JORNADAS MUNDIALES DE LA JUVENTUD

La misa más multitudinaria de la historia de Australia

Balance del Papa de la JMJ: "Cuántas buenas semillas"

El Papa espera que esta Jornada de la Juventud sea un nuevo Pentecostés

Benedicto XVI se despide de los jóvenes recordando una propuesta de matrimonio

El cardenal Rouco espera cooperación del gobierno para Madrid 2011

Universitarios españoles ayudan a restaurar una casa parroquial en Melbourne

Se confirman los rumores: Madrid acogerá la Jornada de la Juventud 2011


 

La misa más multitudinaria de la historia de Australia

Casi medio millón de personas, los organizadores en Sydney entusiasmados

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Después de una semana de celebraciones en toda Sydney, los organizadores de la Jornada Mundial (JMJ) de la Juventud confiesan su entusiasmo por la participación de más de 400 mil personas en la misa final, celebrada este domingo en el hipódromo de Randwick.

El director operativo de la organización, Danny Casey, ha declarado que la JMJ de Sydney ha sido un éxito para la ciudad y para la Iglesia católica en Australia.

"Ha sido espléndido ver a más de 400 mil personas reunidas con motivo de la misa en el domingo", reveló.

"Ha sido seguramente la misa católica más multitudinaria de la historia de nuestro país"

A los más de 200 mil peregrinos que durmieron en el hipódromo en la vigilia de la noche precedente se les añadieron muchos otros llegados en la mañana para participar en el acto conclusivo de la JMJ.

El Santo Padre dio las gracias a esta ciudad por haber acogido este acontecimiento antes de anunciar que la próxima JMJ se celebrará en Madrid, en el año 2011.

"Ha sido una semana inolvidable", reconoce el padre Mark Podesta, portavoz de la JMJ, que concelebró la misa final con el Papa.

"Las celebraciones y la presencia del Santo Padre han permitido que la alegría de tantos jóvenes católicos penetrara en nuestra ciudad".

Benedicto XVI dejará a las 10 de la mañana de este lunes el aeropuerto de Sydney para regresar a Roma.




Balance del Papa de la JMJ: "Cuántas buenas semillas"

Así lo confiesa a los organizadores y bienhechores del evento

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI está convencido de que las Jornadas Mundiales de la Juventud de Sydney traerán frutos inesperados para la evangelización.

"¡Cuántas buenas semillas se han sembrado en estos pocos días!", confesó en la tarde de este domingo al reunirse con los bienhechores y organizadores del encuentro en la recepción y en la sala capitular de la catedral de Sydney.

El Papa, evidentemente satisfecho por estos días de evangelización, quiso encontrarse con estas personas para manifestarles su agradecimiento, antes de regresar este lunes a Roma.

"Deseo daros las gracias a todos y cada uno, no sólo por los sacrificios, sino sobre todo por la confianza que habéis demostrado hacia nuestros jóvenes y por vuestra fe en la gracia de Dios que actúa en sus corazones", les dijo el Papa.

"Oremos para que todo lo que habéis invertido en ellos dé fruto en su vida, para la vida de la Iglesia de Cristo y para el futuro de nuestro mundo", añadió.

"Vuestra generosidad y vuestro sacrificio han sido una contribución esencial, también a menudo escondida, para el éxito de esta Jornada Mundial de la Juventud", aseguró.

Por eso deseó que "el gozo espiritual, la satisfacción y la dicha, que todos hemos experimentado en estos días, sean una fuente inagotable de bendiciones para vuestras vidas".

El Papa se despedirá de Australia en el aeropuerto de Sydney este lunes por la mañana, poco antes de subir al avión de la línea aérea Quantas que le llevará de regreso a Roma.

 



El Papa espera que esta Jornada de la Juventud sea un nuevo Pentecostés

Exhorta a los jóvenes a abrir el corazón al poder del Espíritu

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI espera que la XXIII Jornada Mundial de la Juventud sea un nuevo Pentecostés, una venida del Espíritu Santo sobre los jóvenes para que anuncien al mundo a Cristo resucitado, según él mismo confeso en la misa de clausura.

