Catecismo
la Familia y el Matrimonio
Preparado
por el Pbro. Fernando Castro Aguayo
PRESENTACIÓN
Como
Presidente de la Comisión Episcopal de Familia, expreso mi gran satisfacción
al hacer la presentación a la consideración de las familias venezolanas y muy
particularmente a los jóvenes, de este utilísimo e importante trabajo de los
Padres Fernando Castro y Jaime Molina, titulado CATECISMO DE LA FAMILIA Y DEL
MATRIMONIO.
Lo
presento como un material doctrinal que recoge de manera muy fiel y bastante
completa la doctrina de la Iglesia Católica, contenida tanto en la Revelación
como en el Magisterio, relativa al matrimonio y la familia.
Al
ser presentado como Catecismo y por tanto, como un compendio doctrinal dirigido
a la comprensión de la generalidad de la gente, se aleja de las opiniones o de
cuestiones discutibles, para ofrecer sólo aquello que el pueblo católico debe
tener en cuenta como doctrina y como guía segura en cuestiones tan delicadas y
en la sociedad actual debatidas, como es lo relativo a familia, amor y
sexualidad.
Creemos
que como futuro de los difíciles momentos por los que ha pasado la institución
familias y el matrimonio, consecuencia de los rápidos cambios socioculturales y
de la imposición de la cultura hedonista, han ido igualmente surgiendo, como
respuesta cristiana, desde diversas partes de la Iglesia, múltiples
publicaciones y nuevas experiencias pastorales que nos revelan la presencia
siempre activa del Espíritu Santo. Todo esto hace que en el campo de la
investigación pastoral y catequesis sobre la familia, se vaya atesorando un
rico material doctrinal del cual ciertamente el presente trabajo podrá ser
material utilísimo de estudio y consulta no sólo para las familias, sino también
para los agentes de pastoral familiar.
Un
Catecismo para la familia y sobre la familia era una necesidad. Sentíamos que
cada día que avanzaba, bajo la permanente presión de una nueva cultura, se nos
iba desdibujando la imagen misma de la familia y oscureciendo el concepto mismo
de verdad. Tarea bien difícil para los jóvenes es descubrir en medio de tanta
tiniebla un camino que les pueda garantizar la existencia de una verdad de la
que la Iglesia es maestra y garante, relativa a un diseño divino sobre el
hombre, sobre la familia, sobre el uso de la sexualidad humana y sobre la tarea
de la familia en el futuro mismo de la sociedad.
Particularmente
para la familia, la presente publicación será sumamente útil. Es una tarea
que en ningún momento puede ser descuidada por los padres, porque les compete
como responsabilidad específica, la de educar a sus hijos en los valores
humanos y cristianos indispensables para su futuro como personas y como
cristianos. Aunque el presente trabajo no es una guía para el uso de los padres
en la difícil tarea de educar para el matrimonio y para la vida de familia, los
contenidos doctrinales propios de un catecismo y la disposición sistemática de
los mismos les será de gran ayuda a la hora de ofrecerles respuestas precisas y
seguras.
El
Departamento de Familia de la CEV agradece inmensamente este servicio a la
pastoral familiar y al mismo tiempo recomienda y agradece a los agentes de
pastoral familiar, tanto a los Secretarios diocesanos como de los movimientos de
familia, el uso y la difusión de este valioso instrumento que viene
oportunamente al auxilio de una institución que todos queremos cada día más
fuerte y garante de una sociedad futura estable y armónica.
Quiera
Dios que este Catecismo del Matrimonio y la Familia ayude a padres de familia,
educadores y responsables de la Pastoral Familiar en la importante tarea que nos
ha sido encomendada al servicio de la familia y de toda la sociedad, que en la
familia tiene su fundamento.
Puerto Cabello, agosto 1997
+ Mons. Ramón Linares S.
Presidente Comisión de Familia
Conferencia Episcopal Venezolana,
Mons. Ramón Linares Sandoval
Obispo de Puerto Cabello
Presidente Comisión de Familia,
Conferencia Episcopal Venezolana
INTRODUCCIÓN
1.
El plan de Dios sobre la familia
1. ¿Qué enseña la Iglesia sobre la familia? La Iglesia enseña que la familia es uno de los bienes más
preciosos de la humanidad.
2. ¿Por qué es un bien tan precioso? La familia es un don tan precioso porque forma parte del plan
de Dios para que todas las personas puedan nacer y desarrollarse en una
comunidad de amor, ser buenos hijos de Dios en este mundo y participar en la
vida futura del Reino de los Cielos: Dios ha querido que los hombres, formando
la familia, colaboren con Él en esa tarea.
3. ¿Dónde están revelados los planes de Dios sobre el
matrimonio y la familia? En la Sagrada Escritura la Biblia
se narra la creación del primer hombre y de la primera mujer: Dios los creó a
su imagen y semejanza; los hizo varón y mujer, los bendijo y les mandó crecer
y multiplicarse para poblar la tierra (cf. Gen 1,27). Y para que esto fuera
posible de un modo verdaderamente humano, Dios mandó que el hombre y la mujer
se unieran para formar la comunidad de vida y amor que es el matrimonio (cf. Gen
2,19?24).
4. ¿Qué beneficios trae formar una familia como Dios, manda?
Cuando las familias se forman según la voluntad de Dios, son
fuertes, sanas y felices; hacen posible la promoción humana y espiritual de sus
miembros contribuyendo a la renovación de toda la sociedad y de la misma
Iglesia.
5. ¿Cómo ayuda la Iglesia a los hombres para que conozcan el
bien de la familia? La Iglesia ofrece su ayuda a todos
los hombres recordándoles cuál es el designio de Dios sobre la familia y el
matrimonio. A los católicos corresponde de modo especial comprender Y dar
testimonio de las enseñanzas de Jesucristo en este campo.
6. ¿Cómo es posible realizar plenamente el proyecto de Dios
sobre el matrimonio y familia? Sólo con la
ayuda de la gracia de Dios, viviendo de verdad el Evangelio, es posible realizar
plenamente el proyecto de Dios sobre el matrimonio y la familia.
7. ¿Por qué hay tantas familias rotas, o con dificultades?
¿Por qué a veces parece tan difícil
de cumplir la voluntad de Dios sobre el matrimonio? Adán y Eva pecaron desobedeciendo a Dios y desde entonces
todos los hombres nacen con el pecado original. Este pecado y los que comete
cada persona hacen difícil conocer y cumplir la voluntad de Dios sobre el
matrimonio. Por eso Jesucristo quiso venir al mundo: para redimirnos del pecado
y para que pudiéramos vivir como hijos de Dios en esta vida y alcanzar el
Cielo. Hace falta la luz del Evangelio y la grada de Cristo para devolverle al
hombre, y también al matrimonio y a la familia, su bondad y belleza originales.
8. ¿Qué consecuencias tiene para toda la sociedad no cumplir
el plan de Dios sobre la familia y el matrimonio? Cuando la infidelidad, el egoísmo y la irresponsabilidad de
los padres respecto a los hijos son las normas de conducta, toda la sociedad se
ve afectada por la corrupción, por la deshonestidad de costumbres y por la
violencia.
2.
Situación actual del matrimonio y la familia en nuestra sociedad
9. ¿Cuál es la situación de la familia en nuestra sociedad?
Los cambios culturales de las últimas décadas han influido
fuertemente en el concepto tradicional de la familia. Sin embargo, la familia es
una institución natural dotada de una extraordinaria vitalidad con gran
capacidad de reacción y defensa. No todos estos cambios han sido perjudiciales
y por eso el panorama actual sobre la familia puede decirse que está compuesto
de aspectos positivos y negativos.
10. ¿Qué aspectos positivos se notan en muchas familias? El sentido cristiano de la vida ha influido para que en
nuestra sociedad se promueva cada vez más: una conciencia más viva de la
libertad y responsabilidad personales en el seno de las familias; el deseo de
que las relaciones entre los esposos y de los padres con los hijos sean
virtuosas; una gran preocupación por la dignidad de la mujer; una actitud más
atenta a la paternidad y maternidad responsables; un mayor cuidado a la educación
de los hijos; una mayor preocupación de las familias para relacionarse y
ayudarse entre sí.
11. ¿Qué aspectos negativos encontramos en las familias de
nuestro país? Son muchos y todos ellos revelan las
consecuencias que provoca el rechazo del amor de Dios por los hombres y mujeres
de nuestra época. De modo resumido podemos señalar: una equivocada concepción
de la independencia de los esposos; defectos en la autoridad y en la relación
entre padres e hijos; dificultades para que la familia transmita los valores
humanos y cristianos; creciente número de divorcios y de uniones no
matrimoniales; el recurso fácil a la esterilización, al aborto y la extensión
de una mentalidad antinatalista muy difundida entre los matrimonios; condiciones
morales de miseria inseguridad y materialismo; la emergencia silenciosa de gran
número de niños de la calle fruto de la irresponsabilidad o de la incapacidad
educativa de sus padres; gran cantidad de personas abandonadas por falta de
familia estable y solidaria.
