Arzobispo Amato: «El Papa recobra un retrato vivo de Jesús»

«A menudo empañado hasta resultar irreconocible»

ARANJUEZ (MADRID), miércoles, 25 julio 2007 (ZENIT.org-Veritas).- El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, monseñor Angelo Amato sdb., presentó este martes el libro de Benedicto XVI, «Jesús de Nazaret», en el Curso de Verano sobre el pensamiento del Papa, organizado por la Fundación Universidad Rey Juan Carlos, que está teniendo lugar durante esta semana en Aranjuez.

El arzobispo salesiano resumió el trabajo del Papa como el de un «minero» que encuentra una piedra preciosa y consigue recobrar «un retrato vivo de Jesús, a menudo empañado hasta resultar irreconocible por mil hipótesis diferentes».

Asimismo, invitó «a acercarse al libro, a leerlo atentamente y a descubrir con estupor el rostro de Cristo que revela el Evangelio».

Monseñor Amato dijo que el gran empeño de Benedicto XVI ha sido presentar el «retrato verdadero» de Jesucristo, y añadió que lo ha hecho desde una «reflexión sapiencial sobre Jesús, fruto de la ciencia, la experiencia, y sobre todo, el amor».

El prelado indicó que se trata sencillamente de presentar a «Jesús de
Nazaret, el Jesús de los Evangelios y de la Iglesia» y no el Jesús de los diversos autores, el Jesús «que vivió sobre nuestra tierra, que se da a conocer como Hijo de Dios ya antes de la Pascua, el Jesús de la historia y de la fe».

En este contexto, monseñor Amato dijo que el Papa «cumple una indispensable obra de purificación y oxigenación de la investigación contemporánea sobre Jesús».

El secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe dijo que a diferencia de la mejor creatividad artística y de las grandes presentaciones literarias, como las de Dostoievsky, Unamuno, Bernanos o Papini --que a través de distintas narraciones hablaban del mismo Cristo--, «la búsqueda contemporánea pierde el rostro bíblico del Señor reduciéndolo a una figura del pasado» y reconociendo en Él a lo sumo «a un maestro de moral o un revolucionario».

Asimismo, y respecto a lo que ocurre con otros personajes antiguos como
Buda o Mahoma, monseñor Amato denunció, en el caso de Cristo, la existencia de un «ensañamiento investigador que disuelve su sentido y valor, arrojando dudas sobre lo dicho y lo hecho por Jesús, y lo que ha transmitido la Iglesia».

El prelado expuso algunas de las claves interpretativas erróneas, unidas todas por el «rechazo de fondo a lo sobrenatural»: desde la racionalista a la fantástica (donde se inventan incluso personajes y hechos nunca narrados por los Evangelios), pasando por la mítica o la escéptica, hasta llegar a la interpretación estética de Renán o las interpretaciones liberal y modernista.

No obstante, monseñor Amato reconoció también «otros enfoques no ideológicos», en los que se dan «desarrollos originales y positivos» que hacen hincapié tanto en el «Jesús de la historia como en el kerygma».

El secretario del dicasterio vaticano dijo que en los Evangelios hay un «sólo protagonista: Jesús» y explicó el carácter de «género biográfico» de los Evangelios, distante de tantas «biografías modernas».

Monseñor Amato dijo que los Evangelios son una «biografía» de Jesús, más que un testimonio de la fe de las primeras comunidades cristianas, que se describe sobre todo en los otros libros del Nuevo Testamento (Hechos de los Apóstoles, Epístolas, Apocalipsis).

Según el prelado, tanto la «validez histórica de los Evangelios» como su «cualidad biográfico» son una base fundamental para toda Cristología, también la que Benedicto XVI desarrolla en «Jesús de Nazaret».

En este contexto, el arzobispo dijo que el empeño del Papa con esta obra es armonizar «la historia y la fe». Desde el punto de vista metodológico, el Papa reconoce el valor de las fuentes bíblicas y armoniza el Jesús de la Historia y el Jesús de la Fe, oponiéndose también a un «fideísmo acrítico».

«La fides sin la historia carece de fundamento, la historia sin fides es insuficiente para afrontar la verdad de Dios en Cristo. Éstos son los pilares de la verdad del cristianismo: la salvación en la historia y en la fe», subrayó monseñor Amato.

Respecto al contenido del libro, el arzobispo dijo que Benedicto XVI presenta a Jesús como el «nuevo Moisés», ya que a diferencia del profeta, Cristo contempla el rostro de Dios, y añadió que este contacto «inmediato» con el Padre es la «clave para una recta comprensión de Jesús». Según monseñor Amato, el libro del Papa ofrece una «síntesis de Cristología prepascual».

Finalmente, monseñor Amato hizo una breve reseña de los capítulos del libro (Bautismo; Tentaciones; Evangelio del Reino; Bienaventuranzas; Llamada a los 12 discípulos; Parábolas; Imágenes joánicas relativas a Jesús; confesión de Pedro y Transfiguración; y Títulos y afirmaciones que se atribuye el propio Jesús).