EUCARISTÍA - TEXTOS
1. EU/MEMORIAL EUCARISTÍA:MISTERIO DE AMOR QUE INVITA AL AMOR.
La Iglesia obedece al mandato de Jesús: "Haced esto en memoria mía". Toda Eucaristía es memorial que hace presente la entrega a la muerte del Maestro. Es una memoria que mira a Dios y mira a los hombres; pero esa memoria tiene la fuerza de hacer actual la muerte redentora, inseparablemente unida a la resurrección del Señor. Cada vez que la Iglesia se reúne y renueva ese "gesto", es el Señor paciente y resucitado el que actúa con su potencial de vida en la Iglesia.
En la Eucaristía, es el amor de Dios, en el Hijo, el que se entrega a los hombres. La Eucaristía se define en el "Tomad y comed...; tomad y bebed...". La Eucaristía es el Cuerpo "entregado" y la Sangre "derramada". Bajo ese gesto está la voluntad de amar "hasta el fin".
Quien descubre el amor de un Dios que amó tanto a los hombres, experimenta la llamada profunda a difundir entre los mismos este amor. No se puede comulgar con el gesto supremo de amor y seguir odiando, despreciando, minusvalorando y permaneciendo fríos ante los hermanos.
RAMIRO
GONZALEZ
MISA DOMINICAL 1987/12
2. EU/ABUSOS EUCARISTÍA.AMOR.
La historia del sacramento de la Eucaristía puede poner los pelos de punta a las personas con cierta sensibilidad, al conocer los abusos a los que se llegó en este terreno; darla a animales enfermos con la esperanza de su curación, colocarla sobre los difuntos para enterrarlos con ella...
Estas son, felizmente, prácticas superadas; pero no podemos afirmar que ya no se dé ningún tipo de abusos; de otro calibre, acaso menos burdos, pero no menos graves o reprobables; celebrar la Eucaristía y comulgar... al tiempo que nos despreocupamos del hermano, lo tratamos injustamente, lo difamamos, no le pagamos el salario justo, nos quedamos indiferentes ante su dolor, nos reímos de su desgracia, nos aprovechamos de él lo que podemos...
Hemos hecho compatible la Eucaristía con todo, o casi todo; eso sí, somos muy escrupulosos con el reloj para cumplir el ayuno eucarístico, pero lo demás nos da igual; exactamente como previo Jesús: "filtráis el mosquito y os tragáis el camello" (Mt 23. 24)
L.
GRACIETA
DABAR 1990/33
3. J/PAN-VIVO.
Señor Jesús, todos los hombres buscamos el pan y la paz.
¡Cómo nos alegra oír de tus labios esta palabra íntima! Saber que tú eres el pan de vida, pan amasado con el fruto de la tierra, pan ganado con sudor, pan que da fuerza para andar el camino, pan para el pobre y el peregrino.
Eso eres tú: pan vivo.
Que el pan que compartimos nos una a todos en el cuerpo de Cristo. Renueva, Señor, en este día el corazón de nuestra sociedad, para que el pan de la abundancia sea compartido con los pobres.
Haz que a nadie le falte el pan: el pan de tu palabra y de tu espíritu, el pan de un jornal suficiente, el pan de la libertad, el pan de la amistad y del amor fraterno. Acuérdate, Señor, de los miembros más débiles de tu cuerpo. Y que nosotros no los olvidemos nunca.
EUCARISTÍA 1990/28
4.
Un escritor francés dijo: "No se puede creer impunemente", es decir, no se puede creer sin que tenga consecuencias en nuestra vida. Y podríamos decir también hoy: no se puede celebrar la Eucaristía impunemente, no podemos comulgar en el Cuerpo y la Sangre de Jesús sin que tenga consecuencias en nuestra vida.
