Felicitación sacerdotal a
Benedicto XVI

Rima en su 60° aniversario de Sacerdote



1. Felices recuerdos, padre,
hoy son aroma en tu alma,
cuéntanos con sencillez
un poco de aquella gracia;
sabemos que un avecilla
allí revoloteaba,
y tus labios sonrieron
mirando batir sus alas.

2. Jesús te llenó por dentro
en aquella unción sagrada,
olían a Dios tus manos
y había en tus ojos lágrimas;
ya podías puramente
levantar la Hostia Santa,
adorarle todo tuyo,
que, entero, a ti se donaba.

3. Ya podías perdonar,
absolver con mano alzada,
y derramar tu ternura
en el alma atribulada,
con un título de amor
siervo de Dios te llamabas,
ser Sacerdote es servir
el misterio de la Pascua.

4. Locura fuera el pensar
que un día serías Papa,
si eras todo de Jesús,
ser hermano te bastaba;
ser servidor de la Iglesia
ministro de la Palabra,
iluminado obediente:
ser así te enamoraba.

5. Dulces recuerdos de un día
de gracia y de sangre humana:
con tu padre y con tu madre,
con tu hermano y con tu hermana:
Dios en familia... tan grande,
tan dulce se derramaba,
el mismo Dios que en María
se hizo nuestro en sus entrañas.

6. Hoy, Jubileo de luz...:
de esta grey que hermanos llamas,
¿qué obsequio digno quisieras
que de verdad te gustara?
Sesenta llama a sesenta
en fiesta tan señalada,
y haremos sesenta Horas
de adoración y de guardia.

7. El don de la Eucaristía
Dios amante te regala,
para ti y para nosotros
es la gracia deseada.
Contigo, querido padre,
a Dios le decimos gracias,
pidiendo ser con Jesús
víctima santificada.

Fiat, fiat.


Puebla de los Ángeles, domingo 26 junio 2011

Con mucho amor, Santo Padre,
fr. Rufino María Grández