IGLESIAS ORIENTALES
DicEc
 

Las Iglesias cristianas de Oriente son una realidad muy compleja para la que no existe una clasificación enteramente satisfactoria: se puede hacer una descripción histórica de las Iglesias; cabe también hacer una clasificación sobre la base de la comunión. Cualquier catalogación tendrá inevitablemente superposiciones; es difícil ser rigurosos, dado que las fechas y los hechos pueden interpretarse de diversos modos. Un método que muestra claramente la complejidad y las superposiciones es el de clasificarlas partiendo de cuatro preguntas basadas en el rito, la doctrina, el grupo étnico y la comunión.

¿Cuál es su >rito? Un rito no es meramente una distinción litúrgica, sino que implica también un sistema de jurisprudencia, unas instituciones y una espiritualidad (OE 3; UR 14). Cada Iglesia pertenece a uno de los cinco ritos orientales: alejandrino, antioqueno, armenio, caldeo y bizantino.

¿Cuál es su doctrina? En el concilio de >Éfeso (431) fue condenado Nestorio. Algunos grupos formaron entonces las Iglesias nestorianas y son de rito caldeo. Se encuentran en Iraq, Irán, Siria y el sur de la India, pero no sería correcto atribuirles posiciones nestorianas a todas ellas en la actualidad. En el concilio de >Calcedonia (451) fue condenado el monofisismo, dándose así pie a la formación de las Iglesias monofisitas, aunque tampoco en este caso son estas doctrinas plenamente vigentes. Pertenecen a los ritos alejandrino, antioqueno y armenio. Las Iglesias que aceptaron los siete primeros concilios se llaman Iglesias ortodoxas. Desde la Edad media algunos cristianos de los cinco ritos se reconciliaron con Roma y se les denomina >Iglesias uniatas.

¿Cuál es su país o grupo étnico de origen? En el rito alejandrino hay Iglesias uniatas y monofisitas que son coptas y etíopes. En el rito antioqueno hay Iglesias uniatas y monofisitas que son malankares (sirias e indias) y uniatas maronitas (Líbano). En el rito armenio hay armenios católicos y monofisitas en la antigua Unión Soviética, así como en Irán, Iraq y Egipto. En el rito caldeo hay Iglesias nestorianas, que incluyen grupos asirios (en Iraq) e indios melusios, e Iglesias uniatas en Iraq, así como grupos malabares en la India. A excepción de un pequeño número de Iglesias difíciles de clasificar, todas las demás pertenecen al rito bizantino, que incluye a las Iglesias católicas y ortodoxas de la Europa del Este y a las Iglesias ortodoxas de China, Finlandia, Japón y Uganda. La mayoría de las Iglesias orientales tienen miembros, y normalmente un obispo, en Estados Unidos.

Las tres preguntas anteriores bastan para situar a cualquiera de las Iglesias orientales más importantes; una cuarta pregunta sirve de repaso de las anteriores y añade nuevas aclaraciones. ¿Con quiénes están en comunión? La pregunta se refiere a la relación de la Iglesia en cuestión con otras Iglesias de Oriente. Un ejemplo de >comunión, que es siempre recíproca, es que la Iglesia de Roma no está en comunión con las Iglesias protestantes ni con las ortodoxas, pero sí con las uniatas, que aceptan las doctrinas católicas y el primado del papa, aunque mantengan sus propios ritos y estén en gran medida confinadas en sus propios grupos étnicos.

La Iglesia asiria no está en comunión con ninguna otra Iglesia. Es nestoriana en su origen, y puede encontrarse en Irán y en Estados Unidos. Unos 15.000 >cristianos de Santo Tomás forman parte de la Iglesia asiria de Oriente.

