COMENTARIOS A LA SEGUNDA LECTURA
1 Co 11. 23-26

ES TAMBIÉN 2ª LECTURA DEL JUEVES SANTO

 

1.

Este texto, usado abundantemente en la liturgia eucarística como es lógico, pertenece indiscutiblemente al material tradicional prepaulino. El mismo apóstol lo dice con claridad.

La formulación de esta carta coincide mucho con la del evangelio de Lucas y se diferencia de la de Marcos y Mateo. Diferencias especialmente apreciables en las palabras sobre el cáliz, pero también en las del pan.

La aportación más propia de Pablo se encuentra en el v.26 donde relaciona la Eucaristía con la muerte del Señor. Básicamente se trata de actualizar esta relación. Es lo más importante en la teología paulina: la salvación acontecida en la muerte y resurrección de Cristo. La Eucaristía tiene uno de sus sentidos principales en hacer revivir esta relación que ha establecido y establece el creyente con los acontecimientos soteriológicos más importantes.

En ese sentido, la memoria no es, como sabemos de sobra, un mero recuerdo, sino la presencia actual de aquel acontecimiento único del Calvario y la mañana de pascua. La Eucaristía pone ante nuestros ojos el compromiso que hemos establecido con Cristo muerto y resucitado cuando vinimos a la fe y permanecemos en ella.

FEDERICO PASTOR
DABAR 1989, 29


2.

En Corinto han surgido abusos en la celebración de la cena del Señor. Se manifiestan en las divisiones profundas dentro de la comunidad. Esta actitud impide la celebración de la eucaristía, son un atentado contra la comunidad y contra Dios. Pablo recuerda la tradición que se funda en Jesús.

El texto establece una relación estrecha entre la eucaristía y la pasión-muerte de Jesús. Hay que subrayar el título de "Kyrios", señor, que puede indicar una formulación litúrgica. El sentido del cáliz es la realización y ratificación de la nueva alianza.

Al derramar su sangre en la cruz, Jesús sella el pacto escatológico que había anunciado Jeremías (31, 31ss). En el Sinaí, al hacer la alianza, Moisés había derramado la sangre de las víctimas inmoladas (Ex 24, 8).

MEMORIAL:La memoria, memorial, tiene un sentido muy amplio y profundo. La comunidad debe celebrar el "ágape" no para recordar a Jesús muerto, sino para celebrar la memoria del "Kyrios", del Jesús resucitado, presente en la celebración y que hace participar de su cuerpo y sangre. La Iglesia se edifica al reunirse para celebrar la cena del Señor.

EU/UNIDAD:Las divisiones son un fenómeno siempre actual en la Iglesia. Los motivos y la intensidad pueden ser muy diversos. En Corinto era el mayor relieve que se daba a la libre realización personal sobre la comunidad. Pero cuando se celebra la eucaristía en su acción litúrgica se manifiesta el núcleo existencial de Cristo.

Jesús es el hombre de la disponibilidad total. El banquete eucarístico es el signo de la unidad. En la cena del Señor se da la profunda relación entre el cuerpo de Cristo en la eucaristía y el cuerpo de Cristo representado por la comunidad. El cuerpo de Cristo en sentido cristológico es la fuente del cuerpo de Cristo en sentido eclesiológico.

PERE FRANQUESA
MISA DOMINICAL 1986, 11


3.

"Mi cuerpo, dice Jesús, se entrega por vosotros; hacedlo en memoria mía. Esta copa, mi sangre, la beberéis en memoria mía".

El acto eucarístico es el acto de una comunidad que ha recibido en el pasado -"la noche en que..."- un don: Jesús ha sido entregado, ofreciendo su cuerpo y su sangre "por" sus discípulos. A partir de aquella noche la comunidad recuerda; celebra el memorial del don que les fue hecho: don del pan y del vino, signos del "cuerpo entregado" y de la "sangre derramada"; reencuentra el sentido de ese don: la Alianza establecida entre Dios y los hombres; reconoce, proclama, "anuncia" ese gesto de Dios hecho en favor de los hombres "mediante la muerte del Señor"; dice su esperanza del día en el que esta Alianza quedará plenamente concluida, cuando "venga" el Señor.

La eucaristía, gesto de familia, momento en el que la comunidad expresa su razón de ser, el sentido de su vida, no confina al grupo que la realiza a un sitio apartado. La Iglesia que "anuncia la muerte del Señor hasta que él vuelva", sabe que esta muerte y esa última venida conciernen a todos los hombres. Se encuentra ella en la situación de los discípulos del evangelio que reciben el pan que Jesús les da, pero para distribuirlo a las gentes.

LOUIS MONLOUBOU
LEER Y PREDICAR EL EVANGELIO DE LUCAS
EDIT. SAL TERRAE SANTANDER 1982.Pág 182


4.

Es el texto más antiguo referente a la institución de la Eucaristía, escrito hacia el 57, y recoge una tradición venerable que llega hasta Jesús.

La Eucaristía está ahí, en el centro de la historia: recordando, por una parte, la muerte del Señor y el gran amor que lo llevó hasta la entrega; anunciando, por otra parte, el retorno del Señor. Un recuerdo que compromete y se hace esperanza, pues el retorno del Señor tenemos que prepararle.

Lo que Melquisedec simbolizaba se hace realidad en Cristo, verdadero rey de justicia y de paz, el que es todo bendición, el que ofrece el pan y el vino de más hondo significado, memorial del amor más grande, signo de la unión más perfecta y anuncio de los bienes definitivos. En Cristo empieza un nuevo reino y un nuevo sacerdocio.

CARITAS
FUEGO EN LA TIERRA
CUARESMA Y PASCUA 1989.Pág. 212

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