12. ¿Qué podemos hacer para que los signos negativos no
prevalezcan? La única solución verdaderamente eficaz
es que cada hombre y cada mujer se esfuercen por vivir en sus familias las enseñanzas
del Evangelio, con autenticidad El sentido cristiano de la vida hará que
siempre prevalezcan los signos positivos sobre los negativos, aunque éstos
nunca falten.
13. ¿Jesucristo nos dio algún ejemplo especial sobre la
familia? Sí, porque Jesucristo nació en una
familia ejemplar, Sus padres fueron José y María. Les obedeció en todo (cf.
Lc 2,5 1) y aprendió de ellos a crecer como verdadero hombre. Así pues la
familia de Cristo es ejemplo y modelo para toda familia.
14. ¿Esas enseñanzas son válidas para la familia de
nuestros días? Los ejemplos de la Sagrada Familia
alcanzan a los hombres de todas las épocas y culturas, porque el único modo de
conseguir la realización personal y la de los seres amados es crear un hogar en
donde la ternura, el respeto, la fidelidad, el trabajo, el servicio
desinteresado sean las normas de vida.
15. ¿Quiénes deben sentirse responsables de fortalecer la
institución familiar? Cada hombre es responsable dé una
manera u otra de la sociedad en que vive, y por tanto de la institución
familiar, que es su fundamento. Los casados, deben responder que la familia que
han formado sea según el designio de Dios; los que permanecen solteros, deben
cuidar de aquella en que nacieron. Los jóvenes y adolescentes tienen una
particular responsabilidad de prepararse para construir establemente su futura
familia.
I.
EL MATRIMONIO EN EL PLAN DE DIOS
3.
El matrimonio obra de Dios
16. ¿Cuál es el origen del matrimonio? El matrimonio ha sido establecido por Dios. La Biblia enseña
que Dios después de haber creado a Adán dijo: no es bueno que el hombre esté
solo. Hagámosle una compañera a él (Gn 2,18). Y añade: por eso dejará el
hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y vendrán a ser los dos
una sola carne (Gn 2,24). Así quedó fundada en el inicio de la humanidad el
matrimonio. Los bendijo Dios diciéndoles: creced, multiplicaos y llenad la
tierra (Gn 2,28).
17. ¿Cuál es el papel de la libertad en los que contraen matrimonio? Todo
hombre y mujer es libre para casarse o no, porque Dios no obliga a nadie a
contraer matrimonio, y éste no se constituye sin el libre consentimiento de los
novios. Pero una vez que se ha establecido la alianza conyugal, el hombre está
sujeto a sus leyes divinas por las que el matrimonio se rige, y a sus
propiedades esenciales.
18. ¿Por qué algunos afirman que el matrimonio es un invento
de los hombres? El carácter sagrado del matrimonio es reconocido en todas las
culturas, pero en los últimos tiempos se ha difundido una visión del
matrimonio sin referencia a Dios, como si fuera sólo una cuestión de leyes
civiles o un asunto privado entre un hombre y una mujer Esto lo dicen quienes no
conocen ni aman a Dios, y piensan que la religión no debe influir en sus vidas.
19. ¿Cómo influyen estos errores sobre el matrimonio en la
sociedad? La causa de esos errores es que las
personas se alejan de Dios. Cuando esto ocurre es difícil que se reconozca la
dignidad del matrimonio, y fácilmente se cae en la práctica de la infidelidad,
el divorcio, el amor libre y otras uniones ilícitas o irregulares. También el
amor matrimonial frecuentemente queda profanado por el egoísmo, el materialismo
y la anticoncepción.
20. ¿Influye esta conducta en la sociedad civil?
El alejamiento
personal de Dios y la ignorancia de la doctrina de Jesucristo influye en la
ruptura de gran cantidad de familias y constituye una de las causas más claras
de la decadencia y moral de toda la
sociedad.
4.
El amor humano
21. ¿Se puede decir que Dios creó al hombre para el amor? Sí. Dios creó al hombre por amor y para el amor. El amor por
tanto es la vocación fundamental y original de todo hombre.
22. ¿El amor radica sólo en el cuerpo? No. El amor humano también abarca al alma, porque el hombre
está llamado al amor en su totalidad: en el cuerpo y en el alma.
23. ¿Cómo puede el hombre realizar su vocación al amor? El hombre puede realizar su vocación al amor fundamentalmente
de dos modos: por el matrimonio y por la virginidad o el celibato asumido por
amor a Dios y servicio a los demás.
24. ¿Cuál de los dos modos es más perfecto? Cada hombre debe seguir su propia vocación y esa será la
mejor para él. Pero, la virginidad o el celibato por amor a Dios y servicio a
los demás, es más elevado porque está dirigido directa y exclusivamente a
Dios.
25. ¿Qué es lo esencial en el amor humano? El amor humano es una donación exclusiva y permanentemente de
los esposos, con los actos propios y exclusivos de ellos. Ese amor también
alcanza al núcleo íntimo, espiritual de la persona, y lo constituye
simplemente una manifestación biológica como sería el caso de los animales.
26. La donación total del hombre y la mujer ¿sólo es auténtica
en el matrimonio? La donación
total de un hombre y una mujer sólo es verdadero amor humano en el matrimonio.
Allí se dan las condiciones de estabilidad necesarias para la procreación y
educación de los hijos y para el crecimiento y despliegue del amor de los
esposos
27. ¿El amor humano es exclusivo del matrimonio? La plenitud del amor humano es el amor conyugal, que sólo se
puede realizar en la unión estable y permanente del hombre y la mujer. Pero
caben otras formas de amor humano, como la fraternidad, la amistad, la ayuda
solidaria hacia los necesitados, etc.
28. ¿Puede darse el amor auténtico, entre un hombre y una
mujer, fuera del matrimonio? Cuando hablarnos de "amor auténtico" entre un
hombre y una mujer, nos referimos sólo a aquel amor que se da de manera
exclusiva, fiel, fecunda y para siempre en el matrimonio Fuera del matrimonio sólo
hay falsificaciones del verdadero amor, porque al carecer de sus elementos
esenciales - que son la estabilidad, el verdadero compromiso y la fecundidad -
el amor deja de ser total y por tanto falso.
29. ¿No limita la libertad de los esposos excluir otros
posibles amores extramatrimoniales? No, porque la
verdadera libertad consiste en cumplir la voluntad de Dios y elegir el bien:
elegir la fidelidad a la palabra dada y a los compromisos adquiridos ante Dios y
ante el otro cónyuge La exclusividad del amor entre un hombre y una mujer
defiende a los hombres de los peligros del subjetivismo y del relativismo
respecto a un asunto tan importante como es la familia y el matrimonio
5.
Un amor perenne y exclusivo: Lo que Dios unió no lo separe el hombre
30. ¿Ha querido Dios que el matrimonio sea "uno con una
y para siempre"? Sí, porque al instituir el
matrimonio, Dios le dio unas características adecuadas a la naturaleza humana.
Desde el principio quiso que fuera una unión exclusiva y permanente de un
hombre con una mujer. Y Jesucristo mismo lo enseña con toda claridad: ¿No han
leído que al principio el Creador los hizo varón y hembra y les dijo: por eso
dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán los
dos una sola carne? Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto lo
que Dios unió no lo separe el hombre (Mt 19,4?6).
31. ¿Por qué desea Dios que esta unión sea estable y para
siempre? La unión estable y para siempre es
necesaria para que crezca el amor entre los esposos y para garantizar el bien y
la educación de los hijos.
32, ¿El amor se manifiesta en la fidelidad a las promesas? Dios mismo se ha referido a la alianza con su pueblo con
palabras de amor y fidelidad. Así como Dios ama a los hombres con un amor fiel
y sobrenaturalmente fecundo, de modo parecido, la íntima alianza conyugal de
vida y amor debe establecerse sobre el consentimiento irrevocable de los
esposos.
33. ¿El amor de los esposos debe comprometer su futuro? La donación física de los esposos sería un engaño si no
fuese también una donación auténtica y total de sus personas, incluso de su
futuro. Quien piensa ?por ejemplo? en la posibilidad futura de una nueva unión
"por si ésta no resulta" no se entrega totalmente, ni ama de verdad a
su cónyuge.
34. ¿Es posible vivir en nuestro tiempo la indisolubilidad
del matrimonio? La fidelidad y la indisolubilidad
matrimonial no es un sueño inalcanzable: así lo atestigua la experiencia de
innumerables familias de todos los tiempos: la fidelidad no ha pasado de moda.