Hay cinco antiguas Iglesias cristianas en comunión entre sí, pero separadas por el rito y la jurisdicción. Se las conoce con distintos nombres: Iglesias ortodoxas orientales, Iglesias orientales menores, Iglesias orientales antiguas, Iglesias no calcedonianas o Iglesias precalcedonianas. Su origen estuvo en la negativa a aceptar el concilio de Calcedonia, razón por la cual también se las conoce como monofisitas; sus posturas teológicas no son ya heréticas, pero difieren verbalmente de las confesiones ortodoxas de la unidad de Cristo en dos naturalezas. Incluyen a las siguientes Iglesias: la Iglesia ortodoxa armenia (la antigua Unión Soviética), cuya liturgia es una síntesis de tradiciones bizantinas y sirias; la Iglesia ortodoxa copta (Egipto, Oriente Medio), con una liturgia desarrollada a partir de la alejandrina, con influencias monásticas; la Iglesia ortodoxa etíope, que conserva algunas prácticas judías (circuncisión, normas relativas a los alimentos, descanso tanto el sábado como el domingo) y tiene una fuerte tradición monástica; la Iglesia ortodoxa siria (Siria, Líbano, Turquía, Israel), que tiene una tradición teológica y espiritual muy rica, y que es conocida también como Iglesia jacobita, aunque esta denominación debería evitarse; la Iglesia siria ortodoxa malankar (la India), un grupo de >cristianos de Santo Tomás escindido por una campaña de latinización llevada a cabo por los portugueses en 1665.

Estas cinco Iglesias tienen también sus homólogas uniatas (las fechas se refieren al momento del reconocimiento de su jerarquía por parte de Roma; varían en los distintos autores según los criterios utilizados para determinarlas): Iglesia católica armenia (reunión abortada en 1439 en el concilio de > Florencia; algunos reunidos, 1742); Iglesia católica copta (1824, 1895); Iglesia católica etíope (1626, pero colapsada debido a la latinización; sede metropolitana, 1961); Iglesia católica siria (1662, 1782); Iglesia católica siro-malankar (1930).

Hay dos Iglesias uniatas procedentes de la Iglesia asiria: la Iglesia católica caldea (1553) y la Iglesia católica siro-malabar (1662, 1886). Hay también un grupo de Iglesias cristianas uniatas que eran parte originariamente de la Iglesia ortodoxa. Se las llama a veces «católicas bizantinas» o «católicas griegas». Son, con sus respectivas fechas de unión o de establecimiento de su jerarquía en comunión con Roma, las siguientes: Iglesia católica melquita (1744); Iglesia católica ucraniana (ss. XVI-XVIII); Iglesia católica rutena (1646, 1664, 1713); Iglesia católica rumana (1698-1700); Iglesia católica griega (1878ss.); Católicos Bizantinos, en la antigua Yugoslavia (1611, 1777); Iglesia católica búlgara (1861); Iglesia católica eslovaca (1646, 1968); Iglesia católica húngara (desde la Edad media, s. XVIII y 1912). Otras comunidades católicas bizantinas son: la rusa (s. XIX), la bielorrusa (1595-1596), la albanesa (1628) y la georgiana (1329). Estas cuatro últimas fueron suprimidas por las autoridades seculares o incorporadas a la Iglesia ortodoxa, pero pueden reaparecer en las nuevas situaciones políticas de finales del siglo XX e inicios del XXI.

Aunque la Iglesia católica maronita y la Iglesia católica ítalo-albanesa nunca se apartaron de la comunión con Roma, en muchos sentidos pueden considerarse junto con las Iglesias uniatas.

La Iglesia ortodoxa se resiente fuertemente de la presencia de las Iglesias uniatas, especialmente allí donde es nombrado un obispo o patriarca para la misma área que un ortodoxo.

Las Iglesias ortodoxas (Ecumenismo, Iglesias ortodoxas y otras Iglesias orientales) son con mucho las más numerosas de las Iglesias orientales y mantienen diálogos con varias Iglesias de Occidente. Las Iglesias ortodoxas siguen el rito bizantino y tienen homólogas uniatas en la mayoría de los países de la Europa del Este, pero no en los lugares por los que los ortodoxos se han extendido: China, Estonia, Finlandia, Japón, Lituania y Uganda.

Por distintas razones las Iglesias del Oriente cristiano tendieron a permanecer aisladas hasta los siglos XIX y XX. Ahora, por medio de publicaciones especializadas y populares, de la traducción y publicación de sus obras clásicas, de congresos y de contactos ecuménicos, estamos tomando conciencia de su riqueza teológica y espiritual, protegida de la latinización o de la destrucción por el hecho mismo del cisma o del aislamiento secular.

Juan Pablo II celebró el centenario de la carta apostólica de León XIII Orientalium dignitatis (1895) publicando a su vez una carta apostólica, Orientale lumen, en la que habla cordialmente de la herencia espiritual de las Iglesias orientales y anima a la actividad ecuménica. El diálogo teológico con las Iglesias orientales es uno de los más ricos eclesiológicamente.