EL MAITREYA
En
el intento de implantar una sola religión mundial, la Nueva Era tiene
prevista la mayor manifestación de sincretismo (fusión de religiones) de la
Historia; será demás la más sutil y desafiante manifestación del
Anticristo. Si Jesucristo se encarna como el Esperado de las naciones (Lc 2,
30-32), están a punto de decirnos que esto no fue así y que es Maitreya que
había de venir.
Parece
ser que en la India se espera la llegada de Kalki (Gran caballero), o Bodhisattva.
En el Tíbet a Chamba (futuro Buda). En Java aguardan la vuelta de Shri
Tunjug-Seta (el Gran Loto Blanco). Los musulmanes aguardan al Himan-Mandi
o El-Haken. Los mazdeístas fundados por Zoroastro, al
“salvador” Asvath-Ereta. Los indios de América del Sur al Gran
Instructor Quetzalcoalt, montado en la serpiente. Los judíos que no
quisieron reconocer a Cristo, esperan todavía al Mesías. Los
Cristianos esperamos la segunda venida de CRISTO.
Pues
bien, los dirigentes de la Nueva Era dicen que el esperado de todas las
religiones, ha tomado un sólo nombre: Maitreya. El es Kalki, Chamba,
Quetzalcoalt, el Mesías, el Cristo.
Pero
toda esta colección de “esperados” fuera de Cristo, sucesores de ídolos
precristianos en su mayoría, tienen su ficha en la Sagrada Escritura. Nos
dice Jesús: “Todos los que han venido antes de Mí son ladrones y
salteadores” (Jn 10, 8). Y San Pablo: “Lo que sacrifican los
gentiles, a los demonios y no a Dios lo sacrifican” (I Cor. 10,20). Ya
sabemos entonces con quien se corresponden todos esos nombres extraños: son
demonios.
Los
conspiradores de la Nueva Era pretenden hacer creer al Mundo cristiano que
Maitreya se encarnó hace dos mil años en Jesús de Nazaret, quien había
adquirido el grado de Maestro por haber alcanzado la quinta iniciación: el
dominio de sí mismo y el de la naturaleza. Nos dicen que Maitreya es el
verdadero mesías, que ahora se presenta al Mundo directamente, sin
intermediarios. Y como Jesús se rodeó de 12 Apóstoles, también a Maitreya
le acompañan 12 “Maestros de la sabiduría” para ayudarle en la labor de
transformar la vida social del mundo.
Deben
haber pensado que enfrentarse a los más de mil millones de Cristianos que en
teoría se cuentan, y decirles que Jesús fue discípulo de Maitreya, puede
ser demasiado. Por eso, en este guión fantasmal, quieren conceder un papel a
Jesús de Nazaret: Cuando Maitreya se manifieste y gobierne el Mundo, el
Maestro Jesús ocupará la sede de Pedro en Roma para dirigir las iglesias de
la nueva religión mundial.
Es
casi de dominio público en los ambientes en que se vive la Fe Católica -por
distintas revelaciones- que se espera un antipapa después de Juan Pablo II.
Cristo tuvo un Judas Iscariote. ¿La Iglesia, su Cuerpo Místico, habrá de
pasar por una prueba semejante? El nuevo Catecismo (nº 675) nos dice: “Antes
del Advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que
sacudirá la Fe de numerosos creyentes (Cf. Lc 18, 8; Mt 24, 12). La persecución
que acompaña a su peregrinación sobre la Tierra (Cf. Lc 21, 12; Jn 15,
19-20) desvelará el ‘Misterio de la Iniquidad’, bajo la forma de una
impostura religiosa que proporcionará a los hombres, una solución aparente a
sus problemas, mediante el precio de la apostasía de la Verdad. La impostura
religiosa suprema es la del Anticristo; es decir, la de un seudomesianismo en
que el hombre se glorifica así mismo, colocándose en el lugar de Dios y de
su Mesías venido de la carne” (Cf. 2ª Tes 2, 4-12; Iª Tes 5, 2-3; 2ª
Jn 7; Iª Jn 2, 18-22).
Y
vuelve a hablarnos San Juan: “¿Quién es el embustero sino el que niega
que Jesús es Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al
Hijo...” (Iª Jn 2, 22).