Además es muy conveniente respetar la indisolubilidad porque: se basa en la
misma naturaleza del hombre y del amor conyugal; perfecciona la entrega mutua de
los esposos; hace posible la mejor educación para los hijos; asegura la
estabilidad mutua; favorece la búsqueda de la felicidad; se identifica la
pareja al plan original de Dios, confirmado y enseñado por Jesucristo.
35? ¿Es muy importante el testimonio de matrimonios estables
y fieles? Es muy importante que los jóvenes tengan
testimonios de familias unidas y estables. Es un modo de transmitir seguridad a
las jóvenes parejas y de mostrar el gran valor de la fidelidad matrimonial.
36. ¿Qué testimonio cristiano puede dar un esposo o esposa
injustamente abandonado? Los cónyuges injustamente
abandonados dan un importante testimonio cristiano de auténtica caridad cuando,
fruto de la fe y de la esperanza, no consienten en una nueva unión matrimonial
por fidelidad a Dios y a su cónyuge, aunque éste se comporte injustamente.
6.
Un amor casto y fecundo: los hijos, don de Dios
37. ¿Cómo se relacionan el matrimonio y la familia? El matrimonio es el fundamento de una comunidad de amor más
amplia que es la familia. El matrimonio y el amor conyugal son el cauce natural
para la procreación y la educación de los hijos. Éstos son la coronación y
plenitud del matrimonio.
38. ¿El matrimonio es sólo para el bien de los esposos? El amor matrimonial, que hace de los esposos "una sola
carne" es un gran bien para ellos, pero Dios les reserva bienes aún
mayores en los hijos, que son el fruto preciosismo de su amor. El amor conyugal
confiere a los esposos la gran dignidad de ser "cooperadores de Dios"
al transmitir la vida.
39. ¿Cuál es la dignidad de la procreación? La facultad de engendrar es una participación de los esposos
en el poder creador de Dios. Dios los llama a colaborar con Él en la creación
de cada nueva vida que viene al mundo. Así como llamamos a Dios Padre nuestro
con sentido pleno porque a Él le debemos el don de la vida, igualmente llamamos
padres a quienes nos han engendrado.
40. ¿Qué significado tiene la presencia de los hijos, en
cualquier matrimonio? Los hijos son signo viviente del
amor de los esposos, porque la autenticidad del amor conyugal lleva consigo que
su mutua entrega esté abierta a la transmisión de la vida. También son un don
excelente de Dios, que manifiesta así su bendición al amor de los esposos.
41. ¿Qué responsabilidad tienen los padres ante Dios por sus
hijos? Cada hijo supone una gran responsabilidad
de los padres porque deberán colaborar con Dios en la tarea de hacerlos no sólo
buenos ciudadanos en la tierra, sino también ciudadanos del Cielo. Esto también
se aplica a los hijos engendrados fuera del matrimonio, respecto los cuales los
padres tienen graves obligaciones de justicia.
42. ?¿Qué es la castidad matrimonial? La castidad matrimonial consiste en el recto uso de la
sexualidad en el matrimonio. Es una virtud que ayuda a conservar la juventud del
amor en cualquier etapa de la vida. No existe un amor humano auténtico si los
esposos no respetan el misterio de la sexualidad y lo orientan hacia la
fecundidad y la mutua entrega. Cuando la sexualidad se pervierte, la intimidad
se destroza y los esposos desvirtúan y degradan las manifestaciones más íntimas
de su amor.
43. ¿Qué es la paternidad responsable? Los padres conscientes de su gran responsabilidad ante Dios y
ante la sociedad, deben decidir en conciencia el número de hijos que pueden
tener y educar según sus circunstancias personales, En muchos casos, esta
decisión les llevará a planificar su familia con generosidad, porque pueden
mantener y sacar adelante una familia numerosa, y en otras a limitarla por
motivos graves e importantes: económicos, de salud, etc.
44. ¿Qué deben hacer los matrimonios que temen tener más
hijos? Los esposos que temen tener más hijos
deben examinar en la presencia de Dios los motivos de ese temor. Puede haber
circunstancias en que un nuevo hijo sea peligroso para la salud de la madre, o
motivo de dificultades económicas, etc., que hagan aconsejable distanciar o
incluso evitar definitivamente un nuevo embarazo, Pero también deben estar
atentos para que en sus vidas no se introduzca la comodidad o el egoísmo, que
terminarían afectando gravemente el amor de su matrimonio e incluso su
estabilidad. Nunca deben olvidar que el mayor bien para los esposos, junto con
la fidelidad, es transmitir la vida y los demás valores humanos y cristianos.
45. ¿Qué deben hacer los esposos cuando en conciencia, y
fruto de una prudente valoración,
estiman que deben distanciar temporal o definitivamente los hijos? Por motivos graves los esposos pueden abstenerse de tener
relaciones sexuales durante los días fértiles del ciclo femenino En la
actualidad, estos días se pueden saber con gran precisión usando los métodos
de control natural de la ovulación que toda mujer puede y debe conocer. La
abstinencia periódica de relaciones sexuales es natural en todo matrimonio y a
veces viene dada por las mismas circunstancias de la vida: trabajo exigente,
enfermedades, viajes, afanes comunes en la educación de los hijos, etc.
46. Para una persona honesta ¿cuáles son los modos
inaceptables del control de la
fertilidad? Son aquellos métodos que artificialmente
privan, al acto conyugal de la posibilidad de ser fecundo, como la esterilización
anticonceptiva, el uso de aparatos intrauterinos, sustancias espermicidas, píldoras
anticonceptivas preservativos, etc. La enseñanza de la Iglesia ha sido siempre
que los actos propios de los esposos deben estar "abiertos a la vida".
Particular gravedad tiene el crimen del aborto, donde las personas responsables
de cuidar al niño (la madre, los médicos, la autoridad pública) son quienes
le privan de la vida.
47. ¿Los esposos pueden usar estos métodos antinaturales
para evitar los hijos? Esos métodos antinaturales para
evitar los hijos son objetivamente contrarios al plan de Dios. Aunque existan
graves motivos para evitar un nuevo nacimiento, los esposos que recurren a estos
métodos antinaturales para evitar los hijos ofenden gravemente a Dios.
48. ¿Por qué es una ofensa a Dios usar los métodos
anticonceptivos artificiales? Los actos
conyugales son, por querer de Dios, el modo de expresar el amor de los esposos y
a la vez cauce para transmitir la vida. Es antinatural separar estos fines
propios del acto conyugal, desvirtuándolo, que es precisamente la acción
propia de esos procedimientos anticonceptivos. Por eso, tan ilícito es buscar
la unión de los esposos suprimiendo artificialmente la fertilidad como lograr
la fertilidad artificialmente mediante la fecundación in vitro, por ejemplo:
evitando la unión de los esposos.
49. ¿Qué diferencia hay entre practicar la anticoncepción
por métodos artificiales o
practicar la abstinencia de relaciones en los días fértiles? No es lo mismo La diferencia está en que, cuando los esposos
se abstienen de tener relaciones en días fértiles, respetan lícitamente los
ritmos de fertilidad que Dios mismo ha creado naturalmente, en la mujer. En
cambio, en la anticoncepción se abusa de la sexualidad destruyendo la
fertilidad masculina o femenina, y desvirtuando el acto conyugal al separar su
significado amoroso de su significado procreador.
50. ¿Por qué, a algunas personas, les parecen excesivas las
exigencias de la moral conyugal? Dios no pide
imposibles. El plan divino, tanto para la vida cristiana como para toda vida
verdaderamente humana, tiene una gran elevación moral que suele ser desconocida
en ambientes materialistas donde se busca exclusivamente el bienestar. La
Iglesia constantemente exhorta a todos a vivir la vida de los hijos de Dios, y a
superar con la ayuda de la gracia las dificultades que se puedan presentar.
51. ¿Cómo hacer para vivir digna y cristianamente la vida
matrimonial y familiar? Los esposos cristianos deben saber
que siempre cuentan con la ayuda de Dios. Deben esforzarse por conocer la
doctrina cristiana y formar su conciencia con criterios morales firmes. Y deben
acudir a la oración y a los sacramentos para fortalecer su voluntad y poder
vivir las exigencias de su vida matrimonial.
52. ¿Cómo explicar estos planteamientos a quienes no los
entienden? A estas personas hay que recordarles que
en estos planteamientos sobre la vida familiar y matrimonial está la clave de
la verdadera felicidad en su hogar. La verdad nos hace libres y felices. El
orden moral revelado por Dios nunca es algo mortificante ni angustioso, sino que
es una gran propuesta del Creador, que la Iglesia transmite a los hombres de
todos los tiempos, para que puedan vivir de modo acorde con su dignidad.
53. ¿Qué pueden hacer los esposos cristianos en favor de
otras familias? Los esposos cristianos pueden
ayudar mucho a otras familias si, junto al testimonio vivo de su propio hogar,
difunden los argumentos humanos y sobrenaturales sobre la estabilidad del
matrimonio y la paternidad responsable como el fundamento necesario para la
felicidad de toda la familia.
