I

El hombre bajo el signo de Adán

 

INTRODUCCION

28 El fin de la antropología teológica consiste en conocer al hombre en su realidad concreta actual. Pues bien, la palabra de Dios nos ofrece la inteligencia del fenómeno humano en sus condiciones presentes, a través de una explicación genética. El sentido y el valor de su liberación, realizada en Cristo, no puede reálmente comprenderse sin tener en cuenta la tensión existente en el «hombre infeliz», entre su creación a imagen de Dios y su deformación introducida por el pecado (Rom 7,24-25). Por eso, este primer libro de nuestra antropología déscribirá al hombre creado por Dios (parte I), destinado a ser imagen de Dios (parte II), pero deformado por el pecado (parte III).

29 Temas de estudio

1. Darse cuenta de cómo los Padres y los teólogos medievales empezaron a construir una antropología teológica, en una de las obras siguientes: SAN GREGORIO NISENO, De opificio hominis: PG 44; NEMESIO DE EMESA, De natura hominis: PG 40;' SAN AGUSTÍN, De civitae Dei, 1,1-14: PL 41; SAN BUENAVENTURA, Breviloquium (Op. V);  SANTO TOMÁS DE AQUINO, STh 1.

2. Considerar la manera cómo la teología neoescolástica construía el tratado «De Deo creante et elevante», tomando como base las indicaciones contenidas en M. FLICK, La struttura del trattato de Deo creante et elevante: Greg 36 (1955) 284-290.

3. Considerar la antropología del concilio Vaticano II, leyendo GS 12-39 y usando alguno de sus comentarios, por ejemplo, Estudios sobre la constitución Gaudium et spes. Mensajero, Bilbao 1967, 29-154.