Por
tanto, quieren hacernos ver que ya no tienen razón de ser las religiones
establecidas. Maitreya será el responsable, instructor y guía de la única
religión universal. Como los ancestrales enemigos de la Iglesia (la judeo-masonería)
le prestarán el apoyo económico, podrá acabar con el hambre en el mundo.
Dice en uno de sus mensajes (parte del primero) :”Hay mucho que hacer;
mucho que requiere un cambio radical en el mundo. Muchos padecen hambre y
mueren. Muchos sufren innecesariamente” . Esto, junto con los prodigio
que le acompañan, hará tambalear la Fe de muchos “cristianos” que dicen
creer pero no practicar.
El
Maitreya, de nombre Omar Ben Uh’Alshatar, nacido en Amán (Jordania) en
1942. Durante su juventud practicó contactos telepáticos con su maestro de
la Logia Negra. Desde 1965 perfecciona su entrenamiento durante 10 años en el
monasterio budista de Shogum, logrando el dominio de la comunicación telepática,
formas de levitación, manipulación del pensamiento con proyección de ideas
a distancia, viajes esotéricos y astrales, situaciones de bilocación, etc.
Desde
1977, se erige en Londres como líder espiritual de la comunidad Indo-Pakistaní,
e inicia su pública actividad contactando mediante entrevistas, visiones, sueños,
con personas clave de la política mundial (incluidos representantes de la
Naciones Unidas), finanzas, líderes religiosos, educadores, medios de
comunicación... Se presenta no sólo como el primer líder religioso, sino
como el “Instructor Mundial” que dirigirá la resolución de todos los
problemas humanos. Para ello implantará una religión mundial, un nuevo orden
económico, y un Gobierno Mundial.
En
1982 realiza su primera aparición en los 25 diarios de mayor difusión del
mundo: “Ya está Maitreya entre nosotros. Es el educador del Mundo...,
viene a construir el Mundo Nuevo...”. En 1988 se aparece
“milagrosamente” en Nairobi (Kenia) y le reconocen como el Cristo.
Posteriormente hará su aparición en México, Rusia, Alemania, etc. En sus
apariciones se producen surgimiento de fuentes y manantiales de aguas
curativas.
Tiene
previsto realizar el “Día de la Declaración”, presentándose al mundo a
través de una conexión internacional de cadenas de televisión y radio más
importantes. Entonces hablará telepáticamente a todos en su propio idioma
(en una satánica imitación del Día de Pentecostés de la Era Cristiana).
Simultáneamente, miles de curaciones ocurrirán en todo el Mundo. Se dice
incluso que en ese día, los aparatos de televisión, aún cuando estén
apagados se encenderán por sí solos...
Como
dijimos en el prólogo: “...Son los espíritus de los demonios, que hacen
señales, que se dirigen hacia los reyes de la Tierra, para juntarlos en
batalla para el Día Grande del Dios todopoderoso” (Ap 16, 14).
Lo
mismo que Cristo tuvo en San Juan Bautista al Precursor, que fue preparándole
el camino, también el Maitreya tiene esa figura en la persona de Benjamín
Crème.
Nacido en Escocia el año 1922, y autor de varios libros sobre el Maitreya, es
el editor Inglés de la revista Share International, que se publica en 70 países.
Desde hace años viene dando conferencias en muchos países. En España visitó
(Enero de 1994): Barcelona, Cádiz (Jerez), Valencia, Bilbao y Madrid.
Periodistas testigos de sus conferencias, relatan cómo el rostro de Benjamín
se transforma en el del Maitreya en la “bendición” final.
Los
seguidores de Maitreya disponen de cañones láser con los que pretender
proyectar rayos sobre la atmósfera y reflejarse hacia el suelo, para dar la
impresión de fuego que mana del cielo, así como la posibilidad de proyectar
imágenes tridimensionales dotadas de movimiento sobre las nubes. De todas
formas, Satanás no necesita el rayo láser para hacer sus prodigios.
Alguien
cifra ya en más de 200 millones el número de seguidores de Maitreya. Hasta
Mayo de 1982 había transmitido telepáticamente, a través de Benjamín Crème,
140 mensajes. Veamos el contenido de alguno de ellos:
“Queridos
amigos míos: No está lejos el día en que podrán ver mi cara. Cuando llegue
ese momento, con mis manos tomaré la de ustedes y les conduciré hasta él, a
quienes juntos serviremos”
(Mensaje 1).