7.
La vocación matrimonial
54. ¿Qué significado tiene el matrimonio cristiano? El matrimonio expresa el amor de Dios por su pueblo, que es la
Iglesia. Así como Cristo se entregó en sacrificio por amor a la Iglesia y
permanece eternamente fiel a ella, del mismo modo los esposos se entregan uno al
otro totalmente, imitando el amor de Cristo.
55. ¿Es un bien recibir el sacramento del matrimonio? Es un gran bien recibir el sacramento del matrimonio en el
caso de los bautizados, porque es el único modo de santificar el amor humano
entre el hombre y la mujer.
56. ¿Qué bienes comunica el matrimonio a los esposos? El Señor infunde su gracia en los corazones de los esposos
para que cumplan los deberes propios de su estado: la fidelidad a sus promesas,
la procreación y educación de sus hijos, el sostenimiento mutuo en medio de
las alegrías y dificultades de su vida.
57. ¿Hay algo especial en el matrimonio entre los bautizados?
El matrimonio entre los bautizados es uno de los siete
sacramentos que instituyó Jesucristo. Esto quiere decir que es un camino de
santidad: Dios llama a los esposos a que ganen el Cielo satificándose en su
matrimonio y en su vida familiar. Saber que el matrimonio es una vocación
divina ayuda a defenderlo y a valorarlo adecuadamente respondiendo con
generosidad a la voluntad de Dios.
58. ¿Están casados un hombre y una mujer bautizados, que
viven juntos y no han recibido el
sacramento del matrimonio? Puede que estén casados ante el
juez por el matrimonio civil, pero no lo están delante de Dios. Aunque en el
lenguaje común se dice que "están casados", realmente no lo están
porque entre los cristianos el amor matrimonial sólo recibe la bendición de
Dios y se confirma con el sacramento del matrimonio.
59. ¿Qué deben hacer las personas que estén en esa situación?
Un hombre y una mujer que siendo católicos estén
viviendo juntos y quieran seguir viviendo así para siempre, deberían hablar
con el párroco o sacerdote católico más cercano y exponerle su situación y
procurar santificar su hogar con el sacramento del matrimonio.
Si quisieran celebrarlo, no deben temer el pequeño desembolso económico que
suponga la celebración; ni preocuparse aunque lleven muchos años viviendo así,
incluso con hijos mayores, o de otras uniones anteriores no sacramentales: lo
importante es que su hogar y su amor quede santificado y ellos tengan la
conciencia de haber cumplido la voluntad amorosa de Dios.
60. ¿Tiene mérito que un hombre y una mujer, aunque no hayan
recibido el sacramento del
matrimonio, vivan juntos guardándose fidelidad? Esa conducta tiene valor ejemplar. La
fidelidad es un gran valor humano y una gran virtud que hace posible el
despliegue auténtico de la personalidad y la felicidad familiar. Sin embargo,
si ese hombre y esa mujer que viven juntos son católicos su fe y amor a Dios
deben llevarlos, siempre que sea posible, a santificar su hogar con el
sacramento del matrimonio.
61. ¿,Por qué algunos tienen miedo de recibir el sacramento
del matrimonio? Algunas parejas que se guardan fidelidad, temen que si reciben
el sacramento del matrimonio, el cónyuge va a sentirse seguro de poseer al otro
y que eso puede ser el comienzo de problemas en su matrimonio. Sin embargo,
deben saber que ese temor es infundado cuando hay verdadero amor, ya que el amor
de los esposos y el Sacramento que santifica su hogar es el principio de la
bendición de Dios para su familia.
62. ¿Cómo se puede ayudar a estas personas a salir de su
equivocación? Estas personas deben saber que el
sacramento del matrimonio bendice el amor ya existente entre los esposos, les da
fuerzas para vivirlo, y reciben la ayuda divina y la bendición de Dios para
santificarse en su vida matrimonial.
II.
EL PLAN DE DIOS SOBRE LA FAMILIA
8.
Misión de la familia
63. ¿Cuál es la misión de la familia? La familia tiene la misión de revelar, custodiar y comunicar
el amor. Ese amor es el reflejo del Amor de Dios a los hombres y del Amor de
Cristo a su Iglesia Sólo en un ambiente amoroso puede el hombre aprender a
desplegar plenamente su personalidad y alcanzar la meta que Dios propone a todo
hombre: la santidad La familia es el medio querido por Dios para que los hombres
colaboren ordenadamente en su decreto Creador y Salvador.
64. ¿Cuál es la dignidad de la familia? Por su misión, por su origen y por su naturaleza es muy
grande la dignidad de la familia. En el plano meramente natural, por voluntad
expresa de Dios, es el fundamento de la sociedad ?y por eso merece especial
solicitud por parte de la autoridad civil ?. Pero además, es parte del
fundamento de la Iglesia y uno de los medios querido por Dios para realizar su
crecimiento.
65. ¿Cuál es la fuerza que unifica a la familia? La fuerza que unifica a la familia es el amor. El amor es
mucho más que un sentimiento. Los sentimientos son pasajeros, y están
relacionados con factores físicos, biológicos y emocionales que son cambiantes
El verdadero amor es estable, permanente y sacrificado. Es el amor lo que
convierte la mera convivencia en vida familiar.
66. ¿Cómo es el verdadero amor? El verdadero amor abarca la totalidad de la persona: tiende a
hacer a los esposos un solo corazón y una sola alma (Hch 4,32); es fiel y
exclusivo hasta la muerte; es fecundo, es abnegado. Es fruto de la caridad (cf.
1 Cor 13). Y debe crecer continuamente.
67. ¿Cómo se entiende el amor de los esposos desde una
perspectiva cristiana? Los esposos deben quererse con un
amor que también sea sobrenatural: porque se ven como un don de Dios del uno
para el otro y porque se reconocen mutuamente colmo hijos de Dios. De este modo
también en el matrimonio se puede vivir el culmen de la perfección que es la
caridad.
68. ¿Cómo
realiza la familia su misión? La familia
realiza su misión principalmente en cuatro áreas:
a) formando una comunidad de personas;
b) estando al servicio de la vida;
c) participando en el desarrollo de la sociedad;
d) participando en la vida y misión de la Iglesia.
9.
Formar una comunidad de personas:
a) La armonía familiar
69. ¿Qué se debe hacer para que la familia esté cada vez más
unida? Cada uno de los miembros de la familia,
especialmente los esposos, deben esmerarse en sus respectivos deberes con toda
responsabilidad, a costa de los sacrificios que sean precisos: el trabajo, la
educación de los hijos el cuidado de los ancianos y de los enfermos de la
familia etc. Los hijos también tienen su propia parte: cumplir sus deberes de
obediencia, docilidad, cariño y respeto por sus padres; y en el estudio y el
trabajo bien hechos.
70. ¿Cuales son las principales manifestaciones del amor
cristiano en la familia? Son muchas: el respeto, la
comprensión, el perdón mutuo, la paciencia, la ayuda mutua, el espíritu de
servicio y de sacrificio, etc. El amor en la familia se manifiesta sobre todo
por la renuncia y la abnegación para hacer amable la vida a los demás; en la
lealtad y la confianza; en el respeto y la comprensión. También en el espíritu
de servicio y la generosidad, porque así se supera el egoísmo y la comodidad,
que son fuentes de impaciencia y mal humor, verdaderos enemigos de la armonía
conyugal y familiar.
71. ¿Cuál es la principal manifestación del amor cristiano,
en relación a los esposos? La misión de la familia impone a
los padres una profunda y generosa dedicación por educar a los hijos. Faltan
gravemente a este deber los padres que por adquirir abundancia de bienes
materiales, por razones de trabajo, o por cualquier otro motivo, descuidan la
dedicación y la educación de sus hijos. Para la esposa, es necesario resaltar
la importancia que las tareas del hogar tienen en relación a la educación de
los hijos, la armonía familiar y la buena marcha de toda la casa. Cuando el
hogar está ordenado y limpio será el lugar donde todos los miembros de la
familia desearán descansar y compartir porque ningún otro sido les será más
agradable.
72. ¿Qué se puede hacer cuando hay divisiones en la familia?
La unión familiar debe preservarse con sacrificio y
generosidad porque es un gran bien. Para ello, todos deben fomentar las
disposiciones de comprensión mutua, tolerancia, el perdón de 1as ofensas y la
reconciliación.
73. ¿Qué medios tenemos los cristianos para fomentar la unión
en la familia? Además de los dichos anteriormente se pueden señalar: la
oración, acudir al sacramento de la Confesión para buscar la reconciliación
con Dios, y la recepción frecuente y con las debidas disposiciones del
sacramento de la Eucaristía, fuente de amor y de unidad.
