¿ Qué es la Dirección Espiritual ?
Padre C. John McCloskey, III, STD
Prelatura del Opus Dei y Director del Catholic Information Center de la
Archidiócesis de Washington (EE.UU.).
Abre las páginas de tu guía de teléfono. Allí encontrarás una lista de
abogados, consejeros financieros, plomeros, electricistas, farmacéuticos,
banqueros y aún entrenadores físicos. Todas estas personas saben más acerca de
sus negocios que nosotros. Por ello, les pagamos para que nos ayuden en su
particular especialidad. A algunos de ellos los llegamos a consultar
regularmente e incluso algunos también son buenos amigos. Todos sus consejos
son dirigidos a ayudarnos en la vida presente.
Adicionalmente, encontrarás docenas de listas de personas como psicólogos,
psiquiatras y psicoterapeutas y otros. A pesar que estos profesionales de la
salud pueden desempeñar una útil función, a veces, actúan como reemplazantes
de los directores espirituales dando erróneas o infortunadas respuestas a
problemas espirituales. Sus consejos dependen de su particular experiencia la
cual a menudo se basa en teorías naturalistas o ideologías las cuales pueden
hacer mucho más mal que bien.
La única pregunta verdaderamente con valor es aquella del joven rico del
Evangelio ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? La cual conduce a otras
pregunta tales como ¿Cómo puedo alcanzar la santidad en esta vida? o ¿Qué es
Dios para mí? Las respuestas de Dios para estas preguntas pueden darse por
distintos caminos. Simplemente siguiendo los Diez Mandamientos como están
escritos en nuestros corazones en la ley natural y vienen a nosotros por medio
de la Palabra de Dios, es un buen comienzo como Jesús aconsejo al joven rico.
También podemos ver la Revelación Divina que no llega por la Sagrada Escritura
y la tradición – los consejos de la Iglesia a través de la enseñanza
autorizada y los sacramentos. Luego podemos ver el estado de nuestra vida
actual y las experiencias de nuestra vida pasada para tener buenas
indicaciones sobre lo que Dios quiere de nosotros en el momento presente.
Sin embargo, para encontrar las respuestas a estas cuestiones, cada Católico
debería tener un director espiritual. Como el Beato Jose María Escrivá señalo
“No se te ocurriría construir una buena casa para vivir en la tierra sin
consultarle a un arquitecto. ¿Cómo quieres levantar sin un Director el alcázar
de tu santificación para vivir eternamente en el cielo?" Esto es verdad para
todo el mundo, no sólo para el pobre, el simple o analfabeto sino aún más para
el satisfecho con su éxito. Escrivá sigue diciendo "Tú crees que realmente
eres alguien: tus estudios - tus trabajos de investigación, tus publicaciones
-, tú posición social - tus apellidos -, tus actuaciones políticas - los
cargos que ocupas, tu patrimonio, tu edad..., ¡ ya no eres un niño!...
Precisamente por todo eso necesitas más que otros un Director para tu alma."
Puedes tener varios o incluso muchos durante el curso de tu vida. El te
proverá de las respuestas a tus preguntas según cambien nuestras
circumstancias y como crezcamos “en sabiduría y gracia.” Además, el no te
cobrará.
Cada uno de nosotros es singular
Cada persona es un singular hijo de Dios con su particular código genético,
temperamento y experiencias de vida. Dios tiene un plan específico para cada
uno. Discernir este plan particular debería ser el continuo fin de todo
cristiano serio. Como Dios normalmente prefiere trabajar a través de causas
secundarias, surge directamente de los tiempos apostólicos, la práctica de
buscar una dirección espiritual personal de una persona sabia y prudente quien
puede guiarnos a lo largo del camino a la santidad con todas sus inesperadas
vueltas y cambios.
Uno buscaría con gran dificultad a través de la historia para encontrar santos
canonizados que no hayan recibido dirección espiritual con regularidad.
Después de todo, aún nuestra Bienaventurada Madre, la Inmaculada Concepción,
encontró su vocación por medio de las palabras del Arcángel Gabriel. Y aún
preguntó como sucedería todo esto.
¿Dónde buscar?
¿Dónde puedes encontrar un director espiritual? Hay que hacer como dicen en
Wall Street, con “la diligencia debida.” Esto es hacer una cuidadosa búsqueda
antes de elegir un director espiritual, tal vez más que para buscar esposo o
elegir el colegio correcto. Después de todo, estas buscando una persona a la
que, en parte, le estás confiando la salvación y la santificación de tu alma
inmortal. Recuerda que tu eres el comprador y que esto puede tomar varias
pruebas hasta encontrar la persona correcta o la organización que sea más
conveniente a tus necesidades.