A la homilía dirigida a los 400 mil peregrinos, dedicada a mostrar el poder del Espíritu, le siguió la lista de los 24 jóvenes que serían confirmados por el Papa: doce de cada estado australiano y otros doce del resto del mundo.

El pontífice pudo darse cuenta de la cantidad de persona reunidas en el hipódromo de Randwick, donde habían pasado la noche bajo las estrellas unos 225 mil jóvenes, al sobrevolar la explanada en helicóptero antes de la celebración eucarística.

Bajo el sol del invierno austral, el obispo de Roma deseó: "Que el fuego del amor de Dios descienda y llene vuestros corazones para uniros cada vez más al Señor y a su Iglesia y enviaros, como nueva generación de Apóstoles, a llevar a Cristo al mundo".

El Santo Padre explicó a los chicos y chicas qué es el poder del Espíritu Santo con estas palabras: "Es el poder de la vida de Dios. Es el poder del mismo Espíritu que se cernía sobre las aguas en el alba de la creación y que, en la plenitud de los tiempos, levantó a Jesús de la muerte. Es el poder que nos conduce, a nosotros y a nuestro mundo, hacia la llegada del Reino de Dios".

Una nueva era

El obispo de Roma aclaró que con el Evangelio de Jesús comenzó una nueva era, "en la cual el Espíritu Santo será derramado sobre toda la humanidad".

"En esta gran asamblea de jóvenes cristianos provenientes de todo el mundo, hemos tenido una experiencia elocuente de la presencia y de la fuerza del Espíritu en la vida de la Iglesia", constató.

"Hemos visto la Iglesia como es verdaderamente --siguió diciendo--: Cuerpo de Cristo, comunidad viva de amor, en la que hay gente de toda raza, nación y lengua, de cualquier edad y lugar, en la unidad nacida de nuestra fe en el Señor resucitado".

Sin embargo, aclaró, "esta fuerza, la gracia del Espíritu Santo, no es algo que podamos merecer o conquistar; podemos sólo recibirla como puro don".

"El amor de Dios puede derramar su fuerza sólo cuando le permitimos cambiarnos por dentro. Debemos permitirle penetrar en la dura costra de nuestra indiferencia, de nuestro cansancio espiritual, de nuestro ciego conformismo con el espíritu de nuestro tiempo".

"Sólo entonces podemos permitirle encender nuestra imaginación y modelar nuestros deseos más profundos".

Por esto, aseguró, "es tan importante la oración: la plegaria cotidiana, la privada en la quietud de nuestros corazones y ante el Santísimo Sacramento, y la oración litúrgica en el corazón de la Iglesia".

Renovación para el mundo y la Iglesia

El Papa aseguró que el mundo tiene necesidad de esta renovación, pues "en muchas de nuestras sociedades, junto a la prosperidad material, se está expandiendo el desierto espiritual: un vacío interior, un miedo indefinible, un larvado sentido de desesperación".

"Éste es el don grande y liberador que el Evangelio lleva consigo: revela nuestra dignidad de hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios. Revela la llamada sublime de la humanidad, que es la de encontrar la propia plenitud en el amor. Revela la verdad sobre el hombre, la verdad sobre la vida".

Pero "también la Iglesia tiene necesidad de renovación", reconoció. "Tiene necesidad de vuestra fe, vuestro idealismo y vuestra generosidad, para poder ser siempre joven en el Espíritu".

"Abrid vuestro corazón a esta fuerza --concluyó--. Dirijo esta invitación de modo especial a los que el Señor llama a la vida sacerdotal y consagrada. No tengáis miedo de decir vuestro "sí" a Jesús, de encontrar vuestra alegría en hacer su voluntad, entregándoos completamente para llegar a la santidad y haciendo uso de vuestros talentos al servicio de los otros". 

Es posible ver las imágenes de la misa y de toda la JMJ en www.h2onews.org

 
 

Benedicto XVI se despide de los jóvenes recordando una propuesta de matrimonio

La que hizo Dios a María en la Anunciación

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó en el momento de su adiós a los jóvenes la Anunciación del ángel a María como una propuesta de matrimonio de Dios a la Virgen, en la que la joven israelita respondió "sí" en nombre del género humano.