74. ¿Es causa de división, en el seno de la familia,
considerar a la mujer inferior al hombre? Sí,
porque en la familia y en el matrimonio tanto la mujer como el hombre tienen un
papel principal e igualmente importante, con las características propias de
cada sexo.
75. ¿,Qué Puesto tiene la mujer en la familia? La mujer tiene un puesto esencial en la familia: de ella
depende en gran parte la educación de los hijos, la transmisión de la fe, la
armonía familiar y el tono y la marcha de todo el hogar. No son cristianas las
posturas machistas que pretenden relegar a la mujer a un nivel inferior al
esposo. La Iglesia ha puesto de relieve en numerosas ocasiones la dignidad de la
mujer.
b) La dignidad de la mujer
76. ¿Tienen igual dignidad la mujer y el varón? En nuestro tiempo ha crecido significativamente la conciencia
de la igual dignidad de la mujer adecuada promoción y del varón, aunque en la
práctica muchas veces se la desconoce y violenta. La adecuada promoción de la
mujer exige que sea reconocido públicamente, entre otras cosas, el valor
insustituible de su función materna y familiar. La sociedad debe estructurarse
de tal manera que las esposas y madres no sean de hecho obligadas a trabajar
fuera de su casa.
77. ¿Qué se opone a la dignidad de la mujer? Se oponen las actitudes machistas y la frecuente mentalidad
que ve a la mujer como una cosa objeto de compraventa, al servicio de intereses
egoístas y como instrumento de placer. La primera víctima de esa mentalidad es
la misma mujer. Estas actitudes también producen frutos muy negativos
especialmente en los niños y en los adolescentes.
78. ¿Qué actitud debe tener el varón en el hogar? Debe tener una actitud de respeto y consideración por su
mujer; asumir su papel insustituible en la educación de sus hijos; evitar un
excesivo autoritarismo, y dar testimonio del vida cristiana más con su ejemplo
que con sus palabras.
79. ¿Cómo puede la mujer fomentar el reconocimiento de su
dignidad ante los demás? Lo hace cuando se comporta con la sencillez y la elegancia que
proporciona el pudor y el recato. Si su modo de vestir, su comportamiento y sus
palabras son verdaderamente femeninos, contribuirá significativamente a elevar
el tono humano de quienes la rodean.
Siempre deberá tener en cuenta que existen propagandas,
determinadas modas y actitudes que tienden a convertirla en un objeto sexual al
servicio del hombre. Frente a esto cualquier ser humano debe rebelarse, pero
especialmente las mismas mujeres.
c) Niños y ancianos
80. ¿Qué deben encontrar los niños en sus familias? Los niños necesitan protección, cuidado y educación para
poder desarrollarse humana y espiritualmente como ciudadanos y como cristianos.
La acogida, la estima, el amor y el cuidado de los niños es una característica
de la vida cristiana,
81. ¿Cuál es la dignidad de la tarea educativa de los niños?
Formar bien el alma de un joven, o educar a un niño es una de
las tareas más trascendentales que puede realizar una persona. Es algo
especialmente bendecido por Dios. Educar a los niños puede suponer grandes
sacrificios por 1as circunstancias complejas de la sociedad y por la paciencia
que deben tener los padres. Pero vale la pena; Cristo asegura que todo lo que
hicimos con sus hermanos más pequeños, con Él mismo lo hicimos (cf. Mt
25,40).
82. Si fuera el caso, ¿Qué deben hacer los padres para
ayudar a los hijos tenidos fuera del
matrimonio? Es un deber de justicia que se
responsabilicen de su educación y cuiden lo mejor que puedan de ellos. Y con el
ejemplo de su rectificación inculcarles el modelo de familia al que aspira
cualquier hijo. Esos hijos no deben seguir la conducta de los padres sino más
bien intentar formar una familia ejemplar, con la ayuda de Dios. Los niños
tienen el derecho a nacer en una familia bien constituida y se les causa una
grave injusticia cuando se les engendra fuera del matrimonio, quedando muchas
veces privados de la custodia y presencia de alguno de sus padres.
83. ¿Se puede decir que ha fracasado un matrimonio que no
tenga, hijos? Cuando la procreación es imposible por
enfermedad u otras causas, el matrimonio no pierde su valor. El amor de los
esposos debe seguir creciendo para desbordarse en otros servicios a la sociedad,
en tareas educativas, en ayuda a otras familias o a niños necesitados o
impedidos, Además, siempre podrán adoptar a otros niños abandonados o
carentes de familia.
84. ¿Cómo se deben cuidar a los ancianos en la familia? Los ancianos tienen el tesoro de la experiencia y la sabiduría
de la vida; pueden ser una fuente de unión para toda la familia. Atenderlos en
sus necesidades materiales y espirituales es una gran obra de caridad y un deber
de piedad para los hijos y demás miembros de la familia.
85. ¿Y cómo deben tratarse a los enfermos? Debemos tratar a los enfermos de la familia como nos gustaría
que nos trataran a nosotros. Debemos atenderlos, cuidarlos, y si fuera el caso
procurarles los auxilios espirituales necesarios a tiempo para que lleguen
dignamente al encuentro con Dios.
86. Todas estas tareas con los niños, ancianos y enfermos ¿son
un obstáculo para la
realización personal de los demás miembros de la familia? Todo lo contrario. Esas tareas son una fuente de humanidad
para todos los miembros de la familia. El primer lugar para vivir y
desarrollarse como personas es la familia. Aplicarnos en esas tareas es vivir el
mandato de la caridad, que empieza con la propia familia, y dedicar nuestros
mejores esfuerzos a ellos es un camino de santidad.
10.
El servicio a la vida
a) Custodiar la vida
87. ¿Cuál es la tarea fundamental de la familia? La tarea fundamental de la familia es ponerse al servicio de
la vida. Los esposos realizan la bendición de Dios desde el comienzo del mundo:
"Creced y multiplicaos. Llenad la tierra" (Gen 1,28).
88 ¿Qué valor tiene la fecundidad en el matrimonio? La fecundidad es el fruto y el signo del auténtico amor
conyugal. Es testimonio vivo de la entrega de los esposos. El cultivo del amor
conyugal tiende a capacitar a los esposos para cooperar con fortaleza y
generosidad con el Creador, en el aumento y enriquecimiento de la familia
humana.
89. ¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia respecto a la
fecundidad en el matrimonio?
Esta doctrina no ha cambiado en nada. Hay una unidad
perfecta en las enseñanzas de los Concilios y los Papas de todos los tiempos.
Así se comprueba también por el Magisterio eclesiástico emanado del Concilio
Vaticano II, del Papa Pablo VI y de Juan Pablo II. La doctrina de la Iglesia
siempre ha sido la misma, porque no tiene otra doctrina que la de Jesucristo,
que es siempre actual.
90. ¿Cómo se puede resumir la doctrina de la Iglesia sobre
la fecundidad en el matrimonio? Esta enseñanza
puede resumirse diciendo que el amor conyugal debe ser plenamente humano
exclusivo y abierto a la vida.
91. ¿Son justas las leyes que regulan el aborto en algunos países?
Esas leyes son gravemente criminales El
aborto es un crimen horrendo porque consiste en quitar la vida a una criatura
inocente e indefensa. Este crimen se hace aún más grave por el hecho de que lo
autorizan y realizan justamente aquellas personas que debieran cuidar al niño:
sus padres, los médicos, los legisladores, las autoridades. Ese pecado se
agrava además porque esas criaturas son privadas del Bautismo y de otros dones
sobrenaturales.
92. ¿Se puede provocar el aborto para evitar que nazca un niño
anormal? Nunca es lícito privar de la vida a un
inocente. Eliminar a un niño enfermo el un acto criminal e inhumano y un
fracaso de la medicina. Sólo Dios es dueño de la vida. No se puede dar la
muerte a una criatura por el hecho de que sea enfermo o se sospeche alguna
anormalidad. Es una gran injusticia
93. A veces se dice que hay que procurar el aborto para salvar
la vida de la madre ¿qué se
debería hacer en esos casos? La medicina
cada día está más adelantada. El deber de los médicos es intentar salvar la
vida de ambos. No es lícito nunca matar a un niño directamente para salvar la
vida de la madre. Si en el esfuerzo por salvar ambas vidas falleciera la madre o
el hijo no habría ningún delito.
94. ¿Se pueden tomar medicinas o realizar operaciones que
puedan causar indirectamente la
muerte de un niño no nacido? En enfermedades
graves, si no hay otro tratamiento, es lícito tomar medicinas que pudieran
causar accidentalmente algún daño o la muerte al feto, siempre que no se
busque directamente ese efecto. Se trata de casos muy excepcionales sobre los
que conviene aconsejarse preguntando siempre al sacerdote y a médicos católicos
experimentados y con doctrina segura.