Tu director espiritual puede ser un sacerdote o un laico. Un posible camino es
ver a tus amigos quienes claramente toman seriamente su vida interior y
apostólica. Unos ayudan a los otros. Pregúntales por una referencia. Si ves en
ellos un esfuerzo serio por la santidad, no hay duda que ellos se están
aprovechando de un buen director espiritual.
Un segundo camino es buscar una persona, un sacerdote o un laico, en quien tu
veas una profunda piedad, sabiduría, experiencia, madurez, celo por las almas
y una incuestionable fidelidad a todas las enseñanzas de la Iglesia. El no
necesita un formal entrenamiento en dirección espiritual. Las características
que se mencionan son suficientes para dictar clases o para un título. Después
de todo el primer director espiritual de Karol Wojtyla fue un sastre. Luego
trata de conseguir de el un tiempo libre para ti. Te garantizo que tiene una
larga fila de clientes.
El tercer camino para encontrar un director espiritual cada vez más popular y
accesible en esta época del laicado es aprovecharse de la formación provista
para laicos por congregaciones religiosas y por las varias instituciones
laicas las cuales tiene como especialidad la formación de laicos. Allí
encontrarás una bien definida espiritualidad completada con actividades
formativas y litúrgicas tanto personales como colectivas, doctrinales y
ascéticas hechas a la medida para tu situación particular. Ellos a menudo,
proveen los servicios de tanto sacerdotes como laicos empapados en una
particular espiritualidad.
¿Con qué frecuencia?
¿Qué hay acerca de la dirección espiritual en sí misma? Deberás tratar de
hacerla de modo regular, generalmente no menos que mensualmente y a menudo
semanal o quincenalmente. A pesar que las necesidades varían, normalmente una
sesión bien preparada de dirección espiritual no necesita más que una media
hora. Es bueno concretar las resoluciones tomadas de las normalmente pocas
palabras del consejo dado. Estas resoluciones deben ser llevadas a la oración
y acción y luego hablar sobre ellas si es posible, en el próximo encuentro.
Trata de no dejar nunca tu encuentro sin fijar la próxima cita.
¿Dé que hablar? Muchas o pocas cosas. Tal vez tu quieras establecer las reglas
con el director mismo. Ciertamente la calidad y cantidad de tu oración y
lectura espiritual y vida sacramental siempre deberían ser tratadas. Tu lucha
por vivir como cristiano en el matrimonio y familia, trabajo, amistades y vida
social debe normalmente ser considerada específicamente. Esto requerirá un
esfuerzo dirigido a una especial área de la vida la cual necesita mejorar
estos defectos o fallas que te impiden hacer progresos más rápidos hacia la
santidad. Con el tiempo, tus esfuerzos para compartir tu fe de un modo natural
con aquellos que te rodean pueden ser también un tópico de discusión. Estos
esfuerzos pueden tener buenos resultados en gracias de Dios en
reconciliaciones, conversiones y vocaciones. Y, oh sí, de ves en cuando puedes
simplemente tener la necesidad de liberarte de inesperadas alegrías y
tristezas que vienen en el peregrinar por la casa de Dios, tu Padre. Si estas
viendo! un sacerdote para dirección también puedes recibir el Sacramento de la
Penitencia, agregando la gracia sacramental a las otras gracias recibidas al
haberte abierto y sido dócil en la conversación con tu director espiritual.
Los católicos ahora en un número de más de un billón "cruzando el umbral de la
esperanza" en el Jubileo del año 2000, pero infortunadamente cuantos como
Thomas Merton, hablando de si mismo, en “La montaña de siete pisos” dice
“relegados a los rangos de la tibieza, estupidez y sin energía, los Cristianos
indiferentes viven una vida que es medio animal y quienes apenas hacen un
esfuerzo por mantener vivo el aliento de la gracia en sus almas” Merton se
responde “debí haber buscado una dirección espiritual completa y constante.”
La dirección espiritual es un importante paso para ayudarnos a identificarnos
con Cristo para que podamos ayudarnos a construir a través de nuestra oración
y sacrificio la “civilización del amor y la verdad” que Juan Pablo II prevee
para las próximas décadas.