No
hará falta explicar que ese “él” de este mensaje, no es Jesucristo, sino
Lucifer, a quien pretende adorar la Nueva Era en los próximos dos mil años.
Es un intento de realizar con la Iglesia y el Mundo lo que no consiguió con
Cristo, cuando le tentó en el desierto: “Todo esto te daré si de
rodillas me adoras” (Mt 4, 9).
“...
Yo guiaré al hombre, a la Nueva Era, al gloriosos futuro que le espera a la
Humanidad en la Era que viene...”
(Mensaje 2).
“Mis
queridos amigos: la Humanidad ha perdido su camino y se acerca apresuradamente
hacia el desastre total. Mi plan es detener esto y cambiar el Mundo. Ni
hambrunas, ni guerras, ni genocidios... Asegúrense de que no transcurra un
solo día sin realizar una acción de verdadero servicio, y estén seguros de
que contarán con mi ayuda” (del
Mensaje 3).
Se
trata de un falso revestimiento de Cristo, quien nos dijo más: “Ama a tu prójimo
como a ti mismo”, al comienzo de su predicación, y “Amaos los unos a los
otros como Yo os he amado (hasta la muerte)”. Es volver a presentar a la
vieja filantropía, para tratar de sustituir a la Caridad (amar al prójimo
por Dios). Es también tratar de llevar a la práctica la tentación diabólica
que Cristo rechazó en el desierto: “Di (haz) que estas piedras se
conviertan en pan... “ (Mt 4, 3). La tentación del falso panadero es, pues,
vieja en Satanás.
En
los mensajes 21 y 30 intenta, lleno de arrogancia, revestirse del ropaje que
indica la esencia Divina: “Yo soy”. Dice: “Yo
estoy con ustedes de muchas maneras: estoy como Maitreya; estoy como
incorporación de la divina energía. Porque Yo soy el señor del amor. Yo soy
la esperanza de la humanidad. Yo soy loa felicidad. Yo soy la respuesta del
pasado. Yo soy la esperanza del futuro. Yo soy el secreto. Yo soy la
presencia. Prepárense para verme pronto”.
No
quiso decir una verdad: Yo soy “el padre de la mentira” (Jn 8, 44).
En
otro de sus mensajes, se ve claramente su veneno panteísta: “Dios
está más cerca de ustedes que lo que ustedes pueden imaginarse, porque Dios
son ustedes mismos. Dios está en su interior y alrededor de ustedes. Una
nueva ley desciende...”
Sin
embargo, para las gentes de buena voluntad, resuena todavía en los Cielos,
desde el Día de Pentecostés, las Palabras de San Pedro:
“Tenga,
pues, por cierto toda la Casa de Israel, que Dios le ha hecho Señor y Cristo
a este Jesús a quien vosotros habéis crucificado” (Hch
2, 36).
“En
cuanto a la venida de Nuestro Señor Jesucristo..., antes ha de venir la
Apostasía, y ha de manifestarse el Hombre de Iniquidad, el Hijo de
la Perdición, que se opone a Dios y se alza contra todo lo que se dice
Dios o es adorado, hasta sentarse en el Templo de Dios y proclamarse Dios a
sí mismo.
...
La venida del Inicuo, irá acompañada del poder de Satanás, de todo género
de milagros, señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad
para los destinados a la perdición por no haber recibido el Amor de la Verdad
que los salvará...” (2ª
Tes 2, 1-11).
Cristo Jesús vio nuestros días y nos dejó dicho: Cuidad que nadie os engañe, porque vendrán muchos en mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías’, y engañarán a muchos... Si alguno os dijere: ‘Aquí está el Mesías’, no le creáis. Porque se levantarán falsos mesías y falsos profetas, y obrarán grandes señales y prodigios para inducir al error, si posible fuera, aún a los mismos elegidos... No lo creáis, porque como el relámpago que sale de oriente y brilla hasta el occidente, así será la Venida del Hijo del Hombre” (Mt 24, 4 y ss.).