SEGUNDA LECTURA
El amor a Dios produce en el creyente un optimismo inverosímil y aparentemente ingenuo. Sin embargo, la visión optimista del que ama a Dios no deja de percibir lo malo, sino que lo ve en función de un proyecto total de salvación. Por eso, la fe y el amor cristianos son unos poderosos estimulantes del proceso de liberación humana.
Lectura
de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 8,28-30.
Hermanos:
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado conforme a su designio.
A los que había escogido, Dios los predestinó a ser imagen de su Hijo para que él fuera el primogénito de muchos hermanos.
A los que predestinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.