Dejó esta reflexión a las 400 mil personas reunidas en el hipódromo de Randwick, en Sydney, en la conclusión de la misa conclusiva de la Jonada Mundial de la Juentud (JMJ).

El Papa presentó a María en ese momento que cambiaría su vida y la historia de la humanidad como "mujer joven que conversa con el ángel, que la invita, en nombre de Dios, a una particular entrega de sí misma, de su vida, de su futuro como mujer y madre".

"Podemos imaginar cómo debió sentirse María en aquel momento: totalmente estremecida, completamente abrumada por la perspectiva que se le ponía delante", explicó.

El Papa, que ha dedicado esta JMJ al Espíritu Santo recordó las palabras con las que el ángel intentó calmarla: "No temas, María... El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra".

"El Espíritu fue quien le dio la fuerza y el valor para responder a la llamada del Señor. El Espíritu fue quien la ayudó a comprender el gran misterio que iba a cumplirse por medio de Ella. El Espíritu fue el que la rodeó con su amor y la hizo capaz de concebir en su seno al Hijo de Dios", evocó.

Como un noviazgo

Para el obispo de Roma, "esta escena es quizás el momento culminante de la historia de la relación de Dios con su pueblo".

"En el Antiguo Testamento, Dios se reveló de modo parcial y gradual, como hacemos todos en nuestras relaciones personales. Se necesitó tiempo para que el pueblo elegido profundizase en su relación con Dios. La Alianza con Israel fue como un tiempo de hacer la corte, un largo noviazgo", dijo.

Luego, siguió diciendo, "llegó el momento definitivo, el momento del matrimonio, la realización de una nueva y eterna alianza. En ese momento María, ante el Señor, representaba a toda la humanidad".

En el mensaje del ángel, indicó, "era Dios el que brindaba una propuesta de matrimonio con la humanidad. Y en nombre nuestro, María dijo sí".

El Papa invitó a quienes le escuchaban a "permanecer fieles al 'sí' con que acogimos el ofrecimiento de amistad por parte del Señor".

"Sabemos que Él nunca nos abandonará --afirmó--. Sabemos que Él nos sostendrá siempre con los dones del Espíritu. María acogió la propuesta del Señor en nombre nuestro".

Despidiéndose de los jóvenes el Papa les dirigirse a María para pedirle que les "guíe en las dificultades para permanecer fieles a esa relación vital que Dios estableció con cada uno de nosotros".

"María es nuestro ejemplo y nuestra inspiración; Ella intercede por nosotros ante su Hijo, y con amor materno nos protege de los peligros", concluyó.


 

El cardenal Rouco espera cooperación del gobierno para Madrid 2011

La Jornada de la Juventud podría tener lugar en la tercera semana de agosto

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- El cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, espera que el gobierno español ofrezca colaboración en la preparación de las Jornadas Mundiales de la Juventud que tendrán lugar en 2011.

En declaraciones tras el anuncio de Benedicto XVI en la mañana de este domingo, en el hipódromo de Randwick, el purpurado, quien es también presidente de la Conferencia Episcopal Española, manifestó sus sentimientos.

"Gozo, gratitud y sentimientos de alegría nos embargan en estos momentos, no sólo al arzobispo de Madrid, a los obispos auxiliares y a todos los peregrinos que están presentes aquí, en Sydney, que han participado en la Eucaristía, y que han acogido aclamando el anuncio del Santo Padre, sino que participan de esta alegría todos los peregrinos de España" dijo a los micrófonos de Popular TV.

Para el cardenal de Madrid, "la Jornada Mundial del año 2011 puede significar, para la Iglesia en Madrid, un momento donde sus dinamismos apostólicos y misioneros, sobre todo de acercamiento al Señor a la juventud, y de la juventud al Señor, puedan alcanzar una gran fecundidad, y lo pueda irradiar en todo el mundo y para todo el mundo".

