PRIMERA LECTURA
Partir de la propia tierra, patria y familia, es abandonar seguridades para obtenerlo todo en esperanza. No es un paso al vacío, sino hacia la plenitud. La grandeza de Abrahán está en ser signo de Dios por la confianza y la obediencia. Al estar él en referencia a Dios, Dios aparece en referencia a él como bendición para uno y para todos. La elección particular tiene intención universal. La bendición es armonía puesta en el seno de la humanidad dispersa.
Lectura
del libro del Génesis 12,1-4a.
En aquellos días, el Señor dijo a Abrahán:
Sal
de tu tierra
y de la casa de tu padre
hacia la tierra que te mostraré.
Haré
de ti un gran pueblo,
te bendeciré, haré famoso tu nombre
y será una bendición.
Bendeciré
a los que te bendigan,
maldeciré a los que te maldigan.
Con
tu nombre se bendecirán
todas las familias del mundo.
Abrahán marchó, como le había dicho el Señor.