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Salud:
cultura antigua
y moderna

 

CATEQUISTA-AUDIO   - TEMA EN PPS


Texto: Eclesiástico 38,1-14

Palabra central: SALUD PARA TODOS

 


1. Leer el texto y resumirlo.

2. Marco histórico del texto

En los últimos siglos antes de Cristo el Pueblo de la Biblia sufrió sucesivas invasiones de los persas y diversos imperios de cultura griega. Persas y griegos no eran tan violentos como los imperios anteriores. Ellos dominaron a los judíos principalmente a través de invasiones culturales. Cambiando la cultura popular consiguieron debilitar su fe en Yavé, con lo que se degeneraron los valores del pueblo, y dejaron así de ser posibles enemigos.

La cultura es como el conductor por el que corre la fuerza de la fe en Dios. Y si se corta el cable, la electricidad no llega.  Por eso es tan grave que el pueblo pierda su cultura.

En aquellas circunstancias de invasión cultural, Dios inspiró una nueva clase de libros, llamados sapienciales, como los Salmos, Job, el Cantar, el Eclesiástico y otros. En estos libros se valoriza y se cultiva la cultura popular en muy diversos temas, como la valorización de la mujer y la pareja, la amistad, el trabajo, el trato entre ricos y pobres, la piedad popular, el sentido del sufrimiento, y otros muchos más.  Se intenta resucitar y purificar las costumbres populares, además de asimilar las cosas buenas de la nueva cultura que viene, todo a la luz de la fe en el Dios de la Biblia, tan distinto a los otros dioses.

Estos libros ayudan a estar abiertos para mantener lo bueno de nuestras tradiciones y abiertos también para asimilar lo bueno de la ciencia y la cultura nueva. El caso de la salud nos viene muy bien para entender esta problemática. En el texto del Eclesiástico se unen los dos enfoques. Por un lado se reconoce que Dios ha puesto en la naturaleza cantidad de remedios para prevenir o curar nuestras enfermedades, pero al mismo tiempo se reconoce también que Dios ha dado su ciencia a los especialistas en salud para que ellos puedan ayudarnos a ser más sanos y poder curarnos en caso de enfermedad.  El Eclesiástico ve a Dios presente tanto en la medicina natural como en la científica.

A Dios no le gusta alterar las leyes de la Naturaleza que él mismo ha creado. Por eso no debemos esperar de él curaciones milagreras, sino la sabiduría de conocer los secretos maravillosos que él ha puesto en la Naturaleza y saber sacarles frutos cada vez mayores...

Que sepamos cuidar de nuestra salud, especialmente en la juventud, es un deseo de Dios, que debemos tomar muy en serio. De ello puede depender una buena parte de nuestro futuro.

3. Dialogar sobre el texto

a)     ¿Sufrimos también en nuestro tiempo invasiones culturales extranjeras, que debilitan nuestra fe en Dios, y degeneran nuestras costumbres y nuestra personalidad?

b)     ¿Qué cosas de la cultura extranjera están dañando nuestras costumbres y nuestra calidad de vida, sobre todo en temas de salud?

c)     ¿Cuál será la voluntad de Dios en la prevención de la salud y en la curación de las enfermedades?

d)     ¿Qué cosas de la medicina moderna son buenas y nos hacen bien?

e)     ¿Por qué la atención de la salud no llega a todos? ¿Qué podríamos hacer para que esté al alcance de nuestra gente?

f)     ¿Cómo ayudar a algún enfermo necesitado de nuestra comunidad?

4. Orar el mensaje:

·         Creemos, Papá Dios, que tú has puesto en la naturaleza cantidad de remedios al servicio de nuestra salud.

·         Gracias por los adelantos en salud que con tu ayuda han descubierto los científicos.

·         Perdón porque estos adelantos están al servicio sólo de unos pocos.

·         Concédenos la sabiduría necesaria para poder discernir lo que nos conviene, según tus proyectos de felicidad.

5. Como despedida digámonos unos a otros en qué debemos mejorar nuestra salud.