Inmaculado Corazón
de María
Sábado después del Domingo
tercero después de Pentecostés
Bendito el Corazón
Inmaculado
El sábado siguiente al Corazón de Jesús se celebra la memoria libre del
Inmaculado Corazón de la Virgen María. La celebración tiene carácter
universal desde Pío XII (1944), quien en 1942, en el XXV aniversario de
Fátima, consagró el mundo a este Corazón Inmaculado de la Virgen. - Ntra.
Sra. de Fátima es presentada en el Carmelo de Coimbra mostrando el Corazón
que lleva un cerco de espinas.
Para cantar a este Corazón
lo contemplamos, ante todo, como corazón Inmaculado, lleno de hermosura
por la vinculación que lo une a la beatísima Trinidad, según el sentir de
la Iglesia.
Vemos que este Corazón es
el Paraíso en esta tierra y que la Iglesia fue plantada en este huerto.
Evocamos el Evangelio de
esta memoria (Lc 2,41-51), el cual termina así: “Pero ellos no
comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret. Su madre
conservaba todo esto en su corazón”. ¡Misterio del corazón de María
en sus días terrestres! No comprendieron..., pero la vida seguía en el
quehacer cotidiano... y todo aquello era el misterio recogido en el sabio
corazón: en fe y en abandono y en silencio.
Este es el corazón libre
de engaño, el corazón fiel de María, de la Madre del Amor hermoso y de la
santa esperanza y la alegría.
Bendito el Corazón
Inmaculado
que Dios Padre creó para María,
que Dios Hijo reservó para su Madre,
que el Ósculo de Amor de Padre e Hijo
besándolo sació de paz divina.
Bendito el paraíso de la tierra,
jardín de Edén con Árbol de la vida;
la Iglesia fue plantada en este huerto
en vientre de mujer, fecunda Virgen,
en quien el Germen santo fructifica.
Bendito el Corazón que conservaba
aquello que el saber no comprendía,
y en fe y en abandono y en silencio,
dejando obrar a Dios, se hacía sabio
con otra celestial sabiduría.
Bendito el Corazón libre de engaño,
que fue del todo fiel todos los días,
¡oh Virgen de prudencia y de firmeza,
oh Madre del Amor el más hermoso,
oh Fuente de esperanza y de alegría!
¡Excelsa Trinidad por quien se nombra
el don del corazón de la Bendita,
oh Padre, oh Verbo, oh Espíritu divino,
las gracias y alabanzas y las súplicas
la Iglesia santa dice con María! Amén.
Jerusalén, Inmaculado Corazón de María,
15 de junio de 1985.
Nota complementaria. Pío XII
estableció esta memoria para el día 22 de agosto, octava de la Asunción.
En la reforma que siguió al Concilio (1969), se establece: “La memoria ad
libitum del Inmaculado Corazón de la Bienaventurada Virgen María a partir
de ahora se celebrará al día siguiente de la solemnidad del Sacratísimo
Corazón de Jesús” (Calendarium Romanum 1979, p. 94). En el Missale Romanum,
editio typica tertia (2002) queda como memoria obligatoria, en el mismo
día (designada como Sabbato post dominicam tertiam post Pentecostem, pp.
761-762). Y en las “Misas de la Virgen María, promulgado por Juan Pablo II
(1988), la Misa n. 28 es de “El Inmaculado Corazón de la Virgen María” con
su hermosa introducción (139-140), tomada la misa, en buena parte, del
Propio de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón
de María (fundados por san Antonio María Claret).
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