95. ¿Se pueden tomar productos o seguir tratamientos que
causen la esterilidad? En algunos casos, por razones de
enfermedad, pueden necesitarse medicinas o tratamientos médicos o quirúrgicos
que causen la esterilidad temporal o perpetua. En estos casos debe haber
proporcionalidad entre la gravedad de la enfermedad que se desea tratar y la
consecuencia de producir la esterilidad a una persona.
96. ¿Qué criterio moral existe sobre los dispositivos
intrauterinos o medicinas que hagan
directamente infecundo el acto conyugal? Esos
medios son siempre contrarios a los fines propios del matrimonio, y por tanto
son ilícitos moralmente. Además, muchas veces esas drogas y siempre los
dispositivos intrauterinos, tienen efectos abortivos precoces y no son sólo
anticonceptivos.
97. ¿Qué criterio moral tiene la fecundación artificial,
los "bebés probeta"? Los "bebés probeta" y
todas las prácticas que rodean esa tecnología ?alquiler de madres, congelación
de embriones, etc.-, son gravemente inmorales por la manipulación de los
gametos que ambos esposos aportan para concebir el niño así como por el
elevado número de pérdida de vidas humanas que comportan, y por su
inhumanidad. Esto atenta contra la dignidad de los esposos, la dignidad de la
procreación, y la dignidad de la criatura, que tiene derecho a ser concebida
por sus padres de modo humano y amoroso.
b) Políticas demográficas
98. ¿El Estado debe tomar medidas de protección de la
familia? El Estado debe crear el ordenamiento jurídico
y social necesario para que la familia pueda desarrollarse convenientemente.
99. ¿Pueden los Estados imponer políticas demográficas? El Estado debe garantizar el bien común y el desarrollo de
los ciudadanos en todas sus dimensiones ?no sólo en la económica, y de modo
especial la familiar. En este sentido puede dar orientaciones demográficas
siempre que respete el ordenamiento propio de la familia y la dignidad de cada
persona.
100. ¿Existen en la actualidad políticas demográficas que
atenten contra los derechos la
dignidad de las personas? Como han señalado los obispos, en
Latinoamérica existe un "imperialismo anticonceptivo" que promueve
campañas descaradas de control de la natalidad y esterilización. En numerosos
países hay leyes que permiten el aborto y el infanticidio. Hay Estados que
imponen el número de hijos a las familias. Todos estos hechos son verdaderos
abusos que atentan contra la dignidad del hombre, contra su libertad y contra la
familia.
101. ¿Puede una política demográfica sustituir las
decisiones de los esposos? Sería una intromisión tiránica
que el Estado impusiera a los esposos lo que sólo ellos pueden decidir: el número
de hijos. La Iglesia condena toda forma de intromisión en la vida familiar, y
es garante de la libertad de los esposos en sus decisiones libres y responsables
sobre el número de hijos.
102. ¿Hay peligro de que se acaben los recursos para
alimentar la población del mundo? No está
demostrado que el crecimiento de la población sea un peligro para el resto de
la humanidad. Quienes así piensan adoptan una actitud egoísta en la medida que
quieren privar a otros, de los bienes de la Creación que ellos disfrutan. La
experiencia de la historia demuestra que el crecimiento de la población
estimula y fomenta el progreso humano, aun en los aspectos económicos.
103. ¿Qué hacer para adecuar el desarrollo del mundo al plan
de Dios? El mundo será más humano y cristiano en
la medida en que cada uno acoja en, su corazón el mensaje del Evangelio. La
fidelidad a la doctrina sobre la familia y el matrimonio, según la enseñanza,
de Jesucristo y de la Iglesia, es uno de los aspectos básicos para poder
edificar una sociedad verdaderamente justa y humana.
11.
La participación en el desarrollo de la sociedad
a) Principales derechos de la familia
104. ¿Qué servicios presta la familia a la sociedad? Además del servicio a la vida, de la educación de los hijos
y ser escuela de amor, la familia debe producir en la sociedad abundantes frutos
de caridad, unión, servicio, fraternidad. Por ejemplo: la ayuda a otras
familias, la adopción desinteresada de niños sin hogar, la atención a
ancianos minusválidos enfermos, drogadictos, encarcelados, etc. La familia además
es escuela de trabajo desinteresado y vínculo entre las generaciones.
105. ¿En el plano político que pueden hacer las familias? Las familias deben ser las primeras en procurar que las leyes
y las instituciones del Estado sostengan y favorezcan positivamente los derechos
y los deberes de la familia
106. ¿Qué derechos deben garantizar el Estado a las
familias? Todo Estado debe garantizar a las familias los
siguientes derechos: a existir y progresar como familia; a ejercitar su
responsabilidad en la transmisión de la vida; a educar a los hijos a la
intimidad de la vida familiar; a la estabilidad del vínculo matrimonial; a
creer, profesar y difundir su propia fe; a educar conforme a sus propios valores
religiosos, culturales, etc.; a la seguridad física, social, política y económica;
a la vivienda adecuada y digna; a la libertad de expresión; a crear
asociaciones de familia; a proteger a los menores contra las drogas, el
alcoholismo, la pornografía, etc.; al descanso y al tiempo libre que favorezca
los valores familiares; a una vida y muerte dignas para los ancianos; a emigrar
libremente.
107. ¿Qué actitud debe tener el Estado frente a la familia? El Estado debe garantizar los derechos de las familias y
fomentar y favorecer sus legítimas iniciativas. Las autoridades públicas,
convencidas de que el bien de las familias constituye una parte indispensable
del bien común de toda la sociedad, deben hacer lo posible para promover
aquellas ayudas económicas, sociales educativas, políticas culturales, etc.,
necesarias para su desarrollo y estabilidad.
b) La educación de los hijos: los padres, primeros educadores
108. ¿Quiénes son los primeros educadores? La Iglesia, defendiendo los derechos de la familia, siempre ha
enseñado que los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos,
109. ¿Por qué son los padres los primeros educadores? El derecho de educar a los hijos es algo íntimamente ligado a
la transmisión de la vida, porque entre padres e hijos: se establece una relación
de amor insustituible que no puede ser delegada ni usurpada por nadie.
110. ¿Por qué la educación fundamental de los hijos no debe
ser sustituida por otras
instituciones o personas? Porque nadie podrá igualar el amor
de los padres que los capacita para educar con dulzura, constancia, bondad, afán
de servicio, desinterés y espíritu de sacrificio a sus hijos. Y porque es un
derecho primario que los padres orienten, en sus líneas generales, los
principios que deben sustentar la educación de sus hijos.
111. ¿Qué aconseja la Iglesia a, los padres en relación con
la educación de los hijos? Los padres deben formar a sus hijos
con confianza y valentía en los valores esenciales de la vida humana. Deben
enseñarles además los principios de la fe cristiana. Los hijos deben crecer en
espíritu de libertad frente a los bienes materiales, adoptando un estilo de
vida sencillo y austero, convencidos de que el hombre vale más por lo que es
que por lo que tiene.
112. ¿Qué virtudes sociales convendrán estimular en los
hijos? Los padres deberán educar sus hijos en el
clima propio de virtudes que les hagan solidarios con los demás: la
generosidad, el desprendimiento, la compasión, el trabajo realizado con el espíritu
de servicio, y sobre todo, la caridad. El egoísmo es el enemigo de toda relación
con otras personas.
c) Educar la sexualidad
113. ¿Hay que educar la sexualidad de los hijos? La sexualidad debe ser educada del mismo modo que se educan
otros aspectos de la vida de los jóvenes, pero con sus particularidades
propias: debe entenderse como educación para el amor, para la entrega; que
facilite a los jóvenes la comprensión de la belleza y la trascendencia del
amor conyugal en el matrimonio, la grandeza de la misión de la familia. La
educación de la sexualidad no puede separar los aspectos biológicos de los
aspectos afectivos, morales y espirituales.
114. ¿A quién corresponde la educación sexual? En primer lugar le corresponde a los padres, que por conocer
bien a sus hijos, saben cuál es el mejor momento y el modo para explicarles
todo lo relativo a esta materia. Esta es la mejor educación personalizada, que
además garantizará el pudor y la delicadeza de sus enseñanzas. La escuela
puede cooperar con los padres pero nunca sustituirlos. Los padres deben conocer
y autorizar los conceptos que reciban sus hijos en la escuela, particularmente
en esta materia.
115. ¿Qué opinión merecen los programas educativos que
proponen una simple
información fisiológica o biológica en esta materia? Esos programas lesionan la formación de los adolescentes en
la medida en que estén separados de los principios morales. Deben estimular a
vivir lis virtudes humanas que llevan a un dominio de si mismo y fomenten el
verdadero amor y la castidad.
