 49

86 1 Cor 12, 26