INOCENCIO III, Papa
(1198-1216)
DicEc
 

Lotario de'Conti di Segni nació en Anagni en 1160/1161 en una familia patricia. Estudió teología en París y derecho en Bolonia. Siendo joven redactó tratados eruditos, aunque poco originales, sobre el desprecio del mundo y sobre la misa. Con sólo treinta y ocho años de edad fue elegido papa unánimemente en la segunda votación del cónclave de 1198.

Inocencio tenía una idea exaltada del papado; empezó a usar habitualmente el título de «vicario de Cristo» (>Títulos papales). Recuperó el control sobre algunos de los Estados pontificios. Estuvo activamente implicado en la política europea siempre que estuvieron en juego los intereses de la Iglesia. Aunque no confundía la Iglesia con el Estado, sostenía que el papa no sólo era la cabeza de la Iglesia, sino también del pueblo cristiano, por lo que el papa era, en un sentido real, detentador de la plenitud de poder (plenitudo potestatis). Consideraba que el papa tenía que ejercer este poder en casos de emergencia, cuando surgían problemas por los pecados de los gobernantes cristianos o disputas entre ellos que requerían un arbitraje o juicio en favor de alguno de los monarcas enfrentados.

No obstante, su pontificado, más que por la política, estuvo dominado por su interés por la IV >cruzada, la reforma y la lucha contra la herejía. Para abordar estos temas convocó el IV concilio de >Letrán. Contribuyó además a la centralización romana por medio de una actividad legislativa enorme (más de 6.000 cartas, muchas de ellas decretales), y por su insistencia en que los obispos debían visitar Roma cada cuatro años.

Con Inocencio probablemente el poder pontificio alcanzó su apogeo. Los siglos que siguieron habrían de enfrentarse con el problema de armonizar en la práctica la distinción teórica entre el poder de la Iglesia y el del Estado, admirablemente formulada bajo su pontificado en el Lateranense IV.