116. ¿Atenta la práctica de la castidad contra la libertad? De ningún modo, porque la castidad es una virtud que orienta
el recto uso de la sexualidad, y su vivencia suele variar según las
circunstancias en cada etapa de la vida. En la adolescencia debe ser educada, ya
que la corrupción de costumbres comienza frecuentemente por el abuso de la
facultad de engendrar, que debe ser orientada hacia el amor, la vida y la
fecundidad. De la misma manera que en otras materias los padres y los educadores
no tratan a sus hijos o alumnos como animales, tampoco deben hacerlo en este
tema. Plantear los aspectos relativos a la sexualidad separados de los valores
específicamente humanos y cristianos, lleva a un comportamiento animal, indigno
de la condición de hombres y mujeres.
117. ¿Deben estar atentos los padres sobre estos aspectos de
la educación sexual de los hijos? Sí, porque Dios
les ha encargado la tarea de formar a sus hijos como hombres cabales y como
cristianos. Descuidar este aspecto sería faltar a un grave deber y dejarlos,
hoy en día, a merced del ambiente de libertinaje que se propaga en nuestro
tiempo.
12.
La participación en la vida de la Iglesia
a) Función religiosa de la familia
118. ¿Cuál es la misión de la familia en la Iglesia? La familia está llamada a edificar el Reino de Dios y a
participar activamente en la vida y misión de la Iglesia Los miembros de la
familia, enseñados por la Palabra de Dios, confortados con los sacramentos y
los auxilios de la gracia, e irradiando el espíritu del Evangelio, vienen a ser
una pequeña porción viva de la iglesia.
119. ¿Qué relación tiene la familia con la fe? La Iglesia siempre ha enseñado que la familia cristiana es
una comunidad creyente y evangelizadora, que testimonia la presencia salvadora
de Cristo en el mundo a través de la unidad y fidelidad de los esposos, y la
conservación y transmisión de la fe a los hijos.
120. ¿Por qué se dice que la familia es evangelizadora? En la familia los padres deben comunicar el Evangelio a los
hijos, pero también pueden recibirlo de ellos. La familia debe transmitir la fe
a otras familias y a los ambientes donde se desenvuelve su vida ordinaria.
121. ¿Cómo se puede concretar la evangelización en la
familia? Los padres deben dar ejemplo con
naturalidad de cómo vivir la vida y las tradiciones cristianas. Los hijos deben
saber que sus padres tratan a Dios todos los días, que procuran recibir los
sacramentos con frecuencia y asistir a la Santa Misa los domingos y otras
fiestas. Que veneran al Papa y a la jerarquía de la Iglesia. También
evangelizarán con su ejemplo y su palabra, transmitiendo los valores humanos y
cristianos: el amor al trabajo, el sentido de responsabilidad, el respeto a los
mayores y al buen nombre de los demás; el amor a la verdad, la sinceridad, la
vida sencilla, austera y limpia; el saber compartir con los demás los bienes
que tenemos, el ser agradecidos con Dios por todo, etc.: porque todas esas
virtudes las vivió Jesucristo.
122. ¿Cómo pueden las familias contribuir socialmente a la
evangelización? Las familias son testimonio y
fermento de vida cristiana en la sociedad en la medida en que los esposos viven
bien las exigencias de su vocación matrimonial. Ese clima de amor y generosidad
cristiana facilitará prestar ayuda espiritual o material a otras familias que
lo necesiten. También pueden hacerse presentes en las actividades propias de la
pastoral evangelizadora de la Iglesia a través de las parroquias o movimientos
apostólicos.
123. ¿Debe aprenderse el Catecismo en la familia? Los padres son los primeros iniciadores de la fe en sus hijos.
Deben enseñarlos a rezar y comenzar a explicarles las principales verdades
contenidas en el Catecismo. La parroquia o la escuela perfeccionara más tarde
esa enseñanza. Lo que los padres enseñan en la infancia, tiene una gran
importancia para la vida futura de los hijos.
124. ¿Es necesario orar en familia? Jesucristo nos enseñó que "cuando hay dos o tres
congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 17,19).
Alabar a Dios, darle gracias y pedirle sus dones forma parte esencial de la vida
de una familia cristiana.
125. ¿Qué motivos tenemos para orar en familia? Los motivos son las mismas circunstancias ordinarias de la
vida que debemos y podemos referir a Dios: estar juntos en alegrías y dolores;
esperanzas y tristezas; nacimientos y cumpleaños; aniversarios de bodas;
viajes, alejamientos y regresos; momentos importantes; fallecimiento de personas
queridas, etc.
126. ¿Quiénes deben iniciar a los hijos en la vida de oración?
Los padres son los principales educadores
en la oración. Deben enseñar a sus hijos a orar y a tratar a Dios en ocasiones
ordinarias de la vida: al acostarse y al levantarse; antes y después de las
comidas; a dar gracias por los beneficios; en la asistencia a la Misa dominical;
a celebrar los misterios cristianos: Navidad, Semana Santa, etc.; la celebración
de las fiestas de Jesucristo, de la Virgen y de algunos Santos; a orar por las
necesidades espirituales y materiales de los demás; etc. La principal educación
para la oración será siempre el testimonio de los padres.
127. ¿Qué otras oraciones pueden ejercitarse en la familia? El rezo y la meditación del Santo Rosario, principalmente en
familia, han sido especialmente recomendados como una de las más excelentes
oraciones para conservar su unidad.
128. ¿Qué otras devociones se pueden practicar en las
familias? La presencia de imágenes piadosas en los
principales sitios de la vivienda: el crucifijo, imágenes de la Virgen; la
imposición del escapulario. En Venezuela hay una costumbre muy cristiana, que
es la bendición que piden los hijos a los padres. A la petición de la bendición
por los hijos, los padres contestan: "que Dios te bendiga". Es una
costumbre que muestra la devoción por los padres y parientes mayores, y que
tiene una honda raíz cristiana. Debemos mantenerla y propagarla.
b) Gracia de Dios y sacramentos
129. ¿El sacramento del matrimonio confiere la gracia de Dios
para toda la vida
matrimonial? El sacramento del matrimonio, recibido con
las debidas disposiciones, confiere la gracia de Jesucristo que ayudará a los
esposos a santificarse en todas las circunstancias de su vida conyugal, porque
Dios no nos abandona nunca en nuestra vocación, y el matrimonio es una vocación,
un camino hacia la santidad.
130. ¿Qué relación existe entre Eucaristía y Matrimonio? En la Eucaristía el mismo Jesucristo se entrega como
alimento, vivificando espiritualmente a los esposos y asemejándolos a Él. La
Eucaristía es el sacrificio de la Nueva Alianza, alianza que encarnan los
esposos entre sí en la vivencia cristiana de su matrimonio. Además, la
Eucaristía es fuente de caridad y vínculo de unidad, virtudes muy necesarias
para la estabilidad y armonía de toda la familia.
131. ¿Qué relación hay entre el sacramento de la Penitencia
y el Matrimonio? Los esposos y los demás miembros
de la familia deben recibir él sacramento de la Penitencia cuando en sus vidas
esté presente el pecado o cuando quieran crecer en el fervor y en el amor de
Dios. La Confesión es fuente de purificación y de fortaleza, necesaria para
afrontar las dificultades de la vida conyugal.
b) La preparación para el matrimonio
132. ¿Por qué es necesaria una preparación para el
matrimonio? En otros tiempos la preparación para el
matrimonio no era tal necesaria porque las jóvenes parejas se hallaban como
protegidas por un ambiente naturalmente cristiano, que las defendía En nuestro
tiempo se ha dado un cambio cultura fuertemente opuesto al matrimonio y a los
valores familiares, y es necesario que los jóvenes aprendan a defender y asumir
con responsabilidad su compromiso matrimonial. La verdadera preparación al
matrimonio se inicia en la propia familia, que es la primera formadora de los
valores humanos y cristianos. Allí se inicia el conocimiento y el respeto de la
dignidad del hombre y de la mujer y la grandeza del matrimonio y la familia.
Durante el noviazgo debe continuar esa formación que permita a los novios
cultivar el conocimiento mutuo y la aceptación y el respeto a las ideas,
sentimientos y modos de ser del futuro cónyuge.
133. ¿Qué otros aspectos abarca la preparación para el
matrimonio? Esa preparación requiere un camino
suficientemente largo para que los novios lleguen a la boda con la requerida
disposición para la entrega total del uno al otro, que se perfeccionará después
durante la vida conyugal. Si el noviazgo no persigue ese objetivo, las
expresiones de intimidad que serían propias de los esposos, en el noviazgo son
sólo debilidades. Parte importante de la preparación para el amor conyugal y
el matrimonio está en el respeto que los novios deben tenerse mutuamente Ese
respeto en el noviazgo abarca: las ideas, los modos de ser, la intimidad, los
cuerpos y los sentimientos. Ese respeto es una señal de verdadero amor,
destinado a crecer y fortalecerse en el matrimonio.