5. EU/ENC/AG
Dice ·Agustín-SAN que si Jesús no se hubiera quedado en la Sagrada Eucaristía, el dogma de la Encarnación hubiera tenido tres grandes defectos:
a)defecto de espacio, porque entonces la presencia de Cristo en el mundo se hubiera reducido a un trozo de tierra, bien estrecho: Palestina, y era conveniente que estuviera en todas las partes del mundo, como lo está ahora;
b)defecto de tiempo, hubiera estado sólo con la generación que convivió con Él, y quería estar con todos nosotros hasta la consumación de todos los siglos;
c)por la Encarnación el amor se nos hizo presente, pero al amor, cuando es muy grande, no le basta estar presente al amado, sino que quiere entrar dentro del amado, y esto es lo que hizo Jesús, entrar dentro de sus amado: "Tomad y comed..."
6. I/CUERPO-DE-CRISTO CR/CUERPO-DE-CRISTO:
La Iglesia ha nacido de la Pascua del Señor: tiene su origen en el costado abierto de Jesús. De esta manera, la Iglesia se ve remitida a la Pascua de su Esposo: también ella tiene que "pasar" a Dios. Este ir y venir entre la elección y la vocación pascual de la Iglesia está simbolizado en su Eucaristía: "La Iglesia hace la Eucaristía, y la Eucaristía hace la Iglesia", dice un antiguo proverbio de los Padres. La iglesia vive y acoge la Pascua del Señor para, en ella, convertirse en Cuerpo de Cristo.
"Es vuestro propio misterio el que está puesto en la mesa del Señor; es vuestro propio misterio el que recibís. A la afirmación de lo que sois vosotros mismos, respondéis: Amén. Y vuestra respuesta es como vuestra firma. Se os dice: El Cuerpo de Cristo, para que sea verdadero vuestro Amén". Así predicaba Agustín dirigiéndose a los nuevos bautizados. El misterio de la Iglesia se inscribe en esa profundidad: no puede compararse su unidad con la de un cuerpo social, sino que tiene su origen en la Eucaristía. Dejemos que siga hablándonos el viejo obispo de Hipona: "¿Por qué este misterio está hecho con pan? No decimos nada por nuestra propia cuenta; escuchemos al Apóstol mismo, que nos dice al hablar de este sacramento: Nosotros, siendo muchos, somos un solo Cuerpo, un solo Pan (1 Cor 10, 17). Comprendedlo y alegraos. Unidad, caridad, piedad, un solo Pan. ¿Y qué es ese Pan único? Un solo cuerpo hecho de muchos. Pensad que el pan no se ha hecho con un solo grano, sino con muchos. Durante los exorcismos, estabais de alguna manera bajo la muela del molino. En el bautismo fuisteis empapados en el agua. El Espíritu Santo vino a vosotros como el fuego que cuece la masa. Sed lo que véis y recibid lo que sois". Estamos en el corazón del dinamismo eucarístico de la Iglesia. Si recibimos el Cuerpo de Cristo, es para hacernos su Cuerpo, para ser capaces de amar. La caridad, fundamento de la unidad eclesial, no es resultado de sabios compromisos o de decisiones arbitrarias. Es una virtud teologal, es decir, un don de Dios que remite a la vida de Dios.
Dios
y Padre nuestro, conságranos por tu Espíritu:
que
seamos tu Iglesia en este nuestro tiempo.
Que
cada cual consagre sus fuerzas
a
la edificación del Cuerpo de tu Hijo
para
que sea santificado nuestro mundo.
DIOS CADA
DIA
SIGUIENDO EL LECCIONARIO FERIAL
SEMANAS XXII-XXXIV T.O. EVANG.DE LUCAS
SAL TERRAE/SANTANDER 1990.Pág.
253
7.
«Si Dios se encarnara hoy, lo haría en forma de pan», decía ·Gandhi, para dejarse comer, para saciar todas las hambres y alimentar en todos los hambrientos. Es lo que hizo Jesús. Dios quiere que le amemos. Dios quiere alimentarnos, para que tengamos vida y vida en plenitud. Dios es vida vivificadora. O, dicho de otro modo, Dios es amor que se comunica.
CARITAS
UN CAMINO MEJOR
CUARESMA 1987.Pág. 170