P. Rufino Mª Grández, ofmcap.

FLOS SANCTORUM


 

Himnos de Adviento

La Inmaculada Concepción de la Virgen María – 1


¡Oh Virgen toda hermosa sin mancilla!


Contemplamos a la Virgen purísima en la solemnidad de la Inmaculada Concepción: Tota pulchra es, Maria, et macula originalis non est in te.

¿Quién es María, la mujer que, según el Concilio, “después de Cristo ocupa en la santa Iglesia el lugar más alto y a la vez el más próximo a nosotros”? (Lumen gentium, 54).

Y ahora es la Virgen la que brota desde el fondo de la revelación y con variadas palabras se va autodefiniendo en las estrofas del himno.

Yo soy el pensamiento de la Iglesia, el proyecto de la Iglesia que surgía en el corazón del Padre, el “tipo” de la Iglesia. Hoy María glorificada “es imagen y principio de la Iglesia que habrá de tener su cumplimiento en la vida futura” (Lumen gentium, 68). Oiremos hablar a la Virgen y escucharemos esto: que de ella nada propio tiene, que todo le viene de su Dios y Señor. Hoy puede decirnos, igual que a Bernardette: Yo la Inmaculada Concepción. Y la criatura peregrina, que añora algo, porque su parentesco le viene de otro lado, sabe que existe la flor del corazón por Dios plantada. Pues esta flor de mi corazón es… María.


¡Oh Virgen toda hermosa sin mancilla!,
¿quién eres tú, María, tan amada,
para estar junto a Cristo la más próxima,
junto al hombre mortal la más cercana?

Yo soy el pensamiento de la Iglesia,
de Dios Padre nacido antes del alba,
en el Hijo bendito la bendita,
la cristiana, la gloria de su gracia.

Yo soy la pobre esclava del Señor,
en manos de mi Dios abandonada,
el milagro que él quiso para el Hijo,
para el Verbo Encarnado la Morada.

Yo soy cauce de fe de los creyentes,
figura de la Iglesia Inmaculada,
la porción elegida cual primicia
para ser de mi pueblo la esperanza.

Yo soy la Inmaculada Concepción,
la flor del corazón por Dios plantada,
la mujer vencedora del Dragón,
exaltada de lo hondo de mi nada.

¡Oh Cristo, el solo Santo en el Espíritu,
del Padre hasta nosotros toda gracia,
gloria a ti, que guardaste sin pecado
a quien fue por tu sangre preservada! Amén.


RUFINO MARÍA GRÁNDEZ (letra), FIDEL AIZPURÚA (música), Capuchinos, Himnario de la Virgen María. Ciclo anual de celebraciones de la Virgen en la Liturgia de las Horas. Burlada, Curia provincial de Capuchinos 1989. pp. 18-21. FIDEL