7

Normas básicas
de unión y respeto:
3º al 10º compromisos
 

 

 

CATEQUISTA-AUDIO   - TEMA EN PPS

Texto: Ex 20,8-17

Palabra central: RESPETO FRATERNO

 


1. Leer el texto hasta   poder resumirlo.

2. Aclaraciones sobre el texto

Si Yavé era aceptado como el único Dios de aquel pueblo, entonces la relación entre todos los que se comprometían con él tenía que ser de un gran respeto mutuo.

Los compromisos contraídos con Yavé son las condiciones para no volver a caer en la esclavitud, y así poder vivir como hermanos. Una vez aclarado que sólo deben adorar al Dios liberador, y no a los otros dioses, opresores de los pobres, los “mandamientos” 3º a 10º (Ex 20,8-17) insisten en los puntos básicos de relacionamiento mutuo: trabajo durante seis días y descanso semanal  cultivando el espíritu (3º), respeto a los padres (4º), respeto a la vida humana (5º), fidelidad entre esposos (6º); respeto a la pequeña propiedad ajena (7º) y a la verdad en los juicios (8º)... Y este respeto debía llegar hasta el nivel de los pensamientos: por eso ordena no codiciar nada ajeno (9º y 10º).

Hay que insistir en que estas normas básicas suponían un pueblo igualitario, en el que no existían ni grandes propietarios ni nadie en la miseria.

Poco a poco se fue escribiendo después el Código de la Alianza (Ex 21 al 23), que aterriza los Mandamientos en la realidad social que vivían. Podemos ver una selección de ellos en Ex 21,1-3.15-27; 22,1-6.21-27; 23,1-13. Se trata de aplicaciones de principios generales a su realidad concreta campesina. Aunque algunas de estas normas bíblicas nos parezcan duras, de hecho suavizaban la realidad existente entonces.

Un caso especial es la “Ley del Talión” (21,23-25), en la que se iguala el castigo infligido al causante de un daño, fuera del rango social que fuera. Los otros dioses favorecían el perdón a los poderosos y el castigo cruel a los pobres. Pero ante Yavé todos eran medidos por la misma regla: a todos se castigaba por igual. Con la Ley del Talión se dio un gran paso en la dignificación de toda persona humana, como fundamento para que Jesús siglos más tarde pudiera dar su Mandamiento Nuevo del Amor. Pero no se puede hablar de amor de hermanos si no se considera a todos con la misma dignidad…

Nosotros debemos realizar también un esfuerzo para poder concretar las grandes líneas de la Alianza en nuestros actuales problemas de relacionamiento mutuo. En la vida concreta se debe notar quiénes creemos de veras en Dios. Lo primero es cumplir las bases de la Alianza del Sinaí. Después de cumplir los Mandamientos del Dios de Moisés, hay que cumplir el Mandamiento del Amor de Jesús, que es aun mucho más exigente. Pero éste se construye sobre aquél... No es posible el amor de hermanos si primero no hay respeto y justicia entre todos.

3. Dialogar sobre el texto

a)     ¿Qué nos enseñan estas normas fraternas sobre cómo debemos de comportarnos los que tenemos fe en el Dios de la Biblia?

b)     ¿Qué enseñan sobre nuestra dignidad humana? ¿A qué nos llaman?

c)     Si hay tiempo, leer la selección del Código de la Alianza indicada más arriba, y elegir lo que creamos más importante.

d)     ¿Por qué el que cree en Dios debe respetar tan en serio a su prójimo?

e)     Cada grupo de Catequesis, a su nivel, podría escribir su Código de Alianza con Dios, lo más concreto posible. Ojalá se pueda realizar lo mismo con la propia familia...

4. Orar el mensaje:

·         Sabemos, Señor, que no somos felices porque no vivimos según tus proyectos.

·         Tenemos Fe en la Alianza celebrada entre Dios y el pueblo que cree en él.

·         Creemos que la fe en Dios nos lleva a respetarnos entre todos.

·         Perdón, Señor, por tantas veces como somos infieles a tu Alianza abusando los unos de los otros.

·         Te suplicamos que nos fortalezcas para poder vivir según tus lindos proyectos.

·         Ayúdanos a entender cómo vivir hoy tus Mandamientos.

5. Despedida con algún canto sobre los Mandamientos.

Nota: Para profundizar los mensajes de estas dos semanas, los catequistas pueden estudiar el folleto de Carlos Mesters “La Ley de Dios herramienta de la comunidad”.