AÑO SACERDOTAL EN POESÍA
P. RUFINO MARÍA GRÁNDEZ, ofmcap.

 

Del corazón de Jesús
(Logotipo del Año Sacerdotal)

 

Al Padre por el Hijo en el Espíritu

 

“Al Padre por el Hijo en el Espíritu” es la fórmula clave de la oración litúrgica en la Iglesia. Es la estructura de nuestra fe, según Efesios: “Vino a anunciar la paz: paz a vosotros que estabais lejos, y paz a los que estaban cerca. Pues por él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu” (Ef 2,17-18). Por el bautismo somos un pueblo sacerdotal, dignos de estar en su presencia celebrando esta liturgia. Al celebrar la Eucaristía, todos “celebramos y concelebramos”. Mas quiso en su bondad el solo Bueno en otros derramar el don del Hijo, y hacer visible al Sumo Sacerdote al que en la Cruz por todos satisfizo. Así nos lo dice la fe de la Iglesia (por ejemplo, en el Prefacio de la Misa de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote). Así lo creemos y así lo cantamos.

 

 

Al Padre por el Hijo en el Espírítu

se eleva puro el culto de los hijos;

por Cristo, todo santo yo soy santo,

un día consagrado en el bautismo.

 

Por Él, con Él y en Él perpetuamente,

yo adoro al Creador, las gracias rindo;

mi vida es sacrificio de alabanza,

aroma que en cielo es percibido.

 

Por Cristo intercesor, intercedemos,

por Cristo mediador, a Dios subimos:

eterno Sacerdote, santo y único,

altar de Dios y Él mismo sacrificio.

 

Mas quiso en su bondad el solo Bueno

en otros derramar el don del Hijo,

y hacer visible al Sumo Sacerdote

al que en la Cruz por todos satisfizo.

 

Y quiso que la Pascua Eucaristía

tuviera entre nosotros sus ministros:

y ser perdón, ofrenda y bendición,

visible redentor en pobres signos.

 

¡Jesús, oh gracia nunca consumada,

a ti nuestra alabanza dirigimos,

a ti, que eres presencia continuada

y vives con nosotros por los siglos!

 Amén.

Puebla de los Ángeles, Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, 2009

 

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote (1)
Herido del pecado voy buscando

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote (2)
Pasó el sangriento valle de la muerte

Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote (3)
A la hora de la tarde en el Cenáculo

Humilde cura de aldea

Madre de los Sacerdotes

Para ser buen sacerdote

Las siete alegrías de un sacerdote

Ministro de tu ternura
(Plegaria de un Sacerdote,
al concluir el Año Sacerdotal)