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Ntra. Sra. de los Dolores
(II)
15 de septiembre
La Madre de Jesús junto al madero
Este himno contempla a María en el Calvario, junto a la Cruz, junto al
Madero, y gira en torno a dos palabras: Madre (seis veces) y amor (12
veces, amor, amar, amada, amable). Estamos contemplando la maternidad
dolorosa de María, nuestra Madre.
Es una maternidad de amor, y lo mismo que
la Anunciación se realizó por la venida del Espíritu, lo mismo esta
maternidad de la Cruz: “hoy quedas consagrada para siempre a ser por el
Espíritu la Madre”. Contemplemos: “Hay Madre para amar y ser amados”.
Sepamos que la Iglesia es la “Tierra del Amor”.
Que lo sepa Pedro, a quien se confiaron las
claves (y muy bien lo sabe el Sucesor de Pedro que nos ha escrito “Deus
caritas est” y “Caritas in veritate”), que lo sepa el Sacerdote, que lo
sepa el Profeta…
El Amor es la última verdad que tiene la
Iglesia. Nunca lo olvidemos. Que nunca lo olvide yo, ni como cristiano ni
como ministro de Jesucristo. Cuando todo pase, quedará el amor, solo el
amor.
Oh Madre de Jesús junto al madero,
Mujer de quien la vida nueva nace,
hoy quedas consagrada para siempre
a ser por el Espíritu la Madre.
Hay Madre para amar y ser amados,
que amar y solo amar es nuestro trance;
la Tierra del Amor es nuestra Iglesia,
eternamente amada por el Padre.
Que Pedro arrepentido lo recuerde:
de amor y solo amor se le hizo examen;
y sepa que su anillo y su cayado
los signos son de aquel amor de sangre.
Lo sepa el Sacerdote cuando sirve,
entiéndalo el Profeta cuando hable:
que pasan los carismas, solo queda
amor tan solo cuando todo acabe.
Oh Madre de la Cruz y la Verdad,
regalo del amor, latido amante,
Tú eres el Silencio que nos guarda,
que seas nuestra paz, oh Siempre Amable.
A Cristo, toda gracia, bendecimos,
que ha hecho con su Madre dulce enlace:
¡Oh Cristo Redentor, bendito seas,
por darnos lo más tuyo como Madre! Amén.
Marzo 2006
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