IV. Himnos para la
Ascensión y espera de Pentecostés
Ya moras junto
al Padre para siempre
Sobre los textos litúrgicos del día
(Domingo-Ascensión del Señor, ciclo B: Mc 16,15-20)
En este himno se alude al Final de Marcos, si bien se incluyen otros
elementos. Hemos de pensar que san Marcos ha acentuado fuertemente la
palabra “Evangelio”. La comunidad de los discípulos es la encargada de
anunciar el Evangelio a toda la creación. Jesús, desde el cielo, será el
misioneros; nosotros aquí, su voz y sus brazos.
Ya moras
junto al Padre para siempre
desde el instante de tu amor sangrado;
cuando la tenue vida que quedaba
la diste como esposo enamorado.
Mas hoy se nos descubre tu presencia
y sales de la vida a nuestro lado;
y, desde acá, al cielo asciendes,
dejándonos los últimos encargos.
El Evangelio, flor de tus deseos,
será tu voluntad en nuestros labios;
será nuestra misión lanzar al mundo
el eco de tu voz que ha resonado.
Veremos florecer la primavera
y haremos grandes obras por tu brazo,
que tú eres Misionero desde el cielo,
con este corazón que te entregamos.
A quienes de verdad creyendo acojan
prometes bendecirlos con milagros;
Señor Jesús, el único y querido,
¡por más amarte muestra tu reinado!
Asciéndenos contigo hasta tu Padre,
pues ya contigo fuimos sepultados:
¡Eterna gloria a ti, la que mereces,
oh Hijo de su amor, santificado! Amén.
Puebla, Domingo de la Ascensión del Señor, 24 de mayo de 2009
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