P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

FLOS SANCTORUM



29
de julio


Santa Marta
Hermana de María de Betania y de Lázaro

(Canto de Aurora)

Sed bienvenida, Alegría


Nota previa. Lo que hoy presentamos no es un himno para la liturgia de las horas; no es un cántico de comunión: es una “aurora” festiva y espiritual.

La circunstancia es la siguiente. Quien esto escribe residió tres años, al amparo de la Virgen del Castillo, en la villa navarra de Miranda de Arga (1975-1978). En el pueblo agrícola había una comunidad de religiosas, llamadas Religiosas de Santa Marta de Périgueux. Para festejar a estas buenas Hermanas, serviciales, muy queridas en el pueblo por su vecindad y sus servicios, están escritas estas letrillas, a las que un capuchino, el P. Fidel Aizpurúa, les puso una música de fiesta muy lograda.

Es una mera contribución para indicar cómo se les puede honrar a los santos – y muy especialmente a los santos que aparecen en el Evangelio – desde el Misterio pascual de Cristo.


Invitación, con música de aurora. Coro.


¡Sed bienvenida, Alegría,
regalo de Santa Marta!
Los buenos días del cielo
nos traes con tu llegada.

Abiertas de par en par
tienes las puertas de casa.
¡Sed bienvenida, Alegría,
con tu vestidura blanca!

Nos traes el aleluya
de la mañana de Pascua.
Todos lo lloraban muerto,
y tú vivo lo anunciabas.

Ibas de Ángel vestida,
y hoy eres la Iglesia santa.
¡Sed bienvenida, Alegría,
el día de Santa Marta!


Breve interludio musical. Sigue un pregonero.


Pregonero
A Cristo van estas Laudes,
que es el Lucero del alba.
Antes que el sol despertase
tú más hermoso avanzabas.

Y llevabas a los muertos,
y al Padre los presentabas.
Nosotros lo celebramos
y el corazón se levanta.


Como canción de juglares, alternando musicalmente la Schola (o Solista) y el Coro, y en la parte de la Schola individualizando, si conviene, la intervención de Jesús y María.


A bálsamo y a podrido
huele el cadáver de Lázaro;
sin venas y sin mirada
se quedó su cuerpo humano,
y dentro de la caverna
lázaro duerme encerrado.

Coro
Pero el que tiene poder
para crear de la nada,
con solo una voz podrá
abrir la tumba cerrada.

Con suaves lienzos y vendas
el cuerpo le ha arropado.
¡Ay amor, que tú no puedes
en casa vivo guardarlo!
¡Ay amor, sólo llorar
por siempre al difunto Lázaro!

Coro
Pero hay amor que podrá
devolverlo a sus hermanas,
que nada impide al amor
cuando Dios es el que ama.

(Jesús)
¿Crees tú, doliente Marta,
Que puede vivir tu hermano?
(Marta)
Yo sé cierta, mi Señor,
Que mi hermano está esperando;
Yo sé que le he de abrazar
Un día resucitado.

Coro
Pero hoy mismo habrá de ser
para anunciar un mañana;
hoy habrán de levantar
la piedra en signo de Pascua.

Yo soy la resurrección,
Proclama la Vida hablando.
Y ya Marta no contiene
Dolor y gozo llorando.

(Marta)
Tú eres la Vida de Dios,
El Hijo Santo encarnado.

Coro
Ya puede resucitar
el que la muerte agarraba;
más fuerte lo guarda el Hijo
con una sola Palabra.

(Jesús)
¡Lázaro muerto, despierta,
Sal fuera, que a ti te llamo!
¡Cantad la Resurrección,
Oh Marta, María y Lázaro!
¡Rendid a los pies de Cristo
El corazón y los labios!

Coro
Y la Iglesia se ha quedado
de tanta fe penetrada,
que al sentir la voz de Cristo
ya se ve resucitada.


Concluye volviendo a la música de aurora.


¡Bienvenida la Alegría,
la brisa fresca de Pascua!
¡Bienvenida, madrugando,
con tu vestidura blanca!

¡Cantemos con alto gozo
-el alma y la frente alzadas-,
cantemos a Cristo laudes
con la fe de Santa Marta!


Miranda de Arga (Navarra), 1977