134. ¿Exige la iglesia a los novios cierta preparación para
recibir el sacramento del
matrimonio? En mucho sitios la Iglesia pide a los
novios que van a contraer matrimonio, que participen de un "Curso
prematrimonial". En él se deben tratar los aspectos humanos, doctrinales y
espirituales que cualquier matrimonio cristiano debe conocer. Los novios deben
ver en este curso prematrimonial no sólo un requisito para su boda, sino una
ayuda que les facilita recibir digna y provechosamente el sacramento.
135. ¿Qué se debe decir a quienes afirman que las parejas
deben tener relaciones íntimas
previas al matrimonio? Esas relaciones sexuales, llamadas
prematrimoniales, no son una preparación para el matrimonio, sino un pecado
grave y un abuso de la sexualidad. Muchas veces esas relaciones son efecto de la
debilidad, de un enamoramiento romántico, o sentimental, que está muy lejos
del verdadero amor. Los novios, como aún no son esposos y no se pertenecen, no
tienen derecho a esa intimidad que puede afectar gravemente su amor y también
los derechos de otras personas, y en concreto los del hijo que fruto de esas
relaciones puedan concebir. Por otra parte es muy sabido que las relaciones
prematrimoniales con frecuencia destruyen el noviazgo y otras muchas veces
preparan la infidelidad extraconyugal.
136. La preparación para el matrimonio que proporciona la
Iglesia ¿tiene otros motivos?
A veces se acude al matrimonio con falta de libertad,
o forzando una situación que requeriría, un tiempo de prudente espera, que la
preparación previa puede ayudar a discernir. El embarazo, como fruto de
relaciones prematrimoniales, puede ser una de las causas que apresure
irresponsablemente la boda en parejas que aún no están preparadas ni física,
ni emocional, ni espiritualmente para ello. Las estadísticas demuestran que los
matrimonios de adolescentes suelen terminar en divorcios muy pronto: tanto más
pronto cuanto más jóvenes se casaron.
137. ¿Que hacer para evitar esas situaciones? Los novios deben evitar las ocasiones en que puedan darse
relaciones prematrimoniales, permanecer solos mucho tiempo, o en lugares
aislados, así como las manifestaciones de ternura que serían propias de los
esposos, pues no sólo deben evitar las relaciones íntimas, sino que tampoco
deben iniciarlas. Deben saber resistir las presiones del ambiente que impulsan a
los novios a vivir como si fueran personas casadas. Y saber que el esfuerzo por
vivir limpiamente su amor tendrá la garantía de su duración. Además, siempre
hay que pensar que Dios no pide imposibles, y que el noviazgo se puede vivir
limpiamente con la ayuda de su gracia, frecuentando los sacramentos y siendo
amigos de Dios.
c) La celebración del matrimonio
138. ¿Qué características debe tener la celebración del
matrimonio? El matrimonio cristiano requiere una
celebración litúrgica que exprese ante la Iglesia, representada ante unos
testigos, la naturaleza sacramental de la alianza conyugal que establece. Los
esposos deben saber que expresan las promesas de su alianza ante el mismo
Jesucristo representado por el ministro de la Iglesia y los testigos que asisten
al matrimonio. La ceremonia de la boda se lleva a cabo una vez aclarado que no
existen impedimentos, que dicho acuerdo se realiza responsable y libremente, que
se expresa con claridad el consentimiento que realiza la alianza conyugal, y que
se observan las formas establecidas por la Iglesia con una ceremonia sencilla y
digna.
139. ¿Qué manifiesta la celebración matrimonio cristiano? El matrimonio cristiano manifiesta de modo público que los
esposos ? aquel hombre y aquella mujer ? han sido llamados por Dios para
establecer libremente una comunidad de vida y de amor que debe ser un camino
hacia la santidad En él, se ceden mutuamente el derecho sobre sus cuerpos para
realizar los actos propios de la generación y educación de sus hijos. Este
derecho es perpetuo y sólo exclusivo de ellos.
e) Situaciones irregulares y difíciles en las familias
140. ¿Cuáles son las principales situaciones irregulares en
la familia? Las principales situaciones irregulares
que contradicen el plan de Dios sobre la familia son: el llamado
"matrimonio a prueba"; las uniones libres; los católicos unidos sólo
por el matrimonio civil; las personas separadas o divorciadas no casadas de
nuevo; las personas divorciadas y vueltas a casar; los privados de familia.
141. ¿Qué es el "matrimonio a prueba"? Se llama así a la cohabitación de una pareja que prueba su
compatibilidad durante un tiempo, pensando en la posibilidad de contraer
posteriormente un enlace definitivo Propiamente hablando, esta
"prueba" no se trata de un matrimonio, porque en él se prevé la
posibilidad de una futura ruptura; y esto es incompatible con el verdadero
matrimonio.
142. ¿Qué son las uniones libres? Son uniones constituidas por un hombre y una mujer que deciden
vivir juntos, sin ningún tipo de compromiso entre ellos. Estas situaciones
pueden ser fruto de determinadas circunstancias económicas o culturales; de la
inmadurez afectiva y sicológica de la pareja, o consecuencia de la búsqueda
desordenada del placer. En todo caso estas uniones reflejan una gran inmadurez
humana, porque indican que no se es capaz de asumir el compromiso de formar una
familia.
143. ¿Cómo es posible evitar esas situaciones? Es necesario averiguar las causas en cada caso para ponerles
remedio. En general, es preciso promover la educación de los jóvenes mostrando
los grandes bienes de la fidelidad, del matrimonio y de la familia, y la
conveniencia de construir hogares estables.
144. ¿Cuál es la situación dentro de la Iglesia de los católicos unidos
en matrimonio civil? Hay que distinguir dos grupos de personas: los que
nunca recibieron el sacramento del matrimonio; y los que lo recibieron y se
divorciaron para volver a contraer matrimonio civil. Los primeros tienen una
situación distinta a las uniones libres, porque aceptan de alguna manera las
obligaciones del matrimonio. Se les debe animar a que santifiquen su hogar
recibiendo el sacramento del matrimonio, para que sean coherentes con la fe que
profesan y el estilo de vida que llevan. En todo caso, no pueden acceder a los
sacramentos de la Iglesia mientras perdure esa situación, porque entre católicos
el único matrimonio válido y lícito es el sacramental.
145. ¿Puede una persona católica divorciarse cuando la
convivencia con el otro cónyuge es
imposible? Si la convivencia conyugal se hace
imposible por problemas de infidelidad, o de violencia, malos ejemplos para los
hijos, etc., el cónyuge inocente puede pedir lícitamente la separación ?pues
el otro cónyuge perdió sus derechos ?, pero convendrá que se aconseje
previamente con un sacerdote.
146. ¿Cuál es la situación dentro de la Iglesia, de las
personas divorciadas, que han vuelto a
contraer un matrimonio civil? La Iglesia ruega
por todos ellos y desea atenderles como a miembros especialmente necesitados de
su ayuda, porque las palabras de Jesús sobre la licitud de su situación son
claras: Yo les digo: cualquiera que repudie a su mujer y se una con otra, comete
adulterio (Mt 19,9); y en otro pasaje: el que repudie a su mujer la expone a
cometer adulterio, y el que se una con la repudiada comete adulterio (Mt 5,32).
Así pues, deben tratar de resolver su situación: sea investigando la posible
nulidad de su primer matrimonio con intención de contraer legítimamente el
actual; sea disolviendo la segunda unión civil y tratando de recomponer su
primera unión matrimonial; o viviendo con su actual cónyuge, si así lo exigen
las obligaciones de justicia adquiridas por los hijos que se tengan, pero sin
tener relaciones con él. Sólo en este último caso, cuando ambos viven como
hermano y hermana, y quitando toda posibilidad de causar escándalo a otros
fieles, podrían participar de los sacramentos. En todo caso deben recibir el
consejo de un sacerdote prudente y experimentado.
147. ¿Estas personas están separadas de la Iglesia? De ningún modo. Pueden y deben como todos los católicos
acudir a la oración, escuchar la Palabra de Dios, participar de la Misa, y
procurar realizar obras de caridad y misericordia. Pueden también fomentar las iniciativas en favor de la
justicia, educar a los hijos en la fe cristiana y cultivar el espíritu y las
obras de penitencia. De este modo se disponen también a recibir la ayuda de
Dios para regularizar su situación.
148. ¿Cuáles son los sentimientos de la Iglesia respecto a los que no tienen familia? Estas personas son valoradas con afecto y consideración por parte de la Iglesia El Santo Padre, Juan Pablo II, siempre ha animado a que se les abra todavía más la puerta de la Iglesia a las personas que no tienen familia porque la Iglesia es la casa de todos, especialmente de los fatigados y necesitados.
para la BIBLIOTECA BÁSICA DEL CRISTIANO