IX. Algunos
cantos de comunión con diversos
Evangelios del tiempo pascual
Fue un anuncio, fue promesa,
(Evangelio del día: Jn 14,27-31: Martes de la V semana de Pascua)
La paz de la Eucaristía
La paz es el conjunto de todos los bienes; así la hemos definido los
paganos y los cristianos. Para nosotros, el grupo de los discípulos, la
paz es el fruto de la Cruz y de la Pascua.
Pablo dirá: Él es nuestra paz (Ef
2,14). Y cuando el Señor se muestre, resucitado, a sus discípulos les
saludará con la paz. El Apóstol, y la Iglesia con él, saluda: Gracia y
paz.
Y ahora en la comunión yo tengo
en mi corazón la paz de la cena. Que es paz impregne mi vida, con un
anticipo de cielo, y que fluya en derredor.
(Nota: En este himno, aparte de la
rima de los versos pares “i/a”, hemos añadido una segunda rima en los
impares en “e/a”).
Fue un anuncio, fue
promesa,
fue la herencia que cedía,
fue testamento en la Cena
fue el regalo de su vida:
paz, riqueza de la Iglesia,
la paz de la Eucaristía.
Fue como blanca bandera
fue la Pascua que irrumpía,
en noche de angustia llena
fue lucero de alegría:
paz, la gracia de aquella mesa,
la paz de la Eucaristía.
Sin traición que se temiera,
cuando el amor solo ardía,
después que su cuerpo diera,
cuando su sangre ofrecía:
paz de divina presencia,
la paz de la Eucaristía.
Paz de Cristo en la conciencia,
la paz que nos remecía;
dulce paz que no recrea,
paz de una familia nueva,
paz que en la Cruz se escribía:
paz y nunca más la guerra,
la paz de la Eucaristía.
Gracia y paz, alfa y omega,
la paz que nos redimía:
paz que mi alma atraviesa,
y ahuyenta mi cobardía.
Paz, que es mi siembra y cosecha,
la paz de la Eucaristía.
8 de mayo de 2007
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