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Gen 3,15c
"...él te aplastará la cabeza..."

Notas de crítica textual.

A. Colunga - M. García Cordero

 

Tomado (excepto las notas) de
A. Colunga-G.Cordero
Biblia Comentada I, Pentateuco,
BAC Madrid (1960) pp. 92-93.

 

    Gen 3,15, en la Vulgata, se lee así: “Inimicitias ponam inter te et mulierem et inter semen tuum et semen illius, ipsa (ella) conteret caput tuum et tu insidiaberis calcaneo eius” Este demostrativo en femenino (en vez de ipsum -él, neutro-, concertando con semen, “descendencia”) parece una adaptación posterior por preocupación mariológica, pues San Jerónimo en otro lugar traduce, siguiendo a los LXX, por ipse (él, masculino). He aquí el texto: “Ipse servabit caput tuum... melius habet haebreo: ipse conteret caput tuum, et tu conteres eius calcaneum... quia Dominus conteret Satanam sub pedibus nostris velociter”[1] (In Gen. 3,13, PL 23,991). Los LXX[2] traducen “autós” en masculino singular, lo que es una constructio ad sensum[3] (literalmente debiera ser “autó” -neutro-, concertando con “sperma”, “descendencia”), supuesta la interpretación mesiánica personal, (el Mesías es el que aplastará la cabeza de la serpiente) pues en el “autós” veían la persona del Mesías. En el original hebreo primitivo, sin “matres lectionis”[4], el demostrativo podría ser masculino y femenino. El TM actual[5] puntualiza el pronombre como masculino o neutro, no como femenino, al igual que en el Pentateuco Samaritano y la Peshitta, que lo relacionan con el semen. Todas las versiones antiguas relacionan el demostrativo con el linaje o semen. El prefijo hebreo del verso que traducimos por “te aplastará” (“yesupeja”) excluye un sujeto femenino, y lo mismo el afijo del mismo verbo (“yesupennu”).[6]

 

NOTAS
[1] Él acechará tu cabeza... aunque mejor lo trae el texto hebreo, que dice: él atacará tu cabeza, y tú atacarás su talón... porque el Señor subyugará a Satanás con presteza bajo nuestros pies”.
[2] Versión griega antiquísima del Antiguo Testamento, usada por los Apóstoles y los primeros siglos del cristianismo.
[3] Traducción no literal sino contextual, que busca de traducir el sentido de la expresión más que las palabras individualmente.
[4] Matres lectionis es una expresión técnica de la crítica textual. En resumen, el texto original de Gen 3,15c sin agregados de los escribas no decide por sí mismo si es masculino (él) o femenino (ella). La lectura al masculino fue decidida más tarde con el aporte de los que copiaban el texto o lo preparaban para su lectura.
[5] TM significa “Texto Masorético”. Se trata del texto hebreo con los agregados para su lectura (vocales, matres lectionis y otros muchos signos). Estos signos son llamados “masora”, de donde el término “Texto Masorético”, que podría traducirse como “Texto vocalizado y puntualizado”. Esta obra de vocalización y puntuación no pertenece al original hebreo, sino que es una obra posterior por varios siglos, y siempre admite cambios: para tratar el texto a fondo los especialistas prescinden de la puntualización masorética cuando tienen buenos motivos para discrepar con ella; este trabajo es sustancial en muchísimos pasajes de la Biblia hebrea para determinar su significado.
[6] El verbo hebreo trabaja con prefijos y afijos para indicar el sujeto u objeto de la acción.