Santa Teresita del Niño
Jesús
virgen y doctora de la
Iglesia
1 de octubre
Llueven pétalos
El amor a la amable santa puso en mi corazón estas palabras al estilo de
un posible himno litúrgico.
Estamos en Vísperas, a la tarde... La Iglesia celebra los misterios
vespertinos del Señor, y con este tono suena la lira. En esta hora el
himno mira al cielo, como Teresa lo ha concebido. El misterio de la
Trinidad, pasada la tiniebla, será el cara a cara del amor. Pero el cielo
de Teresa es un cielo misionero: Quiero pasar mi cielo haciendo bien en la
tierra.
Cantamos a Jesús, no a Teresa, a Jesús, corona de todos los santos.
La Cruz ha florecido y
llueven pétalos
que caen suavemente por la tierra;
el canto del amor bulle en el cielo
y vibra en él la lira de Teresa.
Vayamos hasta el Trono salmodiando
la misma melodía de la Iglesia;
Jesús el Salvador nos ha salvado
y es gracia que gustamos en la espera.
Dichosa tú, Teresa, audaz hermana,
que has roto las barreras y fronteras
y gozas con tu cielo misionero,
aquí presente, estando en la Presencia.
Jesús, el rey del cielo que moraba
oculto con el Padre en nuestra tienda,
nos lleva de su mano hasta el Regazo
y abierto en Trinidad se nos entrega.
¡Oh dicha consumada, el cara a cara,
mirar la faz del Padre que recrea,
tenerte a ti, Esposo sin secretos,
y al Ósculo de amor sentir que besa!
Que inicien ya, en tránsito amoroso,
los pobres y pequeños su respuesta:
¡Honor al Padre y al Hijo y al Espíritu,
y el puro amor y el puro gozo sea! Amén.
Nota. El himno está
compuesto en Salamanca, 3 de diciembre 1998, participando en el Congreso
Internacional celebrado, a raíz del doctorado de Santa Teresa del Niño
Jesús (1997). El Carmelo Teresiano tiene Oficios Propios (versión
española, cuarta edición, Vitoria 1995) y el oficio de Teresa de Lisieux
lo ha estudiado Manuel Diego Sánchez (La liturgia teresiano lexoviense:
aproximaciones desde la liturgia carmelitana, en: Teresianum, 49, 1981,
773 113), haciendo breve mención de los himnos de la fiesta en latín,
castellano, inglés y alemán (pp. 105 108). Un breve párrafo se dedica a
los tres himnos castellanos (p. 108).
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