Secuencia
de
Himnos para un día de Navidad
(3)
De los collados eternos
Interpretar el misterio del Nacimiento del Señor con una poesía nupcial
es, por de pronto, referirnos al Cantar de los cantares; y es seguir la
tradición de la Iglesia cuando nos explica en la “Ordenación general de la
Liturgia de las Horas” por qué se lee el Cantar Divino en Navidad: “Dios
Padre celebró las bodas de Dios su Hijo en el instante que lo unió a la
naturaleza humana en el seno de la Virgen, cuando el que era Dios antes de
todos los siglos determinó hacerse hombre al final de los tiempos” (OGLH
148, citando a san Gregorio Magno).
El Esposo, la contemplación
de cuya belleza es el preámbulo de nuestra felicidad eterna, es el Esposo
divino. La divinidad de Cristo es lo que, por encima de todo, el creyente
confiesa ante el Nacido.
Y la esposa que entra en la sala nupcial somos nosotros: tullidos, ciegos
y sordos - ¡todo lo contrario de lo que se espera de una bella esposa! -,
pero dignificados por esta divina unión esponsal.
Y esta unión se hace en María Virgen.
Este es el misterio que
cantamos al contemplar a Jesús Esposo en su nacimiento.
III. Esposo
(Para los Laudes matinales)
De los collados eternos
llega, radiante, el Esposo;
bello cual rocío, bello,
cual rocío luminoso;
antes del alba engendrado,
hoy muestra su santo rostro.
Ya ha entrado en la casa virgen
el Emanuel silencioso;
la vida le da María
y el resplandor de los ojos;
ya tiene el Esposo nombre
para el amor y el coloquio.
Vedle venido del Padre,
contempladle todo hermoso,
Esposo de pecadores,
hombre sin mancha de lodo,
el Hijo que diviniza
al contacto de su gozo.
Mirad la sala nupcial:
tullidos, ciegos y sordos,
y él entra vivificante
y basta su cuerpo solo;
la criatura es esposa
de Dios en cuerpo amoroso.
¡Honor al Hijo del Rey
con los cánticos sonoros!
¡Oh Cristo, talle divino
con gemido doloroso,
alegres te bendecimos,
deseado, bello Esposo! Amén.
Burlada (Navarra), 1982
RUFINO MARÍA GRÁNDEZ, capuchino
(letra) – FIDEL AIZPURÚA, capuchino (música), Himnos para el Señor.
Editorial Regina, Barcelona, 1983, pp. 41-44.
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