Añadió, asimismo, que "también va a ser un momento de excepcional valor para la Iglesia y para los jóvenes de España, porque nos va a poner en contacto con lo mejor de nuestra tradición, lo que podíamos llamar el sentido de la vida y de los grandes ideales que nos han movido a todos a lo largo de muchos siglos".

Por otra parte, en declaraciones publicadas por Europa Press, consideró que las relaciones entre la Iglesia y el Estado en el país son en este momento "normales".

El arzobispo espera del Gobierno ante este acto mundial "libertad de acción y cooperación".

El cardenal considera que habrá entre "mínimo un millón de asistentes, posiblemente dos" y explicó que podría celebrarse en la tercera semana de agosto.

En cuanto al escenario del encuentro, el cardenal aseguró que "el precedente de Cuatro Vientos en 2003 es favorable". El 3 de mayo de 2003 Juan Pablo II se encontró con más de 700 mil jóvenes (un millón según algunas fuentes) en esa base militar.


 

Universitarios españoles ayudan a restaurar una casa parroquial en Melbourne

Antes de participar en la JMJ

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Un grupo de veinte alumnos de la Universidad de Navarra se ha desplazado a Australia para participar en la XXIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Diego Zalbidea, capellán del Colegio Mayor Belagua y profesor de la Facultad de Derecho Canónico de esta Universidad --informa a Zenit el centro académico navarro-- asegura que "el país no deja de sorprenderles".

Explica que no es fácil pasar de los treinta grados de Barajas a una media de diez grados. Sin embargo, "el calor con que hemos sido recibidos por los australianos ha entusiasmado al grupo". Es llamativo cómo "las calles de Sidney se han llenado de alegres peregrinos", dice Zalbidea.

Por otro lado, la mitad de esos estudiantes han colaborado durante dos semanas en la restauración de una casa parroquial en el oeste de Melbourne. La experiencia ha sido inolvidable --señala Zalbidea.., "hemos conocido a mucha gente y nos ha emocionado ver la gratitud de las personas por lo que estábamos haciendo".

Los jóvenes han participado en todos los actos multitudinarios de la JMJ y fueron testigos en la mañana de este domingo del anuncio de Madrid como sede del próximo encuentro del Papa con los jóvenes en 2011.

En estos días, "hemos rezado junto a muchos jóvenes en diversas iglesias, donde se puede adorar al Santísimo de forma permanente. Sorprende ver la fe de toda esta juventud que no tiene miedo a manifestarla en público", añade Zalbidea.

Sintetizando el ambiente, explica: un obispo ha indicado "que habíamos traído la primavera al invierno australiano".


 

Se confirman los rumores: Madrid acogerá la Jornada de la Juventud 2011

España ya había acogido este evento en 1989, en Santiago de Compostela

 

SYDNEY, domingo, 20 julio 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha confirmado los rumores: al final de la XXIII Jornada Mundial de la Juventud Benedicto XVI ha vuelto a dar cita a los jóvenes del mundo en Madrid 2011.

"Llega ahora el momento de deciros adiós o, más bien, hasta la vista. Os doy las gracias a todos por haber participado en la Jornada Mundial de la Juventud 2008, aquí en Sydney, y espero que nos volvamos a ver dentro de tres años", dijo el Papa en su despedida.

"La Jornada Mundial de la Juventud 2011 tendrá lugar en Madrid, en España". Los miles de españoles estallaron en gritos y aplausos, enarbolando banderas de color rojo y amarillo.

"Hasta ese momento...", comenzó a decir el Papa, pero tuvo que detenerse riendo, pues los gritos no cesaban. "Hasta ese momento --continuó--, recemos los unos por los otros, y demos ante el mundo un alegre testimonio de Cristo. Que Dios os bendiga".

España, la ciudad de Santiago de Compostela, ya había acogido la Jornada Mundial de la Juventud en el año 1989, presidida por Juan Pablo II y con la participación de medio millón de jóvenes.

Era el tercer lugar en el que se celebraba un encuentro de esas características después de Roma y Buenos Aires.

El arzobispo de Santiago de Compostela era entonces monseñor Antonio María Rouco, quien acogerá por segunda vez una Jornada Mundial de la Juventud, pero ahora como cardenal y arzobispo de la capital española.