29. LOS PRIMEROS CRISTIANOS VIVÍAN EN COMÚN

 

1. CANTO PARA EMPEZAR

2. PRESENTACION DEL TEMA

Después de la resurrección de Jesús aumentó rápidamente el número de los que creían en El. Estas personas se consideran a sí mismos hombres nue­vos, que viven una vida nueva. Por eso renuncian a vivir del egoísmo, de la explotación y de toda clase de lujos. Sienten que Cristo resucitado, vivo en­tre ellos, les da fuerzas para tener la valentía de quererse de veras los unos a los otros. Y este amor es tan real que llegan a ponerlo en común. El amor de hermanos no les permitía verse al uno más rico que al otro. Su espíritu fra­terno les igualaba, de manera que cada uno tuviera lo necesario para vivir dignamente. Así nadie pasaba necesidad. Y vivían todos alegres. Eran un sólo corazón.

Nosotros, que creemos como ellos en Cristo Jesús, debemos caminar también en esa dirección. No podemos contentarnos con manifestar nuestra hermandad sólo con palabras y reuniones. Necesitamos compartir lo que somos y lo que tenemos. El trabajo en común, tan propio de nuestros antepa­sados, tanto cristianos como indígenas, es la manifestación real de la her­mandad. No importa que tengamos problemas. Los primeros cristianos tam­bién los tuvieron.

No solo debemos trabajar juntos. Es necesario ir llegando poco a poco a pequeños hechos de propiedad comunal: pastizales, huertas, chacras, cria­deros de animales... Podemos vender juntos nuestros productos. Comprar en común lo que necesitamos. Ahorrar juntos, para no caer en manos de los pres­tamistas.

En muchas cosas hemos recibido una educación individualista. Por eso necesitamos ir de nuevo educándonos en el espíritu comunitario. Poco a poco, a través de la práctica. No dependamos de los demás. Nosotros mismos de­bemos ir aprendiendo a llevar todos estos trabajos. Nada de abarcar más de lo que somos capaces de hacer en cada momento. Aprendamos poco a poco a hacer las cuentas. Así, avanzando cada vez un poquito más, nos iremos pre­parando para llegar muy lejos. Cristo nos acompaña. No hace falta que se­amos muchos. Para empezar basta con personas de buena voluntad.

3. ORACION

Recemos la misma oración que rezaban aquellos primeros cristianos: Padre nuestro ...

4. LECTURA DEL EVANGELIO

 Hechos de los Apóstoles, capítulo 4, versículos 32 al 35.

5. DIALOGO COMUNITARIO

Ver:

1. ¿Qué hacían los primeros cristianos en sus comunidades?

2. ¿En nuestra zona qué trabajos comunales hay?

3. Contar un caso en que se vea que los pobres compartimos lo que tenemos con más facilidad que los ricos.

4. ¿Nos desanimamos a veces en los trabajos comunales? ¿Por qué razones?

5. ¿Qué dificultades encontramos para formar una comunidad cristiana?

6. ¿Cuántas organizaciones campesinas conocemos? ¿Qué busca cada una?

7. ¿En qué aspectos de la vida notamos nuestra falta de organización?

8. ¿Qué problemas hemos solucionado a través de nuestra organización?

Pensar:

1. ¿Por qué los primeros cristianos tenían un solo corazón y una sola alma?

2. ¿Por qué tenían todos los bienes en común?

3. ¿Qué ventajas tenía trabajar unidos? ¿Y qué obligaciones?

4. ¿Por qué los poderosos ven con malos ojos las organizaciones de los pobres?

5. ¿Cuáles son las causas principales de la falta de organización del campesinado?

6. ¿Qué provecho sacamos al pertenecer a una comunidad cristiana?

7. Para avanzar en la organización es necesario revisar nuestras acciones y corregir los fallos, ¿por qué entonces es tan difícil reconocer nuestros fallos y corregirlos?

8. ¿Por qué la mayoría de los cristianos de hoy no se sienten llevados por su fe a poner los bienes en común, como era al principio?

9. ¿Es mala la propiedad privada de los bienes necesarios? ¿Cuándo no es justo el derecho a la propiedad?

10. ¿Podemos llegar a tener una verdadera vida comunitaria si no se hacen cambios profundos en las estructuras económicas de la sociedad? ¿Por qué?

Actuar:

1. ¿En qué podemos imitar en algo a las primeras comunidades cristianas?

2. ¿Cómo se puede hacer para que el hombre acepte a la mujer en la organización en igualdad de condiciones?

3. ¿Cómo hacer cuando a la directiva de la organización sólo le gusta mandar?

4. ¿Qué hacer cuando los socios de un grupo no quieren trabajar?

5. Revisar nuestros fallos en la organización y procurar corregirlos.

6. ¿Cómo podemos capacitarnos mejor para saber llevar adelante la organización?

7. ¿Cómo podríamos tener algunas cosas en común entre varios compañeros?

8. ¿Qué tendríamos que cambiar cada uno en nuestra familia para que lo poco que tenemos lo disfrutemos todos por igual?

9. ¿Cómo podemos llevar a la práctica el ideal de igualdad del que habla San Pablo en 2 Corintios 8, 13-15?

6. CANTO

Buscar un canto que hable de la organización.

7. DINAMICA

Darnos todos unos a otros pequeños regalos.

8. ORACION COMUNITARIA

- Perdón, Señor, por las familias desunidas.

- Perdón porque no estamos bien organizados.

***

- Queremos buscar siempre juntos la solución de nuestros problemas.

- Queremos cooperar con las organizaciones verdaderamente  populares.

***

- Gracias, Jesús, porque nos enseñas a vivir y a trabajar unidos.

- Gracias porque siempre estás presente en nuestras reuniones.

9. EVALUACION

¿Nuestra reunión de hoy ha sido verdaderamente comunitaria? ¿Todos hablaron?

¿Qué ha sido lo más importante?

10. CANTO DE DESPEDIDA