III. Himnos
pascuales enviados como felicitaciones
Pascua 2011-2
El
cuerpo sacrosanto de Jesús
Este himno está compuesto gustando y saboreando el capítulo 9 del libro
de “JOSEPH RATZINGER – BENEDICTO XVI”, Jesús de Nazaret II
(acontecimiento teológico del año): La resurrección de Jesús de entre
los muertos, sin duda el capítulo más importante del libro.
El capítulo que
estudia estos puntos:
1. Qué sucede en
la resurrección de Jesús.
2. Los dos tipos diferentes de testimonios de la resurrección
2.1: La tradición en forma de confesión – La muerte de Jesús – La
cuestión del sepulcro vacío – El tercer día – Los testigos.
2.2: La tradición en forma de narración – La apariciones de Jesús a
Pablo – Las apariciones de Jesús en los Evangelios.
3. Resumen: La naturaleza de la resurrección y su significación
histórica.
El capítulo es de alta teología, rigurosa y técnica, con una
hermenéutica en diálogo con la ciencia, tratando de combinar la
hermenéutica histórica y la hermenéutica teológica. El Papa Teólogo (que
en el Prólogo de su obra, vol. I, acepta el disentimiento con razones,
pues su obra no es un acto “magisterial”), como testigo de fe y como
artífice de teología, es consciente de lo que claramente dijo en el
último Sínodo: “Hoy, el llamado mainstream (corriente principal) de la
exégesis en Alemania niega, por ejemplo, que el Señor haya instituido la
Santa Eucaristía y dice que el cuerpo de Jesús permaneció en la tumba.
La Resurrección no sería un hecho histórico, sino una visión teológica.
Esto sucede porque falta una hermenéutica de la fe: se consolida
entonces una hermenéutica filosófica profana, que niega la posibilidad
de la entrada y de la presencia real de lo Divino en la historia. La
consecuencia de la ausencia del segundo nivel metodológico es la
creación de un profundo foso entre exégesis científica y lectio divina.
Y ello a veces provoca también una cierta perplejidad en la preparación
de las homilías… (Intervención personal del 14 de octubre de 2008).
Quede la cita, que
lógicamente para muchos pensadores requiere un eco…, no lo niego;
pasemos al canto de la fe.
El
cuerpo sacrosanto de Jesús
¿en dónde le pusieron, donde mora,
si no lo consumió la corrupción
como a mortal de raza pecadora?
El cuerpo de Jesús se fue hasta el Padre,
caricia de unas manos salvadoras,
y en fuego del Espíritu ascendido,
la carne corruptible se hizo Gloria.
El cuerpo de Jesús es la semilla,
del Reino del amor que arranca ahora,
la Trinidad transforma lo creado:
pasó lo viejo, empieza nueva Historia.
Que no permitirás que tu Elegido
conozca de la muerte la carcoma:
es nueva creación su cuerpo virgen,
cual nuevo Adán, primera flor preciosa.
Y en él divinizados los humanos,
el ésjaton rompió, sonó la hora:
Yo dije “dioses sois”: ¡Jesús, te escucho,
arrásame, prendido ya en tu ola!
¡Señor Resucitado, Cristo luz,
raudal divino de misericordia:
la gloria y la alabanza en el regazo
de Dios, un solo Dios y tres Personas! Amén.
Puebla, Sábado Santo 2011 (23 abril).