ALBIGENSES

Los >cátaros franceses recibieron el nombre de «albigenses» por un grupo muy unido e importante de estos que se fundó en Albi (Francia) 1. En su forma pura su doctrina era fuertemente dualista, no muy distinta de la maniquea: el espíritu y la materia se habían formado respectivamente de los dos principios eternos del bien y del mal. El alma debía por tanto ser liberada de su prisión. Rechazaban la encarnación, la Iglesia y muchas de sus doctrinas y prácticas sacramentales.

Hubo dos grupos dentro de la secta. Los observantes estrictos, que habían recibido el consolamentum (la «consolación»: un bautismo espiritual), eran vegetarianos rigurosos y se abstenían del matrimonio. Eran llamados los «perfectos». El segundo grupo, formado por los «creyentes», llevaba una vida más ordinaria, permaneciendo algunos incluso dentro de la Iglesia católica; esperaban recibir el consolamentum en la vejez o en el lecho de muerte. Los albigenses tuvieron una gran difusión por Francia, el norte de España e Italia. Eran muy admirados por el pueblo porque la austeridad de su vida contrastaba con la vida a menudo disoluta del clero.

>Inocencio III trató de convertirlos, pero con poco éxito. Hubo una >cruzada contra ellos hacia 1208-1218. Fueron condenados por concilios locales, por el de >Letrán III 2 e implícitamente por el de >Letrán IV, que reanudó la cruzada contra ellos y otros herejes, con una indulgencia aneja equivalente a dos años de servicio en Tierra Santa 3.

La >Inquisición dominicana recibió el encargo en 1223 de acabar con la herejía, que finalmente desapareció a finales del siglo siguiente. Sus notas dualistas y rigoristas volverían a aparecer de distintos modos a lo largo de los siglos.

NOTAS:

1. H. WOLTER, en H. JEDIN (dir.), Manual de historia de la Iglesia IV, Herder, Barcelona 1986, pássim; M. D. KNowLEs, La Iglesia en la Edad media, en J. RoGIER-R. AUBERTM. D. KNOwLES, Nueva historia de la Iglesia II, Cristiandad, Madrid 1977, 373ss.; T. JANSEN, Albigenses, en L. PAcoMio (ed.), Diccionario teológico enciclopédico, Verbo Divino, Estella 1995, 30; M. MENÉNDEZ PELAYO, Albigenses, cátaros-Valdenses, pobres de León «insabattatos», en Historia de los heterodoxos españoles 1, BAC, Madrid 1998, 447ss; OxDCC 31. 

2 Cf H. WOLTER, en H. JEDIN (dir.), o.c., 224. 

3 DENZINGER-HÜNERMANN, 800-802; cf S. DEL CuRA, La declaración del IV Concilio de Letrán (1215) en el cuadro de las controversias del tiempo, sobre todo con valdenses y cátaros, Aldecoa, Burgos 1983.